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¿Por que tu? por omegazuro kun

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Notas del capitulo:

CHAPTER ONE!.... o es el two? como sea, disfruten el capitulo

Hace ya mas de una semana que no iba a la escuela, usando la típica excusa de que se sentía mal, pero realmente era por que no tenia nada por lo cual ir, además de que obviamente, no podía mirar a los ojos a Ludwig después de lo que paso, sabia que cuanto mas siguiera cerca de el, mas le dolería, así que era mejor así.

Por otro lado, en todo ese tiempo en el que no había salido de casa (si, ni siquiera había salido) no pudo dejar de pensar en ese tipo tan extraño que se encontró, lo peor es que cuando recordaba cierta cercanía que tuvo con el mayor, su rostro se ponía tan rojo y caliente que hasta le salía humo, el único remedio para eso era mojarse con agua helada.
-demonios, si continuo así gastaremos una fortuna en agua-decía mientras se secaba con una toalla, con esta era la decima vez que le pasaba en el día, maldecía a ese sujeto.

Regreso a su habitación y se dejo caer en la cama, ese día tampoco haría nada, solo tendría la mirada perdida en el techo.
-nii-chan, ya llegue-escucho la voz de su hermano en el piso de abajo, no se molesto en responderle, de hecho en todo el tiempo que ha estado "enfermo" no le a dirigido la palabra. Escucho como iba subiendo las escaleras y luego unos golpes en su puerta, sin esperar respuesta, su hermano la abrió y se asomo.
-vee~ nii-chan ¿te sientes mejor?- pregunto con su típica sonrisa,
Lovino solo lo miro como diciéndole "¿te parece que estoy mejor?" la cual pareció entenderse
-deberías salir a tomar algo de aire fresco, tal vez te ayude- sugirió
para finalmente cerrar la perta e irse, lo medito un momento y se dio cuenta de que si seguía en ese cuarto que lo único que hacia era asfixiarlo, se volvería loco, así que tomo una sudadera cualquiera de color gris y se dispuso a ir fuera, cualquier lugar estaba bien mientras no fuera su casa.

Paso mucho tiempo, no supo cuanto exactamente, pero pasaron mas de 2 horas en las que estuvo caminando sin rumbo, distraído mirando a al cielo, hasta que noto que empezaba a ponerse en un tono anaranjado, anunciando que ya iba a anochecer. Decidió darse media vuelta e irse
a casa, pero Ho! sorpresa! no tenia ni puta idea de donde estaba
-perfecto, lo que me faltaba, me perdí- dijo para el mismo, aunque en verdad no le importaba, no era como si lo fueran a extrañar en casa, a Feliciano le encantaría tener un día libre de el, o al menos eso pensaba el mayor de los italianos.

Después de caminar algunas cuadras mas, vio un pequeño restaurant, su estomago gruño apenas y olio la comida, pues no había probado bocado desde que salió, no se lo pensó dos veces y entro, no había mucha gente, en realidad solo había 3 personas y 2 de ellas iban juntas, se sentó en el lugar mas apartado, no le gustaba el contacto con la gente, bueno, su hermano era una excepción y Ludwig pudo haberla sido.
-disculpa la tardanza ¿que te ofrezco?- le pregunto el que supuso era el mesero, por costumbre volteo para pedirle su orden pero en cuanto lo vio se quedo sin habla

Era el chico que no se pudo sacar de la cabeza, sonriéndole como la primera vez
-s-solo quiero un café y un pastel de chocolate- le dijo bajando la mirada inmediatamente
-enseguida lo traigo- y se fue apresuradamente, Lovino seguía con la mirada baja, si antes solo recordándolo sentía mucho calor, ahora literalmente se estaba incendiando, no solo sus mejillas, sentía todo su cuerpo arder y su corazón latir de una forma muy acelerada *¿que demonios hace el aquí? bueno, cálmate, no ha dicho nada en relación a eso, tal vez ni me recuerda, solo quería ser un buen ciudadano chismoso que se mete en donde no le importa, si, eso es*

Y así estuvo entorno a 10 minutos, se repetía lo mismo una y otra vez *esa noche no tenia nada que hacer y solo pasaba por ahí, ni siquiera se acuerda de mi* intentaba convencerse, aunque muy, muy en el fondo, deseaba que no fuera así
-aquí tienes- reconoció su voz, no levanto la mirada incluso después de que dejaron lo platos con las ordenes en la mesa, un momento ¿el solo había pedido un café y un pastel verdad? ¿por que había entonces dos de cada uno?
El otro cas se sentó en la silla frente a el y comenzó a prepararse su café con total confianza, como si el y Lovino se conocieran de toda la vida
-que sorpresa verte por aquí- le comento el mayor
-¿d-disculpa?- pregunto haciéndose el desentendido
-no me digas que no te acuerdas de mi, soy Antonio el chico que viste
en el parque- le recordó
-a-ah, si ya recuerdo-
-me alegra volver a encontrarte- eso le hizo erizar a Lovino *¿quería volver a verme? no, que tontería* ambos le dieron un sorbo a su café
-¿no tienes que ir a atender la mesas o algo así?- intentaba deshacerse de el
-tengo un rato libre, además no creo que vaya a llegar mas gente-
contesto Antonio mirando a la puerta.
Un silencio incomodo se creo entre ambos mientras comían *parecemos novios* automáticamente se dio una bofetada mental después de pensar eso
-dime, ¿que te trae por aquí?- toño rompió el silencio
-solo paseaba y vi este lugar-
-ya veo- de ese silencio incomodo que ponía tan nervioso a Lovino, el cual ya no comía, se atragantaba, quería irse cuanto antes, además que debía buscar la manera de volver a casa.
Una vez dejo limpio el plato (y la taza) metió su mano en su bolsillo
para sacar dinero, la cara de terror que puso fue épica.
*No jodas! olvide mi billetera*y como si hubiera leído sus pensamientos Antonio le dijo
-no te preocupes, yo invito- y le guiño el ojo

