Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una y otra vez por azumicard

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

— ¿Jhon? – Preocupado va a su encuentro – Jhon, ¿todo bien? - solo se escucha los sonidos del vómito y el agua correr, enseguida se abre la puerta.

— Aun persisten las náuseas – respira con dificultad - Después de darme de alta en el hospital empezaron estos síntomas molestosos, ha dificultando mi trabajo como médico –cuando alzó la mirada, vio a Sherlock pensativo, reaccionó después de unos segundos para dirigirse a la estantería en busca de algo - ¿Qué estas buscando?-

— Olvide entregarte las pastillas que el médico Ryman me dio cuando estuviste en el hospital. Aquí tienes-

— ¡¿Olvidaste qué?! – las coge y se sorprende – Como pudiste olvidar algo tan importante.

— Solo son pastillas, no seas dramático. Si en todo este tiempo has estado bien, quiere decir que no son importantes como crees. En cambio por los síntomas que presentas en estos días, me atrevería a decir que posiblemente estas embarazado.

— ¿Qué? ¡No bromees!, tú con tus deducciones absurdas. Estoy harto me voy a dormir a mi habitación – Enojado sale, desquitándose con la puerta.

El mal humor de Jhon le duro un día completo, se concentró totalmente en su trabajo, también este día continuo con forzada dieta; agua, cereal y vitaminas. El olor de la mayoría de las comidas le causaba unas nauseas terribles. Esto fue percibido por Sarah, preocupada cambió el contenido de la merienda; solo frutas. Las comió sin tener efecto secundario, saco de su bolsillo las pastillas, tomó un par y las colocó donde estuvieron. En esta ocasión no terminó tan cansado como los otros días, así que tomó un paseo nocturno. Caminó hasta llegar a un parque, parado buscó con la mirada una banqueta libre para descansar y continuar con la caminata. Vio pasar a un montón de personas, cerca de él, dos niños jugaban simulando ser policías. Corrían de aquí para allá, con la ayuda de sus manos formaban una improvisada pistola. Con ojos llenos de ternura quedó hipnotizado por la inocencia de los infantes, hasta que sus padres llegaron para recogerlos. Con una sonrisa en el rostro los despidió con la mirada, al girar encontró un supermercado. Pensó que la mejor manera de hacer las pases con Sherclock sería llevándole galletas y té.

Dentro del lugar estaba desorientado, camino en busca de la sección correcta y terminó en el pasillo 4; lugar de los medicamentos. Continuo su camino, inconscientemente se paro frente a los test de embarazo; recordó las palabras de Sherlock. Tanto tiempo se quedo parado que llamo la atención de algunas personas , sonrojado caminó de prisa en busca de lo demás. 
Al subir las escaleras, escuchó el sonido de un violín, efectivamente Sherlock retomó una de las actividades que lo ayudaba a pensar. Sin dejar de tocar miraba a Jhon se dirigió a la cocina a preparar la cena, cuando sintió esa mirada posarse en su persona, el otro dio media vuelta y continuo con la melodía. Dejó la cena sobre la mesa, llamó al detective un par de veces al no tener respuesta, empezó sin él. Terminando de cena, cogió la bolsa de compras y camino en dirección a su habitación. La melodía finalizó bruscamente, llamando la atención de Jhon que volteo y vio a su compañero parado frente suyo.


— Mañana estaré fuera toda el día, iré a ver al señor Miller, también a Lestrade, quiere mi manifestación sobre la muerte de Ian Lane. ¡¡Aburrido!! - levanto la voz en protesta - Realmente mi día será aburrido, te hubiera ordenado ir a esos lugares en representación mía, lamentablemente estas ocupado en tu trabajo. De todas maneras quería informarte que necesitamos un caso urgente. Si no tengo algo interesante en las próximas 24 horas, voy a terminar todas las municiones en esa pared.


— O podrías distraer tu aburrimiento en otra cosa...

— ¿En otra cosa?

— !Olvídalo¡ estoy cansado... Siento que las horas de descanso no son suficientes.

— Espera - Lo toma del brazo para besarlo- Nuestro beso de buenas noches. Eso hacen las parejas ¿no?, lo vi ayer en una película mientras estuve todo el día en casa. Hay varias cosas incoherentes respecto a las relaciones, desde una perspectiva biológica algunos dirían que es una interacción entre feromonas y oxitocina, otros que no es más... - es interrumpido por la risa de Jhon, se queda callado con una ceja levantada y recibe un beso más profundo y prolongado.

