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Esos Ojos Carmesí por Lubay Nue

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Notas del capitulo:

La inspiración y el tiempo por fin llegan juntos... ya está aquí lo que esta a punto de pasar... n.n

Ruego... por  libertad...

 

 

Es un nuevo día... me temo mucho que tendré que guardar mis lagrimas para otra ocasión... ahora me encuentro volando directo hacia la única persona a la que le tengo esperanza que tal vez y me pueda ayudar... no puedo evitarlo... el volar con estas alas negras nunca me había sido tan difícil como hasta ahora... comprendo el por que... es mi corazón el que se muestra antipático... no es para menos... he salido en cuanto el sol se mostró en el cielo, solo le he dejado una nota a mi amado ojos azules...    *espérame... tengo algo muy importante que hacer antes de poder quedarme a tu lado para siempre... volveré a ti, te lo juro por nuestro amor... te amo, por favor nunca lo olvides...*    


-¡malditas lagrimas! ¡les he dado una orden! ¡NO SALGAN!-  grito entre lagrimas que salen en cuanto me imagino la cara de Seto al saber que me he marchado sin decir donde... pero si lo hacía, era más que seguro que Seto iba a ir por mi y es ahora lo que menos quiero... seco una vez más las lágrimas que brotan de mis ojos y veo mi destino, una pequeña isla donde suele refugiarse ese tipo... ruego porque sus conocimientos sean los suficientemente bastos como para poder liberarme de mi predicamento...


-¡hey tu! ¡¿quién eres y como es que has llegado hasta aquí?!-  responde uno de los guardias que está con la persona con la cual tengo que hablar... trago duro y doy otro paso más, no me importa que ese humano este frente de mi destino y yo, gruño por lo bajo y doy otro paso, ese hombre ha sacado una pistola, tal vez y me hubiese aterrado si tan solo siguiese creyendo que soy humano... pero eso no podrá ni hacerme un rasguño...


-Pegasus... Maximilian Pegasus... soy yo, Joey Wheeler... necesito de tu ayuda...-  le digo viendo que él no voltea a vernos, Pegasus parece reaccionar y gira para verme con sorpresa, yo estoy serio, se que algo nada bueno puede pasar... pero necesito de su ayuda... es... o puede ser la única persona en este mundo capaz de ayudarme... si el faraón aun no recupera sus memorias del pasado entonces estoy perdido y el con mi única esperanza...


-Joey Wheeler, que sorpresa verte aquí ¿cómo fue que llegaste hasta aquí sin ser descubierto?-  pregunta mientras se levanta y me saluda amable pero sin acercárseme, lo miro y bajo la cabeza pero aun sosteniendo su mirada


-necesito tu ayuda para esto...-  me inclino un poco y dejo ver mis alas, mis cuernos y mi cola que se mueve tranquila pero lenta, Pegasus abre su único ojo demasiado y su quijada se le cae, aquel hombre que lo custodia apunta con mayor miedo ante mí, gruño ante esto, me esperaba algo así, mis ojos por fin toman su tono carmesí de siempre y miro de manera tal vez y arrogante al humano, pero al regresar mi vista a Pegasus este solo me mira de arriba abajo, no los culpo, ni yo me podría imaginar cómo me veo en estos momentos


-¿a qué exactamente quieres que te ayude Joey?-  me pregunta suave pues aun no para de verme


-con esto-  dijo mientras muestro mis manos y dejo ver las cadenas en forma de argollas de plata negra, también en la punta de mi cola la otra argolla, levanto mi cuello dejando ver la que ahí se encontraba, suspiro y trato de quitármelas pero brillan de forma entre carmesí y morado y me lastiman sacando rayos negros


-¿qué es eso?-  pregunta Pegasus mientras se acerca a mí, yo lo miro y caigo por el dolor de las descargas de poder, lo miro y él me ayuda a ponerme en pie para llevarme luego a sentarme en el lugar donde antes estaba el, luego de tomar un poco de aire comienzo con mi explicación...