Estaba muy avergonzado, no le gustaba tener que depender de alguien, pero de alguna forma se sintió aliviado
-g-gracias-pensó que si continuaba así tarde o temprano iba a provocar un incendio
-t-te-tengo que irme!-se levanto y salió de aquel lugar, alejándose lo mas que pudo.


Ya un poco entrada lo noche Lovino no podía mas, reviso calle por calle pero ninguna le era conocida, maldijo su suerte *¿como es posible que me perdiera de una forma tan estúpida?* pasaba por un callejón donde vio a unos tipos sentados, un escalofrió le recorrió el
cuerpo al verlos, intento pasar de lago pero uno se le puso en frente
-miren que tenemos aquí- otro dos se fueron acercando
-es bastante lindo, jeje- lo tenían rodeado
-¿de donde vienes cariño?- el que tenia cara de idiota lo sujeto de la barbilla, inmediatamente Lovino se soltó
-¿que te importa? déjenme pasar-intento abrirse paso pero se lo impidieron
-creo que no sabes con quien te estas metiendo cariño- trono sus dedos
y se fue acercando, lo sujetaron para que no pudiera escapar, pensó que lo golpearían, los miro desafiante, aunque su cuerpo temblaba del miedo
-oigan!-todos voltearon a ver quien había gritado y no se lo podía creer
-¿que creen que están haciendo? tres contra uno, vaya cobardes están hechos-lo soltaron y se dirigieron a Antonio *maldito idiota, vete de aquí* creyó que ahora si estaba jodido, hasta que escucho un golpe y luego a uno de sus acosadores caer
-¿quien sigue?- otro se le fue encima pero Antonio lo esquivo y se sentó en el para golpearlo, el que quedaba lo iba a atacar por la espalda, Lovino reacciono y literalmente embistió al tipo que en cuanto se levanto se fue corriendo, Antonio se acerco a el después de noquear a su contrincante
-¿estas bien?- por instinto dio un paso hacia atrás y solo asintió con la cabeza, su pecho subía y bajaba agitado por la gran cantidad de fuerza que uso para derribar a aquel sujeto
-gracias por ayu...- se detuvo a mitad de la frase
-un momento ¿como supiste donde estaba?-
-iba para mi casa y te vi deambulando por aquí, supuse que no sabias que estos lugares son peligrosos-
-y me estuviste siguiendo?-
-sip- contesto tranquilo y con una sonrisa *maldito acosador* pensó sin estar enojado realmente
-¿estas perdido verdad?-
-tsk, por supuesto que no-
-si lo estas, no me creo que estuvieses paseando a estas horas y en estos lugares- *maldito sabelotodo*
-y si lo estuviera que?-
-nada, ¿quieres que te acompañe a tu casa?- su cara se convirtió en un faro rojo
-n-ni siquiera sabes donde vivo- intento hacerle razonar
-no hay problema, conozco esta ciudad como la palma de mi mano, solo
dime a donde y te llevare en un santiamén- suspiro, no podía contra tanta insistencia, y también con el echo de que estaba perdido, así que le dio su dirección y Antonio comenzó a guiarlo.


Todo el camino fue silencioso, de vez en cuando Antonio intentaba sacar algún tema de conversación, pero al final ninguno sabia como
continuar y el silencio volvía, Lovino también quería hablar, pero no encontraba las palabras correctas y prefería callarse antes de decir cualquier tontería, tal y como se metió en ese problema, salió de el, sin darse cuenta ya habían llegado
-¿es aquí?-
-si-
-es una casa muy bonita- se atrevió a elogiarle-
-gracias...-
-supongo que ya debes entrar, estarán preocupados por ti- dijo un poco desilusionado
-algo así-saco sus llaves y abrió la puesta dispuesto a entrar, pero algo lo detuvo, se quedo parado un momento, suspiro y luego se dio la vuelta completamente rojo
-muchas gracias por haberme ayudado-le dijo en un tono bajo pero que basto para que Antonio lo escuchara, se dibujo una amplia sonrisa en el rostro de este ultimo, acompañada con un pequeño sonrojo, Lovino a entro en la casa
-espera-le dijo antes de que se fuera
-volveremos a vernos-
-no lo se- y finalmente cerro la puerta para irse a su cuarto a descansar,y tal vez a meter la cabeza en una cubeta con agua (y hielo)


Antonio aun seguía afuera, memorizando cada detalle de ese lugar, la ultima frase que había salido de los labios del otro, lo que hacia que una risa saliera de su boca inconscientemente
-no era una pregunta-soltó aun sabiendo que no lo podía escuchar, lo cual poco le importaba, el era hombre de palabra y lo cumpliría.
Quiera o no.

 

Notas finales:

lel, se que es aburrido pero igual denle una oportunidad! prometo que pronto las cosas se pondran mas emocionantes (y sentimentales) tambien veremos un poco de tonio yandere, solo un POCO .w. gracias por leer


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