— No sigas hablando, mejor continua tocando el violín, hace varios meses que este lugar has privado con hermosa melodía - despide a su amante con una dulce sonrisa.

Las cinco y cuarenta y dos minutos de la tarde. Jhon jamás hubiera imagina tener una lucha interna por realizarse el test de embarazo; consideró la idea como absurda, en la vida un hombre podría quedar embarazado. Todo era confuso, camino de un lado a otro intentando apaciguar su intranquilidad. En un arrebato de irracionalidad tomó el paquete y se fue en dirección al baño. Momento después la señora Hudson tocó la puerta con la intención de averiguar si alguien estaba ahí. Se llevó un gran susto al encontrar a Jhon mirando de espaldas a la ventana, cuando volteo tenía el rostro pálido, parecía una fantasma. Exclamó de sorpresa y quizás también de miedo, lo llevó al sofá para que se siente mientras ella preparaba té. Le sirvió la bebida caliente acompañada con las deliciosas galletas que ambos morían por comer. Esta vez fue lo contrario, él solo dio un sorbo de té, dejó de lado las galletas para continuar en silencio con la mirada perdida. Dentro de ella, buscó las palabras adecuadas que llegarán a él porque los intentos en sacarle algo de la boca fueron inútiles; derrotada se quedo sentada a su lado viendo la televisión. De un momento a otro, Jhon dio un suspiro profundo como si su alma hubiera escapado en ese instante.

A continuación ambos terminaron viendo un programa de detectives y conversaron alrededor de una hora. Antes de retirarse la señora Hudson pidió ayuda a Jhon, amablemente aceptó, tomó su abrigo para dirigirse a la calle en busca de un taxi que los lleve. 
Las luces de la ciudad se extendían por todas las direcciones, el frío del invierto era inclemente. Con las manos en los bolsillos, Sherlock regresaba de Scotland Yard, su rostro reflejaba frustración; la conversación con el inspector Lestrade terminó en un desastre. Discutieron toda la tarde por el caso de Ian, al final encontraron varias pruebas que lo inculpaban de más crimines. Lo primero que hizo al llegar, fue tomó un baño para relajar su cuerpo, la sensación del agua recorrer su cuerpo mantenía despierto su mente. Seco y con el pijama puesto fue a recostar a su habitual sofá mientras aguardaba a su querido doctor.

La charla del piso de abajo, puso en alerta al detective, abrió los ojos de par en par, sin dejar la clásica postura cuando está sumergido en sus pensamientos. Escuchó como esos pasos familiares se acercaban lentamente, con cierta timidez. La puerta se abrió, la persona dudó antes de ingresa, dejó el saco en el perchero, al ver el de su compañero sabía que era momento de hablar.


— Sherlock, creí que llegarías más tarde. Salí con la señora Hudson por un momento – dijo Jhon terminando de cerrar la puerta - ¿Cómo te fue? -

— Terriblemente aburrido. Los dos malgastaron mi valioso tiempo, primero tenemos al señor Millar, tuve que esperarlo más de treinta minutos en compañía de su asistenta; quién abiertamente intentó coquetear conmigo; una mujer sola, desesperada por tener intimidad. Antes de proponerme aquello llegó el parlamentario, conversamos… no tengo idea, enfoque mi atención en otra dirección. Una y otra vez reiteraba sus agradecimientos por recuperar los documentos, después de tantas formalidades me entregó el cheque del pago correspondiente. Para empeorar mi día; en la entrada de Scotland Yard soy recibido Rally Donavan, quién gentilmente me condujo a la oficina de Lestrade. Lo demás es historia, fue tan aburrido que no quiero desperdiciar mis energías hablando de ello. – Se sienta - y tú, Jhon, ¿algo por contar? -.


— Absolutamente nada, un día normal como cualquier otro. –Respondió con una sonrisa algo forzada – Porque no salimos a cenar fuera, hace tiempo que… - el avance de Sherlock cortó sus palabras - ¿Sucede algo? -

— Eso quisiera saber. Fue tu descuido o quizás apropósito dejaste a la vista esto. – Muestra el test de embarazo - ¿Es de alguna de tus anteriores novias? O tal vez me estas engañando - enfatiza lo último y retrocede dos pasos detrás de él – Espero una explicación lógica-.