-alguien descubrió que era ojos rojos... un mago o hechicero oscuro... ¡yo que sé!... solo sé que ese maldito mal nacido me despertó de mi sueño eterno... hasta hace unas semanas no sabía nada, me creía tan humano como cualquiera de ustedes, pero en cuanto apareció este tipo comenzaron mis pesadillas al grado de ya no poder dormir y hace poco terminó por destruir el sello que me mantenía a raya como ojos rojos, ahora mi propio ADN tanto como humano como ojos rojos se ha combinado... soy ambos pero más soy un espíritu-  comienzo, el solo me mira y asiente a mis palabras


-por si eso no fuera suficiente, este maldito me ha puesto estas cadenas de obediencia, no puedo hacer nada contra ellas... necesito tu ayuda... este tipo cada noche me llama para que haga algún trabajo... al principio solo era robar joyería y dinero, pero está subiendo sus tarifas... la otra noche estuve a punto de matar a un inocente... no quiero eso... Pegasus... sin las memorias del faraón tu eres el único al que puedo recurrir para que me ayude a destruir estas cadenas antes de que haga algo que de verdad lamente por el resto de mi vida... por favor... ayúdame-  le pedí jadeante, el me miro de una manera extraña... lucía... amable... bondadosa y tal vez y llena de comprensión...


-está bien, te ayudaré Joey-  dijo mientras me sonreía amable, no pude evitarlo y sonreí también, guardé de nuevo aquellas extremidades que me hacían diferente a los humanos y entré a la mansión de Pegasus, como era muy temprano me quede a desayunar y luego comenzaríamos con los preparativos para ayudarme a liberarme del problema en el que estaba...


-----------


-¿hermano?-  escuché el golpe suave de la puerta y su voz, pero no me apetecía ver a nadie


-no quiero ver a nadie, vete Mokuba-  le dije leyendo y releyendo una y sin fin de veces esa maldita nota, fue lo único que encontré de mi cachorro una vez que desperté hace unas cuantas horas atrás... el dice que volvería, pero no me dice cuando o a donde fue... 


-maldito perro... ¿que no te dije que no te dejaría ir?-  susurré para mi mientras aplastaba la nota con ira, pero luego de unos minutos volvía a abrirla y a leerla "volveré a ti, te amo" confiaba ciegamente en sus palabras, pero no sabía cuando iba a volver... no quiero siquiera esperar un día por volver a verlo, por tenerlo en mis brazos, por percibir su aroma... deseo que vuelva a mi lado...


-pero Seto... se trata de Yugi... dice que es urgente... dijo que era sobre Joey-  escuché su voz preocupada fuera de mi habitación, pero con tan solo nombrar a Joey abrí mis ojos, me cambié lo que me faltaba de mis ropas y salí de la habitación viendo a mi hermano menor parado en la puerta preocupado, lo mire y le di una suave caricia en la cabeza para luego ir a la sala donde se encontraba Yugi


-¿qué sucede?-  pregunte al verlo a el únicamente, este estaba temblando ligeramente y parecía con deseos de llorar, al verlo así me pareció aun más extraño el verlo solo


-¿qué sucede ahora con Joey?-  pregunte en cuanto estuve lo suficientemente cercas


-no puedo encontrarlo... alguna gente dijo que lo vio a más de media noche corriendo con muchas heridas... no lo encuentro por ningún lado Seto... y me preocupa lo que pueda hacer...-  al ver como temblaba y que lagrimas recorrían sus mejillas sentí una rara especie de dejabú, pero aparté rápidamente esas ideas de mi cabeza, no solo por el simple hecho de que era una estúpida locura, sino que no era momento para pensar en eso si Joey estaba posiblemente herido


-¿donde y cuando?-  pregunte frio, el me miro y mas lagrimas cayeron, tenía interés por saber por qué no estaba con Yami pero no era tiempo, Yugi se levanto y se acerco a mí, estaba a punto de hablar pero el timbre sonó por toda la caza, gire mi vista y di un paso atrás pues estaba muy cercas de mi

-¿y bien?-  pregunte, el dio otro paso más, estaba a una cosa de nada de chocar su cuerpo con el mío y eso no me agradaba nada, escuché a lo lejos que la puerta era abierta por un sirviente pero tal parece mi hermano estaba con ellos


-¿Yami?-  escuché la voz de mi hermano a lo lejos, gire mi vista pese a que no veía a nadie y agudicé mi oído


-Mokuba ¿has visto a Yugi? desapareció desde hoy en la mañana, nadie lo ha visto-  dijo nervioso, alarmado y por lo que se escuchaba, cansado de tanto correr, me sorprendió esto y sentí como era tomado por mis ropas frente mío, al girar mi vista vi a Yugi quien me tomaba y luego, haciéndome perder el equilibrio caía encima de mi mientras me ponía una mano en la boca


