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Esos Ojos Carmesí por Lubay Nue

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Notas del capitulo:

¡Por fin actualizo!

espero les guste como quedo n.n

Estoy a tu lado mi amor...

 

 

El cielo que desde hace mucho se había mostrado completamente negro por la tormenta que azotaba la ciudad sin un ápice de piedad ahora se acrecentaba con ira mientras una batalla titánica se llevaba a cabo en aquel momento en sus cielos, ocultos con la oscuridad del la tormenta, siendo iluminados fugazmente por la fuerza de la madre naturaleza que compartía con ellos la ira incontenible... se encuentran 3 dragones de ojos azules atacándose sin piedad, con claros deseos de que el otro caiga... son un par de dragones contra uno único... 


Mientras, en la tierra yace un joven tricolor tratando de salvarle la vida a un rubio moribundo que desde su lugar ve lo poco que puede de aquella colosal batalla que se desata por su culpa... cerrando los ojos se permite una habilidad que solo él posee y que tal vez y le cobre la vida... pero en esta situación... es lo único que puede dar por aquel ser del que esta perdidamente enamorado...


... ... ...


Mi amado ojos azules por fin recordó todo... el también ha recordado que está aquí por mi culpa... no... no deseo su odio hacia mi... pero... no parece ser que él me odie... eso me tranquiliza... pero... al verlo salir volando en dirección donde yacen sus otras partes... ¿podrá contra sus otras personalidades...?  temo por qué no lo logre... pero... aun... aun hay esperanza... aun puedo hacer algo para ayudarlo...


Dejando salir mi alma de mi muy maltratado cuerpo tengo una habilidad única que solo mi amigo kuriboh "Yugi" sabe que poseo y que solo e 2 ocasiones logré llevar a cabo... no tengo de otra, tengo que hacerlo o lo matarán


-no se te ocurra hacerlo ojos rojos-  dijo Yugi viéndome molesto directo a los ojos mientras el continuaba tratando de curar mi cuerpo, yo lo vi y reí un poco


-eres... tan sobreprotector... kuriboh...-  dije apenas sin fuerzas


-por que se de lo que eres tan capaz no puedo permitírtelo... no quiero que mueras y si lo haces estando en tu estado ten por seguro que no sobrevivirás-  me dijo molesto, yo lo vi y con mi cola acaricie su cabeza igual que hace tanto tiempo atrás


-ya... se lo dije... que... lo amaba...-  sonreí divertido y el abrió mas sus ojos

-te... lo encargo...-  le guiñé un ojo y cerré mis ojos permitiéndome una habilidad que posiblemente me mataría... dejando expulsar mi poder se terminaba expulsando mi alma, ahora era literalmente un fantasma, en cuanto vi mi cuerpo en el terrible estado en el que me encontraba y como mi amigo kuriboh me llamaba insistente mientras que en mi cabeza un poco alejado se encontraba Yami, suspire, giré mi vista al cielo y logré ver como Seto tomaba su verdadera forma, un imponente y genuino dragón blanco de ojos azules... así que sin tiempo que perder salí volando con todas mis fuerzas en su dirección


-hoo... pero que sorpresa verte aquí corazón-  dijo negro


-cierto, pensamos que preferirías seguir viviendo ignorante de tus raíces-  dijo verde mientras que Seto rugía molesto


-que les quede claro... ¡¡¡esa estúpida lagartija con complejo de perro es DE MI PROPIEDAD!!!!!-  ante sus palabras un gran sonroje me invadió... tuve deseos de darle un golpe por lo avergonzado que me sentía, daba gracias por qué no se dieran cuenta de mi presencia, pero, recordé a lo que había llegado así que pensé que sería ya el momento perfecto... utilizando mis poderes a su máximo nivel hice que aparecieran las cadenas de oro que poseía ojos azules "aquellas que los grandes dioses le habían puesto" logre quitárselas por poco tiempo, con eso el podría pelear sin problemas mientras yo tomaba aquellas cadenas que debido a su fuerza me debilitaban terriblemente solo pude ver a lo lejos como mi amado Seto se lanzaba al ataque con ferocidad...


