Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Te enojaste…! por Doki Amare Peccavi

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cap. 2: Alexander y Cyril…

 

~°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°~

Ahora lloro por mi infancia,

Mi libertad,

Mi gusto por la vida,

Y el pasado al que deseo volver

~°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°~

 

 

El maestro había ordenado comprar varias cosas para celebrar que Alexander tenía un año en ese hogar, una de las esclavas haría una rica comida, hoy cenarían carne. Están a punto de comenzar con sus alimentos cuando alguien avisó al maestro que le esperaban afuera, les pidió que comenzarán a comer sin él, ahí solos, lo hicieron pero sin él nada era lo mismo…

 

Fue poco tiempo el que tardó en volver, su rostro estaba pálido, su ojos se mostraban vacíos, fríos., tenebrosos, no había sonrisa en sus labios... y además traía un niño de cabellos azabache entre brazos, trataron de acercarnos frete a él, pero le pidió que lo dejaran a solas, dejó al recién llegado en una de las camas de la habitación de todos los niños; se dirigió a su habitación pidiendo antes de eso, que si el niño recién llegado despertara le fuese avisado inmediatamente.

 

Alexander con una sonrisa les pidió que siguieran las ordenes del maestro, Gape, Anieli, Orion y Corban se sentaron a comer, Eros intrigado, por el recién llegado, decidió entrar a la habitación, el niño estaba aun dormido, se sentó a su lado, tal vez si se despertaba y nadie estaba junto a él se asustaría, Eros no gustaba de estar solo, pensó que se niño tampoco desearía eso. El maestro estaba furioso en su habitación, se escullaba su llanto, las vasijas que caían al suelo y se rompían, con uno de los gritos del maestro Athan, el niño de cabellos azabaches despertó, entonces Eros pudo ver sus ojos, eran grises.

 

— Hola soy Eros ¿Cuál es tu nombre?— Cuestionó el pelirrojo esperando un reacción amistosa por parte de el recién llegado, pero se equivocó, el niño de ojos grises comenzó a gritar que me fuera, que le dejara solo, sus gritos eran desesperantes, trató de tranquilizarle intentó tomar su mano, y en ese momento el maestro Athan los demás niños entraron a la habitación.

 

Con pasos fuertes mi maestro se dirigió hacia donde Eros y el recién llegado. Le cargó entre sus brazos, el recién llegado pareció tranquilizarse, Eros sintió un ardor en su rostro, todo fue tan rápido y tan repentino, más dolor, ardor y de pronto todo se nubló y cayó al suelo. Todos miraron al maestro.

 

.*.

 

— Me duele… me duele mucho la cara…— Sus ojitos comenzaron a abrirse, con visión borrosa pudo ver a Alexander correr mientras llamaba al maestro,  los demás no decían nada, Eros sintió unas manos cálidas en su rostro eran las manos de Gape, estaba llorando, lo supo porque su sollozo era muy fuerte, todos comenzaron a llorar también y los pequeños pasos de Alexander junto a los del maestro se dejaron escuchar.

 

— ¿Por qué estabas con Cyril en vez de estar comiendo como se los había pedido? — Le cuestionó mi maestro, se le escuchaba tan serio. 

 

— Porque yo pensé que se sentiría solo, en mis primeros días aquí, me aterraba despertar y verme solo, yo pensé que él…

 

— Eros, tus hermosos ojos — Se sintió tan culpable, arruinado a ese niño hermoso, y sus hermosos ojos verde mar. Su rostro se fue dulcificando poco a poco, sus ojos nunca le habían visto de esa forma, incluso cuando le encontró mojado, con sus ropas sucias, sin calzado, cuando le encontró en la miseria sus ojos reflejaban ternura, ahora le miraba con lastima — Yo te pido perdón…

 

"¿Cuándo se ha visto?"

Un maestro pidiendo perdón.

