*.*.*-JAEJOONG-*.*.*
-¿se te perdió el camino bonito? –me dijo el que parecía ser el líder y trague saliva ocultando mi miedo y pensando en cómo salir de allí.
Eran cuatro hombres en total y maldije mi mala decisión de salir del auto. Ni siquiera me había fijado que estábamos en una zona peligrosa
-no… no tengo nada que darles –me arriesgué a decir
-¿Qué tal tu cuerpo… lindo? –todos se burlaban y mi miedo aumentaba más. Quise huir pero dos hombres detrás de mi me atrapan por los brazos mientras un tercero me coloca un pañuelo en la boca. El líder me abrió la camisa buscando dinero o cadenas pero no tenía nada de ello -¡quítenle la ropa! –él ordenó enojado y yo trataba de gesticular algún sonido. Estaba con mi pecho desnudo, y ahora iban por mi jean. Encontraron la billetera y ellos sonreían de tenerla en sus manos
-devuelvan esa billetera –era la voz de Yoochun… no supe como la reconocí pero era él y confiaba en que me liberaría
-¡¿Quién rayos eres?! –Preguntó el líder –golpéenlo –él ordeno y fue el primer hombre siendo derribado por una sola patada. Me quedé amarrado por un solo bandido mientras el otro fue a atacar a Yoochun y tampoco pudo. Con mucho estilo el guarda espaldas impone sus golpes y salieron corriendo para no ser inmovilizados por Yoochun
-¿estás bien? –él me mira y asiento recogiendo mi billetera que había resultado en el suelo. Yoochun se quita su chaqueta de cuero negra y la ubica sobre mis hombros –vamos al auto –luego de ese mal momento no me iba a negar. Entramos y él me llevo a casa.
-lo… lo siento Jae…joong –él me dijo dejándome en la puerta de mi casa –quédate con la chaqueta… -el guarda espaldas se iba a ir pero le toco su brazo para detenerlo
-Junsu… es la primera vez que hace algo así. Lo hace por mí. Cuídalo por favor –él me sonríe y se va en el auto
DOS MESES DESPUES…
*.*.*-JUNSU-*.*.*
-Yoochun –habló Sang Woo. El millonario que me convirtió en su amante –lleva a Junsu a su casa
-si señor –recibo en mis manos el cheque por ocho mil dólares que le había pedido, siempre que estoy con él actúo como una persona que solo quiere vivir fácil. Me despedí de él dándole un beso en su asquerosa boca y bajé al estacionamiento donde su guarda espaldas y también chofer me esperaba.
Me senté en la parte trasera como siempre. Miraba el cheque en mis manos y de la nada comencé a llorar. No era de felicidad, ni de tristeza… era algo que no sabía exactamente que era. El auto se detiene y mire si habíamos llegado. Yoochun me abre la puerta y me pide que salga
-¿Qué tal unas cervezas? –él me dice y no creía escuchar bien. Frente a nosotros estaba una tienda y nos sentamos. Él pidió una bebida solo para mí ya que él no podía porque estaba conduciendo
-¿Por qué lo haces? –le pregunté mirando a sus ojos. No quiero ser tan evidente pero él me atrae demasiado. Espero que no lo haya notado pero en secreto siempre le miro. Sé que odia lo que hago y por eso solo me conformo con observarlo
-no quiero que llores más, por lo menos no hoy –le regalé una sonrisa que rápidamente borre porque era muy sincera –puedo saber ¿Qué pasa? –él me sirvió medio vaso de cerveza y me lo tomé hasta el fondo
-ya tengo el dinero que necesito –empecé a explicar –se supone que ahora si seré feliz con mi mejor amigo pero… me siento vacio
-creíste que te ibas a enamorar de Sang Woo y eso… no pasó –me bebí el resto de la botella para pedir una nueva
-nunca esperé eso Yoochun ¿Crees que disfruto estar en su cama? –Tomé más de la cerveza –tengo que imaginarme a alguien cuando le estoy dando mi cuerpo porque no lo deseo… pero quiero ser feliz –terminé la bebida e iba a pedir la otra pero Yoochun no me deja y me lleva de regreso al auto –no quiero ir a casa –le decía
-¿A dónde quieres ir?
-a la playa –él conduce cerca de una hora para llegar a un lugar que siempre adoro ir. Es el mar más lindo que combina muchos colores, pero era de noche y no se podían ver los diferentes azules. Aun así la brisa y sentir la arena era felicidad para mí.
Yoochun dejó las luces del auto encendidas para tener algo que iluminara nuestra estadía en la oscura y solitaria playa. Era la medianoche pero para mí habían pasado solo unas dos horas.