------------


Mientras ambos dragones creaban un poder conjunto yo también creaba mi propio poder... sentía mi cuerpo más ligero, ya no sentía esas pesadas cadenas que me ataban, muy por el contrario, me sentía como antes de que fuéramos expulsados de nuestros territorios...


El ataque fue lanzado, ambos ataques chocaron iluminando el cielo ya nocturno por la tormenta, mire con ira como ambos dragones se mostraban divertidos y sin pensarlo volvía atacarlos, desgraciadamente eran 2 contra uno, así que, mientras atacaba a uno el otro aparecía por la espalda y atacaba, aunque, sorpresivamente habían unos que otros ataques que, aunque sentía en mi espalda realmente no me lastimaban, esto era muy extraño pues no recordaba tener esa habilidad...


-¡muere café!-  dijo negro mientras era verde quien me atacaba, yo logre salir de aquel ataque dejándome caer, el ataque fue recibido por negro y yo solo lo vi divertido


-te amo Seto...-  escuché un susurro en mi oído, esa era la suave voz de mi cachorro, gire hacia abajo la vista donde su cuerpo aun reposaba, era impresionante que aun siguiera convida, pero no podía hacer nada aun... 


-¡muere!-  volvieron a gritar, cuando gire mi vista solo pude recibir el ataque de lleno, vi como ambos reían burlándose de mí y me molesto aun mas, así que, alzando aun más el vuelo cree un ataque más el cual chocó de nuevo contra uno suyo...


-creo... que ese estúpido dragón aun no muere-  dijo verde a negro


-pues entonces hay que acabarlo-  dijo negro divertido, yo abrí mis ojos al saber lo que tenían planeado... así que, tratando de evitarlo me volví a lanzar al ataque, pero era imposible, negro fue directo hacia mi cachorro y los otros mientras que verde me impedía el paso


-¡cuidado!-  escuche una nueva voz que no había reconocido, el ataque que había lanzado negro hacia los que se encontraban aun en el puerto fue detenido en pleno vuelo por otro ataque extra de un color dorado, el rugido de un nuevo dragón se hizo sonar por el lugar y un cuarto dragón blanco apareció rondando por los alrededores de mi ojos rojos


Llegando a tierra firme se iluminó dejando ver a una mujer de piel albina, largos cabellos blancos y ojos azules vestida apenas y con unos trapos, la cual me miro y sonrió mientras saludaba


-¡hermano! ¡acaba con ellos! ¡tú puedes!-  grito, yo sonreí mientras asentía a sus palabras

-¡descuida, yo aquí cuido a mi cuñado!-  reí al ver como gritaba tan tranquila pese a la situación, asentí y con más tranquilidad regresé mi vista a verde quien miraba con ira a nuestra hermana


-esa maldita de Kisara...-  gruño, pero antes de que pudiera hacer algo yo simplemente lo ataqué haciendo que saliera volando hacia el cielo, una vez llegando hacia el cielo, justo donde el atardecer se mostraba, ambos nos miramos con ira y recelo


-primero debo acabar con mi orgullo y la ira... después me encargaré de mi oscuridad y de mis debilidades-  dije sonriendo ante la victoria, verde solo se mostró iracundo y se lanzó al ataque... gracias a que Kisara había aparecido había encerrado a negro en una trampa en el fondo del mar, así que, no molestaría por un rato, rato que debía de saber utilizar si quería evitar que esto se prolongara, o si no sería yo quien perdería... y no estaba dispuesto a ello...


-veamos qué tal te va con esto-  dijo mientras una bruma nos rodeó a ambos mientras verde me mantenía entre las nubes volando, aquella bruma me hizo recordar pequeñas imágenes...


