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Buscando una salida por Sapphire69

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Notas del capitulo:

Hi n.n/

¿Cómo están? Yo aquí estoy en plena batalla. ¡Tendré exámenes parciales a partir del lunes! ¡¡Nooooo!! Pero que se le va a hacer… u.u aquí esta una nueva entrega… aunque siento que es el capítulo más bizarro que he escrito hasta ahora… lo siento… Mi cerebro se secaba y no hallaba inspiración u.u

Espero que no se aburran…

Gracias por leer el fic n.n. siento que cada vez mejoro con mi estilo (quiero creer eso =.=U) Gracias por sus hermosos reviews: Hiyori-chan (sé que eres una lectora fiel ;) ), a Stuki-chan y Az-chan n.n

Siento que en este lugar más que lectores he encontrado amigas. Muchísimas gracias n.n

Por favor lean el capítulo n.n/

Misaki no toco esta vez la puerta. Simplemente ingreso al cuarto, buscando a Akihiko. Él estaba allí. Tan tranquilo como si nada hubiese pasado.

-Usami-sama… mi hermano…

-Tranquilo, Misaki. –Akihiko le sonrió. –Tu hermano va a venir. Lo podrás ver. Veremos a Takahiro.

Misaki inclino su cabeza hacia como si estuviera confundido.

-Mi hermano va a…

-¿Misaki?

Misaki con los ojos acuosos se abalanzo hacia el mayor. Lo apretujó muy fuerte, pero no tanto como para lastimarlo. Por su parte, Akihiko otra vez se sintió feliz de que Misaki lo abrazara de esa manera. Si tan solo hubiera actuado así desde el principio con el castaño…

-Akihiko-sama, muchísimas gracias. Muchas gracias.

Akihiko se sorprendió de que Misaki lo llamara por su nombre. Quizá no lo llamaba de manera informal, aunque deseaba que lo hiciera.

“Todo a su tiempo”, pensó el peli plata. Sin embargo, ese pensamiento se fue por la borda al ver que Misaki lo miraba de frente y le sonreía ampliamente. Cogió con delicadeza el rostro del muchacho y lentamente poso sus labios sobre los del castaño. Disfrutó de la dulce sensación. A pesar de no ser su primer beso y tener mucha experiencia en ese ámbito, se sentía nervioso y feliz al mismo tiempo. Como si fuera un estudiante de secundaria. Se separó de él. Extrañando al instante la sensación efímera de los labios húmedos del castaño.

-Usami-sama… yo…

Misaki reverencio ligeramente, totalmente ruborizado. Akihiko vio como el castaño se alejaba. Trato de sostener su mano, pero solo apretó su puño y se quedó parado en su lugar.

“¿Qué pensaría ahora Misaki?”

 

 

Misaki camino despacio al principio y luego corrió con todas sus fuerzas cuando paso al siguiente pasillo. Se detuvo en la mitad del camino hacia la cocina. Se cogió los labios. Y nuevamente recordó…

-Mi primer beso… fue con… ¡¡con un chico!! ¡¡Noooooo!!

En todos sus años de vida, siempre creyó que él tendría una vida normal. Se enamoraría de una chica, le correspondería. Cuando fuera a la citas, haría lo mismo que la gente común. Se besaría con una chica, se tomarían de las manos y estarían acaramelados. Como una persona común y corriente… Pero ahora… de la manera en como estaba ahora, ya no parecía tener la vida de una persona común, o ¿acaso fue que nunca la tuvo?

 

Miraba a través de la ventana del auto. El atardecer en Londres daba un sentimiento de profunda melancolía. Los edificios pasaban rápidamente. De vez en cuando se detenía el auto ante la luz roja.

-hiro… ¡Takahiro! –el pequeño le sacudía el brazo sacándolo de sus pensamientos.

-¿Eh? ¿Qué sucede, bocchan?

-Nada de “Eh”. Te he llamado desde hace un rato y tú estas tan distraído.

-Lo siento.

-¿Estas nervioso por regresar a Tokio?

-Emmh… algo así… pero eso no importa ahora.

-Por fin podré verlo a él. ¿Tú crees que él se alegre cuando me vea?

-… Por supuesto, bocchan.

-Has dudado en responder… eso significa que quizá… él no quiera verme después de todo…

-¡¿Eh?! Yo estoy segurísimo de que Akihiko-sama se alegrara al verlo. Y si eso no sucede, yo me encargare de que lo haga, ¿sí?

-¡Gracias, Hiro-chan!

-¿”Hiro-chan”?

Takahiro no dijo nada más. Simplemente se quedó callado y luego sonrió. ¿Qué más daba? Por fin vería a Misaki. Eso bastaba por ahora. Dentro de un rato abordarían en al avión y para la madrugada estarían en Tokio.

 

Las sabanas cubrían su cuerpo. El calor reconfortante terminó por adormilarlo un poco. Misaki aún estaba un tanto sorprendido de la actitud de Akihiko para con él. Se dio la vuelta en su cama. Mientras se acomodaba, se quedó estático por un momento al cruzar un pensamiento repentino. Cuando él saliera alguna vez de la mansión, ¿cómo viviría? Había pasado mucho tiempo desde que estuvo allí que se había acostumbrado al lugar que nunca considero ser libre. Continuando con sus pensamientos, recordó a Shinnosuke, sus compañeros de trabajo en la constructora, sus vecinas chismosas, todo, todo. Aunque no quisiera admitirlo, extrañaba a todos.

