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Buscando una salida por Sapphire69

[Reviews - 121]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Hola a todos n.n/

Como les prometí, aquí está un nuevo capítulo. No sé si les agradará… Nuevamente me asaltan las emociones de terminar este fic.

Gracias a Mestefaniab, An y Zya Usher (tu review fue el que me motivo más cuando pensaba que ya no debería escribir) por sus reviews ^_^

 

 Por favor, lean el capítulo 

Fuyuhiko revisó nuevamente la carta que le envió su secretario desde Londres. Estaba atónito por el contenido. Hasta ahora sus planes iban muy bien, pero aquel pequeño factor externo lo tenía que malograr todo.

Sintió que su estómago se agitaba, como si quisiera devolver todo lo que había comido en el hotel caribeño.

“Fuyuhiko-sama, le informo que el joven Takahiro logró escapar de la mansión. Hasta el día de hoy no logramos dar con su paradero. De cualquier modo, el personal continuará con la búsqueda.”

-¡Ese hijo de pu-! –Fuyuhiko estaba furioso y próximo a destrozar los objetos que estaba en frente.  Sin embargo, fue interrumpido.

-Señor, aquí tiene el resultado de la venta en la subasta. –un joven mozo le entregó un pequeño sobre de color café.

-¡…!

Con prisa lo tomó y lo rompió sin cuidado. Leyó a toda prisa. Ya no quería más frustraciones por hoy. Revisó. Después de volver a darle una segunda ojeada, sonrió.

-Al menos se vendió muy bien el mocoso ese. –devolvió la hoja al joven mozo y con una indiferente seña ordenó que se retirara. –Ahora, bien, ¿qué hago contigo, Takahiro?

 

 

Isaka estaba pensativo y callado. Mirando el vasto paisaje desde su balcón, en el departamento más alto de la ciudad. Por otra parte, Asahina lo miraba incómodo. Sabía que Isaka estaba planeando otra vez planes absurdos.

-Ryuuchirou-sama, ¿realmente debe hacer este plan? –Asahina se acercó y le ofreció una taza con café.

-¿A qué te refieres? –Isaka cogió la taza y le dio un sorbo a la bebida.

-Ryuuchirou-sama, hay otras maneras de obtener dinero de la corporación Usami.

-Hehe –Isaka sacudió los hombros al reírse. –Por supuesto que las hay, pero creo y siento que esta es la mejor manera.

-Ryuuchirou-sama…

-No te preocupes, Asahina. Todo saldrá bien.

 

Misaki contemplaba las calles desde lo alto del edificio. No sabía que estaba pasando entre Isaka y el secretario de este. Nadie le decía algo, además evitaban hablarle de manera clara. Solo hablaban con indirectas.

-Usagi-san…  

Suspiró lentamente y apretó las manos como si rezara. Apenas pasó una semana. Pero se sentía cada vez más abatido. Esta vez no podía escapar. No conocía la ciudad, y dudaba en cierta parte que estuviese en Japón.

-¿Qué estará haciendo Usagi-san? ¿Él… me extrañará?

“¡Obvio que sí, tonto!”

Se reprendió a si mismo por ser tan pesimista.

No era el momento para andar de doncella confinada a la alta torre, esperando a ser salvada. Misaki solo conocía el cuarto en el que estaba. Hasta ahora no había salido de la habitación por la esposa en el tobillo y los sedantes que le habían dado.

Se acercó nuevamente a la ventana. Miro de manera indiferente otra vez el panorama. Sin embargo, una pregunta surgió mientras miraba el horizonte.

-¿Realmente Isaka-san conoce a Usagi-san? –No sé porque no tengo un buen presentimiento…

Miró hacia abajo. Sintió vértigo. Desde donde se encontraba todo se veía diminuto. Calculó que el edificio tenía más de 15 pisos.

-¡¡Quiero irme de este lugar!!

 

 

Akihiko levantó la mirada. Sus ojeras y el pelo revuelto revelaban los días de angustia e insomnio. No recordaba en qué momento se quedó dormido, pero veía a su amigo de la infancia llamarle repetidas veces por su nombre.

-¡Akihiko! –Hiroki continuó sacudiendo el cuerpo del peli plata. Se percató que este le miraba confundido. -¡Hasta que por fin despiertas!

-¿Qué pasó? –Akihiko sintió su mandíbula un poco adolorida, al igual que su brazo derecho.

-Esto. –Hiroki le mostró la fotografía de la subasta. –Sabes quién es, ¿no es así? Estuvo en la subasta y en el mismo día que Misaki fue vendido.

-…Isaka… -Akihiko sintió todo su cansancio desapareció en un instante.

-¡Vamos a encontrarlo, Akihiko! –Hiroki se sentía alegre por su amigo. –Vamos a encontrar a tu Misaki.

 

Isaka terminó de escribir. Asahina vio un sinfín de garabatos en las hojas. El castaño las ordenó con paciencia, como si se cerciorara de que los papeles no se estropearan.

-Vamos… no pongas esa cara. Veras que haré sufrir al viejo ese. Le daré un golpe por donde el menos lo imagina.

-No diré nada, Ryuuchirou-sama. Solo quiero que tome en consideración que Akihiko-sama no tuvo la culpa de lo que le haya sucedido a Haruhiko-sama.

-¡…! –Isaka desvió la mirada, un poco enojado. –Lo sé muy bien, Asahina.

Recordó que su mejor amigo perdió la herencia por ser el hijo ilegitimo de Fuyuhiko. Sabía que él no podía meterse en los problemas de la familia Usami. Pero Haruhiko era y seguía siendo su mejor amigo. También sabía que Akihiko no tenía la culpa. Solo que sentía rabia hacia él, solo por el hecho de que haya decidido tener una participación indiferente dentro de la corporación Usami. Haruhiko quería participar de la empresa, mas no pudo y se le envió a vivir apartado de la familia. Nada de las decisiones que fueron tomadas por la cabeza de la familia Usami le parecían correctas.

