El día en que caímos en desgracia
Continúe con mi camino, no paraba mi vuelo, solo hasta que la historia se repitió de nuevo... fui rápidamente encerrado, aquello que creí soñar tal parece era, o fue, la realidad, así que supe en donde me iban a parecer los enemigos y como los debía de atacar, fue fácil, mas aun así siguieron llegando mas y mas enemigos, una vez más me tenían rodeado, gruñí con todas mis fuerzas pero ni así lograba alejarlos de mi... vi como entre todos hacían un ataque combinado y en cuanto lo vi trate de escapar, mas no contaba con que otros seres también me tomaran y encadenaran con su propio poder, ahora estaba atrapado y con aquel ataque viniendo de lleno, cerré mis ojos suponiendo que esta muerte seria más fuerte y dolorosa que la anterior... y de nueva cuenta a mi llego la imagen de ojos azules mirándome solo a mi... *joder, ¿por qué solo deseo verlo en estos precisos momentos?... no es como si fuera a aparecer solo porque yo lo pido ¿cierto?* pensé burlón mientras esperaba el ataque que nunca llego...
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!- abrí mis ojos de golpe al notar aquel gruñido que conocía bien... asustado y sorprendido vi ni más ni menos que a ojos azules detrás de mis enemigos, lucia muy molesto y su rugido lo hacía saber
-¡¡¡no se atrevan... A TOCARLO!!!!!!!!!!!!!!!!- su rugido y sus palabras hicieron que inevitablemente un sonrojo se hiciera presente en mi, ¿cómo diablos venia y decía que no me tocaran? debía de revisar su cabeza con urgencia, lo mas probable es que de seguro por tanto golpe ya lo hayan dejado por fin tonto, o peor... loco...
Claro, no espere a nada, con un nuevo golpe logre liberarme de las ataduras que se habían aflojado gracias al impacto de ver 2 ojos azules idénticos, el verdadero ojos azules llego hasta mi y se quedo a mi lado, yo rugí y le hablé por lo bajo
-¿se puede saber que mierda estás haciendo idiota? esta no es tu pelea, sino la mía, así que lárgate- rugí mientras lo miraba un poco por encima del hombro, el solo rugió mas y tomo mi forma... para terminarla de amolar
-¡¡¡es ojos rojos!!!- grito un duendecillo
-¡¡¡¡¡imposible!!!!!!!! ¿cómo sabía que estábamos aquí?- pregunto otro ser mientras daba un paso hacia atrás, yo también lo vi interesado ¿como había descubierto no solo donde estaba sino lo que estaba pasando?... si salía convida de esta "cosa que rogaba por qué no fuera" le preguntaría
-¡grrrrrrrr!... ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡MATENLOS A AMBOS, AHORA!!!!!!!!!!- grito el que parecía ser el líder
-cuando esto acabe tu y yo tendremos una larga charla lagartija estúpida- juño por lo bajo *hay Azul, si tan solo supieras que no quiero salir vivo de esta...* solo asentí a sus palabras y entre ambos logramos acabar con aquella emboscada para el primero; juntos, como un equipo éramos irrefrenables, nadie podía contra nosotros y nuestros poderes... pero por desgracia, justo cuando ya no vimos a nadie vivo y creímos que todo había acabado, ojos azules se giro para verme con una sonrisa de medio lado, yo lo vi con un mal gesto pero justo detrás de ambos vi a un último demonio que tenía una flecha en manos, vi como apuntaba a Azul (transformado en mi) así que sin esperar ni poder decir nada simplemente hice a un lado a Azul siendo yo quien recibiera de lleno aquella flecha dorada...
Un nuevo grito se hizo saber... por fin había sido yo quien había recibido el impacto directo en mi corazón, así que sin fuerzas tome mi verdadera forma, ya no tenía fuerzas para mas, Azul también tomo la suya y me atrapo a mí a antes de que cayera al suelo, me recostó con cuidado en el suelo y vio como la flecha desaparecía, aquel demonio que me había atacado se había sacrificado para por lo menos matar a uno de nosotros, suspire aliviado al ver que por segunda vez había podido salvar a ese estúpido dragón de la muerte, aunque por su parte lucia molesto y preocupado
-¡idiota, no tenias por que hacerlo!- rugió mientras me miraba, el también estaba agotado y no creo que tuviera fuerzas para poder siquiera recuperarse por sí mismo... además de que mi vida se escapaba a cada suspiro... reí bajito mientras lo miraba, el molesto me pregunto sobre qué era lo gracioso y con trabajo logre mover mi cola para que rosara con suavidad su mejilla pálida
-tuve un sueño donde moría y no te volvía a ver... por lo menos se... que en esta ocasión te vi antes de morir... estoy... feliz- dije cada vez más bajito, la fuerza me abandonaba y Azul lo veía
-¡no te puedes morir pedazo de animal!- me grito, yo lo vi y con un último movimientos de mi cola acaricie sus labios
-te... quiero...- y mis ojos por fin se cerraron...
