Encadenado al Pasado
Me he visto a mí mismo, mas bien, a mi cuerpo caer en el mar... es oscuro y frio... muy frío... no sé cuánto tiempo podre aguantar el frío que me inunda... mientras caigo en el fondo de su oscuridad puedo ver como se aleja de mi la pequeña luz... cierro los ojos sintiendo un terrible dolor en todo mi cuerpo... me enderezo un poco solo para seguir cayendo lentamente más hacia el fondo donde la luz nunca aparece...
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-ojos rojos... ojos rojos... ¡¡¡despierta ~ kury!!!- abro los ojos de golpe, miro a todas partes, está algo oscuro, la luz casi nunca se filtra por aquí, no por nada es este el reino de las sombras, miro a todas partes... solo un claro oculto en un espeso bosque... al mirar a mi lado encuentro a un kuriboh que me mira algo molesto
-¿qué paso?- pregunto aun confundido... pero no escuchó sus palabras, me levanto y me doy cuenta... mi cuerpo... ya no es blanco, ya no es piel... ahora esta negro, mis 5 dedos se volvieron garras enormes y muy duras, mi brazo en si se adelgazó e hizo más fuerte... al mirar asustado a mis espaldas veo una cola y alas negras... abro mas mis ojos y al levantarme veo que tengo que hacerlo a 4 patas... corro "un tanto discreto" hacia un pequeño rio que hay cercas mío y veo asombrado mi apariencia... soy un dragón... soy el dragón negro de ojos rojos...
-¿qué está pasando?... ¿no era un humano?...- pienso asustado y es cuando a mi costado veo a kuriboh quien me mira preocupado
-¿estás bien ojos rojos ~ kury?- me pregunta con esa hermosa e inocente mirada amatista y brillante, lo miro y suspiro
-creo... que solo estoy... ¿confundido?- me pregunto a mi mismo mientras trato de hacer memoria, vuelvo a escuchar los reclamos de mi amigo y al girar a verlo veo que este me salta encima y me araña la cara, gruño molesto mientras me lo quito de encima sin fuerza usando mi cola, al verlo a los ojos este molesto me mira haciendo un puchero, yo lo miro también molesto y luego recuerdo su forma humana... con dolor me dejo caer al suelo, kuriboh ha vuelto a asustarse y me mira preocupado mientras no para de llamarme
-kuriboh... ¿que soy...?- pregunto aterrado, mis recuerdos se mezclan demasiado, no sé qué está pasando... imágenes con sonido pasan a gran velocidad... en unas... un gran dragón blanco de ojos azules más hermosos que el cielo y el mar juntos... en otra... un castaño con los mismo hermosos ojos que tanto me gusta ver... imágenes donde me veo a mi mismo como un dragón, otras donde veo a un humano rubio de ojos miel y que sé que soy yo... pero ¿quién soy yo realmente?... ¿soy humano... o... soy esto...?
-¡¡¡¡¿QUE ES LO QUE SOOOOOOOOOOYYY?!!!!!!!!!!!- grito con dolor mientras ataco al cielo iluminando la oscuridad que nos rodea con una luz carmesí como mis ojos... estoy aterrado, no sé qué es lo que soy... no sé qué está pasando... solo se... que algo no anda bien...
... ... ...
-¡no te distraigas ojos rojos!- cuando me doy cuenta logro de milagro evadir un ataque azul eléctrico, al mirar a aquel que ha hozado atacarme miro a aquel imponente dragón de 3 cabezas que gruñe y que saca humo, no hay que ser genio para saber que ha sido él quien me ha atacado, sonrió con prepotencia
-ha, solo me distraje un segundo... y ni así has logrado atinarme... que mala puntería tienes azul... ¿no te da vergüenza?- digo altivo haciendo que ese ser se moleste y me ataque aun con más fuerza, al verlo así comenzamos a atacarnos y a la vez a evitar ataques, prontamente y sin saber cómo, aquellos ataques que eran enviados con toda la intención de matar al otro se vuelven solo un juego, solo nos divertimos y yo no puedo evitarlo, rió divertido mientras veo claramente como el otro también se divierte con esto que hacemos desde hace tan poco tiempo...