 

Eros tomó entre sus manitas blancas la túnica con manchas de sangre, nervioso por la mirada de todos, le cuestionó “¿Qué le ha ocurrido…?” “¿Por qué esta mancada de sangre su ropa?”. Athan se había propuesto cuidarlos a todos, y ahora el niño de la mirada verde mar le había destrozado una vida prometedora. Un golpe desmedido en su rostro y el aniño de Chatón incrustándose en su ojito…

 

Pasaron los días, Gape, Anieli, Orion Corban y Alexander se volvieron más unidos, Eros estaba débil, su herida externas estaban empezando a desaparecer, pero su vista no mejoraba, ni mejoraría con el paso de los días, él lo sabía y trataba de que los demás no lo notaran, pocas veces salía de la habitación, siempre recostado en su cama, después de aquel día Eros no volvió a sonreír de forma fuerte ni infantil, a pesar de las bromas, los juegos y demás cosas que hacían los otros niños, a Eros no le quedaban más ganas de sonreír con regocijo, porque ahora ya no era bello, no era bello y no podía estar al lado del niño que amaba…en secreto…

 

— ¿Puedo entrar?

 

— ¿Quién eres?— Cuestionó Eros a la pequeña figura que se escondía entre las cortinas

 

— Fue mi culpa lo de tu ojo, el maestro me regaño, pero tengo que disculparme — Detrás de las cortinas blancas el pequeño fue dejándose ver…— Me llamo Cyril

 

— ¿Cyril?

 

— Si y tú eres Eros…el maestro me contó de ti — El oji gris sonrió, y Eros correspondió el gesto, platicaron. Después de todo resulto que Cyril era amable, y con mayor facilidad para hablar que Alexander, era menos tímido, más inseguro pero menos tímido. — he escuchado a los demás hablar mucho de ti…

 

Athan escuchó el murmullo en la habitación, no era bueno que Eros se agotase, fue a ver quien platicaba con él.

 

— Cyril — ¿Qué estás haciendo aquí? Te dije que dejaras que Eros descansara, ve con los otros niños, tengo que revisar el ojo de Eros…

 

— No quiero que se vaya ¿Puede estar un tiempo conmigo?— Athan le miró con admiración, porque ese niño era tan excepcional, sin odiar ni a él, ni a Cyril, a pesar de lo ocurrido, se mostraba tan noble, era simplemente tan noble. Los otros niños no dejaban de molestar a Cyril, pero Eros no guardaba ningún rencor…

 

.*.

 

 

— ¿Corban pudiste saber cómo está Eros?— Cuestionó Gape de manera exaltada

 

 

— No, Cyril estaba ahí y hablaba mucho, no me dejó escuchar lo que el maestro decía

 

 

— Cyril pasa demasiado tiempo con Eros…— Reclamó el rubio — ¿No debería estar molesto con él y con el maestro?

 

 

— ¿Molesto? — Corban era despistado de nacimiento — ¿Por qué?

 

 

— Por nada, olvídalo — Fufó el rubio y se alejó hacia dónde estaban los otros niños, que esperaban noticias de Gape

 

 

— ¿Qué dijo el maestro?— Cuestionó Orion

 

 

— No lo sé hermano, no pude escuchar nada….

 

 

— ¿Crees que esté bien?— esta vez fue Anieli quien preguntó…

 

 

— Pues según Corban — Gape hizo voz burlona — Eros estaba muy sonriente hoy junto a Cyril.

 

 

— ¿Cyril?— Interrumpió el niño de las orbes verdes azuladas

 

— Alexander, Ven un momento…— El maestro llamó a Alexander desde el salón de los alumnos de Athan, el pequeño corrió hacia donde su maestro —

 

 

— ¿Qué ocurre maestro?

 

 

— Alexander ¿No te gustaría acompañarme esta tarde a comprar algunas cosas para mis trabajo?

 

 

— ¿Al centro?

 

 

— Sí, dime ¿te gustaría?— Alexander dudó un poco, si el maestro salía el podría estar un poco más de tiempo con Eros.

 

 

— ¿Por qué yo?

 

 

— Porque últimamente no hemos pasado tiempo, juntos y además por que el día que cumplías un año en esta casa no pudo celebrarse como debía ¿Qué dices? — Pero si se trataba de un caso especial, no había que hacer ¿No? Gustaba de ir con el maestro.