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-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GGGGGRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!- rugió todavía con mayor poder aquel dragón blanco al ver como sus esfuerzos habían sido en vano y su ahora amado dragón yacía muerto en sus garras, no había dado tiempo para decirle cuanto lo amaba, no había dado tiempo a decirle que no lo dejara... no había dado tiempo a nada... solo...a verlo morir por salvarlo a el...
-¡¡¡no dejare que mueras Rojo!!!- grito con dolor mientras recostaba el inerte cuerpo de su amado en el suelo y se paraba encima de el, extendió sus alas de forma sublime mientras se comenzaba a iluminar, estaba decidido a no dejarlo ir así como así, aun si aquello le costaba la vida a el también...
-no te atrevas ojos azules...- de la nada salió una voz potente y poderosa, Azul se paralizo y miro a todas partes, conocía a la perfección aquella voz...
-no lo voy a dejar morir RA- dijo seco
-no te estoy diciendo si lo quieres hacer ojos azules... ese dragón ya ha causado muchas muertes... ¡DEBE DESAPARECER!- su voz hizo retumbar la tierra bajo sus patas, el cielo azul se lleno de nubes que comenzaron a rugir con los truenos, y a antes de que se diera cuenta, los 3 grandes dioses egipcios estaban frente de el con su imponente presencia, ojos azules no tuvo de otra más que dar una reverencia y ver a los dioses
-Rojo no merece morir, el solo se sacrifico para recibir él, la emboscada que me mataría a mi- lo defendió de inmediato
-pero las tantas muertes que ha ocasionado no se quedaran así como así ojos azules- rugió Obelisco
-ya se le había dado una advertencia la primera vez que intento acabar con el mundo tanto nuestro como con el de los humanos, fue castigado y exiliado de nuestro hogar... pero tal parece el no quiso comprender... es hora de dar un castigo más fuerte- puntualizo Slifer, ojos azules bajo la mirada al cuerpo inerte de su amado y armándose de valor hablo
-¡¡¡hago un intercambio!!! ¡castíguenme a mí y déjenlo a él!- dijo tranquilo rogando porque su petición fuera escuchada de verdad
-imposible, tu no lo mereces- dijo el dragón al lado de RA
-entonces compartiré el castigo junto a él, ¡si el muere yo lo acompañare con gusto a donde el valla!- habló rápidamente y con decisión, los dioses se vieron entre si y luego de unos momentos en silencio y miradas extrañas asintieron
-tu petición será dada... el castigo de Rojo será dividido a la mitad y tu también cargaras con su culpa Azul ¿estás consciente de ello?- Azul asintió tranquilo
-bien- fue todo lo que dijeron los dioses, el cuerpo inerte de ojos rojos fue levitado y Azul pudo respirar tranquilo al ver que su amado volvía a respirar y se movía incomodo en su lugar, pero sorpresivamente vio como una cadena salía de su cuello y luego brillaba mientras se hacía mas pequeña hasta el grado de asfixiar el cuello de su propietario, entonces impresionado observo como aquella cadena se adelgazaba para formar una argolla y esta finalmente enterrarse en la piel de ojos rojos y ahí desaparecer, posteriormente fue su turno para ser elevado y sufrir lo mismo que él, pero a él le fue diferente
Una vez que estaba flotando sin ser sostenido por sus alas, su verdadera apariencia se mostro, las 3 cabezas que poseía fueron aprensadas por un collar de oro cada una, luego jaladas de forma brusca en diferentes direcciones, aquel poderosos dragón grito de dolor mientras una luz lo envolvía... cuando abrió los ojos se encontró con 3 dragones blancos en total, tirados en el suelo tratando de respirar, claro, a ellos también se les había enterrado tanto aquella argolla que quedo en su interior...
-tu castigo es el mismo, pero tu poder es tal, que debemos castigar solo a uno, ese serás tu, aquel que se ha quedado con el corazón del original- dijo Slifer al dragón que despertó primero, el asintió sabiendo lo que pasaba, miro a los otros 2, mientras estos también lo veían a él, luego de aquello dirigieron su mirada al dragón negro que aun flotaba en los poderes de los dioses
-el castigo de ojos rojos no acabara aquí- dijo obelisco molesto
-su castigo es grande... tal... que quedaran desterrados... ambos... obligados a vagar por la eternidad como humanos sin poder siquiera tener sus poderes, sufrirán lo que los humanos, vivirían como ellos, y cuando hayan aprendido la lección, podrán volver aquí- dijo el dragón al lado de RA, todos los ojos azules abrieron con sorpresa sus ojos y vieron solo a aquel que poseía los sentimientos de amor hacia el dragón negro y él como él era alzado por los poderes de los dioses, una bruma roja envolvió a Rojo mientras una bruma azul lo envolvió a él, ojos azules solo logro distinguir como su amado se volvía un muchacho humano frágil de piel blanca y cabellos dorados que aun dormía, el por su parte poseía una piel blanca y cuerpo de varón igual que su amado
-cuida bien de ojos rojos, acaben con la oscuridad de sus corazones y podrán volver a casa con nosotros- fue lo último que dijo Slifer y todo se volvió luz para ojos azules...