-¿a que le temes ***?- abro mis ojos de golpe ante esta pregunta que proviene de la nada, un ataque cae en mi y caigo de picada, nos encontrábamos en pleno vuelo muy alto, volando por encima de la gran capa de nubes blancas que ocultaban el cielo, al caer, paso por esas esponjosas nubes y sigo cayendo, de nuevo caigo en el océano... por arriba veo a aquel dragón que trata de alcanzarme... ¿qué está pasando aquí?...
-¿a que le temes ***?- vuelvo a escuchar aquella voz... vuelvo a abrir los ojos que lentamente desean cerrarse para siempre
-le... le temo... a... recordar...- digo antes de caer en la inconsciencia completa...
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-¿por qué le temes a recordar ***?- insiste esa voz, yo me siento tan cansado que no puedo abrir mis ojos... siento que floto, ya no me encuentro en el mar... solo siento que floto, no deseo abrir mis ojos, me siento cómodo donde sea que me encuentre
-no lo se... solo no quiero recordar- digo sin poder siquiera abrir mis ojos, además, me da la impresión de que aunque los abra no veré absolutamente nada
-no, claro que debes de saber... ¿a que le temes? ¿qué es aquello que no quieres recordar?... porque estoy seguro que si sabes, que si lo recuerdas, sino, no le tendrías miedo a algo que desconoces... ... ... tu puedes recordar todo... pero reprimes esos recuerdos y juegas a fingir que no los conoces... eres tan cobarde...- me decía son saña y odio aquella voz, yo cerré con mayor fuerza mis ojos
-no... ¡no es cierto! ¡no soy un cobarde como dices!- digo molesto, trato de abrir mis ojos para encarar a aquel que me molesta, pero no puedo, me duele mucho tratar de abrirlos, siento pegados mis ojos, así que desisto de abrirlos
-no creí que fueras tan cobarde como para no querer recodar lo que tú ya sabes que pasó... no te creí tan cobarde ***... aunque bueno, ¿qué se puede esperar de alguien que ha vivido todo este tiempo con los inmundos humanos? ya lo has dicho tu, los humanos son repugnantes y despreciables... como tu hahahahaha- se rió aquella molesta voz, yo me molesté y me erguí para encarar a aquel ser, a aquella voz que taladraba terriblemente mi cabeza y pecho
-¡no es verdad! ¡yo solo...
-entonces demuéstramelo...- me interrumpió molesto
-demuéstrame que me equivoco, demuestra que no eres como los inmundos humanos... demuéstrame que eres ***- otra vez... ¿por qué no puedo escuchar mi nombre?
-porque te niegas a escucharlo, no quieres recordar... le temes a saber que eres realmente... eres un cobarde... un gallina... eres peor que un humano acobardado y temeroso de su destino...
-¡ya te dije que no lo soy!!!!- grite ya colérico de que no supiera decir algo más que aquellos insultos
-demuéstrame... ¡¿quién eres tú?!- dijo molesto ese ser... molesto por fin, y contra el dolor abrí mis ojos, me ardían, sentía que lloraba algo viscoso que no era agua salada... era...
-sangre...- susurre mientras percibía a la perfección ese nauseabundo aroma que tanto detestaba... un momento... *¿desde cuándo yo detesto el aroma de la sangre?* pensé asustado, mire mi mano cuando me secaba aquel viscoso liquido, asombrado vi que era la mano de un humano que rápidamente se ponía negro y se deformaba hasta mostrar una garra negra y solida...
-es verdad... yo soy... yo soy...
-así es... tu eres...
-yo soy... ojos rojos...
-tú eres... ojos rojos...
Dijimos ambos al mismo tiempo, entonces lo recordé todo... todo por completo...
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Abrí de nuevo mis ojos, una vez mas estaba frente de mi amigo inseparable kuriboh, el cual me miraba con mucha preocupación, al verlo sentía una nueva lagrima caer en mi mejilla, el se acerco a mí y de un salto suyo llegó a mi rostro y seco mi lagrima con su pata, yo lo vi y baje la vista, al verlo, mas lagrimas cayeron por mis ojos ahora rojos como la sangre... como siempre fueron y como siempre debían de ser
-¿qué te pasa ojos rojos? ¿por qué lloras así tan de repente?- pregunto por fin al saberse que no podía hacer nada, yo lo vi y con mi cola acaricié su cabeza con suavidad
-nada... es solo... que ya lo recuerdo... ya puedo recordar todo...- dije mientras dejaba mis lagrimas correr, después de todo sabía que él no era el verdadero, solo era parte de mis recuerdos ya recuperados
-¿es verdad... ya me puedes recordar ~kury?- pregunto emocionado mi amigo, yo solo asentí y lo vi
-tengo una duda... ¿qué paso como para que ojos azules terminara aquí en el mundo humano y con esa apariencia tan débil como dragón?- aquel pequeño kuriboh bajo la cabeza con tristeza y suspiro
-muchas cosas se hicieron para que no murieras ~kury- dijo mi amigo, me senté en mi lugar y lo mire, lo tome con una de mis patas y luego de acomodarme mejor teniéndolo a el frente a mí en la palma de mi mano lo mire directo a sus hermosos ojos
-dime qué fue lo que pasó en ese momento luego de que morí salvando a ojos azules, estoy seguro que tú lo sabes, te pido que me digas por favor... necesito saberlo- le dije, el solo suspiro y con una pequeña y diminuta gotita por lagrima comenzó su relato...