Poco a poco sus parpados se fueron cerrando y simplemente se quedó dormido…

 

La mañana estaba muy calurosa como para ser un día de otoño. Todos los sirvientes usaron su ropa para verano y continuaron con sus labores habituales. Sin embargo, Misaki estaba muy emocionado. Nowaki tenía que tener un ojo puesto en el, ya que cada vez que sonaba una bocina de un auto pasando cerca de la mansión, Misaki se alteraba y se volvía más torpe. Shinobu también estaba un intrigado por saber a quién esperaba el castaño.

-Misaki, ¿no crees que deberías calmarte un poco?

-Etto… si, ya lo sé… pero no puedo evitar estar ansioso. ¿Tú no estarías igual que yo si vieras a la persona que más quieres?

-¿Eh? –Shinobu recordó fugazmente a un profesor azabache. Su profesor privado de literatura. –Yo… quizá un poco…

Shinobu se sonrojo y rápidamente aparto la mirada. Misaki se dio cuenta de este gesto. La curiosidad nació. Por un momento dejo de estar nervioso y le miró fijamente.

-¿Te gusta alguien, Shinobu?

-¡¿Eh?! ¿Por qué preguntas eso ahora? ¡Se supone que yo te preguntaba a ti!

-Ehhh, vaya a Shinobu le gusta alguien… –Misaki tarareo alegre. –No me lo esperaba.

-¿Y qué? ¿Acaso no te gusta alguien? –Shinobu estaba vez lo miro inquisitivamente.

-Yo… –Fue el turno de Misaki para que se quedara callado. Recordó el beso del día anterior. –Yo solo quizá estoy confundido…

Shinobu no lo escucho, por ello se acercó. Misaki luego sacudió su cabeza. Misaki se ruborizo, tenía que concentrarse.

-¡Olvidemos todo esto y hagamos nuestro trabajo!

Cuando decía esto, una limosina se estacionó frente a la gran mansión. Se vio que los demás sirvientes se reunían para recibir al invitado. Misaki se quedó en su lugar. No se movió. Shinobu le agarró del brazo y lo zarandeo un poco.

-Misaki, tenemos visita. Vamos.

Pero el castaño se quedó allí. No podía avanzar, no debía. Por alguna razón creía eso. No quería que fuera un sueño. Como muchas veces soñó que se encontraba con su hermano; al acercarse a su hermano, este desaparecía y lo dejaba solo.

Shinobu lo soltó y avanzó hacia la entrada.

 

Del limosina salió un hombre de cabellos azabaches. Usaba lentes. Ayudo a salir a un pequeño niño de cabellos plateados y profundos ojos lilas. Cogía un Suzuki-san más pequeño. Miro la mansión.

-¿Y dónde está mi papá?

-Natsuhiko-bocchan, espere un momento, ahora mismo viene. –el hombre le hablaba de manera tierna al pequeño. –No sea impaciente, ¿de acuerdo?

 

Misaki no lo podía creer. Su hermano estaba allí. Atendía a ese pequeño niño. Pero, ¿qué había dicho el niño? ¿Papá? Ese niño se parecía muchísimo a Akihiko… ¿Akihiko tenía un hijo? Quedo aturdido por un momento.

Akihiko apareció. Los sirvientes formaron filas y lo dejaron pasar en medio. El niño lucia feliz de verlo. No se podía decir lo mismo de Takahiro. El joven tenía una mirada sombría.

-¡Papá! –el pequeño se abalanzo sobre Akihiko. -¡Papá!

-¡¿Natsuhiko?! -Akihiko hizo una mueca de incomodidad. Cogió al niño. –Deja de decirme “papá”.

Misaki mientras oía la conversación que tenían los peli plateados, tartamudeo un par de veces. Takahiro tenía la vista en otro lado, pero como si pudiera escuchar a Misaki miro en su dirección.

-¿Misaki? –Takahiro tenía los ojos abierto como platos. Parpadeo varias veces. -¿Tú…?

Misaki estaba con un uniforme de sirviente. Sus pantalones cortos estaban muy entallados y mostraban mucha piel. Su camisa lo hacía ver como un colegial. Se veía un tanto delgado y casi no había crecido… Esperen un momento. ¿Por qué estaba Misaki en este lugar y vestido de esa manera?

-Onii…chan –Misaki corrió hacia su hermano. -¡Onii-chan!

Misaki se tiró a los brazos de su hermano mayor, que aún estaba atónito. Takahiro lo abrazó con fuerza, sin lastimar al castaño. Lo apretó contra sí. Quería permanecer así. Su hermano debió estar muy solo y preocupado. Pero luego de permanecer así, se separó del castaño.

-Akihiko…

-Takahiro, yo puedo explicarlo todo.

Takahiro se plantó frente a Akihiko. Mostraba un rostro fiero. Se veía tan enojado que hasta Misaki se sorprendió de verlo así y sintió muchísimo miedo. Akihiko tampoco dejo de verlo a los ojos. Es más, aparto al niño. Los dos se enfrentarían como adultos. O eso se esperaba…

Notas finales:

¿Y qué les pareció?

Creo que esta pregunta se ha vuelto muy común… =3= pero siempre cargare con la incertidumbre, no puedo evitarlo. A veces me pregunto si soy lo suficientemente buena para escribir o ya debería dedicarme a otra cosa… ¿Por qué los seres humanos nos atormentamos con cosas como estas?

Mejor no sigo con mis preguntas, un tanto, existenciales…

Cuídense muchísimo n.n/

nos leemos pronto >w0


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