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Buscando una salida por Sapphire69

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Notas del capitulo:

Hola a todos n.n7

En este capítulo veremos algunos recuerdos de Takahiro. Cada vez estamos más cerca del final *w*. Aunque tengo que confesar que todavía no tengo un final definido para este fic…

Gracias por sus reviews a Mestenifiab y a An ^_^

Por favor, lean el capítulo. 

Takahiro fue lanzado contra la pared de aquel sucio cuarto. Este olía desagradable. No pudo ver absolutamente nada durante su viaje a Londres. Solo escuchaba las palabras obscenas de las personas que trabajaban con el presidente de la corporación Usami.

El golpe dolía bastante, pero lentamente se levantó a tientas. Además, los golpes que recibió en Japón contribuían en aumentar siquiera el roce de la tela de su ropa contra su piel. Estaba seguro de que su cuerpo estaría cubierto de moretones.

-¡Déjenme ir! ¡Están atentando contra mis derechos!

-¿Derechos? –escuchó la voz burlona hablarle desde arriba. –Ya no los tienes. No desde que me perteneces.

-Usted me dijo que solo trabajaría, pero lo que está haciendo ahora no tiene nada que ver con eso.

-Hahahaha –se rió nuevamente. –No te preocupes, ahora mismo trabajaras para mí, y me harás obtener más dinero de lo que podrías hacer en un mes con el simple trabajo de estar en mi casa.

-¡….!

-Acomoden todo el lugar, si es necesario limpien el cuarto. Fujita vendrá dentro de una hora y media. Es tiempo suficiente para que arreglen también al chico y lo preparen.

-¿P-preparar? ¿Para qué?

-Descuida, Takahiro. –Fuyuhiko Usami se acercó y le levantó la cara. –Tu culo me dará mucho dinero y algo de poder para manipular a otras personas.

 

Takahiro fue preparado tal y como lo pidió Fuyuhiko. Trató de escapar de ellos, pero las manos y pies atados le impidieron.

A la fuerza, lo metieron al baño. Lo bañaron con agua helada y con la ropa puesta. Los secuaces se entretenían humillándolo. Rompieron sin cuidado la ropa que traía puesta. Cuando lo sacaron del baño, pensó que terminaría su humillación. Sin embargo, fue lo contrario.

Lo colocaron en la cama y le ataron las manos a la cabecera de la cama. Lo dejaron completamente desnudo y a oscuras.

Tal y como dijo Fuyuhiko. El invitado no demoró en aparecer.

El señor Fujita era un asalariado que quería unirse a la corporación Usami. Se veía agitado por alguna razón, además de estar ansioso como si le fueran a dar un regalo.

-Y bien, ¿en dónde está? –el hombre obeso se pasaba el pañuelo alrededor de su cara y su nuca, movía ansiosamente las manos.

-Calma, calma, señor Fujita. –Fuyuhiko sonrió. –Se lo mostraré ahora. Espero que el chico sea de su agrado.

Takahiro escuchó las voces afuera. No tenía miedo. No es como si fuera una mujer a la que podrían violar. Solo sentía repulsión. ¿Cómo sus padres pudieron confiar en alguien como Fuyuhiko Usami? ¿O sabían realmente como eran, y fue por eso que escaparon dejándolos a su merced?

-Maldición…

–Adelante.

Los dos hombres, con ropas elegantes, pasaron. Los guardaespaldas también ingresaron al cuarto. Estos se acomodaron en una fila y mantuvieron una posición firme. Takahiro sintió un poco de vergüenza, pero solo eran hombres mirándolo así que no debía suponer ningún problema.

-Wow… -el señor Fuijta prácticamente babeo al ver a Takahiro. –Esto es increíble. ¿Es virgen?

“!¿Qué?!”-a Takahiro no le gustó la pregunta.

-Debe serlo. ¿Por qué no lo comprueba usted, Señor Fujita?

-Lo haré, pero me gustaría que fuera en…

-Entiendo, entiendo. Aunque sobre el dinero.

-No se preocupe. Mi secretario se encargará de eso. Le dará en efectivo hoy mismo.

-Entonces, le dejo disfrutar al chico.

