Pov Chanyeol
-como te fue en tu primer día, hijo- llegué a casa y ni bien había entrado cuando mi madre ya estaba con sus preguntas…
-bien. Eso creo, hice amigos pero uno de ellos está loco- le dije a mi madre, recordando lo extraño que era Baekhyun.
-¿loco?, venga Channie, no seas así, te pareces a Yura- respondió mi madre.
-con esa loca no me compares, por cierto aún no llega ¿verdad?- mi madre negó y me sirvió el almuerzo.
-y bien, cuéntame ¿Cómo son tus amigos? , mamá quiere saber- rodee los ojos dándome por vencido
-Bueno uno de ellos se llama Kyung Soo, es un chico pequeño, de ojos grandes, rara vez habla de más- le dije recordando al pequeñito que vi esta mañana- el otro es Baekhyun, pero…el realmente está loco mamá, hoy tubo una pelea de dulces con un tal Luhan, que por cierto es chino- mi mamá me miraba confundida, obviamente porque no sabía de quien le estaba hablando- algún día los conocerás en persona- mi madre asintió aun confundida pero conforme con la respuesta. Se retiró de la cocina, yo terminé de comer y le dije a mi madre que saldría, a conocer un poco el vecindario.
Salí de la casa y me puse a caminar por los al rededores, observando las demás casas, saludé algunos vecinos que se encontraban fuera y seguí mi rumbo hacia el parque que quedaba cerca de la casa, me adentré un poco en los arbustos mas tupidos, algo llamó mi atención, sentí un extraño escalofrió al entrar en esa zona, tenía miedo, pero mi curiosidad me ganó y me adentré más en los arbustos, hasta que me encontré con…él, un chico alto, delgado y de piel pálida, estaba de pie en medio de aquel pequeño lugar oculto entre los arbustos, su gélida mirada se posó en la mía y pude sentir un escalofrío recorrer toda mi espina dorsal, paralizándome ahí mismo. Se acercó a mí y no pude evitar perderme en su mirada…
-que haces aquí…chico nuevo…- su voz salió rasposa y profunda, tanto así que me erizó la piel y no pude responderle, sentía mi garganta seca, era una sensación extraña al estar cerca de él…
-yo…so..solo- traté de responder algo coherente pero las palabras no salían…
-sólo no te acerques a estos lugares, es peligroso para alguien que recién se ha mudado a este lugar- salí de mi ensoñación al escucharlo hablar de mi mudanza…
-¿Cómo lo sabes? Di..digo, no te conozco aún…- retrocedí un poco al ver que de nuevo clavaba sus ojos en mí.
-no creo que lleguemos a conocernos mucho, sólo no te busques problemas- dicho esto salió de éntrelos arbustos, cuando desperté de mi extraño transe y salí de allí, me di cuenta que ya no estaba…por ninguna parte “¿Cómo logró irse así tan rápido?” pensé despues de revisar todas los lugares cercanos y no encontrarlo. Volví a casa, pero a la vez pendiente de volver a verlo por si aparecía otra vez, pero no volvió…
-mamá, ¿estás ahí?- pregunté al notar la casa tan callada.
-Chan, aquí estoy- apareció de la nada de la cocina- estaba leyendo una nueva receta para la cena de esta noche- respondió alegre- por cierto Yura ya llegó, preguntó dónde estabas- bufé al escuchar el nombre de mi querida hermana…
-como si le importara donde estoy- susurré para que mi madre no escuchara.
-te escuché Park Chanyeol, ve y salúdala, sabes que todas formas te quiere Chan…
-pero claro que me quiere…matar- dije para mis adentros, esta vez sí asegurándome esta vez de que mi madre no escuchara.
-mamá iré a hacer mis tareas, no te preocupes por la cena, hoy paso- por lo general cuando mamá estrena una nueva receta Yura y Yo nos peleamos el baño tres horas despues, así que por el bien de mi estomago esta vez pasaría por alto esa ocasión. Salí de la cocina antes que mi mamá me insistiera en la comida…
-ChanChan- Yura me detuvo, giré a verla con un poco de miedo, nunca se sabe lo que pasa por la mente de esa loca…
-ten, un chico me dio esto antes de entrar a casa, me dijo que era para ti- me extendió un amuleto de madera y tenía dibujado un fénix, lo tome de sus manos y lo guardé en mi bolsillo restándole importancia.
-gracias Yura- me giré para entrar a mi habitación. Hice lo corto que tenía que hacer de tareas y me recosté en mi cama, saqué el dichoso amuleto que me entregó Yura, “¿habrá sido Kyung Soo?” pensé un tanto confundido. Lo dejé en mi mesita de noche y me fui a dar una ducha…
-¡Chan!- escuché que me llamaban, supuse que era Yura con sus manías de asustarme imitando voces extrañas, así que la ignoré y me metí a bañar.
Cuando salí me puse el pijama y me acosté de inmediato, este día había sido muy extraño primero el contacto visual con aquel chico, luego lo del parque, en verdad lo único que quería era dormir.
No habían pasado ni diez minutos de haber tocado mi cama cuando sentí una fuerte presión en mi pecho y un peso ajeno sobre mí…
-pero…que… - no pude decir más porque sentí un fuerte rasguño en mi cuello, el dolor fue tan intenso que poco a poco sentí como mi vista se nublaba, lo único que recuerdo haber visto fue un par de ojos con un destello rojo sobre mí, en ese momento capi inconsciente…
A la mañana siguiente, desperté con los fuertes rayos de sol en mi cara, aún estaba algo aturdido, pero cuando recobre mis sentidos me senté de golpe en mi cama y lo primero que hice fue tomar un espejo de la mesita de noche y revisar mi cuello, pero me sorprendí al no encontrar nada, lo único extraño que vi fue que en mi muñeca izquierda estaba colgado aquel amuleto de fénix que Yura me entregó ayer y no solo eso, aquel sello de fénix que tenía ese amuleto, estaba perfectamente dibujado en el dorso de mi mano.
-que…que diablos es esto- exclamé completamente alarmado… “’ ¿Qué diablos paso anoche?” pensé al sentir el terror invadir mi cuerpo…