(Jaejoong)
-¡Estás loco! ¡Qué rayos te pasa! ¿Crees que puedes venir aquí y armar un alboroto?
-¡Vine a verte, y me salgo con la sorpresa que ahora trabajas con éste! – Yunho señala a Junsu con el dedo.
-¿Y cuál es tu problema? – grita Junsu acercándose a Yunho, pero yo me interpongo entre los dos. – ¡Tú ya no estás con él! No tienes derecho a reclamar nada. ¡Tú lo dejaste!
-Le informaste bien de lo nuestro. – me reclama Yunho con una intensa mirada.
-¡Alguien me puede explicar lo que está pasando! – interviene Baekhyun. - ¡Por qué pelean!
-Por los tontos celos de Yunho. – respondo sin quitarle la mirada al mencionado.
Yunho apretó los dientes y se contuvo de gritar.
-Tengo que hablar contigo. – me toma del brazo y al instante me suelto de él.
-No hablaremos, no tenemos nada de qué hablar.
Sin pensarlo más tome a Junsu del brazo y me adentré con él a la casa. Hice que se sentara sobre el mueble y me dirigí a la cocina para sacar hielo de la nevera. Los coloqué dentro de una bolsa y salí para atender a Junsu. Coloqué la bolsa de hielo sobre su mejilla golpeada, esperaba que no tuviera la cara muy inflamada por el golpe de Yunho.
En eso Yunho aparece con Baekhyun y Luhan en la puerta.
-Por favor, pido que mientras sigan bajo este techo las cosas transcurran en paz. – pide Luhan con voz calmada. – Arreglen sus problemas hablando y no con golpes... – miró a Yunho más como una advertencia. – Con su permiso...
Luhan pasó de nosotros y se dirigió a una de las habitaciones. Baekhyun y Yunho se quedaron de pie y observaban a Jae mientras coloca hielo al rostro de Junsu.
-Ya estarás contento. – comento mirando a Yunho, molesto.
Yunho no dijo nada, sólo bajó la cabeza avergonzado.
-Baekhyun dentro de un par de horas empacaremos y regresaré a casa, con Junsu... – agregó.
-Claro. Pero pensé que se quedarían más tiempo, hasta mañana supuse.
-No queremos incomodar a nadie.
De pronto Junsu se pone de píe y me quita la bolsa de hielo – Será mejor que hables con Yunho. – susurra despacio.
-No. – niego.
-Jae si no dejas las cosas claras te seguirá hasta el fin del mundo. Mejor aclararle todo y aprovecha que lo tienes aquí.
-No. – vuelvo a negar.
-Me iré un rato a la piscina. Me siento incomodo aquí. – sin decir más mi amigo camina hacía la piscina y Baekhyun le sigue.
Al final sin quererlo me he quedado a solas con Yunho. No quiero girar y mirarlo a la cara, no quiero incluso hablar con él después de lo que ha sucedido entre nosotros. No después de que me haya dejado por sus tontos celos.
-¡No tenemos nada de qué hablar!
-Tenemos mucho de qué hablar. Sobre todo del por qué estás trabajando con Junsu.
-Ese es mi problema, no el tuyo.
-¡Ah no! Cualquier problema tuyo es mío también.
-Pues dejaron de serlo cuando decidiste dejarme. – suelto sin anestesia.
-Volvieron a serlo cuando decidí regresar contigo.
-Pues ya no es así. Soy yo el que no quiere nada contigo.
-¿Estás seguro, Jae?
-Sí.
-¿Muy seguro?
-¡No! – termino por confesar.
-¿Ves? No estás convencido. Por favor solucionemos esto. Es obvio que me muero por ti y tú por mí. ¿Cuál es el problema en trata de regresar?
-En tu estúpida inseguridad. Tus celos. No lo soporto.
-Si te digo que cambiaré, ¿me creerías?
-¡Claro que no! Si quisieras cambiar hubieras hablado conmigo y no golpear a Junsu.
-De acuerdo, me equivoqué, pero soy humano y cometo errores, Jae. Te necesito conmigo, a mi lado.
-Debiste pensarlo cuando terminaste conmigo. Ahora soy yo quién no...