— ¡Qué demonios te sucede!, hablando estupideces. ¿Acaso dudas de mí? – Enojado y con lágrimas en los ojos continua - ¡Estoy harto! ya no lo soporto… - abandona la conversación, pero Sherlock obstruye su paso – Déjame pasar… -

— No, hasta saber que te sucede, desde que entraste por la puerta estás nervioso, intentando ocultar algo, es la razón por el cual no me miras directamente a los ojos; tienes temor que pueda descubrir la verdad ¿no? – Desliza la su mano para acariciar la del otro, es rechazada con un manotazo. Jhon agacha la cabeza, después apoyó su frente en el pecho de él.

— Sher…sherlock creo que – todo su cuerpo comienza a temblar como sus palabras.

— Jhon, no me asustes - lo abraza para calmarlo - que sucede


— Estoy...creo que estoy...- le mira- Sherlock... serás padre...- llora-


— ¿!Padre¡?... - quedó sin reacción durante un tiempo, al ver las lágrimas de Jhon recién logró procesar la información. Lo cogió de la cabeza para darle un beso en la frente, enseguida lo abrazo con fuerza a punto de quebrarlo. Se quedaron así, envueltos en un sentimiento de felicidad, a la vez miedo.


¿Cómo sucedió?, era la pregunta que ambos tenían en la cabeza rondando. Ya más calmados, acudieron al consultorio del doctor Ryman para someterse a los análisis correspondientes, así poder constatar el estado de Jhon. Efectivamente, el resultado fue positivo, la llegada de un bebé embargó de felicidad a los dos padres, en especial a Jhon que estuvo sumergido en un mar de lágrimas, mientras que Sherlock sonriente abrazaba con fuerza a su amante. Su sueño empezaba a volverse realidad, siempre deseó formar una familia y ahora lo tenía. Estaba a lado de la persona que admirada y respetaba al inicio, pero al transcurrir el tiempo terminó enamorado del detective más brillante de todo Londres.

Después de un paseo nocturno regresaron a la casa de la señora Hudson para celebrar el acontecimiento más importante de sus vidas. Brindaron con vino, menos Jhon, debido a su estado solo brindó con agua. La cena fue simplemente exquisita, preparó la comida favorita del doctor Watson; desde esa día iba a consentirlo. Curiosa empezó a preguntarles si tenían algunas opciones de nombres para el bebé. Sincronizados respondieron un no absoluto, esa labor la dejarían para más adelante cuando supieran el género. Mientras conversaban tomando el té, Sherlock observó a su compañero presentar signos de cansancio, preocupado concluyó el diálogo al levantarse de la mesa.

Antes de subir por las escaleras, la señora Hudson les entregó un sobre que encontró minutos previos a su llegada. Se despidieron de ella, sin antes agradecer la cena; cada uno recibió un abrazo por parte de la señora que los felicitó. Las lágrimas ahora salían de los ojos de ella por la felicidad que sentía al ver que esos dos muchachos se convertirían en pocos meses en padres. Recobró la compostura y los dejó marchar a su espació privado. Ahí ambos se quedaron recostados en el sofá; uno a lado del otro, bien juntitos porque el espacio era poco. El sonido de la respiración era lo único que se podía escuchar, mantuvieron el lugar en silencio hasta que Sherlock no logró mantener su curiosidad controlada. Tomó el sobre, vio alrededor del objeto y lo abrió. El recuerdo del primer sobre apareció en su mente, la misma escena se repetía; dos fotografías cayeron al piso. Una de las fotos era de ambos entrando al consultorio y el otro una fotografía en negro.


— Que significa esto – Jhon coge las fotografías - Porque nos estarían vigilando, eso no tiene sentido.

— Estamos bajo la mira de alguien, observa cada uno de nuestros movimientos. ¡¡Brillante!!, por fin algo interesante – emocionado intenta compartir ese sentimiento con Jhon, quien le mira con ganas de regañarlo – Vamos Jhon, acaso no sientes correr la adrenalina en tus venas por un nuevo caso, en el cual somos objeto de su atención.

— Si, extraño todas esas emociones, pero olvidas un pequeño detalle; estoy esperando un hijo tuyo. Sherlock… la situación que nos encontramos no es motivo de celebración, sino de preocupación. Acaso es mas importante resolver un caso que la seguridad nuestra – se acerca - Sé que necesitas resolver casos para no aburrirte, voy a seguir siendo tu compañero de aventuras hasta que el niño me permita. Como tú dijiste; es imprescindible sentir toda esa adrenalina y exponer nuestras vidas al peligro.

— Ustedes son lo más importante en mi vida – rodea con sus brazos la cintura de Jhon para acercarlo - Mi querido doctor Watson, es momento de descansar- Lo carga como princesa para llevarlo a su habitación.

