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ÁMAME o los problemas comienzan por mayita1513

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Notas del capitulo:

Holaaa!!!!

He regresado con un nuevoo capoooo!!! Siiii!!

Hasta yo me siento feliz de publicarlo xD 

jeje 

Las dejo leer ;)

 


(Yixing)


 


La cena pasó de ser amigable a una de incomodidad.


 


Al salir Baekhyun de la casa y tras de él, el mejor amigo de Kai, Minseok tomó sus cosas y salió de inmediato. Se despidió con cortesía y entró a su auto donde Jaehyo le estaba esperando.


 


En la casa solo nos quedamos los cuatro, Kai, Victoria, Luhan  y yo.  Victoria recogió los servicios y fue a lavarlos. Yo me quedé en el comedor limpiando la mesa, trataba de ayudarle en lo que podía. Luhan se fue a nuestra habitación y Kai ayudó a mi amiga a limpiar los trastos.


 


¿Por qué mi novio se negaba a hablar a mis amigos? Luhan nunca había sido un  antisocial, y ahora lo era. No me gustaba para nada aquella actitud de su parte, yo nunca me he negado a conocer gente de su entorno pero él si lo hace conmigo. No me parece justo.


O no le agradaban mis amigos, o algo me estaba ocultando. De saber qué. Y si Luhan no me lo pensaba decir, pues tendría que averiguarlo por mi cuenta.


 


 


(Baekhyun)


 


Sé que esto no debería estar pasando. Sé que estoy cometiendo un error. Sé que Chanyeol no debería ir a mi hotel. Y sé también que no debería darle una oportunidad, ni escucharlo si quiera.


¿Qué estaba haciendo? Debería dar marcha atrás y bajarme del taxi que nos llevaba al hotel. Al final de todo, nadie me aseguraba como íbamos acabar esa noche.


 


-Tu cabello se ve diferente… - comentó de pronto. Chanyeol estaba sentado a mi lado y me estudiaba con la mirada. 


-Siempre ha sido así. – respondí.


-No – negó de inmediato – Lo tenías más cuidado.


-¿Qué insinúas? – me ofendí.


-¿Por qué has dejado de maquillarte? Tus ojos resaltaban mejor cuando estaban delineadas.


-¡Qué te importa! – alcé la voz – Estas provocando que me arrepienta de seguir con esto.


-De acuerdo. Lo siento. Solo me parece raro por cómo te vez ahora.


 


Le fulminé con la mirada. Si no se callaba iba a reconsiderar en ir o no al hotel.


 


-No diré nada más.


-Eso espero – advertí sin quitar la mirada asesina que le mostraba.


 


Al llegar al hotel, Chanyeol fue quien pagó el taxi. Entramos por la puerta principal y luego subimos por el elevador hasta el piso donde estaba hospedado. Era una suit, con ventanas casi ocupando todo el piso. La luz de la luna entraba e iluminaba la estancia, no era necesario prender las luces pero ya que me encontraba con Chanyeol no quería que el lugar tuviera ese toque de romanticismo.


Encendí las luces y Chanyeol se quedó anonadado por el lugar. Su mirada recorrió todo alrededor como si fuera un niño.


 


-Es un lugar muy bonito… - comentó.


 


Ignoré su comentario y caminé hasta la esquina de lugar donde se encontraba un mini-bar. Saqué el vino de la estantería y serví en dos copas. Una vez lleno a la mitad le entregué una copa a Chanyeol y con la mía en manos caminé hasta la terraza. Chanyeol me siguió y me acomodé en la mesa que se encontraba en el centro del lugar.


 


-Acomódate donde gustes – invité a sentarse en algún asiento disponible.


-Gracias. – escogió un lugar delante de mí.


 


Chanyeol empezó a mirarme con intensidad y yo opté por desviar la mirada. No quería sentirme vulnerable, no en estos momentos. Tomé un sorbo de vino y con expresión seria continué.


 


-Y bien… ¿Qué es lo que tienes para mí?


-Eh… ¿Quieres qué lo diga así? ¿Sin más?


 


Me encogí de hombros dándole a entender que no me importaba la forma en cómo lo dijera, solo quería que lo hiciera de una vez.


 


-Me da igual. ¡Suéltalo ya! Quiero dormir temprano y estoy muy cansado.


-Por favor Baekhyun, esto no es algo fácil de decir. Si lo digo todo de un disparo no me creerás.


-Me gustan las cosas directas, no des más rodeos.


-Tengo que empezar de a pocos.


-Pues entonces comienza.


 


Me miró sorprendido, sin quitar la intensidad de aquella mirada. ¡Dios! Me ponía nervioso. Aun después de estos años conseguía ponerme de esta forma tan estúpida.


 


-¿Me creerías si te digo que tu padre tuvo que ver en todo esto? – preguntó cauteloso.


-¿Mi padre? – ¡no podía creerlo! Ahora metía a mi padre – No intentes verme la cara. No metas a mi padre en esto.


-No estoy viéndote la cara. Te lo pregunto enserio.


-No estas siendo serio. Mi padre juró dejarte tranquilo una vez yo me fuera del país y me concentrara en seguir sus pasos.


-No lo hizo. – aseguró – No me dejó tranquilo.


-No mient… - intenté defender a mi padre.