-shhhh... no debe saber que estamos aquí ojos azules-  dijo este con voz suave y oscura, casi como si fuera seductora y divertida, tal cual un niño cuando se juega a las escondidillas, su fuerza "para su tamaño" era impresionante, no me lo podía quitar de encima, trate de luchar pero note como los ojos amatista que siempre poseía estaban como poseídos, lo mire molesto y vi que este por fin me miraba a mi


-tal parece no sabes donde esta ojos rojos... que mal...-  por fin logre soltarme mientras lo golpeaba por un costado, al verlo este se movió ágilmente, lo mire colérico


-¿donde está Joey?-  pregunte molesto, el me miro y se mostró molesto para prontamente cambiar su semblante a una sonrisa llena de confianza y muy oscura


-no lo se... pero se cómo hacerlo venir... tendré que tomarte a ti también para hacerlo venir... descuida ojos azules... no pasará nada malo... claro que siempre y cuando llegue pronto ojos rojos...-  dijo este, una luz apareció rodeándolo y varias argollas aparecieron en su cuerpo, una en su cuello, otra en sus manos y pies, lo vi algo impresionado y de pronto me lanzó una especie de esfera de humo imposibilitando mi vista, trate de alejarme pero sentí como algo se posicionaba en mi cuello, muñecas y tobillos, en cuanto el humo desapareció vi que tenía las mismas cosas que el otro


-¡¿qué mierda haces Motou?!-  pregunte molesto mientras trataba de quitarme lo que recién me habían puesto, pero el solo sonrió de manera sombría, me levante y justo cuando este se estaba levantando llegó Yami y Mokuba llamando nuestra atención


-¡Yugi!-  grito Yami


-¡hermano!-  grito Mokuba, lo vi por unos momentos y le hice la señal


-¡no se acerquen!-  rugí, pero por ver que mi hermano no se acercara no vi cuando Yugi se me abalanzó encima, apenas y logre hacerme a un lado antes de que me cayera encima, pero no fue suficiente, saco de entre sus ropas una nueva esfera de humo la cual puso encima, esta vez el humo se mostró morado, me tape la boca y grite


-¡corre Mokuba! ¡aléjate de aquí!-  aun entre reclamos y peticiones porque yo también me pusiera a salvo escuche como algunos pies corrían lejos y cuando sentí un golpe me había dado en la boca del estomago con tanta fuerza que me mandó a volar...


-será mejor que nos demos prisa ojos azules... el amo nos espera a ti y a mi... no queremos llegar tarde o si?-  cuando vi a Yugi este solo se acercó y me tomo por el cuello haciéndome imposible el poder respirar... sin desearlo cerré mis ojos esperando que esto solo fuera una mala pasada de este idiota...


--------------


-¡¡¡¡HAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!


-¡aguanta Joey! ¡no puedes desmayarte aun!-  me decía molesto Pegasus desde el otro extremo de la habitación, yo me encontraba en medio de esta arrodillado, estaba siendo presa de varias cadenas hechas por luces doradas, las cuales me tenían tomado de las argollas de todo mi cuerpo, solo mostraba la forma que le había enseñado a Pegasus hace unas horas atrás


Estaba muy agotado, sentía que en cualquier momento me iba a desmayar, sino, iba a mostrar mi verdadera forma de ojos rojos, gruñía y gritaba alternando "sin querer" ambas voces, miraba por intervalos a Pegasus que también se mostraba cansado...


Según me explicó, con estas cadenas que recién había hecho destruirían las que me estaban atando a mí, pero por desgracia para poder liberarme tenía que sufrir una fuerte descarga por el simple toque de esas luces... el problema es que ya llevaba horas con estas cosas y trataba yo también de liberarme... a veces alzaba el vuelo apenas y menos de medio metro y volvía a caer pesadamente al suelo mientras gritaba, en varias ocasiones estuve a punto de tomar mi forma verdadera, incluso, sin desearlo había atacado aquellas luces, pero el dolor solo se acrecentaba


-¡no Joey, no muestres tu verdadera forma o jamás podrás liberarte de sus ataduras!-  me recordaba Pegasus, al verlo comencé a notar que veía borroso, me tambalee un poco pero no caí... al contrario, me volví a levantar y por igual alcé el vuelo tratando de hacer mas presión y que las cadenas se destruyeran