Cuando trató de interceder por Haruhiko, terminó siendo humillado públicamente. Ademas de eso, una parte de las cadenas de la empresa Marukawa fue comprada poco después del incidente. Isaka sospechaba que se trataba de una supuesta “lección” de Fuyuhiko.

“Pero Fuyuhiko pagaría por subestimar a Haruhiko… y también por subestimarlo a él.”

 

 

Akihiko aún no salía de su asombro. Hiroki festejaba, pero él seguía quieto.

-¿De verdad, Hiroki? –Akihiko preguntó.

-¡Me ofendes, Akihiko! ¿Cuándo te he fallado con algo serio?

-…Ya lo sé… pero… yo

-¡Tonto! –Hiroki le acercó el celular. –¡En lugar de estar desperdiciando tiempo, llama de una buena vez!

-D-de acuerdo. –el peli plata cogió, un poco tembloroso, el celular y marcó el número.

 

 

-Diga. –Isaka fue interrumpido por la ama de llaves de la casa. Le avisó que alguien le pedía hablar urgentemente con él.

-Isaka…

“¡Esa voz!”

-¿Quién habla?

-Akihiko Usami.

Isaka sonrió ampliamente. No pensó que el peli plata le ahorraría el trabajo.

-Oooohh… Akihiko, sí que ha pasado muchísimos años desde que hablamos. ¿Hace unos ocho o nueve años?

Hubo un silencio incómodo por parte de los dos. Isaka decidió romper con el silencio.

-¿Para qué llamas, Akihiko?

-Esto es muy importante, Isaka.

-¿Mmm? ¿Qué podría ser?

-Yo… yo estoy buscando a alguien muy importante para mí.

-¿Tenías a alguien importante, Akihiko?

Akihiko escuchó el tono sarcástico de voz de Isaka, esta no cambiaba.

–Por supuesto. El caso es que tú estuviste en el mismo lugar en el que lo vieron por última vez.

-¡Vaya, que coincidencia! No pensé en toparme con alguien de tu círculo, señorito Usami.

-Isaka, podrías dejar de bromear. Sé que aún me guardas rencor por lo de Haruhiko. Pero no es mi culpa.

-¿Mmm? ¿Es así?

-¡Isaka! –Akihiko se impacientó. Aunque dado que Isaka era el único que le podía ayudar, moderó su voz. –Por favor.

-De acuerdo. ¿Cómo puedo ayudarte, Akihiko? –Isaka aún usaba ese tono sarcástico, pero su voz se escuchaba más calmada.

–Necesito que nos reunamos en algún lugar.

–Está bien. ¿No encontramos en el restaurante de Marukawa? –Isaka propuso.

-Bien, nos encontramos ahí a las 10 de la mañana. –Akihiko cortó la llamada telefónica.

Isaka se quedó un rato mirando el teléfono. Sonrió ampliamente.

-No pensaba que el señorito facilitaría todo. –se dirigió a su secretario. –Cancela las reuniones que tenga mañana.

-…Entendido, Isaka-sama.

Isaka dejó el lugar. Caminaba con pasos seguros. Esta vez no decepcionaría a su amigo. Ya no era un mocoso que dependía de su padre. Esta vez… con su propio poder hundiría a la familia Usami.

Entro a la habitación en la que se hallaba Misaki. Encontró al muchacho con las manos sobre el pecho mirando hacia las ventanas, como si estuviese rezando. Se le veía tan endeble.

-¿Rezando?

–¿Eh? ¡Ah! Y-yo no… -Misaki se alejó de la ventana. –Yo solo miraba.

-Mmm… Es una agradable vista desde aquí, ¿no? –Isaka se paró al costado del chico.

-Si… -susurró Misaki.

-Mañana me reuniré con Akihiko. ¿Quieres venir? –preguntó sin mirar el rostro de Misaki.

-…

-¿…?

Isaka no escuchó respuesta alguna. Volteó y Misaki se aferró a él con un abrazo.

-¡Gracias, gracias! ¡Gracias, Isaka-san!

Isaka quedó perplejo por un momento e inconscientemente acaricio la cabeza del castaño, para después apartarlo.

-Oye, ya está bien. No tienes que ser tan efusivo.

–Gracias. –volvió a repetir Misaki.

“Lastimosamente eso no significa que necesariamente regresarás al lado de Akihiko.”

 

Akihiko le comentó a Hiroki sobre la conversación telefónica con Isaka.

–Mañana nos reuniremos. –el peli plata vio pensativo a su amigo. –¿Qué sucede, Hiroki?

–No es nada, solo tengo una ligera sospecha.

–¿Por qué lo dices?

–Espero que no sea nada grave, pero mañana iré contigo. No estaría de más llevar guardaespaldas.

–Bien. –Akihiko no le importaba más. –Aunque dudo que Isaka pudiese hacerme algo malo.

Después de esto, los dos hombres se quedaron en silencio. El peli plata acomodó los papeles en un portafolio. Hiroki ayudó también.

“Estoy cada vez más cerca de Misaki”

Notas finales:  

Espero leerlos el próximo domingo >w0b

Cuídense muchísimo. Nos leemos pronto ^w^/

PD: ¿A alguien no le parece sexy la voz de Junichi Suwabe? He vuelto a ver la ova de Ikoku Irokoi Romantan y me quede fascinada nuevamente por su voz. Kyaaaa >w<!! es tan asdsafsdfdsfadsdf *ii*


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