Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Buscando una salida por Sapphire69

[Reviews - 121]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

=w=U Hi!

Disculpen la demora… tenia tareas acumuladas, además de un viaje sorpresa obligatorio… yo no quería ir de viaje, pero mi padre me llevo igualmente… No pude escribir por mucho tiempo y ahora que puse mis manos en el teclado, me siento rara…

Gracias por continuar leyendo el fic. Gracias también por sus reviews a: Misaki212, Pochan y a SariaTakano. Sus reviews siempre me animan n.n

Realmente siento mucho mi demora u.u En recompensa por mi ausencia y su paciente espera, hice este capítulo más largo. Espero le guste n.n

Por favor, lean n.n/

Caminaba apresuradamente por la mansión. Así que realmente ella iba a venir. A pesar de advertirle que no lo hiciera. Realmente ese no era su mejor día. ¿En qué pensaba esa mujer? ¿Acaso no tenía cerebro? Quizá el tinte ya le había hecho daño en el cerebro…

 

Misaki veía que los sirvientes cuchicheaban. No entendía que sucedía. Shinobu también se hallaba confundido.

-¿Qué sucede, Shinobu?

-Nadie me dice que pasa. Pero he escuchado que alguien viene a la residencia Usami. Todos se ven alterados… solo espero que no sea el señor Fuyuhiko.

-¿Señor Fuyuhiko?

-Es el padre del “Bakahiko”… ese hombre da miedo…

 

Todos los sirvientes arreglaban la sala, colocaban alfombras nuevas y un montón de cosas más. Misaki y Shinobu seguían en la cocina ayudando a colocar la comida del almuerzo. Realmente no entendían el motivo del barullo. Shinobu solo deseaba que no se tratase de nada malo y Misaki solo pensó que si trataban de mejorar la presentación de la casa era porque el invitado era realmente importantísimo.

 

Después de todo el alboroto, quedaron en silencio cuando llego Sakurako. Las puertas se abrieron y ella entro muy sonriente. Se le veía muy ¿apegada? a Nowaki. Tanaka-san inclino la cabeza a manera de saludo. Misaki y Shinobu llegaron al lugar y formaron filas para saludar a la invitada.

-Bienvenida, Sakurako-sama. –dijeron los sirvientes al unísono.

-¡Ah! ¡Tanaka-san, sigue igual como hace tres años! –miro a todos lados. -¿Y dónde está Akihiko?

-Emm… en un momento se presenta.

Misaki levanto su cabeza para ver mejor a la invitada. Cuando la vio, quedo sorprendido. Parecía una modelo, de esas que salen en la televisión: bonita, elegante y femenina.

-¡Que atrevido! –la chica cruzo mirada con Misaki. Cogió su cartera y lo golpeo en la cabeza. -¿Qué me miras, mocoso?

Misaki solo atino a sobarse en el lugar afectado. Shinobu quería decir algo pero Misaki negó con la cabeza y le miro con tranquilidad. Shinobu se contuvo y continúo inclinado.

“¡Esa mujer es igual a Akihiko!” –pensó Misaki.

-Tanaka-san, debería buscar a otros muchachos que hagan bien su trabajo.

-Disculpe el atrevimiento… del sirviente. –su mirada otra vez estaba compungida.

-No te disculpes, Tanaka-san. –Akihiko apareció. –Sakurako, esta no es tu casa. No maltrates a mis sirvientes. Ahora dime, ¿qué quieres?

-¡Akihiko! –la mujer se lanzó hacia el peli plata. -¡Tenía tantas ganas de verte!

Los sirvientes se retiraron del lugar para dejar a solas a la pareja. Misaki antes de irse, miro a la pareja. Inevitablemente cruzo mirada con Akihiko. Rápidamente desvió su mirada y salió tras de Shinobu.

-Vámonos a mi oficina. –Akihiko avanzo jalando la mano de Sakurako. La joven se emocionó. –Hablaremos más cómodos allá.