Sorprendentemente mientras hacía mi lucha para lograr zafarme por unos momentos, como a una premonición vi como frente a mis ojos Yugi se encontraba encadenado igual que yo y Seto a un lado pero él estaba arrodillado y muy lastimado, asustado aumenté la fuerza en mis alas y volé para tratar de llegar hasta ellos, estaba aterrado y solo grite sus nombres, el dolor me tomaba por completo, no podía pensar bien y me sentía mas y mas débil, pero el tan solo escuchar la risa enferma de aquel tipo que me tiene fue la gota que derramó el baso...


Las ataduras se destruyeron, por la fuerza y por la dirección que llevaba me estampé de lleno contra uno de los muros de la gran sala, caí al suelo muy lastimado, Pegasus corrió hasta mi lado llamándome por mi nombre, lo vi con trabajo, solo vi sus labios moverse con velocidad, ni siquiera podía escuchar su voz... cerré mis ojos agotado por fin


... ... ...


-¿ahora donde diablos estoy?-  pregunto en cuanto despierto en una habitación que no conozco, el aroma es diferente y no logro reconocerlo... ¿qué diablos está pasando?...


Salgo de la habitación y veo que el lugar parece más un castillo, al ir caminando encuentro a un sujeto vestido de traje pero parece un gorila y es ahí cuando recuerdo...

-uff... cierto, estoy con Pegasus-  suspiro aliviado al saber que no estoy secuestrado


-señor Wheeler ¿ya se encuentra bien?-  me pregunta el hombre frente mío, yo lo miro y asiento con una sonrisa


-¿sabes dónde está Pegasus? quisiera hablar con él-  le digo sonriente, el también asiente y luego de decirme como llegar a su estudio lo despido para marchar, llego rápidamente y lo veo sentado en una silla por aparte viendo como pinta con interés algo, pero como apenas inicia no se que sea lo que pinta


-hola... Pegasus-  el voltea a verme y me sonríe


-¿cómo te sientes Joey? a no, perdón, ojos rojos-  me pregunta, lo miro y suspiro un poco


-puedes seguir llamándome Joey, no me molesta... por cierto ¿qué sucedió?-  le pregunto mientras me siento en otro lugar para vernos cara a cara


-está casi acabado... pudiste librarte de casi todas tus cadenas, solo quedo la del cuello, pero no quise hacerlo en el momento o podría poner tu vida en riesgo-  me dijo con una sonrisa conciliadora


-lo hubieras hecho, soy resistente-  le digo sin interés pero él niega


-recuerda que posees el cuerpo de un humano, el que tu ADN haya cambiado no significa que seas indestructible... no podía arriesgar tu vida, por ahora lo mejor será que descanses, mañana continuaremos con lo que falta-  me dijo mientras se levantaba y me daba una palmada, yo lo vi y suspire de nuevo


-lo siento pero... quisiera ir a ver a Seto... me da la sensación de que algo no anda muy bien que digamos y quiero ir a verlo-  el me mira con comprensión y asiente... así paso la noche, regrese a mi habitación luego de cenar bastante para mañana


Al día siguiente en cuanto terminé el desayuno junto a Pegasus le agradecí y salí disparado hacia ciudad Dominó; no tarde nada en llegar a mi ciudad, digo, las cadenas que me ataban, por lo menos la gran mayoría ya habían sido destruidas, me sentía más libre... sentía... que podía llegar a mi libertad sin necesidad de derramar mas lagrimas innecesarias...

 

... ... ...

 

-Seto... Seto soy yo, Joey-  dije en cuanto entré a la habitación del mencionado... era extraño, eran por eso de las 10 de la mañana... no creo que no esté en su habitación... bueno, puede que no sea como yo... tal vez y ya este abajo o sino en su oficina en KC.