Tantos milenios después...
"Hoy es nuestra actualidad"
-¡púdrete Kaiba!- rugió Joey Wheeler ante un castaño millonario que le miraba cual animal
-¿qué? no me digas que al perro le molesto que le pusieran en su lugar- dijo en tono burlón, Joey molesto se giro dándole la espalda
-olvídalo, no voy a perder más mi tiempo contigo imbécil- dijo mientras comenzaba a caminar, Seto por su parte solo lo vio partir mientras una pequeña y discreta sonrisa adornaba su rostro
-volvieron a pelear he?- preguntó Yami a su lado mientras veía como Joey se marchaba, Seto solo lo vio por unos momentos para darle la espalda y también seguir su camino
-no molestes faraón- dijo mientras caminaba, Yami lo siguió de inmediato
-¿no crees que ya deberías de decirle lo que sientes? recuerda que otro poco y lo perdemos en la batalla de ciudad Domino- dijo haciendo memoria de esos malos momentos, Seto solo ensombreció su mirada con odio y Yami suspiro
-¿y como se supone que estas tu?- pregunto viendo de reojo a su ahora "amigo", este solo lo miro y luego siguió caminando viendo al frente
-es extraño, ya llevo una semana fuera del rompecabezas del milenio, pero por suerte aun poseo aquel fuerte lazo con Yugi- dijo tranquilo recordando un poco y llenando su cabeza de más dudas; luego de la pelea que había tenido contra Malik y Marik, habían logrado vencer y las bestias de dioses egipcios se encontraban ni más ni menos que en sus manos y las de Yugi, pero un extraño día Yami despertó abrazando a Yugi por la cadera y este muy sonrojado de tenerlo tan cercar, luego de aquello se entero que había salido del rompecabezas con su cuerpo material, el problema era saber ¿por qué? y ¿cómo?, claro, todos trataron de ver el lado bueno de todo eso y terminaron por festejarlo, ahora Yugi y Yami tenían una relación que no era un secreto, aunque curiosamente Yami se había vuelto amigo cercano de Seto y era la tercera persona con la que mas hablaba "la primera era su hermano menor Mokuba, la segunda era Joey (entre gritos y reclamos) y el era el tercero"
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-¡ese imbécil de Kaiba! ¡¿quién diablos se cree que es para andar insultando a la gente?!- grito eufórico Joey mientras caminaba molesto acompañado de su amigo Yugi
-bueno Joey, tu tampoco fuiste muy amable al decirle todas esas palabras sobre su físico- sonrió con una gotita anime en su cabeza
-hag, olvídalo, lo mejor es que me marche, adiós Yugi- dijo mientras comenzaba a correr, Yugi por su parte solo lo despidió a lo lejos, Joey a veces actuaba extraño y otras ni siquiera se detenía a pensar... pero así era su amigo y así lo prefería mas
... ... ...
Llego a un barranco a las afueras de ciudad domino y vio al cielo que comenzaba a oscurecer... desde que había regresado del mundo de las sombras se sentía diferente, sentía como si algo hubiese sucedido mientras estaba dentro, y no era exactamente la pelea que había tenido Yugi y el faraón, sino algo mas... más peligroso y más antiguo que aquello
-bhaaa... tonterías mías, como si algo así fuese posible- se dijo burlón
-serias un completo tonto si no lo creyeras ojos rojos- escuchó a lo lejos una voz Joey, rápidamente se giro por todas direcciones tratando de encontrar el origen de aquella voz pero no pudo encontrar nada... estaba completamente solo... trato de no darle importancia y siguió su camino de regreso a casa
-eso... fue raro... ¿no lo crees amigo?- dijo sacando a su inseparable carta de ojos rojos, al verlo por unos momentos se sintió extraño, como si la carta estuviese bacía... por unos momentos un par de alas tan blancas como la hermosa nieve aparecieron frente a si agitándose con fuerza, pero eso no fue todo, también unas alas negras como la noche aparecieron y mostraron a ambos dragones, ojos azules y ojos rojos, Joey callo de sentón al ver aquello y sorprendió llamo a su dragón en un susurro, aquel ser pareció comprenderle y cuando lo vio rugió con fuerza como si quisiera gritar algo... Joey cerro sus ojos y espero un ataque que nunca llego, al ver a sus alrededores había vuelto al bosque donde estaba, se levanto rápidamente y salió corriendo de ese lugar llegando hasta su casa, se encerró en su habitación y ahí se tumbo a su cama asustado y respirando con dificultad
-¿qué diablos fue eso?- se pregunto Joey, mientras que fuera de su casa, justamente viendo hacia su ventana, un hombre de gabardina negra lo miraba con una sonrisa sádica
-te encontré ojos rojos- tras una loca risa de psicópata aquel sujeto desapareció con la oscura noche que lo refugiaba