****


Yacía ojos rojos recostado en un pequeño prado donde no había nada, se le veía tranquilo y yo iba llegando, al ver hacia una de sus alas la vi lastimada pero ya con un ungüento especial para que se recuperara, ahora que lo recordaba, ese había sido yo; en una pelea del otro que había llegado hasta este mundo, ojos rojos había salido lastimado y ahora no podía volar


-¿cómo está tu ala?-  pregunte mientras le traía un poco de agua, el abrió sus ojos y me miró, verme en aquellos rubíes era algo que por mucho valía la pena apreciar, el solo bufó un poco y tomo un poco de agua


-está mejor, muchas gracias-  una vez dicho esto volvió a recostar la cabeza y yo me quede ahí recostado a su lado "claro que a una prudente distancia"  me estaba quedando dormido mientras el viento refrescaba y rojo dormía, me iba a acercar a su rostro, iba a hacer lo que hace mucho quería... besar a esa criatura orgullosa como ninguna, ya estaba tan cercas... solo un poco mas...


-¡ojos rojos ~kury!-  grito una maldita mota café desde la lejanía, ojos rojos al fin despertó y vio directamente el lugar donde provenía aquella voz, a un costado suyo en la lejanía se veía una mota que lo llamaba insistente y que daba muchos saltos para llamar su atención


-kuriboh-  dijo rojo y de inmediato se levanto con trabajo, su cuerpo aun estaba muy herido... es verdad... aquella fue la primera vez que vi en persona a la criatura con la que el aroma de rojo se combinaba tanto


-¡vamos rojo, te curaré ~kury!-  dijo la mota, rojo rió un poco y asintió a sus palabras mientras que con trabajo llegaba a su lado, yo solo lo vi y cuando note que iba a caer por las heridas puse mi cuerpo para que no cayera


-no puedes irte, tu cuerpo está muy débil-  le dije molesto, realmente no deseaba que se marchara con esa otra criatura, pero rojo solo me miro y bufó divertido


-¿quién te crees que soy? soy el dragón negro de ojos rojos, esto no es nada para mí...-  dicho esto se levanto y caminó hasta llegar al portal, mas no entró


-por cierto azul...-  ambos que estábamos de espaldas giramos para vernos y él me sonrío por primera vez...

-gracias...-  y dicho esto se marchó... el portal aun se mostraba y vi iracundo como aquel kuriboh se subía encima de él y le agarraba la cara con tanta dulzura mientras el otro reía divertido y también hacía ademan de restregarse en el rostro del otro... esto me llenó de ira... aquella faceta de rojo que quería que fuera solo para mi... otra criatura la estaba disfrutando... esto... fue el primer arranque de ira que sentí hacia una criatura menor que yo...


*********


-vamos... déjalo salir... esa ira incontenible... dame mas poder sobre ti...-  susurró mientras nos mirábamos, la ira me invadía pero en cuanto vi a verde, este creó un poder grande el cual lanzó sobre mi hermana, el humano y aquel kuriboh... por unos momentos desee que le diera y que acabara con la vida de ese maldito kuriboh que tenía la atención de rojo... pero en cuanto vi hacia abajo, el lugar al que se dirigía aquel ataque sorprendido vi como el otro trataba desesperadamente de salvarle la vida a rojo...


*-si lo haces ten por seguro que te va a matar sin pensarlo siquiera-*  abrí mis ojos de golpe al recordar las palabras de mi hermana, así que, volé con todas mis fuerzas en picada y logre destruir aquel ataque mientras era lastimado por aquellas explosiones, escuché como verde gruñía con total ira


-¡hermano! ¡¿estás bien?!-  grito Kisara desde donde estaba mientras me miraba preocupada, yo solo la vi y asentí mientras veía como aquel kuriboh continuaba tratando de salvarle la vida a mi amado


-tu solo cuida que no muera-  le dije tranquilo mientras volvía hacia el cielo donde me esperaba mi otro yo, lo mire divertido y burlón