-Mmm… No pierdes el tiempo, Akihiko…

 

Estaban en la habitación que compartían. Shinobu le ponía hielo en la parte afectada. Misaki estaba sentado en la cama. El golpe no había sida tan fuerte pero la cartera tenía unos cuantos adornos de metal. Misaki podría tener un moretón.

-Esa mujer está loca. –Misaki miro por la ventana. –Además se ve como una chica mimada.

-Todos los que tengan conexión con la familia Usami son así: raros, mimados y malos. No he visto a ninguno que sea amable.

-Waa… debes haber pasado por muchas malas experiencias mientras estabas aquí.

-Claro, un año es demasiado tiempo para aprender sobre ellos, porque su mala personalidad se descubre desde el primer día… aunque es divertido estar con los demás sirvientes. Ellos son amables. Por ejemplo, Tanaka-san parece un abuelo comprensivo y Nowaki es como un hermano mayor.

-¿Tanaka-san es como un abuelo? –Misaki lo miro sorprendido. –Yo lo veo como un padre.

-¿Tú crees? Yo lo veo como un abuelito, quizá porque lo he visto varias veces por las tardes tejer con el crochet…

Tanaka-san ingreso a la habitación de los chicos y los encontró riéndose. Pero cuando lo vieron, estos quedaron callados.

-¿Qué sucede?

-¡N-nada, Tanaka-san!

-Shinobu-kun, ve a ayudar a Nowaki a desempacar las maletas de la señorita Sakurako.

-¿Esa loca se quedara aquí? –pregunto, un poco malhumorado, Misaki.

-Shh… si te oyen, podrían castigarte, Misaki-kun. Pero sí, la loca se quedara aquí. –susurro cómplice Tanaka-san. –Por ahora solo podemos atenderla bien. No creo que se quede por mucho tiempo.

 

Sacudió el cigarrillo contra el cenicero. Sakurako estaba sentada en uno de los muebles. Akihiko se acomodó en el sofá que estaba en frente de la joven.

-¿Cuánto tiempo te vas a quedar aquí? –pregunto sin mirarla.

-¿Eh? ¡¿Así le hablas a tu prometida?!

-Ya no tenemos ningún compromiso. Quedo nulo.

-¡Yo te amo, Akihiko!

-Esa frase la he escuchado hasta el cansancio… ya abúrrete de esa frase vacía y sin sentido. Además si realmente me amaras, nunca te hubieras acostado con Haruhiko.

Sakurako se quedó callada. Empezó a llorar. Akihiko se levantó y se dirigió a la puerta.

-¡Haruhiko me forzó! –el rímel se le corría por las lágrimas. –Él me obligo a tener sexo… yo no quería…

Akihiko carcajeo un buen rato y luego con seriedad la miro directamente a los ojos.

-No me vas a engañar con esas lágrimas. Cuando yo los encontré, parecía que lo disfrutabas. Si no me equivoco, también decías que lo amabas.

-N-no, no es así… ¡Akihiko, yo te amo a ti!

-Solo tienes una semana para que te quedes en mi casa mientras vas pensando en cómo le dices a tu padre que no me casaré contigo, además de que compres tu boleto de regreso a Francia.

Sakurako abrazo por la espalda a Akihiko. Enterró su cara en la espalda ancha del peli plata. Recorrió los pectorales firmes y lo volvió a abrazar.

-Yo sé que tú aún sientes algo por mí… sino no actuarías así.

-Suéltame. –se volteó el peli plata y la cogió de los brazos.

-Tú me sigues amando y yo te amo; entonces, ¿por qué me tratas así? –Sakurako cogió la mano del peli plateado y lo puso encima de sus grandes pechos, a la altura del corazón. -¿Lo sientes?

Luego de esto, se empino y besó sin ningún pudor al escritor. Akihiko se sorprendió por el acto pero luego correspondió el beso. Ahora se besaban apasionadamente. Akihiko acariciaba el cuerpo voluptuoso de Sakurako. Dando pasos torpes, chocaron contra el escritorio.