-No lo digas. – interrumpió de momento. – No digas más mentiras.
-Te odio, Yunho. Enserio no sé si volverá a funcionar.
Yunho avanza un paso con decisión – Funcionará, ¿y sabes por qué? Porque nos amamos. – Luego avanzó otro paso más. - Porque pienso cambiar. – Otro paso más – Y porque esta vez no te voy a dejar ir. – Terminó a escasos centímetros de mí. – Te amo, Kim Jaejoong. ¿Qué más necesito hacer para que lo entiendas?
-No golpear a mis amigos.
-Prometo no volver hacerlo.
-¿Entonces qué esperas?
-¿De qué?
-Bésame, tonto. – pido con desespero.
Entonces Yunho sin esperar ni un minuto más, me toma entre sus brazos y sella mis labios con los suyos en un beso que anhelaba con todo mí ser y que daba por perdido. Cuando me suelta y se aleja de mí, los dos soltamos un suspiro de satisfacción. Es imposible mantener la calma mientras Yunho me toca y besa de esa manera tan efusiva.
-¿Es oficial? – pregunta - ¿Has regresado conmigo?
-Sí. – respondo sin aliento. – Pero no vuelvas hacer un papelón como el de afuera, ha sido ridículo.
-¿Se vio muy mal?
-Por supuesto que sí, ¿Acaso creíste que te viste sexy?
-Pues quería impresionar. Intentaré otra cosa la siguiente vez.
Rompí en risas, y una vez más me besó sin importar ya nada.
(Jongdae)
Siento mi cuerpo más pesado de lo normal, intento mover los dedos de la mano y abrir los ojos pero me resulta difícil. Me duele incluso los párpados, pero quiero salir de mis pensamientos y ver si mis últimos recuerdos no han sido un sueño.
Una luz blanca intensa ingresan por mis ojos al solo abrir un poco, pero pestañeo varias veces para poder ver en dónde me encuentro.
-Jongdae... – oigo decir a una voz familia.
-¿Jong... Jong...In? – logró pronunciar.
-Llamaré al doctor.
De pronto sale de la habitación casi corriendo, y en menos de un minuto un doctor junto a él y Minseok entran a la habitación. Abro mis ojos de la sorpresa, no esperaba ver a Minseok, mucho menos aquí en un cuarto de hospital. Veo su rostro de preocupación, ¿Está así por mí? No debería si quiera preocuparlo, yo estoy bien o es lo que creo.
El doctor sin perder tiempo empieza a evaluar mis signos vitales, y con una linterna pequeña evalúa mis ojos, me molesta la luz pero entiendo que sólo hace su trabajo.
-El paciente se encuentra en buen estado. – termina por decir. Luego mira el suero conectado a mi brazo y disminuye la velocidad de goteo. – Si sucede algo sólo avísenme. – comunica para luego salir del cuarto.
Jongin me mira, y luego mira a Minseok quién no se ha movido del marco de la puerta.
-Los dejaré solos... – comunica y luego se dirige a mí – Que bueno que ya estés mejor, Jongdae.
-Gracias...
-Nos vemos al rato. – asiente con la cabeza y apresura sus pasos en salir de la habitación.
De pronto siento que el ambiente se vuelve más tenso. Minseok baja la mirada sin saber que decir. Se ve cansado y preocupado y al parecer tiene una lucha interna consigo mismo.
-Ven... – comienzo – No te quedes en la puerta como si fueras un desconocido. ¿Cómo has estado?
-Soy yo el que debería preguntar eso. – responde mientras se va acercando y toma asiento al borde de mi cama. - ¿Cómo te sientes? – alza la mirada y pregunta con total preocupación en la voz.
-Me siento bien... – digo con sinceridad – y más si estás tú aquí.
Abre los ojos sorprendido y de forma rápida desvía la mirada. Sus mejillas se tornan rojas y de nervioso empieza a mirar por todos lados, menos a mí.
-Jongdae, creo que no debería estar aquí.
-¿Por qué dices eso? – pregunto alterado por su repentina respuesta.
-Porque se supone que te odio. – pronuncia con dificultad y arruga el rostro para no ponerse a llorar.