 

 

— Sí quiero ir con usted — Athan adoraba la sonrisa de Alexander, revolvió sus cabellos castaños.

 

 

— Bien, avisa a los niños que saldremos

 

 

— Sí…

 

.*.

 

Dentro de la habitación Cyril y Eros platicaban plácidamente, Alexander avisó a los demás niños mientras que el maestro avisaba a Eros y Cyril que estaría ausente unas horas…

 

— ¿Puedo ir?— Preguntó Cyril temeroso de una negativa…— No quiero quedarme solo.

 

— Lo siento Cyril pero ya le he pedido a Alexander que valla conmigo — Cyril bajó la mirada y mordió su labio inferior — No vas a estar solo, los otros niños se quedarán contigo, quiero que intentes congeniar con ellos,

 

— Pero es que ellos no me quieren, porque…—

 

— No es que no te quieran, pero tú te cierras, trata de hablar con ellos, porque de las buenas relaciones puedes aprender tanto, y sé que son tan buenos, no te harán ningún mal.

 

— Pero quiero ir con usted…

 

— ¡Maestro! — Alexander entró gritando, el puchero en el rostro de Cyril le intrigó, después la mirada de ira que él le dirigía mientras el maestro no lo veía, entendió entonces, quiso restregar lo que Cyril seguramente querría. — ¿Podemos irnos ya? He dicho a todos: “Cuiden de Eros, el maestro y yo iremos al centro...”

 

— Gracias Alexander, Cyril, recuerda lo que te dije, es hora de irme, cuida mucho de Eros.

 

— Eros, voy con el maestro — Con voz dulce y sincera Alexander se acercó a pelirrojo — Cuídate mucho ellos vendrán a verte cuando el maestro y yo nos vayamos.

 

Eros sonrió ante el comentario de Alexander, el maestro no estaba en la habitación y Cyril los ignoraba completamente, el pequeño de los ojos verdes azulados de acercó lentamente a Eros y le dio un beso… en los rosas labios de niño en cama…, Eros sonrió cuando miró a los ojos a Alexander y de forma cariñosa acomodo sus cabellos,

 

— Diviértete mucho...— Alexander vio de nuevo a Cyril, este miraba por la ventana como los otros niños jugaban, Cyril añoraba jugar con ellos, pero ellos no le aceptaban porque decían que era su culpa el estado de Eros, tan ensimismado en sus pensamientos que ni siquiera noto cuando Athan y Alexander se marcharon. 

 

— No te agrada Alexander ¿Cierto…? —

 

— Me es indiferente. — El pelirrojo soltó una risita, Cyril miró confundido a Eros.

 

La actitud diferente y en su corazón el mismo sentimiento se albergaba para ambos, el oji gris término riendo con el mayor, la risa duró poco, Eros se desvaneció lentamente y Cyril se acercó corriendo hacia la cama donde el niño mayor yacía inconsciente.

 

.*.

 

 

— Gape ¿A dónde vas?

 

— Voy a ver a Eros

 

— El maestro me nos dijo que lo dejáramos descansar…

 

— ¿Y por qué Cyril si puede estar con él? — Reclamó nuevamente el rubio

 

— Por que el esta cuidándolo — Aseguró Corban

 

— ¡No!, yo quiero ser el único que cuide de él — Gape, con un movimiento demasiado brusco para empujar a Corban, un mal paso hacia atrás, perdió el equilibrio y cayó al suelo, con todo el peso sobre la mano con la que intentaba hacer la caída más ligera, Anieli y Orion que lo habían visto todo se acercaron corriendo.