-Sigues siendo tan atrevido, Akihiko… -ronroneo la mujer. –Sabía que aún me amas…

 

La habitación de color crema se veía armoniosa con el color de la cama y las sábanas. Nowaki alistaba la cama y se encargaba de darle una buena apariencia. Mientras, Shinobu acomodo unas cuantas toallas en la gaveta. Este suspiro pesadamente.

-Nowaki-san, ¿Por qué tenemos que hacer todo esto? Es aburrido….

-Lo sé, Shinobu-kun. Pero la chica que vino es muy importante. Ella es la prometida del joven Akihiko.

-¿Eh? –Shinobu cruzo los brazos. –Me cae mal esa chica.

-¿Por qué dices eso, Shinobu-kun?

-Ya has visto como trato a Misaki. Ella es muy déspota. Es solo apariencia. Solo con verla, me da muy mala espina.

-Mmm… ella fue siempre así desde que tengo memoria. Siempre fue caprichosa e infantil pero creo que se comporta así porque en el fondo se siente sola.

-¿No crees que la estas subestimando, Nowaki-san?

-¿…?

-Si fuera como tú dices, trataría bien aunque sea un poco a los demás con tal de no sentirse sola. Además, ver que trato mal a Misaki y luego puso una carita de santa ante “Bakahiko”, no me sorprendería saber que es una de esas mujeres manipuladoras.

-Tienes una percepción muy aguda, Shinobu-kun.

 

Misaki salió del cuarto de sirvientes acompañado de Tanaka-san. Cuando se fueron a la cocina, Tanaka-san le pidió que llevase el té a los invitados. El mayordomo suponía que la atmósfera entre la pareja sería mala. Misaki alisto la bandeja y se dirigió con cuidado a la oficina del peli plateado.

-“¿Por qué era el único que estaba sin quehaceres?” –suspiro pesadamente. –“Tener que llevar el té a dos personas que me han tratado mal… sí que tengo mala suerte…”

Toco la puerta un par de veces. No hubo respuesta. Tanaka-san le indico que si no respondían simplemente pasara a la habitación sin ningún inconveniente. Así lo hizo, pero al ingresar a la habitación nadie lo preparo para lo que sus ojos vieron: Akihiko y Sakurako estaban semidesnudos. La joven estaba recostada en el escritorio, tenía los pechos descubiertos y abría las piernas. Mientas, Akihiko estaba con la camisa desabotonada y con los pantalones abajo. Soltó la bandeja.

-¡¿Misaki?! –pregunto incrédulo el peli plateado.

-¡L-lo siento! –Misaki limpio apresuradamente con la toalla que traía la alfombra que empezaba a ensuciarse. Y cuando recogió los pedazos de porcelana se cortó el dedo. -¡Ouch!

-Aparte de irrespetuoso, es un torpe y entrometido…

Sakurako seguía encima del escritorio. En cambio, Akihiko se apartó de Sakurako; se acomodó los pantalones y arreglo su camisa. Misaki se levantó pero mantuvo su mirada en el suelo. Se disculpó nuevamente y, en un santiamén, se retiró de la habitación.

-¿Continuamos, Akihiko? –dijo con voz melosa la castaña.

-Vete, Sakurako. Quiero estar solo. –respondió de manera seca el peli plata.

-¿Eh? ¿Qué tienes, Akihiko? No me vas a decir que por ver al mocoso ese se te fueron las ganas o ¿sí?

-… Vete.

-¡No lo puedo creer! ¡¿Qué te paso?! ¡Si antes teníamos sexo aun si habían sirvientes mirando!

-Suficiente, Sakurako. Vete de aquí.

 

Misaki corría torpemente con la bandeja en manos. Se sentía repleto de emociones. Tenía tantos sentimientos encontrados que no le importaba el dolor en su dedo índice. Por alguna razón se le oprimía el pecho al recordar la escena vista. Sentía rabia e inexplicablemente tristeza.