El hombre se acercó, tal como un animal hambriento hacia su presa. Esta vez, Takahiro sintió un revoltijo en su estómago. El pánico se sentía ahora en el aire.

-Muy bien… –el señor se lamio los labios.

Takahiro trato de apartarse, pero las sogas en sus manos impidieron que lo hiciera. Sin rastro de piedad, el hombre le separó las piernas. Takahiro se sacudió violentamente, tratando de golpear al hombre. Sin embargo, el señor Fujita puso todo su peso en las piernas del azabache. Manoseo la entrepierna de Takahiro y lamió su abdomen.

-¡Basta!

El señor continúo con su faena. Se desvistió tan rápido como pudo. Takahiro aprovecho que este se quitaba la camisa para propinarle un golpe en el pecho.

-¡Maldito chiquillo!

El señor Fujita se abalanzó sobre Takahiro y lo empezó a ahorcar, también le daba alguno golpes. Takahiro no podía defenderse. El señor le mordió en el hombro. El azabache podía sentir su sangre caliente manar de la herida. Pero no quedó ahí. Escucho con desconcierto y temor el sonido de un zipper. El hombre le separo las piernas, y sin ninguna preparación lo penetró.

-¡¡Aaaahh!! –todo frente a sus ojos se vio de color rojo. -¡¡¡Aaaargggh!!!! ¡¡¡¡Aaaannnh!!!

El hombre se movió sin ningún cuidado. A cada empuje sentía que se partiría en dos. La sangre fluía caliente por su entrepierna hasta sus muslos. No pudo acallar más sus sollozos. Esto pareció excitar más al hombre.

-Si… sigue así… llora más… –Fujita susurró en medio de jadeos obscenos.

-¡Annngghh! ¡Basta! ¡Ya no más!

Takahiro escuchaba la risa del sujeto. Podía también escuchar el sonido de carne contra carne y los gruñidos que dejaba escapar Fujita cuando se enterraba en su cuerpo. La cama crujía. Poco a poco, Takahiro fue perdiendo la noción del tiempo y su conciencia se tornó confusa.

“No pienses en nada. Solo descansa.”

 

Así sucedieron más noches como esa. Takahiro fue quebrándose día a día. Las primeras veces intento escapar. Sin embargo, fue apaleado hasta que ya no podía mover su cuerpo. Lo arrastraban de vuelta a aquella habitación desordenada y con olor a sexo.

Su rutina consistió en ser atado y esperar a que le abrieran las piernas para ser violado sin piedad. Después de un mes, él solo esperaba paciente a que los hombres terminaran con aquel repugnante acto. Mirando hacia la ventana, solo podía esperar a que el tiempo transcurriera de manera más rápida.

“Quiero morirme…”, pensaba de manera muy seguida el azabache.

Una noche intento quitarse a vida lanzándose desde el techo de la casona de los Usami. Se acercó peligrosamente al borde. Cuando se disponía a dejarse caer, recordó una vocecita infantil.

“Onii-chan”

Inmediatamente retrocedió. Lloró desconsoladamente. No podía morir, no aún. No debía abandonar a su hermano pequeño.

“Estoy bien. Estoy bien. –repetía una y otra vez en su cabeza para que de alguna manera no fuera arrastrado nuevamente por la desesperación. –Aún sigo vivo. Si sigo con vida, podré ver de nuevo a Misaki.”

 

Al despertar vio el techo raso de esa casa. Este era de un agradable color crema, incluso las paredes tenían ese tono. Su cuerpo se sentía ligero. Pensó que se trataba de un simple sueño. Si era así, no quería levantarse de la cama.

“¿En dónde estoy?”

Takahiro recobró el sentido.

-¡¿En dónde rayos estoy?!

Miro por el amplio lugar. Se dio cuenta de que la casa era lujosa. Se le erizo la piel. ¿Fuyuhiko lo había encontrado? ¿O quizás se trataba de la casa de alguno de sus conocidos?

En el momento en que trataba de controlar su respiración, para no volverse histérico; entró a la habitación una joven acompañada de un mayordomo.

-Por fin despertaste.

-¿Eh?

-Si estas de pie significa que al menos recuperaste tus fuerzas.