-¡ME TORTURABAN! – estalló de pronto – No digas que miento porque no lo hago. Tu padre me hizo la vida imposible estando en el ejército – No supe que decir. Y tampoco tenía como defender a mi padre. Reconozco que no confió en él y que nunca pondría las manos al fuego por su inocencia. Pero por Chanyeol era diferente. ¿Me estaría mintiendo ahora? Lo más seguro es que sí, pero quería escuchar que otras cosas más tenía para mí. – Me golpeaban y me obligaban a permanecer despierto por más tiempo. Me torturaban Baekhyun, y lo único que deseaba en esos momentos de tortura y angustia era poder salir de ese lugar y estar contigo. Pensaba en ti en cada momento…


-¿Y por eso me cambiaste por otro? – pregunté irónico.


-No, Baekhyun. Nunca te cambié por otro. Jamás me acosté con otro mientras estuve en el servicio militar y tampoco lo he hecho durante todo este tiempo. Quiero recuperarte…


-¿Y piensas que será así de fácil?


-Si escuchas por completo toda la historia, tal vez puedas cambiar de opinión.


 


Me mordí la lengua y me abracé a mí mismo. No tenía otra opción, solo escucharlo ya que para eso le había traído. Para escuchar todo lo que tuviera que decirme.


 


-Creí que el maltrato que recibía era por ser homosexual. Además que mis superiores sabían sobre las noticias. Me trataban como si de verdad fuera yo un secuestrador. Al principio no me importó lo que pensaran de mí, en verdad no me importó. Pero el día de saber porque me maltrataban llegó, mi superior me llamó de pronto después de ir a entrenar, dijo que tenía visita. Me pareció raro ya que no era ni día ni hora de las visitas, pero luego lo entendí. Tu padre… - pronunció con precaución y estudiando mi rostro – Tu padre se encontraba con varios de mis superiores y me esperaba, a mí. Creí en la posibilidad de que tú vinieras con él, pero no fue así. Él se encontraba solo, con sus guardaespaldas pero al final solo. Sin ti. No entendía porque estaba ahí, se supone que ya no tenía nada que ver con él después de que tú aceptaras irte y dejarme. Pero tu padre lo había planeado todo. Me amenazó, Baekhyun. Me dijo que si no terminaba contigo se metería con mi familia. Que mi madre y hermana pagarían las consecuencias… - sus ojos se estaban volviendo vidriosos – Tuve miedo por ellas. No por lo que me pudieran hacer están ahí dentro, no. Sino por ellas. Su bienestar dependía de mí, con la única condición de dejarte y terminar definitivamente. 


-No puedo creerte…


-Es la verdad. – una lagrima escapó de sus ojos, pero se la limpió de inmediato – Todo lo que te dije fue por mi familia, por protegerlas a ellas. Baekhyun, nunca te he engañado. Te mentí desde el momento en que te vi después de meses. Sabía que no me creerías tan fácil y fue por eso que inventé que te engañaba. Baekhyun, dime que me crees. Dime que me estas creyendo. – pidió. 


 


Me quedé mudo y mirando cómo es que reprimía las ganas de llorar. ¿Qué podía decirle? ¿Qué le creía? ¿Lo hacía? Una pequeña parte de mí si le creía, estaba loco por abrazarlo y consolarle, pero como dije: No iba a ser tan fácil.


 


-No sé qué pensar… - fue lo único que salió de mis labios.


-Sé que es difícil de asimilar. Sé que también puede que no me creas, pero solo quería que me escucharas.


-Ya lo hice. – respondí indiferente.


 


Me miró con sorpresa. No se esperaba tal respuesta de mi parte. ¿Estaría siendo muy cruel? Después de todo no es que esperara un abrazo de mi parte. No debía ser tan demostrativo.


 


-¿Qué piensas de todo? ¿Me crees? – preguntó inseguro.


-Que… - me levanté incómodo y tomé un sorbo de vino. Salí de la terraza y dejé mi copa vacía sobre el mini-bar. Cuando me giré observé que Chanyeol estaba de pie en medio de la sala, aun esperando mi respuesta. – En parte te creo… pero se me hace difícil asimilar – confesé.


-¿Necesitas tiempo?


-Mucho. Mucho tiempo.


-Entonces… - caminó hasta mi posición, y dejó su copa vacía al igual que yo – Será mejor que me vaya. – caminó lento hasta la puerta y se detuvo antes de salir. - ¿Te parece bien si te busco la otra semana?


-No – negué.


-¿Dos semanas?


-No – volví a negar.


-¿Me llamarás?


-No.


-Entonces… No quedamos en nada. – concluyó.


-Si sales por esa puerta no quedaremos en nada.


-No entiendo.


-Que si sales no pienso buscarte. O solucionamos el problema ahora, o no hay nada después.


-Pero no me dices nada. Ni siquiera lo que piensas.


-¡No sé qué pensar! Y sí, necesito tiempo. Pero quiero solucionarlo todo ahora.


-¿Ver si lo nuestro vuelve a renacer una vez más?


-Realmente no lo sé. Estoy molesto. ¿Cómo pensaste que lo tomaría? ¿Qué te abrazaría y besaría después de escucharte? ¡No! No puedo perdonarte después de todo este tiempo.


-Tenía la ilusión de que así sea. – confesó.


-Así como tu sufriste yo también lo hice. Soy consciente de que ahora soy una persona fría y que únicamente se concentra en el trabajo. No me interesa nadie y tampoco quiero interesarme en nadie. No quiero volver a pasar por lo mismo. Es que… es que… tengo miedo. Miedo de volver a pasar por la misma desilusión otra vez.