Me puse a correr como loco quemando el alcohol que aun corría en mis venas. Me caí algo fuerte y Yoochun corre hacia mí para ayudarme a levantar. Me uní a su pecho evitando que se alejara de mí
-no me sueltes –le dije mirando a su rostro. Él no lo hizo y rodea mi cintura con sus manos –pensé que me odiabas –le decía tocando y admirando su cara –pensé que nunca te tendría así
-¿me has pensado de esta forma? –asentí y sonreí -¿solo de esta forma? –mi boca lo desea… lo quiere tocar y él moja con saliva sus labios. Muero por besarlo, por conocer su sabor a sensualidad pura. Él toma la iniciativa y atrapa mi labio superior con los suyos. Estaba cumpliendo mi deseo, él quería que esto pasara también y mi corazón latía demasiado rápido. No había ningún centímetro que nos separara. Estábamos muy pegados probando nuestros labios y jugando con el interior de nuestras bocas. Le quería mirar a sus bellos ojos y detuve el beso regalándole una sonrisa. Él me imita y me perdía en su atractivo rostro
-te imagino a ti Yoochun –susurré al tiempo que mi boca buscaba la suya y seguía hablando entre ese contacto –cuando estoy con él es a ti a quien deseo –quizás me arrepienta de ser tan sincero en ese momento pero no puedo seguir con este sentimiento guardado. Mi lengua toca la suya y era la sensación más placentera que hubiese podido imaginar
-dame un minuto –me dice y me lleva al auto. Él baja la silla trasera para que ocupe una parte del baúl dando una improvisada cama. Me acuesta allí y continúa besándome los labios mordiéndolos con delicadeza y enloqueciendo mi cuerpo. Él era mi fantasía cada vez que cerraba los ojos para dormir.
Yoochun roza sus labios por mi cuello con lentitud también disfrutando de mi piel y estaba sintiéndome caliente como nunca antes, cuando regresó a mi boca le regale una mirada de amor
-es mejor que en mis sueños –le susurré y le ayudo a quitar su camisa para tocar su tez. Ya estábamos demasiado envueltos en esa cercanía que era imposible parar y lo confirmo con sus manos retirando mi jean y desnudándome por completo. Él se retira la ropa que aun tenia y por primera vez estamos piel a piel. Yo debajo de él con el deseo de que entrara en mí quemándome.
-eres muy hermoso Junsu –él me decía y con esa frase abrí mis piernas para entregarle todo de mi. Él sobre mi inicia su faena buscando ese placer en mi cuerpo. Con rapidez toca el punto exacto y gemía en voz alta, nadie nos escucharía y podíamos hacer el ruido que quisiéramos. El auto incluso se movía de la fuerza con la que Yoochun entraba en mi cuerpo. Amaba esta posición, yo bajo su pecho con mis manos me tocaba y no paso mucho tiempo cuando tuve mi orgasmo. Mi acompañante sale de mi cuerpo para regarme su semen sobre el pecho. No tenia duda que le había hecho disfrutar.
Él me limpia con su camisa y se acuesta a mi lado para estar cerca el uno del otro. Los besos siguieron y desearía que ese día nunca acabara.
-¿estás bien? –él me pregunta y hago que me abrace a su lado mirando a nuestros ojos
-dime que esto volverá a pasar –le dije con sinceridad. Creo que le amo. Él sonreía y su beso profundo me confirmaba que él tampoco me quería lejos.
-¿Quieres dormir un rato? –unido a su pecho me acomodé mejor para cerrar mis ojos y recuperarme de esta experiencia tan caliente.
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
-¿ya te vas? –me pregunta Sang Woo viendo que salía del baño usando bóxers y buscando la ropa que horas antes me había quitado. Ya no quería seguir con este juego y le miré
-ya me voy, y ya me estoy cansando de ser tu amante –me arriesgué a decir
-¿Qué acabas de decir? –él sale de la cama y me aprieta por el brazo –quien decide cuando dejas de ser mi amante soy yo… ¿Qué? ¿Has conocido a alguien más? –no sabía qué hacer o que más decir -¡lárgate de una vez! –él me suelta y estaba seguro que sus manos quedaron pintadas en mi antebrazo. Me fui y Yoochun ya esperaba en el auto para llevarme a la oficina
-Hola Jaejoong –salude a mi amigo en la cafetería y al mismo tiempo oficina de eventos que habíamos abierto semanas atrás. Él me saluda pero sabía que alguien me seguía para hablar en el despacho principal
-¡¿hasta cuando Junsu?! –fue su pregunta una vez cerró la puerta –parece que no te importo en lo absoluto –me acerqué a su rostro ubicando mis manos en su hombros
-te amo –le dije –no es fácil terminar a Sang Woo… se lo dije hoy y…
-¿te hizo algo?
-debes darme más tiempo –me concentré en ver sus labios y le besé
-mañana renunciaré –él me susurra entre el beso. Queríamos comernos la boca y nos tocábamos la lengua sintiendo el calor recorriendo nuestro cuerpo. Nos necesitábamos de una forma obsesiva –no quiero que él te toque de nuevo ¿no me comprendes? –el celular de Yoochun vibraba y era su jefe. Responde diciendo que iba de regreso. Le di un último beso y se fue.