-¿Me estoy volviendo raro como los que viven aquí? –Misaki sacudió la cabeza en negación. –No, no, no. ¡No! ¡Yo soy un chico común y corriente! Solo estoy un poco impresionado por aquella escenita, eso es todo… si, es solo la impresión…

Ahora más calmado, camino hacia la cocina con paso lento. Tanaka-san lo encontró cabizbajo. Le sorprendió más aun cuando vio su dedo ensangrentado.

-¿Misaki-kun, que pasó? –Le miro preocupado el mayordomo.

-¡Ah! Tanaka-san, solo es un pequeño corte. Hehehe, supongo que la loca tenía razón… soy torpe.

-¿Ellos te hicieron algo?

-No, no me hicieron nada. Además… etto… ellos no estaban en una situación incómoda como usted creía. Más bien parecía que disfrutaban de su reencuentro…

-¿Disfrutando? ¿Reencuentro?

-Ellos… –Misaki se ruborizo al recordar. –Ellos estaban…

Tanaka-san comprendió. Asintió con la cabeza y le dio palmaditas en la cabeza al castaño.

-Lo siento, Misaki-kun. No quería hacerte pasar un mal rato.

-¿Por qué se disculpa, Tanaka-san? Usted no hizo nada malo. Además no me afecto taaanto como cree. Despreocúpese, ¿sí?

Tanaka-san le miro con ternura y le sonrió. De pronto, apareció Nowaki. Este quedo encantado con la escena. Le gustaba ver sonreír a Misaki y por supuesto que también a Tanaka-san después de un largo día de trabajo.

-Tanaka-san, termine de acomodar la habitación de la señorita Sakurako.

-¡Oh! Gracias, Nowaki.

-¿Misaki-kun, que paso con ese dedo?

-¿Eh? ¿Esto? –levanto su dedo mostrando su herida. –Esto no es nada.

-Se te puede infectar, debemos tratar esa herida. –Nowaki cogió de la muñeca a Misaki. –Ven conmigo, te curare.

-Sí, Misaki. Ve con Nowaki. –sonrió Tanaka-san como si estuviera orgulloso del azabache. –Él es bueno curando a los demás.

-¿Eh? –Misaki los miro a los dos. –D-de acuerdo.

 

Tanaka-san los vio desaparecer entre los pasillos. Luego se dirigió a la oficina del peli plateado. Cuando entro vio a Akihiko sentado en uno de los sofás. Lo veía muy pensativo.

-Joven Akihiko, ¿se siente bien? ¿Le traigo algo para que se relaje?

-… No, Tanaka-san. No es necesario. –Akihiko encendió un cigarrillo. –Tengo que terminar con esta situación con Sakurako de una vez. Es suficiente de todo este teatrito.

 

Caminaba enojada por los pasillos. Le enojaba que Akihiko no se haya dejado llevar por el momento. No le importaba si él estaba saliendo con alguien, sabía que Akihiko estaba loco por ella. Y por supuesto ella quería tener sexo con el peli plateado. Tenía que reconocer que el sexo con Akihiko era demasiado bueno, muy placentero. Pero todo se echó a perder. Todo por el mocoso…

-¿Cuál era su nombre? Mmm… –lo  recordó. –Misaki.

Fue la primera vez que vio a Akihiko arrepentido y avergonzado de mostrar una escena así. Le enojaba que alguien le quitara la atención de su presa. Respiro profundo. Ya tendría otra oportunidad con el peli plata. Tenía que ser paciente tal como había dicho su padre… solo era cuestión de tiempo.

-Ya caerás otra vez por mí… pero por ahora… tengo que distraerme un poco… ¿Dónde estará Nowaki?

Llego hasta la habitación de los sirvientes, se detuvo un rato para arreglar su vestido y también se acomodó su vestido. Entonces escucho la conversación de los jóvenes.

-Nowaki-san… No, no quiero…

-Pero, ¿por qué no?

-Me duele… duele mucho… ¡Mmm!