-Baekhyun, yo aún te sigo amando. Y no he dejado de hacerlo en ningún momento.


-Te odio.


-No me digas eso… - murmuró.


-Te odio por no habérmelo dicho desde un principio. Te odio por haberme engañado de esa manera. Por mentirme y decirme que ya no me querías. Te odio por el sufrimiento que me hiciste pasar. Yo…


-Por favor no sigas. – habló pero esta vez más bajito, como un susurro – Yo también me odio por ello.


-Pero te amo. A pesar de todo te amo.


-Baekhyun…


-No sé si debo perdonarte, aunque una parte de mí ya lo ha hecho. Tengo miedo de volver a enamorarme de igual o tanto como alguna vez te amé. Tengo miedo de empezar algo, porque siento que al final me quedaré solo. Y odio quedarme solo.


-No te dejaré otra vez. Nunca más – sus pasos fueron acercándose.


-¿Me lo prometes?


-Te lo juro. Si es necesario huiría contigo ahora mismo.


-No quiero huir.


-Entonces no huiremos. Si quieres quedarte yo me quedaré contigo. No pienso alejarme, ni alejarte de mí – acarició mis mejillas con sus pulgares y yo se lo permití


-Yo…


-Dime que me has perdonado. – rogó.


-No sé…


-Quiero empezar todo una vez más. Dímelo ahora… - apoyó su frente junto a la mía – pero si me dices que ya no me quieres a tu lado yo entenderé. Aunque por dentro muero, pero entenderé…


-No quiero volver a quedarme solo. No esta noche.


-Eso quiere decir que…


-Que existe la pequeña posibilidad de que te perdone.


-No sabes cómo me gusta escuchar aquello.


-Y yo me siento emocionado por decirlo.


-Te amo, Baekhyun.


-Te amo, Chanyeol.


 


Chanyeol no dudó en acercarse y rosar mis labios. Solo fue un roce y sentí una leve electricidad en mi columna que terminaba en mi parte baja. Solté un gemido y Chanyeol sonrió. Aún provocaba el mismo efecto en mí y él se había dado cuenta de ello.


Besó mi mejilla, mentón y cuello. Empezó a succionar mi cuello y mi pulso aumentó en consideración.


 


-Chanyeol… - intenté alejarlo empujando su cuerpo del mío – No ha pasado ni un día.


-¿Y quieres esperar más? – susurró en mi oído.


-La verdad no. – me sinceré – Pero no tengo condones. No lo hago tan seguido.


-¿No lo haces tan seguido? ¿Lo has hecho con otra persona? – plantó sus ojos a los míos.


-No. Después de ti no hay nadie. – volvió a mostrar una sonrisa.- ¿Y tú? – pregunté con temor.


-Tampoco hubo, ni habrá nadie.


 


Me sentí aliviado por su respuesta. Era lo que quería oír.


 


-Si el problema es que no tienes condones, pues iré por ellos.


-Jajajaja. Vamos juntos. Soy algo especial con los sabores… - le sonreí.


-Entonces no esperemos más. Muero por estar dentro de ti.


 


 


(Jongdae)


 


Sohee el día de hoy está molesta conmigo. Molesta es poco, está furiosa. Me ha reclamado en todo el día del por qué no me defendí ante Minseok. No he sabido explicárselo, pero simplemente no podía devolver el golpe, tan simple como eso.


 


Ya es de noche y ella no se digna a hablarme. No ha salido de su recamara después de nuestra discusión, a menos que sea para ir al baño. Y yo, no me he movido del hotel. Sé que Minseok está hospedado en este mismo lugar, solo estoy esperando a que llegue. No me he despegado de la ventana desde que le vi salir con ese tipo quien siempre le acompaña. Ya son más de media noche y aún no llega. ¿Vendrá a dormir esta noche? Tiene que venir, dónde entonces se quedaría.


 


-¿Qué haces ahí? – su voz resonó en todo el lugar – No te has movido de ese lugar desde que he ido al baño, y eso ya pasó hace dos horas. – reclamó.


-Sohee, déjame en paz.


-¿A qué hora vas a dormir?


-A la hora que llegue Minseok.


-Son más de media noche.


-Sohee no molestes. No me iré a dormir hasta que llegue. Necesito hablar con él. Necesito saber que sucedió.


-No te das cuenta que él no quiere saber nada de ti. ¡Deberías verte al espejo y ver el color de tu pómulo, a ver si así te recuerdas el golpe que te dio!


-Vete a dormir Sohee. Déjame tranquilo.


-¿Qué no te das cuenta? – volvió alzar la voz – No quiere nada contigo, Jongdae. ¡NO QUIERE NADA!


-¡CALLATE! – grité - ¡CALLATE! ¡CALLATE! – cubrí mis oídos para no escucharla más. – Si estás aquí para gritar y reclamarme será mejor que te regreses a New York. ¡NO TE NECESITO! ¡NECESITO A MINSEOK! ¡SOLO A ÉL! – alcé mi mano y tiré al suelo el vaso con el contenido de Whisky que estaba bebiendo.


 


Los pedazos salieron volando por varias direcciones y Sohee, mi mejor amiga, se estremeció ante mi acto. Ella se puso a llorar y no hice nada por consolarla.


 


-Bien, entonces regresaré a New York mañana mismo si es necesario. – se giró sin más y regresó a su habitación encerrándose una vez más dentro.