 

Bajo tranquilo las escaleras tratando de no hacer ruido, no quiero que piensen que soy un ladrón, pero lo que escuchó me deja helado... estoy del otro lado de una sala y escucho las ordenes de Mokuba... ese chico va a ser igual que su hermano, un buen líder... gracias al cielo parece ser que no es tan mal humorado como cierto castaño amargado que conozco ¬.¬

 

-¡búsquenlo! ¡no pudo haber desaparecido! ¡Seto tiene que estar en algún lugar de esta ciudad!-  grito colérico Mokuba, yo me tape la boca para no gritar de asombro...   *¡¿Seto desapareció?!*

 

-pero señor Kaiba, ya lo hemos buscado por todas partes, él y el joven Yugi han desaparecido, no están en ciudad Domino-  dijo el pobre hombre que lo encaraba

 

-¡tienen que seguir en la ciudad si no se ha mostrado su salida por ninguna parte!-  rugió el pequeño, yo solo me recargue en la pared para no desmayarme, caminé de nuevo hacia la habitación de Seto, donde en la cama, en la almohada donde el dormía había una nota

 

*Si quieres ver de nuevo a tu ojos azules

ven a donde nuestro lazo inició

ven pronto... o lo tomaré a él como mi nuevo

juguete... ¿no quieres eso o si?*

 

Sin necesidad de saber el remitente salí por el mismo lugar por el que llegue, volé hasta llegar a ciudad Domino donde en un callejón cercas de la casa de Yugi me oculté, tome mi forma humana "solo oculte mis alas y mi cola" y corrí hacia su casa, en el camino me encontré a Yami

 

-Joey ¿dónde has estado?-  me pregunto algo ansioso

 

-eso... he estado arreglando problemas que tenía pero dime ¿cómo esta Yugi?-  le pregunte, este desvió la vista y me hizo entrega de una nota... decía lo mismo que con la de Seto, solo que a él le llamaba "Príncipe"

 

-¡demonios, también a él!-  rugí mientras tiraba la nota y salía corriendo, pero Yami me detuvo

 

-voy contigo, quiero saber cómo esta Yugi-  me dijo, lo mire por unos momentos mientras asimilaba la situación, no creo que fuera buena idea que Yami fuera conmigo, después de todo el es el espíritu de un humano, Yugi, Seto y yo no somos humanos... baje la mirada pensando mejor las cosas y luego de que Yami me llamara varias veces lo vi decidido

 

-está bien, necesitare de tus habilidades con el reino de las sombras... tal vez y tengan a Yugi y a Seto atrapados y puede que tú seas el único capaz de liberarlos mientras yo me ocupo del verdadero problema a raíz-  le dije mientras salíamos corriendo hasta llegar a un barranco que yo conocía a la perfección

 

-espera ¿qué hacemos aquí Joey?-  pregunto el faraón mientras me miraba serio, igual lo vi y gruñí

 

-a donde tenemos que llegar no llegaremos por pies, y aun en auto o en otro transporte tardaremos horas en llegar, lo mejor es ir volando, será más rápido, además, no quiero saber que puede hacer ese maldito si llegamos a tardar aunque sea un poco-  dije mientras me fijaba que no hubiese nadie por los alrededores

 

-¿y cómo esperas hacer eso? estamos en un barranco que probablemente con la caída nos matará a los 2-  dijo serio el faraón, yo solo lo mire y tome ambas manos suyas para luego pasarlas a mi espalda y cargarlo, ventaja que era más bajo que yo

 

-ahora, pase lo que pase, no grites, te explico en el camino que está pasando-  no le di tiempo a decir nada, simplemente me lancé al barranco con el faraón en mi espalda, el se aferró mas a mi cuello ahorcándome un poco, pero no le di importancia, extendí mis grandes alas y volé... pero por desgracia me estorbaba un poco, así que, una vez que logre alzar el vuelo subí al cielo donde estaba oculto por unas cuantas nubes, una vez ahí tome mi verdadera forma de ojos rojos... esta era la primera vez que tomaba mi forma en todo este tiempo y rogaba por no necesitar hacerlo otra vez...

 

-¿qué está pasando Joey? ¿eres ojos rojos?-  pregunto impresionado Yami ya sentado en mi regazo, yo solo asentí y seguí volando hacia nuestro destino

 

-la persona que ha secuestrado a yugi y Seto realmente me quiere a mí, quiere mi poder pero no estoy seguro realmente para que... pero eso no es todo... Seto... incluso Yugi... si llegara a hacerse con el poder de alguno de los 2 estaremos en serio problemas..-  dije preocupado de que algo malos les llegase a pasar...