— ¡No quiero descansar!, quiero otra cosa… ¡helados!, quiero helados.

— ¿Justo ahora?, porque me haces esto Jhon… sabes que odio ir de compras… solo esta vez iré por el bendito helado –bufa - Quédate tranquilo, ya vuelvo.

— Quiero ir también, vas a terminar comprando otra cosa. -se levanta – Además necesitamos provisiones, el refrigerador está lleno de tus experimentos y nada de alimentos.


Un crudo invierno azotaba a Londres, en especial esa noche una brisa recorría las calles; aún así Jhon tenía un antojo peculiar. Abrigados salieron de compras, a su salida decidieron dar un pequeño paseo nocturno ya que el lugar estaba medio deshabitado; ambiente perfecto para Sherlock por que odiaba lidiar con personas. Mientras caminaban de regreso, el detective se percató de la presencia de dos individuos siguiéndoles varias cuadras atrás; aprovecharon la oscuridad de la noche como escondite. Manteniendo la conversación con Jhon, sus ojos observaban cada movimiento de los sospechosos y con la mano libre saco del bolsillo su móvil; solo en ese instante enfoco su atención en la pantalla. Enojado Jhon reclamó a su amante por no prestarle atención; los cambios de humor hacían su aparición, siendo controlado por Sherlock con un beso.

Por primera vez el detective cargó las bolsas de compras y guardó los productos en sus respectivos lugares, hacia el intento porque toda esa labor era realizada por Jhon o la señora Hudson. Su pensamiento deductivo no le ayudo esta vez, ya que amablemente ofreció su ayuda debía terminar lo que empezó. Sentado Jhon miraba los movimientos torpes de su amante, reía en silencio; nunca pensó verlo en apuros y en una situación demasiada graciosa.


— Termine - retrocede unos pasos – resultó mejor lo que esperaba. Bueno… solo falta una cosa por guardar -se acerca a Jhon- a ti- Es recibido con los brazos abiertos y un beso en su mejilla.

— Tendrás que limpiar la cocina mañana, no quiero encontrar partes humanas en el refrigerador o en otro lugar. Voy a terminar con nauseas.

— Pero… son indispensables en la realización de mis experimentos. El cuerpo humano es un universo desconocido, cada funcionamiento de sus partes atrapa mi curiosidad; llevándome a continuar investigando hasta obtener una respuesta lógica. No solo utilizo partes humanas en mis experimentos, el objeto de estudio puede ser cualquier cosa. Es por el bien de la ciencia – protesta, pero ver el rostro serio de Jhon, le cambia de parecer – Ok, tú ganas. - lo lleva a su cuarto.

— Ahora vamos a lo nuestro - 


Sherlock sonríe a tal tentadora invitación, estira el brazo para tomarlo por la cintura con cuidado; era consciente del embarazo. -Eres tan provocador que adelantare el postre - dijo mientras coge la mano de su amante caballerosamente, en vez de besarlo empieza a lamer uno a uno los dedos. Aún con la lengua afuera lo tienta con el recorrido sensual de la lengua en sus labios. Fascinado, fue directamente a esos labios que deseaban los suyos, dejaron jugar lujuriosamente a sus lenguas mientras la mano del detective terminó acariciando el trasero de Jhon. El beso fue tomando intensidad debió a las caricias, fue entonces cuando la pasión y la lujuria salieron a flote.

Sin despegar los labios, empezaron a desprenderse de la ropa, regándola por todala habitación. Sherlock Cargó al doctor hasta la cama, recostándolo volvió a posar sus labios en el cuello, causándole un verdadero placer a tal punto de gemir bajo. Ese sonido incentivo a continuar; primero el cuello bajando por el pecho, llegando al ombligo donde no dudo en morderlo y lamerlo una y otra vez. Una de sus manos bajo hasta esos bóxer rojos con rayas blancas para acariciarlo sutilmente. Jhon sonríe ante el tacto de su amante.

 

— No te detengas- le mira deseoso-vamos Sherlock usa esa linda boca para llevarme al cielo o quieres que...- se sube sobre él - ¿yo lo haga por ti?- acaricia con la yema de los dedos la superficie del miembro de su amado por sobre la ropa interior- Sherlock ya no puedo esperar- lo saca y lo lame sutilmente.