-parece ser que tendrás que hacer algo un poco mejor si quieres acabar conmigo estúpido verde-  dije mientras lo volvía a atacar, el ya no se pudo defender y vi como estaba ya lastimado, di un nuevo ataque y este calló a lo profundo del mar


-no... no ataques... une...-  de nuevo los susurros de mi ojos rojos, mire a todas partes pero no lo vi, al contrario, su vida aun se debatía con los cuidados de ese kuriboh, mire por unos momentos su cuerpo tan mal herido y medité sus palabras...   *¿"unir"? ¿cómo?*   mire el mar y como de este salía verde, muy lastimado pero aquellos ojos azules ahora brillaban carmesí, la ira junto al orgullo que representaba se estaban adueñando de el


-¡no te dejaré ganar!-  grito mientras me volvía a atacar, yo esquive sus ataques, pero tal pareciera, mientras me atacaba a mi también lanzaba ataques hacia rojo y el resto, tal pareciera quería acabar con ellos al igual que conmigo...


-no lo toques...-  escuché el susurro molesto de rojo, aquel dragón me miro asombrado, aquella ira desapareció de sus ojos y pude sentir claramente como una cola ajea se enroscaba suavemente con la mía mientras unas garras se posaban en mis hombros y una cabeza aparecía a mi lado, al girar un poco mi vista pude ver a ojos rojos a mi lado, pero era como si viera a un fantasma... era su espíritu quien estaba a mi lado


-no... ¡tú ya debes estar muerto!-  grito desquiciado verde, yo solo lo vi y cree mi más poderoso ataque


-¡no lo toques!-  grite mientras lanzaba aquel ataque el cual terminó atravesando a aquel dragón blanco... prontamente cambió su color volviéndose gris ceniza, un nuevo rugido sonó de él y desapareció en partículas de luz, las cuales cayeron como si de lluvia se tratase... mire a mi lado y rojo había desaparecido, volví mi vista hacia abajo y vi que la herida que poseía en su pecho ya estaba casi curada, sonreí para mis adentros pero un nuevo ataque por mi espalda me hizo caer al mar...


*******


-ya te dije que debías de ir a verle... si tanto te preocupa ve y díselo o alguien más te lo va a robar-  me decía molesta Kisara a mi lado, yo solo la vi molesto y desvié la vista mientras caminaba con tal de alejarme de ella


-déjame en paz Kisara, ya te dije que no pienso ir a verle-  dije molesto pero sentí cual látigo su cola sobre mi cabeza, al girar y verle molesto esta también se mostraba muy molesta


-tu ojos rojos está enfermo y tiene una fiebre muy alta, eres el único que sabe dónde está, y yo ya tengo la medicina; si no quieres que muera ¡ve y dásela!-  me grito mientras dejaba en el suelo una flor morada parecida al diente de león, luego de esto extendió sus alas y marchó a quien sabe dónde, yo solo vi como se marchaba y vi aquellas flores que serían la salvación de ojos rojos... 


Desvié la vista y me fui lejos de ese lugar, volví a mi laguna y me recosté mientras observaba mi reflejo en el agua cristalina, bebí un poco y por unos momentos llegó a mi mente el momento en que rojo era envenenado por mi culpa; habíamos estado peleando de nuevo "como ya era de costumbre" y ambos habíamos visto como éramos rodeados por un ejército de demonios


-maldición... justo cuando estábamos en la mejor parte-  gruñó rojo mientras nos poníamos espalda contra espalda, nos miramos por encima de nuestros hombros y ambos gruñimos


-¿tregua?-  pregunto el


-tregua-  reafirme mientras nos colocábamos en nuestro lugar... recuerdo que esa fue la primera vez que trabajamos en conjunto... la pelea entre criaturas de mi mundo y del reino de las sombras nos atacaron sin piedad, fue ahí que descubrimos nuestro potencial tratándose de peleas en equipo... era impresionante sin lugar a dudas, pero no siempre las cosas acaban bien...