 

 

— Gape ¿Por qué hiciste eso...?— Anieli fue el primero en llegar

 

— Yo… lo siento Corban…— Se disculpo Gape

 

— ¿Hermano estás bien…?— Cuestión de castaño a castaño

 

— Que tonto soy… me caí…— Una excusa tonta, y simple

 

— No te caíste, Gape te empujó — Dijo Anieli mientras miraba al mencionado con ira infantil.—

 

— No, no lo hizo, yo me caí y

 

— CORBAN!!— Los cuatro niños que discutían miraron a Cyril que corría apresuradamente hacia ellos, Gape, Anieli y Orion trataron de ignorarle, Corban con dificultad se puso de pie, sacudió su túnica de lino blanco…

 

— ¿Qué te ocurrió?— Preguntó algo aturdido Corban.

 

— Adentro, Eros… no se que le pasó…— Al escuchar a Cyril el primero en correr fue Gape, desde el accidente de Eros, éste se comportaba de modo extraño, se enfurecía por cualquier cosa, a pesar de estar junto a los demás, al único que trataba de manera igual era a Alexander. Eros y Gape siempre fueron los que más consideraciones tenían para con Alexander…

 

.*.

 

Alexander estaba afuera de una tienda, un tipo de cuerpo fibroso y aun más alto que su maestro no le despegaba la vista, Athan llevaba demasiado tiempo dentro de aquella tienda en la que no era permitida la entrada a niños y él ya comenzaba a desesperarse,  arrepentido de acompañar al maestro, se estaba aburriendo demasiado, y a pesar de que el maestro trataba de hacerle el viaje más divertido el simplemente no dejaba de pensar en Eros… ¿Por qué tenía que quedarse con Cyril?, se encerró en sus pensamiento y no notó cuando el sujeto del cuerpo fibroso se acercó.

 

— Hola niño… ¿Cómo te llamas?

 

Alexander fingió no escuchar nada, se viró e ignoró al mayor

 

— Que mal educado eres… ¿Esos son los modales que Athan se ha enseñado?— Escuchó el nombre de su maestro, y la familiaridad con la que este le nombraba, se volteó para mirar al hombre y el mayor quedó impregnado con la magia que desprendían los ojos de Alexander — Pensé que era una broma del dios Apolo, pero ya veo que no, tus ojos son hermosos… ¿Cuántos años tienes? ¿Cómo te llamas?

 

La indiferencia en la mirada de Alexander ocultó el temor que aquel hombre le ocasionaba, el sujeto extraño tomó de un brazo a Alexander para que el pequeño le hiciera caso…

 

— ¿Por qué no me respondes?

 

— Porque me da miedo, no le conozco, mi maestro me dijo que no hablara con ningún extraño, por favor, retire su mano de mi bra

 

— Eudor…— Se escuchó la voz del maestro de Alexander, el pequeño corrió detrás de Athan y Athan caminó hacia donde el hombre fibroso estaba — ¿Qué estás haciendo por estos lugares?

 

— Athan — Alexander no podía creerlo, su maestro conocía a ese sujeto — sólo he venido a pasear… ¿Y tú…?

 

— Yo he venido por un poco de material para mis alumnos

 

— ¿Y él?— Eudor Señalo a Alexander — ¿Es uno de tus alumnos?

 

— No, él es uno de mis niños — Miró con ternura al pequeño detrás de él — Vamos preséntate….

 

— No quiero… el no me agrada…— Directo y Sincero, Alexander se cubrió con la exómida de su maestro, este al sentir que sus prendas eran jaladas se sonrojó un poco, estaba en el centro de la ciudad, muchos ciudadanos caminaban por el lugar

 

— Que sincero

 

— Alexander… los modales ante todo — Comento Athan a Alexander en un murmullo imperceptible para los oídos de Eudor

 

— Me llamo Alexander, tengo cinco años y a futuro seré Ateniense…

 

— Perfecto… un futuro Ciudadano.

.*.