La provocadora caricia lo llevó a sentir un verdadero placer, tanto que por poco deja salir un gemido, pero lo contuvo mordiendo su labio inferior. A media que sentía los labios de su amante pasearse libremente, la mente de Sherlock se quedaba en blanco, volvió en si, cuando sintió el rose de los dientes. - ¡Nngh...! Jhon.... - Entrecerró los ojos y observó el rostro lascivo de su amado que continuó estimulando. - de...detente... por favor - Con mucho esfuerzo articuló esas palabras, en un descuido del doctor, un beso lo atrapó. La lengua de Sherlock se deslizó en él, jugueteando lujuriosamente en su boca. Continuaron con el apasionado beso hasta que la necesitad de respirar los separó.

Acercó su cuerpo al otro por instinto, en busca de calor corporal, cogiendo el abdomen expuesto, acarició el costado de la delgada cintura de Jhon para llenarlo de besos de nuevo. - Cumpliré tu deseo, mi querido doctor Watson - Bajo hasta esos boxer que tanto llamó su atención al inicio, utilizando solo la boca empezó a quitárselo de apoco, causando que todo el cuerpo de su amando se sumiera en un verdadero éxtasis. Hacia largo el proceso porque Sherlock quería torturarlo, un tipo de venganza por haberlo abandonado con el psicópata en aquella ocasión. Calculó el tiempo estimado que le tomaría deshacerse del bóxer. - ¡Maldición!, no puedo esperar tanto, será de la manera ordinaria. - murmuró mientras de un tiro retiró completamente la ropa interior, quedando expuesto el miembro. Tragó saliva ante la magnífica vista. Lo tomó con delicadeza y empezó a lamerlo -Esto tiene que ser una maldita broma, parece todo un experto - pensó Jhon al sentir que cada movimiento lo embriagaba en un placer absoluto. Cuando creyó que no podría experimentar un placer más profundo, sintió como el miembro de Sherlock penetró de lleno dentro de él, arrebatándole un gemido agudo y resonante. - Urgh...! ¡Ah! ¡Ah! ¡Nngh...! - Lentamente empezó a moverse, no podía darse el lujo de ser brusco a primeras, tenía que controlar ese lado salvaje que solo su amado lograba despertar.


—¡Angh! ¡Ah...! ¡Ahí… no... ah! ¡Ah!

—¿Aquí?

—¡AH! ¡Ah! ¡Noo…!


El detective forzó cerrar sus ojos porque el solo hecho de ver a su amado sumergido en éxtasis, lo seducía arremeter contra él con más violencia. a tal punto de pensar que partiría en dos a su amado doctor. La adorable voz de Jhon invitó a los labios de Sherlock unirse contra los suyos, no sólo lo besó, también frotaba su miembro mientras continuaban con el apasionado y desenfrenada beso. Justo cuando Jhon creyó que todo estaba dentro, Sherlock lo penetró aún más profundo, llevando a ambos al orgasmo.


— ¡Ahhh!- jadea al sentir esa dura estocada y también sentir como su amado lo llenaba- Sherlock...-jadea- no tan duro, el pequeño...- dice cansado por el orgasmo- ahhh no tan rudo mi amor- sonríe dulcemente.

—¡Angh...! Lo siento... - Le besa en la frente - Me deje llevar por tu cuerpo lujurioso, pero sí que lo estas disfrutando - Ve su mano llena de una blancura lechosa y vuelve a besarlo - ¡Urgh...! Te beso y ya estás apretando de nuevo. No es justo - Reclama haciendo puchero, súbitamente abrazó desde atrás el cuerpo de su amante que estaba envuelto en excitación y enterró el rostro en el hombro - Te amo, por eso te deseo, pero por el bien del niño terminamos por hoy - levanta su rostro y besa el vientre donde se encuentra su hijo.

—nmm… y yo los amo a ambos- le abrasa- y aquí el lujurioso eres tu mi amor- ríe- y me gusta apretarte porque así te siento más-acaricia los cabellos de su amante- Te amo Sherlock Holmes y por eso...- le mira- quiero conocer a toda tu familia.

—Los conocerás más adelante, ahora tienes que descansar. - se acomoda a su lado, cuando Jhon queda profundamente dormido, sale de la habitación con sumo cuidado para no despertarlo y termina recostado en el sofá con su típica pose; las palmas de las manos apoyadas una contra la otra.

Los primeros rayos del sol se filtran por la ventana, anunciando un día nuevo. Sherlock entró a la habitación en silencio, contempló el rostro de su amado doctor que dormía profundamente con una sonrisa tierna. Fue a él para abrigarlo, permaneció callado viendo cada gesto que realizaba, tuvo curiosidad por saber el tipo de sueño que tenía Jhon para mantenerse tan calmado y escuchar pronunciar su nombre dos veces. Con la misma forma que entró, también salió, sin antes dejar una nota en la mesa de noche. Tomó su abrigo del perchero y salió a la calle en busca de un taxi.