 

-¿por qué a ellos los han tomado?-  me pregunto

 

-porque ellos no son humanos... Seto es el dragón blanco ojiazul-  dije recordando las palabras de mi amigo kuriboh

 

-¿y por que tomaron a Yugi? ¿es verdad que él tampoco es humano?-  me pregunto escéptico, y de no ser por la situación yo también hubiese dicho que era una locura, Yugi era uno de los chicos más débiles que había conocido a lo largo de mi vida, una gran determinación eso si debo de resaltar en el, pero de cuerpo muy débil, luego recordé la razón por la que era así...

 

-Yugi es un príncipe también, y uno muy poderoso, no supe bien que paso pero no pudo ser coronado como el rey por que fue al mundo humano, aunque ya posee el poder y el nivel de un rey-  dije, Yami se molestó y me lo hizo saber, bufe molesto y volvía a hablar

 

-Kuriboh... Yugi es el príncipe de los Kuribohs, es tan poderoso como Seto o como yo...-  dije recordando su increíble poder y aquella vez que conocí su verdadera forma, pero mis recuerdos fueron interrumpidos de golpe por las exclamaciones de Yami

 

-no puedo creer que sea cierto-  dijo este

 

-créelo, Yugi tiene, a cálculos humanos, el mismo poder que Seto y que yo, y a la vez nosotros poseemos el poder suficiente para vagar tranquilamente en su mundo humano-  hablé recordando aquella vez que Kisara, la hermana menor de Seto apareció en el mundo humano y causo destrozos por accidente al verse descubierta... qué problema aquel

 

-estoy confundido, tú tienes 2400 de ataque y el ojos azules de Seto tiene 3000, no es posible eso... no me cabe en la cabeza-  dijo contrariado

 

-Seto, es el ojos azules, de hecho, el dragón campeón de 3 cabezas... pero hubo problemas... de hecho, yo antes me metía en tantos problemas que los dioses egipcios terminaron por hartarse de mí, me castigaron con la muerte pero ojos azules terminó metiéndose en el castigo compartiéndolo conmigo, ahora, Seto es ojos azules y yo, soy Joey Wheeler... ignoro el por qué, pero Yugi, el príncipe de los Kuribohs también está aquí-  explique, el se quedo callado mientras procesaba la información

 

-existen ciertos requisitos... hay 2 formas para poder estar en el mundo de los humanos, una de ellas es ser exiliado, como lo somos Seto y yo, principalmente yo; la otra, es más complicada, si nos basamos a números de poder de las cartas, solo aquellas que posean desde los 2500 hasta los 3000 puede aparecer en este mundo, pero es muy difícil, se necesita mucha energía para poder estar en el mundo humano, por si esto no fuera suficiente, una vez que pasas los 3000 o las 10 estrellas es cuando se pone interesante... en este caso, todo es proporcional... entre más poder posees, tu cuerpo humano es mucho más débil... en el caso de Yugi... por un decir, Seto, Yugi y yo podemos alcázar el mismo nivel que aquel dragón de 5 cabezas con el que peleamos en el mundo virtual la primera vez ¿lo recuerdas?-  escuche una afirmativa de su parte

 

-bien, nosotros podemos llegar a ese nivel, ese poder es originalmente el nuestro, pero tanto el poder de Seto como el mío ha sido disminuido por los mismo dioses, es por eso que Seto y yo andamos tan tranquilos por este mundo... sobre Yugi... no sé cómo fue que paso, solo sé que también pidió estar en el mundo de los humanos, de ahí que sea tan débil... sobre su bondad he inocencia, esa siempre las ha tenido desde que lo conozco hace ya más de milenios debo decir-  dije con algo de alarde

 

-entonces tu y Seto están aquí por exilio y Yugi los acompaño ¿cierto? (asentimiento mío) ¿y por qué nunca lo dijeron?-  fue su pregunta, pregunta que rogaba por qué no hiciera

 

-hasta hace unas semanas estaba perfectamente tranquilo, me creía tan humano como cualquiera de los suyos, pero hace poco un hechicero malvado apareció y me hizo recordar mi pasado con pesadillas, luego, el día que desaparecí, fue ese sujeto que destruyó el sello que mantenía encerrados mis poderes... pero por si eso no fuera suficiente, me había puesto cadenas...