 

Eros aun estaba inconsciente, Gape arrodillado tomaba de la mano, Corban estaban sentados en el suelo con la cabeza recargada en sus piernas flexionadas, Cyril estaba afuera, le incomodaba estar en la misma habitación que los otros niño ¿Urano?, ¡No! precavido. Gape no dejaba de mirarle de manera intimidante, seguramente también lo culparía por el desvanecimiento de Eros, Anieli y Orion se habían quedado dormidos en una de las camas de al lado, Corban los miró por un momento, esos dos siempre estaban juntos, Anieli parecía más hermano para Orion que él, Eros y Gape parecían hermanos mayores de Alexander ¿Él? ¿En dónde quedaba él? Ahora que lo pensaba detenidamente no había encajado bien, todos pensaban que Gape, Eros y él eran los más unidos porque siempre iban a todos lados juntos, hasta el mismo lo pensó pero…, lo de hacia un momento… ¿Por qué Gape se había comportado de aquella forma?

 

— Gape… — Llamó, vacilante, el castaño.

 

— ¿Qué ocurre? — Preguntó Gape sin apartar la mirada de Eros —

 

— ¿Somos amigos?—

 

— Claro — respuesta fría y corta que logró satisfacer a Corban

 

.*.

 

Eudor, Athan y Alexander regresaban juntos, ya anochecía cuando Alexander logró ver la casa de su Athan…, estaba cansado, pero tuvo que espera un rato más a que su maestro y Eudor terminaran con su conversación, se sentó en el suelo, sus piecitos ya le dolían de tanto caminar. Cinco años, todo humano es curioso a esa edad, viró su mirada para ver si los dos adultos le cuidaban, no lo hacían, con pasos cautelosos se alejo de ellos, comenzó a explorar la casa, era grande, no tan grande como la de su maestro pero si más elegante, mientras se guiaba por un camino de piedras brillantes se iba alejando más y más, encontró con un hermoso jardín, demasiadas flores extrañas pero bellas, tomo una entre sus manos sin lastimarla, era del color de los ojos de Corban y Orion, siguió caminando y viendo mas flores de las que se imagino que habría…

 

— Tú niño — Alexander viró su mirada  hacia arriba, un niño mayor le miraba asustado — ¿Qué haces en este lugar?

 

— Yo lo siento…— Alexander intentó retroceder,  el niño le detuvo de la mano sin esfuerzo, se miraron a los ojos, los ojos negros del extraño se veían temerosamente bellos.

 

— ¿Bienes para vivir con el señor Eudor…?

 

— No, yo vivo con mi maestro… — La mirada del joven pareció tranquilizarle…

 

— Eres bello, será mejor que no vengas más a este lugar…

 

— ¿Por qué?

 

— Si quieres ser feliz, no vengas por estos lugares, no te acerques al Amo Eudor…— El joven empujó ligeramente a Alexander de regresó por donde había llegado, el pequeño de ojos verde azulado no comprendió nada, aun así decidió que lo mejor era ir con su maestro.

 

.*.

 

Cuando Athan llegó, los niños le informaron de lo ocurrido con Eros, una ligera revisión, un té de hierbas y estaría mejor, todos en la habitación, esperando a que Eros terminara de beber el té, todos menos Alexander y Cyril…, ellos estaban afuera.

 

— ¿Qué le hiciste a Eros? — Cuestionó Alexander con voz temblorosa, mientras miraba al cielo — ¿Por qué no lo cuidaste?

 

— Yo no le hice nada…— A diferencia de Alexander, la voz de Cyril era autoritaria y segura.

 

— “Nada”… olvidaba que es lo único que sabes hacer — Trató de mirar a Cyril pero la oscura noche no se lo permitió — Niño tonto… todo pasa por tu culpa…

 

— Soy tonto pero no un mal amigo como tú, te apeteció más salir con el maestro que cuidar a tu amigo, que considerado — Cualquiera que escuchara esta conversación pensaría que se trata de adultos no de niños de cinco años…

 

— ¡Oh! en verdad que eres tonto, no eres un mal amigo porque — Alexander ocupó la voz más dulce y sincera que tenía — simplemente no tienes uno…

 

Un ardor en su mejilla, el impacto contra el suelo, Cyril le había golpeado, Alexander se puso de pie, y recibió otro golpe, Cyril sintió un jalón de su muñeca, Alexander ya lo había visto, el pequeño de los ojos verde azulado tiró al suelo a Cyril y ahí le golpeo, a pesar de tener la misma complexión, Alexander sabía pelear mejor que Cyril, el oji gris soltaba puñetazos para evitar los golpes de Alexander, y éste sólo le golpeaba más fuerte.