Takahiro recordó la herida que se hizo en el tobillo al momento de saltar por la ventana de la mansión. Vio su herida, esta estaba vendada. Levantó la vista y miró cautelosamente a la joven y al mayordomo.

-¿Quiénes son? ¿Para quién trabajan?

-¿Uhm? –la chica lo miró un poco confundida, pero habló. –Soy Manami Kajiwara. No trabajo para nadie en este momento, aunque… solo recibo órdenes de mi padre, ¿eso significa que trabajo para alguien?

-… –Takahiro se tranquilizó. Conocía a la familia Kajiwara, por una reunión que tuvo Fuyuhiko con la cabeza de la familia. -…No creo que trabajes para tu padre.

-Hahahaha. –La chica cubrió su boca mientras reía. -Que divertido eres. Apenas te levantas y dices cosas raras.

-¿Podrían decirme cuanto tiempo estuve inconsciente?

-Dos días. –El mayordomo respondió.

-¡Tanto tiempo! –Takahiro mordió la uña del dedo pulgar.

-¿Qué pasó para que te encontraras en ese estado? –pregunto Manami. –Me diste un gran susto en el jardín.

Dudando en cómo responder dijo. –Huía de la casa de Fuyuhiko Usami.

-¿…?

El mayordomo se puso rígido. Takahiro no pasó desapercibida este gesto.

-¿Qué sucede? ¿Ustedes me delataran?

-¡N-no! –Manami respondió sobresaltada. –Yo sé cómo es ese señor.  No habría forma de enviarte de regreso a ese lugar. –parecía que la chica conocía algunos aspectos del señor Usami.

-Pero, señorita Manami…

-Michael, aún no he olvidado la jugada que le hizo a mi padre con el dinero del banco. Alguien tiene que pagarle con la misma moneda.

“¿Incluso provocaste problemas en esta familia? ¿Cuánto más jugaras con los demás, Fuyuhiko Usami?”

Takahiro se pasó la mano por la cabeza. Al menos Misaki se encontraba a salvo con Akihiko, así que podía estar más tranquilo.

 

 

 

Nowaki terminó de relatar lo que paso durante su huida fallida. Se sintió frustrado nuevamente, y estaba seguro de que en este momento el joven Akihiko lo despreciaba por no cumplir con la tarea encomendada. Por otro lado, se sentía mejor al ver nuevamente a Hiroki Kamijou. Si tan solo se hubiesen reunido en otras circunstancias.

-No te preocupes, Nowaki. –dijo el peli plata como si adivinara la preocupación del azabache. –No fue tu culpa.

-…joven Usami…

-Lo importante es que estas bien y te recuperas satisfactoriamente. –agregó el profesor.

-…sí.

 

Hiroki acomodó una pila de papeles. Tenía mucha información interesante entre sus manos. Solo no se esperaba que Akihiko estuviese en una relación con un chico, además que soliera visitar la mansión Usami cuando niño.

-Bueno… cada uno vive a su manera. –se dijo a sí mismo. –Ahora, veamos…

Dejo las imágenes pegadas en una pizarra, delineó en la pizarra y se detenía de vez en cuando a mirar.

-Akihiko me dijo que no tenía enemigos. Y si los tiene no se quedarían sin avisar. Hubiesen llamado inmediatamente para pedir un rescate o algún papel importante. Así que no se trata de una rencilla.

Caminó de un lado a otro. Recordó lo que le dijo el peli plata sobre la llamada de Takahiro.

-Takahiro lo llamó durante la reunión. Fuyuhiko estaba en la reunión. Sin embargo el viejo vino por una simple reunión en el que pudo haberle sustituido el vicepresidente. –se sentó nuevamente y garabateo en un papel acomodando las horas y sucesos. –Cenaron juntos y ese mismo día se fue a Londres. Esto no me está gustando.

Hiroki se retiró de la habitación para buscar al peli plata.

 

El peli plata no lograba concentrarse en su trabajo. A pesar de tomarse un descanso, no lograba poner en orden sus ideas. No estaría bien si Misaki no aparecía. Nadie parecía dar con su paradero. Si Hiroki no lograba hallar a los posibles responsables del secuestro se volvería loco por la angustia.