 


No la seguí, mucho menos pensaba hacerlo. Salí del apartamento y me dirigí al elevador para ir al Bar del Hotel. Pedí Whisky, lo común en mí. El Bar daba hacia la entrada principal, que mejor que esperar aquí hasta su llegada.


 


Pasaron un par de horas más, y en ningún momento pegué el ojo. Estaba por darme por vencido, por subir a mi habitación e intentar más tarde, pero me detuve en la entrada del Bar cuando lo vi llegar. Él no se percató de mi presencia, caminó con mucha seguridad hasta el elevador, y a su lado se encontraba el mismo hombre de toda la vida.


 


Aceleré mi andar para alcanzarlo, pero las puertas se cerraron y no pude llegar a tiempo. Me fijé en los números sobre la puerta. El elevador se detuvo en el piso 23 y me apuré a subir en el otro elevador.


Estuve impaciente hasta llegar al piso. El problema ahora era, en cuál de las dos suit del piso se encontraba.


Me mordí el labio indeciso. ¿Cuál de las dos puertas debía tocar? Asomé mi oído a una de las puertas, esperando que haya alguna señal de la voz de Minseok.


 


Dentro pude oír el sonido de besos y uno que otro gemido. Pegué más mi oído a la puerta, tanto que quise ser uno con la puerta. Los gemidos se intensificaron. Quise escuchar más pero el sonido de la radio se escuchó de repente.


Estaba casi seguro que los gemidos eran de Minseok, era suyos. Lo sabía, no podía olvidarlo, ni tampoco confundirlos.  Entonces empecé a tocar la puerta.


 


“Minseok, abre la puerta. Sal.” - pedí al cielo.  Seguí tocando insistente.


 


Los gemidos dejaron de escucharse, y unos pasos firmes se escuchaban acercarse. Los pasos se intensificaron, y la puerta se abrió. No era la persona que esperaba, sino el fiel seguidor de Minseok. Estaba desnudo, completamente desnudo y no tenía pudor de mostrarse así delante de mí.


 


-Creo que tenemos visitas... - comentó de pronto. Abrió más la puerta dejándome ver a Minseok sentado en una silla en mitad de la sala, sus manos amarradas detrás de esta y los ojos cubiertos con una corbata. Él también se encontraba desnudo y con su miembro totalmente despierto.


-¿Quién es? - soltó con una voz cansada y excitada.


 


Me quedé mudo, sin saber qué hacer.


 


-Invítale a que juegue con nosotros.


-¿Estás seguro?


-Jaehyo, invítale. De todos modos ya me está viendo desnudo...


-Como gustes... - el tal Jaehyo se encogió de hombros. Me tomó fuerte del brazo izquierdo y me arrastró hasta quedar dentro de la habitación.


 


Luego me lanzó sobre el suelo y caí sobre mis brazos protegiendo mi cuerpo.


 


-Cuida a nuestros invitados, Jaehyo. No seas tan descortés. ¿De quién se trata ahora? ¿Heechul o Key?


-Ninguno de ellos.


-Hmmmm, así que es nuevo. Interesante. Deja primero que nos observe.


-En eso estoy de acuerdo contigo.


 


Jaehyo se alejó de mi lado y se acercó hasta Minseok.


Con una mano acarició su pecho desnudo y poco a poco subió hasta cuello, clavícula y mejillas. Acariciaba su rostro como si le perteneciera, y Minseok se le entregaba como una gata en celo.


 


-¿Quieres chupármela, Xiumin? - yo negué con la cabeza a Jaehyo, esperando que él desista de su propuesta.


-¿Lo quieres? - Minseok preguntó con voz seductora.


-Me encantaría que nuestro invitado se lleve una buena impresión.


-¿Y él jugará?


-Eso depende si le gusta lo que vea o no. - se encogió de hombros tan descaradamente.


 


Con una mano empezó a estimular su miembro. Tal acto me pareció asqueroso, todo el ambiente y la forma en cómo estaba Minseok también.


Una vez que su pene estuvo erecto, con la otra mano acarició el mentón de Minseok guiándolo a que girara hacia su lado. Sin dejar de mirarme, guió su miembro a la boca de Minseok quién recibió gustoso. Empezó a succionarlo, lamerlo, chuparlo y tragárselo por completo. La imagen me dio más asco… giré mi cabeza para no verlos y evitar que me dieran arcadas. Los gemidos de Jaehyo se escuchaban en toda la habitación, hasta el sonido me parecía perturbador.


 


Llevé una mano a mi boca e intenté reprimir las arcadas. De pronto los gemidos de Jaehyo cesaron, me giré para verle y observé que se colocaba los pantalones. Su miembro aún seguía erecto, no se había venido en la boca de Minseok.


 


Cuando terminó de acomodarse los pantalones se acercó hasta mí.


 


-Juega un poco. - invitó Jaehyo y me dio un empujoncito en la espalda.


 


Muy silencioso me acerqué a Minseok. Le acaricié la mejilla como antes lo hacía. Acerqué mi rostro al suyo, y me detuve a escasos centímetros de sus labios.  


 


¿Por qué no podía ser el mismo Jongdae de antes? Ese que se acostaba con cualquier chica sin importar ni siquiera cual fuese su nombre. Esa persona que se burlaba y menos preciaba a las personas que eran inferiores. Ese que no le importaba una rábano lo que los demás sintieran o pensarán.