Minutos después ingresa mi mejor amigo con diferentes papeles en su mano. Nuestra empresa funcionaba de maravilla, teníamos muchos eventos que realizar y la cafetería se mantenía llena de personas disfrutando de la comida
-¿Qué diseño te parece mejor? –Él me mostraba sus dibujos -¿tuviste una discusión con Yoochun?
-quiero terminar con Sang Woo –le miré preocupado –hoy lo mencioné pero él no está dispuesto a aceptarlo
*.*.*-JAEJOONG-*.*.*
No sabía que decirle a mi amigo, entendía su preocupación. No podía estar libremente con su amor porque primero debía librarse de ese millonario. No pensamos en estas consecuencias, como tampoco él espero enamorarse del chofer y guarda espaldas de ese hombre
-disculpen –nuestra mesera principal ingresa al despacho –hay un hombre… muy guapo –ella siempre diciendo lo que piensa –incluso estoy nerviosa –nosotros sonreíamos –quiere organizar una fiesta
-yo voy –dije y miré a Junsu –algo debemos hacer para que termines con él y puedas ser feliz con Yoochun –él me mostraba su sonrisa de agradecimiento a mi apoyo
-ve con ese guapo… quizás lo conquistes –negué con mi cabeza sonriendo y fui con la mesera principal. Ella me señala la mesa en la que él esperaba por mí sentado bebiendo un café
-Ho… hola –le saludé. La mujer no mentía, es muy guapo. Miré con mis ojos bien abiertos grabando en mi mente cada facción de su rostro. Sus ojos grandes y expresivos, nariz pequeña y labios… su boca dibujaba una sonrisa adornando esos labios gruesos y un lunar sexy al lado izquierdo de su labio superior… pero… ¿Qué cosas estoy pensando?
-soy Jung Yunho –le dije mi nombre y nos hicimos una venia. Mi corazón latía tan rápido sin encontrar explicación alguna
*.*.*-YUNHO-*.*.*
-¿en que podría ayudarte? –me dice el chico cuyo rostro es tan delicado, bello. Su cabello rubio le resaltaba la belleza de esos ojos negros grandes y jamás había visto una boca tan pequeña y rosada. Debo recordar rápidamente lo que necesito preguntar antes de perderme en su rostro.
***FLASHBACK*** A LOS 24 AÑOS ***
-Yunho, me siento tan orgulloso de ti –me dice mi padre reconociendo mis logros en la compañía, íbamos viajando de Seúl a Incheon en auto ya que estaba a unas tres horas –lo que has hecho es… -el Señor Ki nuestro chofer pisó el freno del auto produciendo que nos golpeáramos un poco
-Padre ¿estás bien?–él me dice que si -¿Qué ha pasado Señor Ki?
-¡es un niño! –me apresuré a bajar y al frente del auto había un pequeño de tres años sentado en el asfalto llorando. Le cargue trayéndolo a mi pecho y busqué alrededor sin encontrar al responsable de semejante descuido
-está bien… ¿puedes dejar de llorar?–limpie su carita y entré al auto con él
-Yunho ¿Qué haces?–me hablaba mi padre pero le ignoré. El niño tenía un maletín pequeño y lo abrí para buscar algo de sus padres. Encontré un papel y lo abrí
“abandono a mi hijo, si buscas a su familia él estará en peligro”
Mis ojos se mojaron. ¿Cómo podía alguien tan despiadado hacer algo así? Le mostré el papel a mi padre y él también se mostraba impresionado
-¿Cómo te llamas?–le pregunté
-Karam –me contesta con su delgada y tierna voz. Mi padre me mira en busca de una respuesta y sin dudar le contesto
-le llevaré a casa. Me haré cargo de él
***FIN DE FLASHBACK*** A LOS 24 AÑOS ***
-mi hijo va a cumplir cinco años –le comentaba al organizador y por un momento dudé si se sentía bien –quisiera hacerle una fiesta muy divertida –yo sonreía, no era familiar de estos temas y no tenía idea –ya sabes… que los niños sonrían mucho
-¿Qué día? –él me pregunto y en cuanto le dije la fecha el lapicero con el que anotaba la información cae sobre la mesa. Él ya no parecía estar cómodo pero quizás eran ideas mías
-¿co…como se llama el niño?
-¿se encuentra bien? –ya su cara había perdido un poco de color
-se llama Karam –Jaejoong, como menciono su nombre antes abre su boca ayudándose a respirar y se apoyaba de la mesa. Me estaba asustando su forma de reaccionar y le toco del brazo para que se calmara
-quiero verlo… déjeme verle ¡necesito verlo! ¡¿Dónde está?! –él empieza a gritar y me coloco de pie
-¿Qué es lo que le pasa?
-es mi hijo… Karam… ¡es mi hijo! Dígame ¡¿Dónde está?! –él comienza a golpear en mi pecho y la mesera acompañado de otro joven se acercan para sostenerlo y alejarlo de mi
-¡¿estás loco?! –ante la mirada de las demás personas salí de esa cafetería donde no volvería a entrar.