 

-¿y cómo fue que se entero de ti, de Seto y de Yugi?-  pregunto

 

-lo ignoro, es por eso que te necesito, si hay alguna pelea, eres el más indicado para pelear en un duelo de las sombras, a estas alturas yo no puedo pelear, soy solo una criatura invocada y si llegamos tarde "que ruego por qué no" ni Seto ni Yugi podrán pelear... y créeme cuando te digo que estarás en problemas si ellos 2 son invocados en nuestra contra...-  dije temiendo lo peor y acelerando la velocidad

 

-¿tienes algún plan para detenerlo?-  pregunto una vez más, yo solo afile mi mirada al frente, ya habíamos llegado

 

-tú te encargas del hechicero, yo me ocupo del que mueve sus hilos... estoy seguro que es algún monstruo como yo... así que a ti te encargo rescatar a Seto y a Yugi, a mi me dejas al otro-  dije seguro

 

-¿pero qué hay de tus cadenas?-  volvió a preguntar

 

-descuida, fui con Pegasus y él me logró liberar de casi todas, solo me falta la del cuello, pero podré pelear sin problemas, tu solo ocúpate de rescatar a los otros y déjame el trabajo pesado a mi-  dicho esto el volvió a asentir y por fin llegamos al lugar donde había sido destruido mi sello; en cuanto bajamos yo tome mi forma de humano y corrí, justo ambos encontramos lo que me temía...

 

-¡Yugi! ¡Seto!-  grite al verlos, Yugi estaba atrapado por un circulo de los hechizos y Seto estaba inconsciente, tal parece las runas que se encontraban en el suelo decían que ese tipo estaba a punto de dar inicio al mismo ritual que hizo conmigo

 

-hasta que apareces mascota mía... mira que eres muy desobediente, te dije que no tenias permitido irte... y mira nada mas a lo que me has obligado a llegar...-  apareció aquel tipo en una nube de humo negro, rugí mientras Yami se ponía a mi lado, ambos vimos con ira como ese tipo se paseaba tranquilamente cercas de las 2 personas que mas me importaban

 

-ya basta, ya estoy aquí, así que déjalos en paz-  grite mientras daba un paso al frente, Yami me dijo que no lo hiciera pero de todos modos no funcionó porque aquel tipo rió todo maniático

 

-no lo creo... veré que tan obedientes son ellos, veamos si ellos son mejores mascotas que tu-  dijo mientras la capucha dejaba ver su sonrisa retorcida, gruñí ante esto, estuve a punto de mostrar mi verdadera forma pero Yami fue quien dio 2 pasos al frente

 

-¡te reto a un duelo! ¡si yo gano los dejaras en libertad!-  lo vi asombrado y luego gire de nuevo mi vista a mi enemigo, el rió de nuevo mientras se doblaba hacia atrás, me hice un paso hacia atrás al verlo... era ahora que sin lugar a dudas reconocía, ese sujeto estaba siendo manipulado por un ente de mayor poder...

 

-hahahaha acepto tu desafío...-  dijo entre risas desquiciadas, lo vi molesto y me puse al nivel de Yami

 

-que te parece que mientras los humanos pelean me muestras tu verdadera forma para acabar con esto de una buena vez?-  pregunté colérico, aquel tipo se quedo callado y luego volvió a reír de forma estrepitosa, lo vi molesto y detrás de el 2 portales se abrieron...

 

-no... no puede ser...-  susurré... y es que, de ambos portales salieron 2 dragones que conocía a la perfección y a quienes podría jurar pensaría que serian mis enemigos en esta guerra…

 

-aceptamos tu reto ojos rojos... y esta vez... morirás por tus pecados...-  dijeron a coro ambos dragones

 

-¿qué significa esto Joey? ¿por qué los ojos azules de Seto te quieren matar?-  pregunto Yami igual de impresionado que yo...

 

-por que fue mi culpa que acabara siendo partido en 3... y ahora quieren su venganza ellos contra mi...-  fue todo lo que pude susurrar al ver la realidad... realidad que no quería reconocer...   *ojos azules... ¿qué te he hecho...?*

 

Notas finales:

Dicho y hecho, digo una cosa, pienso otra y termino escribiendo algo diferente... en fin, aquí esta el cap, espero les haya gustado, de todos modos, ya estoy apurándome para el que le sigue n.n

 

Apuesto a que nadie prestó atención de las pistas que puse sobre Kuriboh ¿cierto? haahahaha

 

¿Les ha gustado?

Que tengan un buen día

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