 

.*.

 

— Animalitos salvajes — El maestro con una mirada reprobatoria miraba a los dos niños — ¿Por qué se comportan como unos animalitos salvajes?

 

— Él Empe…— uno de los dos niño iba a hablar pero el maestro le interrumpió poniendo un dedo sobre sus labios…

 

— El que empezó, el que continuó. — el maestro les dio la espalada para poner en su lugar los remedios que haba utilizado para curar las heridas de los niños — Para mí los dos son culpables…. y merecen un castigo.

 

— Pero…— Interrumpió el niño que se había mantenido callado hasta el momento —

 

— Pero nada…— el maestro cortó un trozo de su exómida, tomó entre sus manos las de los pequeños y junto sus muñecas las, les ató — Tres días permanecerán unidos, si continúan las peleas tendré que ser en verdad severo.

 

Y sin dar oportunidad de replica les indicó a que se retiraran, una vez que salieron, de la habitación del maestro, el castaño dio un codazo a Cyril, y este a su vez pisó el descubierto pie de Alexander. Cuando llegaron a la habitación que todos compartían trataron de ocultar el amarre, les miraron extrañados, todos menos Gape, este se puso de pie, se dirigió hacia Alexander y lo miró con algo de ira

 

— ¿Qué crees que hacías?— Su voz glacial hizo temblar a Cyril, en cambio Alexander le miró con pena…— ¿Por qué en vez de venir a ver a Eros te pusiste a pelear?

 

— Yo…, perdón…— Gape lo miró con cara de resignación, después sonrió, hacia días que no sonreía, despeino de manera cariño al castaño e intentó cargarlo, no pudo, al parecer Alexander había crecido demasiado, lo puso de nuevo en el suelo y notó que Cyril permanecía aun muy junto de ellos, los demás niños habían dejado lo que estaban haciendo y ahora todos les observaban…

 

— ¿Por qué de repente están tan juntos?— Cuestionó en susurro Orion a Anieli —

 

— No lo sé…—

 

Corban se puso de pie, y caminó hasta donde los dos chiquillos, tomó una mano de cada uno y después las alzó al aire…

 

— Y dicen que el despistado soy yo…— Todos notaron que los dos menores estaban unidos…— Fue el castigo por pelear, ¿Cierto?

 

Los dos asintieron con la mirada gacha…

 

Aquel fue uno de tantos intentos para que los más pequeños congeniaran, los tres días pasaron rápidamente y a pesar de estar unidos, Alexander y Cyril se ignoraban completamente, la salud de Eros cada vez era peor, cada vez estaba más débil, había dejado de comer, sonreía de vez en cuando y sus ojos perdían brillo, el niño que tanto amaba en secreto se alejaba cada vez mas de él, aún sin saber que la vista de uno de sus ojos estaba perdida, Gape, se obsesiono cuidar de Eros, Corban, se sentía solo, parecía no congeniar con nadie, Anieli y Orion despreocupados y alegres, tan iguales, tan amistosos, tan unidos…

 

 

|¤°.¸¸. ·´¯`» Doki Amare Peccavi «´¯`·.¸¸. °¤|

 

(º·.¸ (¨*·.¸       ¸. ·*¨) ¸. ·º)  
«. ·°·~*~' Encuentros '~*~·°·. »
(¸.·º(¸.·¨*       *¨·.¸)º·.¸)

 

---------------------------------

¡Capitulo 2 Listo!

Dedicadisimo a  Queenny69Neo que le dio una oportunidad al fic y claro, me dejó un lindo Rr y a maraleja92, me alegra mucho volver a saber de ti ♥.

 

Una disculpa enorme a ArzenSekai025 y aghy. Perdí la cuenta anterior y no hubo forma de responder los Rr o avisar que no estaría publicando por ahí, aún así me gustaría saber de ustedes.

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).