¡¿Por qué no podía serlo?! La respuesta era simple, por Minseok. No este que tenía delante de mí desnudo y gimiendo. No. Este no era el Minseok del quien yo me enamoré. 


 


-¿Te atreves a jugar? - preguntó Minseok en un murmuro.


 


¿Me atrevería? Claro que no. Yo no quería a esta persona que se hacía llamar Xiumin. Mucho menos compartirlo. Este era otra persona en el cuerpo de Minseok. ¡Maldito sea! No voy a caer en sus redes... pero tal vez puedo intentar que entre en razón.


 


-No - negué en un murmuro casi de la misma forma del cómo me había hablado cerca de mi oído - Si juego contigo de esta manera... ¿Tu abuela lo aprobaría? ¿Qué piensa ella al respecto de tu nueva vida? ¿Lo aprueba?


 


Minseok se puso rígido y al instante separó su rostro de mi oído. Se sintió frustrado al no poder verme directamente, sacudió su cabeza en un intento de zafarse la corbata que cubría sus ojos. No puedo hacerlo, y de pronto su cuerpo se relajó acomodándose una vez más en el asiento.


 


-¿Qué haces aquí? - preguntó a la nada - ¡Jaehyo, desátame las muñecas!


 


Jaehyo obedeció al instante y una vez que Minseok tuvo las manos libres se quitó la corbata de los ojos. La mirada que me dirigió no era una de sorpresa, mucho menos de culpabilidad. Me odiaba, lo descifraba en sus ojos.


 


-El juego acabó. - dijo demandante esquivando mis ojos. Se incorporó para dirigirse dentro de alguna habitación de la suit. Lo di todo por perdido. No había forma, no había nada que pudiera hacer ahora.


-Puedes irte por donde viniste...


 


Le fulminé con la mirada a Jaehyo.


 


-Me iré no porque tú lo digas, sino porque ya no tengo nada que hacer aquí.


-Nunca debiste regresar.


-¿Perdón?


-Eso. Que nunca debiste regresar. Debiste quedarte con tu novia dónde quiera que estuvieras.


-¿Con que derecho vienes y me dices lo que tengo que hacer?


-Si te diste cuenta hoy… - me miró altanero - Xiumin no te necesita. Me tiene a mí. Yo he estado este último año con él. ¿No lo entiendes? Tu regreso fue en vano.


-Lo que sucede es que Minseok no me ha dado la oportunidad de hablar con él... a solas. - agregué altanero igual que él - Además, ¿Qué sabes de él? Puede que te guste demasiado, pero no lo conoces tanto cómo yo. Yo descifro el más mínimo gesto que él hace. Sé lo que le hace feliz y también lo que le hace sufrir. ¿Tú le conoces lo suficiente?


-Ja. Entonces dime, Jongdae. Cuando me chupaba las pelotas... ¿Qué sentía? ¿Le gustaba o no?


 


Apreté el puño con fuerza y caminé hasta su posición para propinarle un buen golpe. Pero justo antes de que mi puño impactara su rostro, él detuvo mi brazo muy hábilmente y con un movimiento rápido me dio un golpe en el estómago, cerca de la boca del estómago lo cual hizo que el aire se me saliera por el impacto.


Estornudé varias veces y llevé mis manos sobre mi estómago. ¿Por qué no podía ser más hábil con los golpes? ¿Por qué me había dejado golpear por este sujeto?


 


-Jaehyo, ya basta. - Minseok apareció con unos jeans ligeros y una polera, se colocó la capucha y caminó hasta la puerta. - Levántate, Jongdae. Iremos a un lugar, de visita…


-¡Quééééé! - Jaehyo dio el grito al cielo - ¿A dónde se irán? ¡¿Por qué?!


-No te interesa. Dije que el juego se había acabado y así es.


-¡¿Por qué Xiumin?! ¡No permitiré que te vayas con él!


Minseok me miró y ordenó - ¡Levántate de una vez!


 


Con dificultad y aún con el dolor en mi estómago me puse de pie. Minseok salió de la suit dejando a Jaehyo semidesnudo en mitad de la sala. Salí detrás de él. Le alcancé en el elevador, y él presionó los botones para que las puertas se cierren. Pero Jaehyo apareció impidiendo el cierre de estas.


 


-¡Xiumin no te vayas! - Jaehyo colocó ambas manos entre las puertas - Por favor, no. 


-Es necesario. Y sal de las puertas...


-¿Dónde irán?  Yo podría llevarte, y lo sabes.


-No.


-¿Estás llevando tu teléfono?


-¡Qué te largues! ¡Vete! - Minseok estalló en gritos - ¡Fuera! - y de un empujón sacó a Jaehyo de las puertas.


 


Jaehyo se resignó a no decir ni hacer nada más. Minseok le miró con una expresión seria, ni yo me atrevía a decirle algo.


Las puertas se cerraron, y el elevador bajó hasta el sótano. Una vez que llegamos y las puertas se abrieron, Minseok se dirigió hasta una camioneta negra con lunas polarizadas.


 


-Sube. Tengo algo que mostrarte. - dijo al entrar al carro.


 


No quise hacer preguntas mucho menos desistir. La realidad era que quería estar con él, y que mejor este momento. Solo estábamos los dos, solos, y sin Jaehyo como su perro guardián. Subí y me acomodé en el asiento del copiloto.


Minseok pisó el acelerador, salió del aparcadero y condujo hasta la carretera central.