-ojos azules no quería que murieras... la primera vez encontró a un mago del tiempo y regreso al pasado para evitar que murieras en una trampa que era para él, pero no salió por que de todos modos volviste a morir al sacrificarte por él, estuvo a punto de dar su vida para que tu vivieras mas, pero los dioses egipcios lo interrumpieron y decidieron que tu castigo por tus crímenes serian la muerte- dijo el pequeño
-pero sigo vivo- para mi desgracia...
-exacto, ojos azules abogó por ti, no quería que murieras así que decidió compartir tu castigo para que no cargaras solo con este... accedió a ser dividido en 3, a que sus poderes fuesen sellados y finalmente... a que solo su corazón callera junto contigo a la tierra para vivir la condena eterna del exilio como lo que más han odiado ambos...
-los humanos- terminé yo su comentario... ahora comprendía muchas cosas... vi a mi amigo y mas lagrimas salieron de mi, luego de unos minutos en silencio comencé a escuchar como a lo lejos me llamaba una voz que conocía muy bien, pero aun no quería despertar... así que mire a mi amigo kuriboh
-¿y tu como terminaste aquí con nosotros?- el se sonrojo un poco y bajo la cabeza igual que siempre
-no podía dejar a mi amigo solo ¿o sí?- lo vi y suspire
-será mejor que marche ya o los preocuparé aun mas...- el me trató de detener y yo negué
-esta vez me ocuparé de hacer regresar a ojos azules a la normalidad... no dejare que por mi culpa vuelva a ser castigado de nuevo... no dejare que caiga de nuevo por mi culpa...- fueron mis últimos pensamientos...
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-no dejaré que caiga de nuevo por mi culpa- abrí mis ojos con lentitud, los sentía pesados y cansados, al ver a mis alrededores vi a Yugi... ahora que lo veía... odiaba las apariencias humanas... pero rápidamente me di cuenta de algo que había estado dejando pasar por los últimos milenios... bueno, mi memoria nunca fue tan buena, pero ahora que ya recordaba mi mirada se afiló, claro que trate de que pareciera natural
-Joey, que bueno, al fin has despertado- dijo Yugi muy alegre mientras se acercaba a mí y me miraba casi con el deseo de llorar, yo arrugué un poco la nariz
-es cierto, soy humano y tengo que fingir que soy un humano... que repugnante...- pensé para mi, Yugi volvió a hablarme y con voz pastosa pregunte donde me encontraba, Yugi me dijo que Yami y el habían estado siguiendo a Seto luego de haberlo encontrado hace ya varios días tirado en el suelo inconsciente y que yo no aparecía, Seto corrió y me encontró pero ambos habíamos aparecidos tirados en el suelo inconscientes, por lo visto Seto no podía recordar nada de lo que había pasado según me dijeron ellos, pues me preguntaron por lo que había estado pasando en todo aquel tiempo, me dolió pero tuve que mentirles diciendo que yo tampoco podía recordar nada
-¿cómo te encuentras cachorro?- de pronto entró Seto mirándome solo a mí, al ver esos ojos color al cielo y mar juntos no pude evitar el sonreír para el... aunque me duro poco pues el recuerdo de todo lo que había estado pasando, todo lo que ojos azules pasó por mi culpa... me va a estar atormentando de ahora en adelante por todo lo que me quede de vida humana y de dragón...