-¡agáchate!-  grito rojo mientras me golpeaba de lleno con su cola para que me estampara de lleno en el suelo, rugí de dolor e iba a ir sobre él, pero al ver como el también caía al suelo lo vi extraño, el había caído estrepitosamente al suelo y ahora gemía presa del dolor, me levante y fui hacia él con claras intenciones de matarlo por lo que me acababa de hacer pues yo confiando ciegamente en él y este que hozaba atacarme cuando estaba desprevenido...


Pero en cuanto lo giré abrí mis ojos de sobremanera... tenía una mancha a mitad de su cuerpo, era de un color al vino tinto y se expandía, la sangre que brotaba de aquella pequeña herida "lo habían atacado con una daga en venenosa" expulsaba sangre rojiza con toques morados


-¡quítate!-  grito mientras me volvía a atacar con su cola haciéndome a un lado, vi que el recibía de lleno un ataque que lo mandaba a volar un poco más lejos, yo molesto ataque con todas mis fuerzas explotando aquel lugar y desapareciendo toda evidencia de aquel que estuviese en aquel sitio


-lagartija-  dije en cuanto lo recordé, este se estaba tratando de parar con trabajo, lo mire y estuve a punto de ayudarlo, pero en cuanto sintió mi tacto contra el suyo me gruño y se alejó de mi bruscamente


-no me toques...-  rugió, yo lo vi molesto y me encontré con la sorpresa de que abría un portal y desaparecía en este, gruñí molesto y volvía a mis aposentos, luego de un rato llegó Kisara y bueno... de ahí lo que sucedió después...


-estúpida lagartija que no puede hacer nada sin lastimarse por sí sola-  gruñí cuando me di cuenta que había abierto el portal hacia el reino de las sombras y pasaba atreves de él mientras portaba las flores en una de mis garras...


Volé por un rato tratando de encontrar el aroma de esa estúpida lagartija y cuando la encontré, no espere verlo tan mal... se hallaba en un charco de sangre ya morado con negro, gemía bajito y movía apenas un poco su cabeza, su respiración era tan lenta que parecía que ya no respiraba, los latidos de su corazón eran tan suaves que me costaban mucho trabajo escucharlos, me acerque volando en picada y vi sus ojos más cerrados que abiertos, rápidamente tome con mi pata su mejilla viendo preocupado que estaba muy caliente, este gimió en cuanto sintió que moví un poco su cabeza, trató de removerse pero pareciera que eso le lastimaba demasía


-hey, lagartija estúpida carbonizada-  traté de llamarle, el apenas y entreabrió un poco sus carmesí ojos para verme


-a...zul...-  susurró para luego volver a cerrar sus ojos mientras gemía con dolor de forma tan suave que hacían que me pusiera más nervioso... es verdad... aquella vez... fue la primera vez que vi a rojo al borde de la muerte... ese día es algo de lo cual nunca podré olvidar tan fácilmente... aquella vez... por primera vez en mi vida... no sabía qué hacer...


-vamos... deja que tu oscuridad crezca... déjame alimentarme de ti igual que tú hiciste con el...-  una voz en mi cabeza susurró mientras con dolor tomaba con cuidado el cuerpo de rojo y me acomodaba detrás de él para que este se recargara encima de mí, puse mi cabeza a su lado y con mis alas cubrí su cuerpo para que no recibiera tanto el frio de aquella terrible noche oscura...


-hmmmggggg-  gimió con dolor mientras pequeños gemidos salían aun más insistentes, yo abrace mas su cuerpo, fue la primera vez que sentí que aquel imponente dragón era tan frágil y débil que el viento podría romperlo... y no lo deseaba... así que, cerrando mis ojos restregué suavemente mi rostro ante el suyo


-no te vayas rojo... no me dejes estúpida lagartija carbonizada...-  susurré con dolor y miedo en mi voz...