 


-¿Dónde vamos? - me atreví a preguntar después de veinte minutos.


-Mencionaste a mi abuela... - respondió sin quitar la mirada de la carretera.


-Sí, lo hice.


-Preguntaste si ella aprobaba mi nueva vida. ¿Por qué no se lo preguntas tú mismo? Si tienes suerte... te responderá.


-¿Iremos a ver a tu abuela?


-Sí. Algo así. - se encogió de hombros indiferente.


-¿Por qué se mudaron a la Isla Jeju?


 -Ella nació en este lugar, a las afueras de la ciudad. Donde no hay edificios ni lujos, solo casas al estilo antiguo. La casa de ella está frente al mar. Tiene una vista preciosa.


-¿Y por qué no estás con ella?


 


Silencio. En ese instante sentí como si hubiera hecho la pregunta incorrecta. El cuerpo de Minseok se puso rígido y sus manos apretaban fuerte el volante.


 


-Tuvimos una discusión la última vez. Desde ahí no hemos vuelto hablar. - respondió sin dejar de apretar el volante.


 


¿Una discusión?  Imaginarme que tuvieron una discusión era realmente sorprendente. Algo no estaba bien. Tal vez una razón por la que discutieron era la nueva forma de vivir de Minseok. Lo seguro era que su abuela no lo aprobara.


 


El camino casi estaba finalizando. Llegamos a un pueblo al estilo antiguo como había mencionado. Las casas eran pequeñas, muy tradicionales.


 


Minseok detuvo el auto delante de una casa. Estás estaban con las luces apagadas, y había motivo para ello. Aún era de noche, solo faltaba una hora para que amanezca.


 


-Llegamos. Sal del auto. - ordenó.


 


Salí de inmediato para entrar a la casa con él. Pero mi sorpresa fue que él no entró a la casa, sino que la rodeó. Le seguí inseguro hasta llegar detrás de esta.


 


-¡Woooww! - me quedé maravillado ante la vista al mar. Y no solo eso, también había un puerto, antiguo pero intacto. - Este lugar es hermoso. - comenté.


-Lo sé.


-¿A dónde vas? - quise saber cuándo se dirigía al muelle.


-A ver a mi abuela. Para llegar donde ella tenemos que ir en yate.- corrí para darle el alcance.


-¿Por qué? ¿Hay una isla o algo así? - pregunté cuando le alcancé.


-No.


-¿Entonces?


-Deja de hacer preguntas.


 


Aceleró su paso y caminó por el muelle. Detuvo su andar, subió a un yate muy lujoso, quitó la cuerda que lo sujetaba al muelle, luego entró a la cámara de control y encendió el motor.


 


-¡Si te quedas ahí más tiempo me iré sin ti! - gritó desde adentro - ¡No me importa sabes! ¡Al final siempre vengo solo a este lugar!


 


Me apresuré a subir e igual que él entré a la cámara de control.


 


-¿Dónde vamos?


-Ya verás - respondió cortante.


 


Esta vez me quedé callado. No quise incomodarlo más con mis preguntas. Esperé ansioso por saber a dónde nos dirigíamos. Pasaron unos quince minutos aproximadamente y Minseok se detuvo en medio del mar. Aquí no había isla, ni mucho menos algo que se pareciera a una casa alrededor.


 


-Me preguntaste por mi abuela, ¿cierto? De si estaba de acuerdo con mi nueva vida. Pues bien. ¿Por qué no se lo preguntas ahora? ¿Tú mismo? - fruncí el ceño confundido - Si te responde, tienes suerte. Yo no la he tenido este último año.


-Minseok... ¿de qué hablas? Estamos en medio de la nada.


-Exacto... ¿Qué esperabas? Ella está muerta.


 


La noticia fue todo un impacto. Dentro de mi cabeza se escuchó un "booommm", una explosión. Minseok había tirado la primera bomba, cual recibí sin entrenamiento alguno ni protección.


 


-Dime que es una broma.


-¿Broma? ¿Por qué debería de bromear contigo?


-Es que... ¡No puede ser!


-¡¿Por qué no puedes ser?! - alzó la voz - Ella estaba mal. ¿Lo recuerdas? Tenía leucemia.


-¿Su enfermedad avanzó demasiado?


-Ja. No fue eso. Su tratamiento estaba funcionando bien. No murió a causa de su enfermedad. Murió a causa mía.


-No te culpes por su muerte


-¡¿QUÉ NO ME CULPE?! - gritó de repente - ¡¿Has escuchado lo que te he dicho en el camino?! ¡Te dije que peleamos! Eso fue lo que pasó.


-Eso no es posible. Tú no pudiste haber peleado con ella.


-Claro que si - me cortó... - ¿Y sabes por qué? Porque en una época de mi vida no quise conversar con nadie, ni mucho menos salir de mi habitación. Estaba harto que ella, intentaba meterse en mi vida todos los días. ¡TODOS LOS DÍAS! - volvió a gritar - Estaba cansado de ella y aquella vez que se metió a mi cuarto sin consentimiento... - se quedó callado y sus ojos empezaron a lagrimear - ¡Le grité aquel día! Le dije cosas horribles. Que no quería que se metería en mi vida, que todo era asunto mío y mi problema, pero ella insistió en hacerme entrar en razón. Fue muy insistente... y... y... - sus ojos no pudieron retener las lágrimas - Le dije que no la necesitaba... que quería que se muriera. Y así lo hizo. ¡ASÍ LO HIZO! Aquella noche la escuché llorar y no me importó. La ignoré por completo en su depresión. Y luego... no pasó ni una semana cuando la internamos en el hospital. 