-estoy bien... aunque aun siento mis parpados pesados... siento que me duermo- digo para no llamar mucho la atención, Seto asiente y el médico llega, a todos los hace irse del lugar para que yo pudiera descansar... esa noche, por más que cerraba los ojos no podía dormir, me senté en mi cama y me permití sacar mi cola... en cuanto la tuve fuera comencé a tocarla, había olvidado el sentimiento que me embriagaba sentirme yo mismo... pero... a la vez me molesta tener que mantener una farsa que se que algún día se va a saber...
-esto no podrá estar así para siempre...- digo molesto, al levantarme por fin y ver por mi ventana, la luna se muestra magnífica en el cielo, ilumina la oscuridad y me hace suspirar esa brisa que desea hacerme salir y liberarme de mis ataduras...
-*es hora de trabajar mascota*- abro mis ojos de golpe y tomo mi pecho, siento que no puedo respirar, al mirar a mi pecho veo como en mi mano se crea una argolla de plata negra, me asusto y veo como en la otra mano aparece la misma, luego siento como aparece algo pesado en mi cuello y por si eso no fuera suficiente también aparece una de esas asquerosas cosas en mi cola...
-no puede ser...- apenas y susurro con trabajo
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-¡¿enserio?! ¡voy para allá!- grito entusiasmado para colgar rápidamente el teléfono
-¡abuelito, ya dieron de alta a Joey del hospital! ¡voy para allá!- le grito desde la cocina, escucho su afirmativa y salgo disparado en dirección al hospital... han pasado 3 días desde que los encontramos en aquel lugar y Joey parece no poder recordar nada sobre lo que paso mientras estuvo desaparecido, Yami me mijo que lo más posible es que lo hayan intentado secuestrar pero como era tan fuerte no pudieron y Seto también fue una víctima mas... hasta cierto punto me lo pude llegar a creer pero algo en mi interior me decía que lo que fuera que había pasado no era nada comparado con la teoría de Yami
... ... ...
-hola Joey- digo en cuento llego y lo veo, este me sonríe y me saluda como siempre, pero sus ojos lucen algo diferentes... lucen más serios, aunque esa sonrisa tan radiante no ha abandonado su rostro, es lo único que me tranquiliza de todo esto
-¿listo para irnos cachorro?- pregunta Seto mientras lo toma de la cadera haciendo que Joey se sonroje, yo sonrió y veo entretenido todas esas acciones suyas
-así que aquí estas maldito mocoso malcriado- dice alguien con ira, Joey se tensa y todos giramos hacia atrás donde un hombre algo regordete y rubio mira con odio a Joey, este se pone tenso y desvía la vista algo nervioso, Tristán se pone frente de todos en forma de amenaza pero el señor lo pasa de largo pese a que nuestro amigo le pide de buena forma que se retire, Joey afila su mirada y por un segundo puedo jurar que aquellos ojos color a la miel cambiaron a uno carmesí más sangriento y frio que jamás allá visto nunca...
-no te acerques maldito alcohólico- dice molesto Joey mientras da un paso atrás empujando a Seto con su cuerpo, este solo lo abraza por la cadera solo viéndolo a él y es cuando ese hombre toma con fuerza el brazo de Joey
-¡a mí no me insultas maldito bastardo!- dice todo colérico mientras lo separa de Seto y lo empieza a zangolotear de forma algo salvaje
-¡suéltame!- grita y gracias a un fuerte golpe dado por el mismo en la boca del estomago de aquel hombre logra liberarse
-¡Joey corre!- le grito mientras Tristán y yo nos ponemos de escudo para evitar que le siga, este hace caso y rápidamente sale disparado a quien sabe dónde, gracias al cielo ya está bien de salud así que, lo más seguro es que llegue a mi casa o a la de Seto, por otro lado nos acordamos del tipo frente nuestro quien nos mira con molestia a mi amigo y a mi
-así que son ustedes 2 par de inútiles- dice con odio, de quien sabe dónde saca este tipo una botella de vino ya vacía y la rompe contra el piso volviéndolo así un arma muy peligrosa, mi amigo y yo nos tensamos pero no nos movemos
-¡Yugi!- escucho la voz de Yami
-¡no te acerques Yami!- le grito asustado cuando veo que aquel hombre lanza su ataque hacia nosotros, cierro los ojos esperando un golpe que nunca llegó, solo escuchamos un golpe seco, al abrir los ojos vemos a ese tipo tirado en el suelo y Seto está detrás de el
-ahora si ¿quién es esta cosa y de que conoce a Wheeler?- pregunta molesto, Yami corre y me abraza, lo mismo hago yo y luego miro a Seto par ver con dolor el cuerpo de aquel ebrio
-ese es su padre... el padre de Joey... muchas veces tuvo que hacer cosas horribles para que este sujeto no le hiciera daño, por eso ahora vive en un apartamento pequeño o sino, vivía conmigo, este hombre fue el encargado de hacer la infancia de Joey un infierno...- dije con ira mientras lo veía, Seto gruño molesto y se fue, lo más seguro es que fue a seguir a Joey, suspire más tranquilo y mire en la dirección en la que se fueron tanto mi amigo como Seto...