-jamás podría dejarte azul... te amo mi amor...-  escuché el suave susurró de mi ojos rojos, al abrir mis ojos me encontraba en el fondo del mar y frente de mi estaba el otro dragón tomándome por el cuello tratando de asfixiarme, al verlo me molesté y con un ataque logre alejarlo de mi


*********


Ambos salimos volando de nuevo hacia la superficie, nos miramos con ira, Kisara grito de nuevo mi nombre pero no gire a verla, solo vi a aquel que era mi contraparte... ya había logrado vencer a mi otro yo, solo me faltaba mi oscuridad, pero no había que ser genio... el había absorbido todo el poder de verde y ahora era el doble de fuerte que yo, lo sabía, pero no me iba a detener


-estas solo, ¡mira nada mas en qué estado has dejado a tu amado dragón! ¡¿y era así como lo deseabas?! Sufriendo por tu culpa como un perro apaleado por nosotros?!-  pregunto molesto negro mientras nos mirábamos, yo deje por unos momentos mi aspecto amenazante para verlo mudo... es verdad... si yo lo amaba ¿cómo podía ser posible que mis otros yo le hicieran tal daño? se supone que lo amo ¿no? ¿por qué le he hecho tal daño si se supone que lo amo?...


-¡muere corazón!-  grito mientras me atacaba, cerré los ojos esperando el ataque pero un rugido suave sonó arriba de mí, al abrir los ojos vi como una vez mas era el espíritu de rojo quien me protegía con sus alas y rugía con furia frente al otro


-no estás solo... yo te amo...-  dijo mientras daba una pequeña lamida a un lado de mis labios, lo que significaba un beso para nosotros los dragones, abrí mas mis ojos y asentí, mire de nuevo a mi otro yo que por igual mostraba una gran sorpresa, abrí mi hocico creando el ataque más poderoso que había, a un lado de mi, justo a mis espaldas yacía rojo quien también creaba un ataque, uno de sus más poderosos según podía sentir... 


-acabemos con esto amor...-  susurró para mí, yo asentí y ambos lanzamos nuestro ataque, negro trató de alzar el vuelo al cielo, se ocultó en las nubes pero eso no fue suficiente, aun así ambos lanzamos nuestro ataque, uno de color azul, otro de color carmesí... ambos se unieron en uno de color celeste con destellos azul cielo, ambos miramos al cielo donde, las nubes de golpe desaparecieron y entre los destellos se escuchó el rugir dolido de aquel otro dragón... por fin, el dragón se ilumino y desapareció en partículas de luz las cuales cayeron justo hacia mí y mi cuerpo las absorbió... 


-se acabó... ahora hemos vuelto a ser uno los 3 dragones de ojos azules-  susurré mientras veía como rojo desaparecía de mi lado y la argolla de oro volvía a aparecer en mi cuello, mire hacia abajo y agradecí internamente la ayuda que me había brindado mi amado rojo... nunca la olvidaría... 


Una vez acabadas las peleas peligrosas bajé con cuidado hasta donde se encontraban todos, mientras descendía tomaba de nuevo la forma de Seto Kaiba, claro que aun mostrando mis alas y mi cola, una vez estando en el suelo Kisara me abrazo dulcemente, caminamos en dirección donde aun Yugi curaba a mi ojos rojos y me incliné para acariciar su mejilla, pero aterrado abrí mis ojos al sentir su piel fría y su cuerpo mas pálido de lo normal, mire su pecho y su herida ya casi estaba curada, vi a aquel kuriboh el cual se mostraba cansado y asustado por igual


-¿qué está pasando ahora?-  le pregunté pero el solo negó mientras lagrimas salían de sus ojos...


-al no está bien... no sé que sea... pero algo no está bien...-  dijo con miedo pero sin dejar su labor 


-rojo...-  susurré

 

Notas finales:

El siguiente cap es el ultimo!!!

Gracias a los que leyeron esta historia hasta el final, mientras les haya gustado me complazco n.n (aunque me gustaría que me lo hicieran saber)

 

¿Les ha gustado?

Que tengan un buen día

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