-Vamos, Misaki-kun. Solo relájate que yo me encargo de todo. Lo hare despacio.

Sakurako quedo rígida como una piedra, más aun cuando escucho una tercera voz: Shinobu.

-Yo les ayudo. No puedo quedarme tranquilo cuando los veo así. Misaki, no hay nada de que temer. Sabemos que si queremos que esto termine, tienes que cooperar.

-No… no quiero. ¡Me duele!

-No hay de otra. Nowaki-san, yo lo sujetare mientras tú terminas de hacerlo.

-¡No! –escucho el grito del mocoso. Pero luego se escuchó un grito ahogado, como si le taparan la boca. -¡Mmgh!

-Misaki, no grites. Nos escucharan. ¡Nowaki, ahora!

 

Sakurako se cubrió las orejas y salió corriendo. ¿Qué hacían los sirvientes? Ni ella había hecho un trío en su vida. Pero primero, ¿era posible entre hombres? Solo ese pensamiento le dio escalofrío… continuo pensando eso, buscando alguna respuesta a sus dudas hasta que fue sorprendida por Tanaka-san.

-Señorita Sakurako, la llevare hasta su habitación. –Tanaka-san la miro fijamente. -¿Señorita Sakurako?

-Esta mansión se ha convertido en un hotel de amor, los sirvientes ya no respetan nada. ¡Qué horror!

Tanaka-san solo la  miro confundido. No entendía a que se refería, pero la chica no dijo nada más y él por su parte no pregunto nada.

 

Misaki suspiro. Su respiración regresaba a la normalidad después de aguantar el dolor. Shinobu puso los brazos en su cintura y le sonrió. Nowaki guardaba el botiquín de primeros auxilios.

-Ves, Misaki. Después de todo, tu herida ya no se infectara.

-Pero dolió un montón al echarme el agua oxigenada… y luego colocar el ungüento…

-Todo eso es por tu bien, Misaki-kun. –hablo amablemente Nowaki.

-Sí, ya lo sé… Muchas gracias, chicos.

Misaki miro su dedo vendado. Recordó a su hermano cuando lo curaba cada vez que se cortaba en la cocina. Sacudió su cabeza. No podía permitir que la melancolía lo invadiera.

-Misaki, ya es hora de dormir.

Shinobu se subió al camarote. Los demás se habían acostado ya en sus camas. Cuando él se recostó, recordó la escena de la tarde. Otra vez la rabia y la tristeza lo invadieron.

“Onii-chan, ¿por qué me siento así? ¿Alguna vez te paso lo mismo?”

Poco a poco, sus párpados fueron cayendo. Aun no tenía la confianza suficiente como para comentar sus problemas con lo demás. Su hermano le habría explicado el motivo de sus sentimientos y también le habría aconsejado que hacer; pero al hallarse sin él, no le quedaba de otra que averiguarlo por sí mismo. Ya mañana sería otro día, quizá no sería el mejor… pero rogaba que no fuera tan complicado.

Notas finales:

No sé si les habrá gustado… pero me alegro de haber escrito el capítulo. Me divertí mucho haciéndolo. Aunque tengo que confesar que no sabía escribir la parte en el “reencuentro” de Usagi-san y Sakurako 7w7

Me gusta el yaoi y siempre he visto como los chicos lo hacen, por lo que me resulto raro escribir entre un hombre y una mujer (=3= seeh soy rara…) ¡Mi mejor amigo Sebas me recomendó ver algún anime hentai para darme una idea! Me dijo que para ser una buena autora, uno tiene que investigar muy bien a pesar de que no nos guste el tema… Pero no lo hice… ese mundo me da miedo… me quedo con el yaoi *o*!!!

Bueno, espero me dejen algún review para ver que tal les pareció el capítulo.

También les pido que valoren a las personas que están a su lado. Díganle que los quieren muchísimo y valoren el tiempo que les dan. No esperen a que sea tarde para decírselos.

Cuídense mucho. Nos leemos pronto n.n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).