-Minnie, tu sabes bien que no me odias. No estarías aquí si lo hicieras. – tomo su mano más cercana con cuidado pero inmediatamente él la aleja de mí.
-Si te odio, Jongdae. Te odio por dejarme y abandonarme por otra.
-Nunca he hecho eso Minseok. Jamás te abandoné.
-Ya lo sé. – alza la voz – Sohee me lo dijo todo.
-¿Entonces por qué estás así?
-Por qué me he creado una imagen errónea de ti durante estos dos años. – y es ahí que cubre su rostro con sus manos, y empieza a limpiar las lágrimas retenidas en sus ojos. – Además, yo no soy el mismo Minseok. He estado con otras personas. Yo ya no estoy limpio para ti. Te mereces a alguien mejor que yo...
-¡CÁLLATE! – grito esta vez para que deje de decir tantas tonterías. No soporto que se denigre de esa manera.
-Sabes que tengo razón...
-¡Ni una palabra más, Minseok! Está vez voy a hablar yo y no quiero que me interrumpas. ¡¿Qué rayos pasa por tu cabeza?! ¿Crees que me importa lo que pasaste estos dos años? ¡No! Si me importara hubiera tomado el primer vuelo a New York el primer día que me enteré que estabas con otro. Pero no lo hice porque me importas demasiado, y si regresé es para llevarte conmigo, así que no pienso regresar sólo Minseok. Volveremos a estar juntos y olvidaremos lo sucedido en estos dos últimos años, olvidémonos de todo y solo seamos tú y yo. Volvamos a ser como antes, ¿No extrañas nada de eso? Yo estoy ansioso por empezar desde cero una vez más, estoy dispuesto a olvidar todo. – Minseok niega con la cabeza – Por favor, Minnie. Los dos tenemos pasados que ni queremos recordar, sobre todo yo quién se creía el amo y todopoderoso, pero tu cambiaste eso en mí, y me hiciste ver la realidad de lo que era la vida. Antes no tenía amigos y ahora los tengo, y es gracias a ti. Antes jugaba con las mujeres, ahora no quiero jugar con nadie sólo estar contigo y vivir a tu lado...
-¡Es que no es así de fácil! – interrumpe con desesperación. – ¿Cómo puedes aceptar en tu cama a alguien sucio como yo?
-Si tú has podido aceptarme dejando de lado todo mi pasado, yo también puedo hacerlo.
-Yo pienso que no. – deja caer sus hombros completamente derrotado. – Yo creo que para nosotros ya no existe un futuro.
Me quedo atónito. Después de todo lo que le he dicho, ¿eso será lo único que dirá?
-Lo siento, pero mereces a alguien mucho mejor que yo. – termina de limpiarse el resto de lágrimas y me mira fijo a los ojos – Espero que encuentres a la persona ideal. Cuídate mucho. – me mira esperando alguna respuesta de mi parte, pero no tengo ninguna más que una.
-No me voy a despedir Minseok, así que si te vas a ir, vete de una vez.
Minseok deja escapar aire y da respiraciones más profundas. Desvío mi vista hacía la ventana para no mirar el momento en que tenga que cruzar esa puerta. Después de todo lo dicho, esperaba que regresara conmigo, que olvidemos todo y seamos los mismos, pero me doy cuenta que estoy pidiéndole demasiado.
Escucho sus pasos andar, y la puerta abrir para luego ser azotada con fuerza. No quiero voltear y verificar que se ha ido, sé que lo ha hecho. Es muy orgulloso para seguir más tiempo aquí, pero lo que no sabe es que yo también lo soy para seguir rogando por amor. Si no soy correspondido no tiene caso seguir dando vueltas al mismo asunto, es pérdida de tiempo.
Desde hoy tengo que buscar la forma de no pensar en él, buscar cosas que me distraigan. Tal vez lo correcto sea regresar a New York, allá podré encontrar algo que me distraiga. Cuando me den de alta será lo primero que haré, regresaré con Sohee. Ya no tengo más que hacer en Seúl. He fracaso en mi intento de volver con Minseok, él no me quiere en su vida, y yo debería desear lo mismo. Será difícil, pero con el tiempo lo lograré. Eso espero...