-¿Por qué no me dijiste nada? ¿Por qué no me llamaste? Yo pude haber ayudado en su recuperación.


-No era necesario tu ayuda. - su voz arrogante y cortante volvió. Se limpió las lágrimas con las mangas de la polera - Luhan y Baekhyun pagaron todo. Hasta a los mejores médicos. Les debo mucho a ellos...


-¡NO CAMBIES DE TEMA! - grité esta vez. Estaba enojado por su silencio y por no haberme contactado sobre algo tan importante - ¡¿Por qué no me llamaste?!¡¿POR QUÉÉÉÉ?!


-¡PORQUE ME DEJASTE POR OTRA!


-Qué diablos... ¿Qué estás diciendo? No te dejé por otra.


-¿Y tu carta qué? ¿Tus fotos qué?


-No entiendo.


-Por favor. Dejémonos de tonterías. Sabes de lo que hablo.


-Pero...


-No, no, no - interrumpió - No es necesario que me lo expliques. En tu carta lo dejaste todo muy claro.


-No sé de qué me estás hablando. Nunca te he enviado una carta. No era necesario ¿no? Siempre te llamaba para conversar, ¿Por qué tendría que enviarte una carta?


-Para no afrontar la realidad, para no dar explicaciones, para votarme de la forma más simple... no lo sé. Hay muchas razones.


-¡YO NO TE ENVIÉ NINGUNA CARTA! - volví a gritar frustrado.


 


Minseok ya harto de la situación se acercó hasta los mandos de control. Abrió una caja debajo de este y sacó un sobre manila de su interior.


 


-¿Entonces qué es esto? - empezó a lanzar por todos los lados su contenido.


 


Muchas fotografías mías, caían al suelo. En algunas estaba solo, otras con amigos de la universidad, y la gran mayoría con Sohee. Las fotografías cubrieron todo el suelo y por último cayó una carta de las manos de Minseok.


 


-¿Ahora lo recuerdas?


-Nunca te envié estas cosas.


-¿Entonces quién fue? ¿Quién lo hizo si no fuiste tú?


-No lo sé.


-¿No lo sabes o no quieres reconocerlo?


-¡NO LO SÉ!


-¡YA ESTOY HARTO DE TI! Te diré donde quiero llegar con todo esto. No quiero que vuelvas a buscarme. Si mi abuela está muerta, es por tu culpa. ¡TU CULPA! Hubiera preferido que me dejaras de una forma correcta y no de esta manera - señaló las fotografías del suelo y la carta - Tal vez así no me hubiera afectado tanto. Tal vez así ahora mi abuela seguiría viva. - se calló de pronto, sin saber que más decir. Sin saber con qué más poder herirme, porque eso hacía. Todo lo que decía era para hacerme sentir mal. Quería que yo sufriera lo que el sufrió, me estaba devolviendo todo su dolor de alguna u otra manera. - Te odio. - soltó al final. 


-No me odias. No lo haces. Te conozco, y sé que todo esto me lo dices por querer vengarte de mí. Pero no me odias, aún sé que sientes algo por mí.


 


Minseok negó con la cabeza y sin decir más, encendió el motor de yate y lo puso a andar de regreso al muelle.


 


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Los primeros rayos de sol ingresan por la cámara de control. Ya ha amanecido.


Minseok no ha dicho una palabra más desde que tomó el control de yate.


Por mi parte, he recogido cada fotografía del suelo y las he analizado. Nunca envié estas fotos a Minseok, ¿Pero quién lo hizo? Soy consciente que estás fotos las he tomado con mi cámara, pero nunca han salido de mi computador. O eso creí.


Lo que más me sorprende leer es la carta. Aquella no es mi letra, pero tengo la sospecha de haberla visto antes. ¿Sería de Baekhyun? No tengo claro de quien proviene la escritura, pero es una escritura delicada... me hace recordar mucho a la de Baekhyun.


 


Al llegar al puerto Minseok salé del yate sin decirme nada. Esta ignorándome del todo, se asegura de anclar el yate y con mucha calma regresa con dirección a la casa.  Está despreocupado, como si en su interior tuviera paz consigo mismo. Tal vez así sea, después de habérmelo dicho todo, se siente más tranquilo. Ha expulsado lo que retenía por dentro y está bien. No importa que lo haya hecho conmigo, prefiero ser yo antes que lo haga con Jaehyo.


Me pregunto si él sabe de todo esto. ¿Minseok le habrá contado lo de su abuela? Puedo asegurar que no.


 


"¡Si te quedas ahí más tiempo me iré sin ti! ¡No me importa sabes! ¡Al final siempre vengo solo a este lugar!"


 


Si viene solo... concluyo que Jaehyo no conoce la existencia de este lugar. Me siento bien al descubrir aquello. Minseok solo ha compartido su secreto conmigo.


 


Le doy el alcance justo cuando él llega a su camioneta. Rodeo el carro para subir por la puerta el copiloto, pero mi sorpresa es mucha cuando Minseok echa en marcha sin siquiera esperar a que yo suba.


 


-¡Minseok! ¡Minseok! ¡MINSEOK!


 


Corro detrás del auto para que se detenga y espere, pero él me ignora. En vez de detenerse a pisado el acelerador y me ha dejado en este pequeño pueblo. Veo como la camioneta se pierde por la distancia, hasta que desaparece de mi vista por completo.