De repente, su celular sonó. No sabía a quién pertenecía el número. Tal vez…

-Diga. –se escuchaban susurros al otro lado del auricular. -¿Quién habla?

-Aló. Habla Shinobu.

-¿Qué es lo que quieres? –respondió Akihiko con un tono seco.

–¡¿Qué rayos le has hecho a Misaki?! ¿Acaso ya no te es de utilidad?

–¿Qué?

–No te hagas el tonto. ¿Qué le hiciste a Misaki? ¿Por qué lo dejaste en una subasta de personas?

Akihiko quedo petrificado en el lugar. Escucho los gritos de Shinobu por el auricular. No le prestó tanta importancia.

“Subasta.”

-Misaki…

Akihiko se tambaleó para luego apoyarse en la pared. Dejó caer el teléfono. Hiroki apareció repentinamente en el lugar.

-Oye, Akihiko, yo sospecho que el culpable es-

Hiroki se sorprendió de ver en shock a su amigo de infancia. Vio el celular a un costado. Parecía que aun hablaban.

-¡Hey! ¿Qué sucede? –Hiroki no espero una respuesta y cogió el celular. Diga, ¿quién habla?

-¡¿Por qué vendiste a Misaki en una subasta?! ¡Eres un monstruo!

Hiroki abrió su boca, incapaz de creer lo que decían a través del teléfono. Miro intercaladamente al celular y al peli plata.

-No es cierto. –el peli plata pronunció con una risita histérica. –Simplemente no tiene sentido. Esto no-

-¡Akihiko! –Hiroki lo sacudió. –¡Tranquilízate! –agarró con fuerza el celular. –Aló, dígame, ¿Qué es lo que le dijo a Akihiko? ¿Cómo que Misaki fue vendido?

-¡No te hagas el tonto! Raoul me dijo que subastaron a Misaki. Que se lo llevó un adinerado de alta sociedad. ¡Eres un canalla!

-¡Maldición! –“Todo está de mal en peor”, pensó Hiroki.

–¿Bakahiko?

–Oiga, no cuelgue. Quiero que me de la dirección del lugar de la subasta.

–¿Eh? Yo no la sé. Además, ¿para qué se lo daría? ¿No es obvio que Akihiko lo tiene?

-¡Es mentira! Akihiko está más sorprendido que tú en este instante. ¡Por favor, dame la dirección del lugar!

-… –se escucharon susurros en el auricular. –Está en la calle de las Rosas Negras, en la cuadra 18.

 

Después de un nuevo día de búsqueda, las únicas pistas que encontraron era el lugar en donde fue subastado Misaki. Hiroki usó el dinero de Akihiko y su estatus para averiguar los datos de los reunidos ese día, así como los nombres de algunos de los desafortunados.

-Misaki Takahashi fue vendido a un tal Ryuuchirou Isaka. ¡Un momento! ¿Acaso así no se llama el heredero de la corporación Marukawa?

-No me importa. Solo quiero a Misaki de vuelta. –respondió muy serio el peli plata.

-De acuerdo, de acuerdo.

Hiroki se preguntó internamente cuanto tiempo le tomaría a Akihiko mantener esa postura serena. Si alguien lo viera, no podría imaginar cuan alterado estuvo el día anterior.  

-Entonces…

El profesor investigaría la dirección de la residencia en Japón. Sería un poco difícil, debido a la discreción y la seguridad empleada para proteger la información de personas ricas.

-Lo encontraremos, Akihiko. No te preocupes.

Hiroki intentaría por todos los medios localizar al pequeño castaño. Solo rogó que no hubiese más interrupciones en este día.

-“Sé que estamos cerca de encontrarlo y recuperarlo.”

Notas finales:

El pensamiento que tuvo Takahiro sobre que no le podía pasar nada por ser hombre, lo saque de una anécdota que tuve en una clase. Un compañero me dijo que no era posible que a un hombre lo violaran; que para él eso era prácticamente imposible. Pero cuando le explique y luego la profesora, este quedo un tanto desconcertado.

Cada vez más cerca del final *^*

Espero que le haya gustado el capítulo.

Nos leemos pronto n.n/


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