Semidormido Jhon extiende el brazo al costado en busca del cuerpo de Sherlock, al no encontrarlo despierta abruptamente. Con la mirada recorre toda la habitación, envuelto con la sábana va al baño pensando que estaría ahí, aprovecha en darse una ducha. Después vuelve al cuarto a vestirse, preocupado se sienta al borde de la cama, al girar la cabeza logra percibir aquella diminuta nota y lee.


—... me... me abandono -arruga la nota, siente como las lágrimas emergen de sus ojos y empieza a llorar - Me engaño ¡Maldito Sherlock!! –


Al medio día Molly hooper subió al segundo piso en busca de Jhon. Dejando sus cosas en la entrada irrumpió en la habitación donde lo encontró tirado en la cama dormido después de llorar tanto. Confirma su presencia, enseguida inicia por ordenar la cocina, no se sorprende al encontrar en el refrigerador partes humanas; era parte de su trabajo. Termina todas las labores domésticas en un tiempo record, en una bandeja coloca la comida de la tarde, acompañada de una trozo de torta de fresas que ella compró en el camino. Con cuidado va al cuarto, deja en la mesita de noche la comida, despierta a Jhon tocando su hombro y enseguida él se mueve a un costado.


—Jhon, Jhon despierta... es hora de comer

— No...no quiero nada...- se da cuenta-...Sherlock me abandono...se fue...- empieza a llorar otra vez- ¡ese maldito engreído!-

— Te equivocas, cuando él llamo, solo dijo que estaría ocupado; no me dio muchos detalles. Me encargo que te cuidara en su ausencia porque la Sra Hudson salió de viaje.


— ¡Mentira!- tira la comida- Él...él se aburrió de mi...- llora cubriéndose el rostro- ¡odia la idea de tener familia!, siempre ha sido así, porque creí que las cosas cambiarían. A él solo le interesa resolver casos… -


La joven retira las manos del rostro de él para verlo directamente a los ojos, hacerle entender que Sherlock nunca haría algo así. Tuvo razones importantes que le impedía decirles el motivo de su desaparición. En realidad si era un egoísta por mantenerlos al margen de la situación y resolver las cosas por su propia cuenta. Nunca consideraba las opiniones o sentimientos de los demás. Molly se encargó de consolarlo mientras hablaba con él.


— Es que el niño...- llora y le abrasa-Molly... ¡quiero verlo y oír su voz!, ¡¿dónde está Sherlock?!-

— Tranquilo… No sé dónde podría estar Sherlock, es imposible determinar dónde estará; tan solo nos queda esperar -

— Dame el móvil – se levanta.

— ¿Eh?... el mío lo dejé en la cocina, pero… – tarda unos segundos en comprender, va al otro extremo de la cama en busca del Móvil de Jhon y le entrega - ¿Qué vas hacer?-.


— Llamar a ese idiota


—Pe....pero crees que sea prudente llamarlo - intenta convencerlo a desistir la llamada.

 

En medio de una reunión importante, el móvil de Sherlock impide continuar la conversación. Relajado Saca el objeto de su bolsillo, mira de quien se trata, queda hipnotizado por un par de segundos y vuelve a guardarlo. La persona que estaba sentada frente a él, se pone de pie y camina haciendo bailar ese vestido rojo con sus movimientos sensuales.


—¿No vas a contestar? Por tu expresión debe tratarse de alguien muy especial, anda contesta, puedo esperar todo el tiempo que desees, mientras tenga tu presencia conmigo lo demás puede aguardar – Irene sonríe, parada frente a él.

— Por el momento eres la persona más importante con quien necesito conversar. Eres consciente que no tengo todo el tiempo del mundo; así que continuemos donde nos quedamos.

— Que halagador de tu parte - se acerca con una sonrisa coqueta y se sienta al costado del detective- Como gustes, después no me culpes si algo sucede.

Notas finales:

¡Listo! porfin un nuevo capitulo :'D espero no demorar mucho la siguiente actualización; haré hasta lo imposible.

Gracias por tomarse un tiempo para leer. Como siempre son bien recibidos sus reviews n.n, me motiva a continuar escribiendo. Hasta la siguiente. Saludos a todos!!

Por cierto,encontraran lemon en este cap y el siguiente también tengo planeado jejejje


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).