 


¡Genial! ¿Ahora cómo regreso al hotel?


 


 


(Chanyeol)


 


Ya ha amanecido y hasta ahora no hemos regresado al hotel. Salimos para comprar condones, pero Baekhyun es muy especial para elegir unos que les guste. Hemos caminado de farmacia en farmacia, y hasta de grifos a otros grifos. Estoy agotado, y al final de la noche, Baekhyun ha encontrado sus condones favoritos. Me hago la promesa mental de conseguir varias cajas de esos condones, de todos los tipos y sabores. No quiero tener que volver a pasar por lo mismo de esta noche.


Pero no todo puede ser quejas, me la he pasado bien. Baekhyun tiene muchas ocurrencias e ideas para montar su nuevo estudio de radio. Nunca antes le he escuchado hablar de esta manera, pensando en un futuro o trazándose una meta. Estoy feliz por ello y a la vez triste por haberme perdido todo el proceso de su cambio.


Sus ojos tienen un brillo especial esta mañana, y su sonrisa demuestra que está lleno de felicidad. Me gusta ver a este Baekhyun, siento que ha regresado una parte del antiguo Baekhyun a quien alejé de mí. Estoy feliz por ello, y no importa cuánto me queje ahora por haber caminado de un lugar a otro toda la noche. La noche fue perfecta porque estuve con él hombre perfecto.


 


Estamos de regreso al hotel y también estamos caminando. Baekhyun se detiene en una cafetería y entra aun sosteniéndome de la mano. No me suelta por nada del mundo hasta que encuentra una mesa libre para los dos.


 


-¿Qué vas a pedir? - pregunto.


-Un pastel de limón.


-Pero en el hotel puedes pedirlo también.


-Sí, pero hasta pedirlo y que me lo traigan pasaría una media hora más. Además ya estamos aquí. Mejor aprovecho en pedirlo de una vez.


-Bueno, si - le di la razón - Yo pediré uno de chocolate.


 


Hicimos nuestro pedido y a los cinco minutos cada uno tenía su pastel. Baekhyun comió un pedazo y cerró los ojos saboreando mejor. Luego los abrió para mirarme.


 


-Este delicioso.


-Como tú. - respondí. Inmediatamente sus mejillas se colorearon.


-Dime... ¿Te gustó pasar nuestra primera noche caminando?


-Pues si es a tu lado todo me gusta. Pero juro que te compraré varias cajas de esos condones. Lo juro.


-Jajajajaja.


 


 


(Yixing)


 


Entre mis sueños siento que el calor de Luhan abrazándome por la espalda. Me siento cálido a su lado. Espero que sus brazos me rodeen el cuerpo, pero no lo hace. Espero un poco más, pero sus brazos aun no me rodean, entonces decido yo abrazarlo. Me giró pero me doy con la sorpresa que Luhan no está a mi lado. El calor que he sentido en mi espalda son los primeros rayos del sol del día que ingresan por la ventana. Palpó el lado de Luhan, esta fría.


Me levanto de la cama y salgo de la habitación para buscarlo. No está en el comedor, ni en la sala, mucho menos en la cocina. Busco en los baños pero el resultado es el mismo. Tal vez este en la piscina, me dirijo hasta allá y tampoco lo encuentro. ¿Dónde puede estar a estas horas de la mañana?


 


Me resigno y pretendo regresar a la cama. Pero mi vista se desvía hacia una pareja de novios que están cerca a la playa, están al borde de esta y las pequeñas olas llegan a mojar sus pies. Se ven muy tiernos, como dos enamorados y se besan como si fuera la última vez que lo fueran hacer. No puedo ver muy bien de quienes se tratan, el joven es alto y cubre casi por completo el cuerpo de la chica.


El ambiente ayuda a que el lugar adopte una forma de romanticismo para la pareja. Tal vez lleve a Luhan más tarde cuando lo encuentre. Por ahora pienso entrar una vez más a la casa, estoy a punto de hacerlo pero los jóvenes de la playa cambian de posición dejándome ver de quienes de tratan. Los veo de perfiles y me contengo en no salir gritando como una fiera. Kai y Luhan se besan sin notar mi presencia, están en su mundo. No existe nadie a su alrededor, no existe Victoria, mucho menos yo.


 


Desvío la mirada en un intento de no verlos más, me hace daño. Y no me gusta ver a mi novio besar a otro. ¿En qué me he equivocado? ¿En qué he fallado? No ha pasado ni una semana en que hemos llegado aquí y ellos ya están besuqueándose sin pudor alguno.


 


Regreso a la casa e intento calmarme. ¿Debería decírselo a Victoria? ¿Debería golpear a Kai? ¿Debería terminar todo con Luhan? ¿Qué debo hacer? ¿Seguirles el juego? Sí, eso podría hacer. De paso descubriría hasta donde están dispuestos a llegar.


Las personas me creen tonto y despistado, y no lo soy. Pero ahora quiero que lo sigan pensando, me haré el tonto y que desconozco de la infidelidad de mi novio. Veremos hasta donde llevan el juego.

Notas finales:

Ohhh POr Dios! Yixing ya lo sabe

¿Qué creen que vaya a pasar después? xD

Por favor diganmelo en sus comentarios ;) 

Besos a todas y espero les haya gustado el capítulo. 

Byeeee


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