-*esto está lejos de acabar*- abrí mis ojos pero no encontré la procedencia de aquella voz, mire a todas partes y luego regresé a ser abrazado por Yami *¿qué fue eso de hace un momento?*
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La noche volvió a darme alcance, ahora le temía a la noche... pues siempre, a cada noche, cada vez que el sol se ocultaba, ese maldito sujeto que me tenía atrapado con sus cadenas me llamaba para realizar un trabajo del cual me arrepentía... primero solo fue robar, pero... ayer en la noche... otro poco y me obligaba a matar a alguien... y todo por su estúpida obsesión...
-*ya es hora mascota*- abrí mis ojos asustado, me encontraba oculto en la copa de un árbol, en un parque no muy transitado, sentí como de nuevo esas malditas cadenas se aparecían en mi cuerpo y me obligaban a ir a donde se encontraba el, molesto gruñí y trate de evitarlo, pero no lo logre...
Llegue a un callejón en una parte de la ciudad a la cual casi no iba, me puse en guardia pero solo lo vi a el... así que con mayor razón me puse en guardia rugiendo con ira, el me miro y rió divertido, bufé molesto y lo mire
-¿ahora qué tengo que hacer?- su sonrisa se ensanchó y comenzó a caminar, yo, de mala forma lo seguí...
... ... ...
Han pasado ya las horas... es tarde, las 3 de la madrugada más o menos... este tipo poco a poco sube su tarifa... tengo miedo de que llegue el día en que me ordene matar a alguien... en mi pasado no me hubiese importado, pero ya no quería mas... ya no quería esa vida para mi... solo quería tener una vida tranquila junto a Seto, vivir fingiendo que era un humano, uno de esos seres a los que tanto desprecié en el pasado pero los que me han dado la oportunidad de ser feliz junto a ojos azules
-pero él no es ojos azules... solo es su recuerdo... si supiera que ahora es lo que tanto ha despreciado siempre... lo más seguro es que me odie...- dije para mi mismo mientras volaba de regreso a aquella que era mi casa, pero al ir volando no pude evitar el ver a lo lejos la casa de Seto, me quede pensativo un rato y volví mis pasos, fui en dirección en la que se encontraba Seto... solo quería verlo... solo yo...
Las grandes ventanas se abrieron, guardé mis alas para que no se alarmara, lo mire mientras dormía tranquilo en aquella cama que ya una vez compartimos los 2 con pasión... lo mire dormir y lagrimas de impotencia nacieron de mi
-Seto... tengo que decirte esto... te... te amo... por favor... perdóname por todo el dolor que te causo... ya... ya nunca más me volverás a ver- susurré para que no me escuchara y no despertara, me gire dispuesto a irme por donde había llegado, pero una mano tomo la mía y me jaló con fuerza; al ser sorprendido caí de lleno sin poder detenerme, rápidamente sentí mis labios siendo aprisionados por aquellos que yo tanto conocía ahora... cerré mis ojos y me deje llevar
-te amo cachorro... te amo- no paraba de decir Seto mientras besaba mi cuello aunque estaba sentado de lado y él me tenía abrazado
-Seto... espera... yo no... ya no soy quien tu creías...- dije con dolor, el dejo de besar mi cuello y me miro serio, yo desvié la vista y hablé
-no quiero que me tengas miedo... es solo... que hace poco he descubierto que soy... un monstruo... y uno poderoso así como peligroso... no quiero... que tu también me temas... por eso... lo mejor es que me marche- dije mientras trataba de levantarme, pero Seto usando su fuerza me hizo girar y me recostó, note que no traía la parte de arriba de su pijama dejando ver su bien formado cuerpo, me sonroje al verlo y él me volvió a besar
-¿y tú crees que con eso te vas a poder librar de mi cachorro?- me pregunto entre beso y beso, que, muy a mi pesar siempre respondí con amor y lujuria, cada beso, cada caricia inocente empezaba a hacernos desear mas contacto, rápidamente Seto desapareció la parte de arriba de mis ropas y comenzó a besar mi cuerpo pasando por mis tetillas, tome su cabeza mientras lo acariciaba y abrazaba, sus manos inquietas pasaban por todo mi cuerpo hasta llegar a la parte baja de esta
-no... Seto... espera... no...- pedía entre cada beso y caricia suya, se sentía tan bien que realmente no quería que esto acabase... pero si no lo detenía él iba a ver que era ojos rojos... era lo último que deseaba, que viera que era un monstruoso dragón...
-Seto... no, enserio... para... yo... mmmgggg- gemí al sentir como con sus dedos ya ensanchaba mi entrada y besaba mi vientre
-no te voy a dejar cachorro, nunca podría ni aunque quisiera- decía entre cada beso, yo lo vi y sentí como metía el segundo dedo en mi interior mientras lamia mi miembro, me retorcí entre sus sabanas y trate de no gritar, sentía todos mis deseos de mostrar mi cola y alas, quería poder extenderlas y gritar de placer pero no podía... no quiero que Seto me mire con miedo o me rechace...
-Seto... para... yo... no creo poder... aguantar... Seto... no...- grite triste, Seto me libero ya cuando tenía 3 dedos en mi interior, se recostó y me jalo para yo subir a su miembro, con cuidado posicionó la cabeza de este en mi entrada y con cuidado entró en mi interior
-haaaaaaa... Seto...- gemí al sentirlo, me abracé a él tratando de controlar el dolor y el placer junto a esa maldita sensación de cosquilleo de querer sacar mis otras extremidades
-voy a moverme cachorro- susurró en mi oído mientras lo besaba y lamía, yo solo asentí presa del placer de ser tomado por quien más amo, poco a poco y de forma lenta comencé a ser embestido con pequeños y muy lentos saltos... ahora que mi cuerpo había... "mutado" por así decirlo, podía soportar más el dolor, así que no tardó mucho en volverse aquel acto algo más salvaje, a cada embestida, a cada estocada dada, lo miraba con amor y besaba... comenzaba a olvidar lo que era, comenzaba a olvidar el por qué no quería que hoy me tomara Seto... pero fue muy tarde...
-Seto... para... me voy... aaaa... correr...- gemí presa del placer tratando de quitarme de encima de él, pero el solo afianzó mas mis caderas y me abrazó mas a él, sus embestidas se hicieron más rápidas y fuertes, entonces me besó
-dímelo de nuevo cachorro... dime que me amas... así como yo te amo a ti- dijo para luego unir nuestros labios en un fogoso beso, lo abracé con fuerza y por fin dio en mi punto haciéndome correrme... al mismo tiempo me enderecé y deje abrir mis alas extendiéndolas tanto como podía y mostrando mi cola alzada como la de un gato
-¡¡¡¡TE AMO SETO!!!!- grite extasiado... agotado sentí como Seto se corría en mi interior y por fin me deje caer agotado a su pecho, respiraba con mucha dificultad, aquello había sido delicioso, pero sentí como Seto acariciaba algo que no era parte de mi cuerpo, abrí mis ojos asustado viendo que el tomaba con interés una de mis alas, además de que mi cola se movía tensa por el miedo, desvié la vista
-lo siento, creo... que lo mejor es que me marche- dije para levantarme de encima de él, pero Seto solo me tomo del bazo y me beso ahora encima de mi
-¿realmente creías que te iba a dejar ir así como así cachorro? ya te lo dije, te amo y no te voy a dejar ir jamás- dicho esto volvió a besarme, sentí su miembro endurecerse en mi interior y como volvía a embestir suavemente mi interior, en cuanto me soltó volví a gemir, pero lo mire a los ojos
-¿no me temes? ¿no temes a saber que no soy un humano?- pregunte sintiendo mis mejillas arder
-¿y eso qué? sigues siendo el mismo cachorro revoltoso del que me enamoré, mientras eso no cambie en ti te seguiré amando sin importar que seas- sonreí ante sus palabras y volví a besarlo con pasión...
Así, volvimos a unirnos una y varias veces más en sin fin de actos de amor por lo que quedó de la noche...
-te amo Seto... y siempre te amaré...