(Luhan)
-¡Feliz navidad, Yixing! ¿Cómo estás por América? – pregunto al tenerlo al otro lado de la pantalla de la MacBook. Casualmente hemos coincidido en estar conectados a la misma hora, y le he pedido hacer una video llamado.
-¡Feliz Navidad a ti también! ¿Cómo la estás pasando con Jongin?
Su pregunta me sorprende. No hemos quedado muy bien la última vez que nos vimos porque decidí estar con Jongin. No sé cómo tomar su pregunta, no sé si mi respuesta le va hacer daño o no. Y no quiero hacérselo, no más.
-Yo estoy bien. – logró responder y sonrio a la pantalla. - ¿Y tú? ¿Sales con alguien? Ya ha pasado un año desde la última vez que te vi.
-Sí, lo sé. ¿Cómo se encuentran Chanyeol y Baekhyun?
Por alguna razón, evade mi pregunta. Tal vez aún este soltero, y no quiere decírmelo. No quiere que sienta pena por él.
-Ellos están bien, adaptándose a su vida de casados. No lo han tenido nada fácil.
-Me lo imagino. Conociendo como es Baekhyun, me pongo a favor de Chanyeol en todo sentido.
-Pues Baekhyun ha cambiado mucho.
-No te creo.
-Está más comprensivo con Chanyeol.
-Salúdalos de mi parte.
-Se los haré saber, vendrán más tarde para cenar.
-Diviértanse mucho. ¿Y cómo se encuentran Jongdae y Minseok?
-Pues Minseok ya dejó el modelaje. Lo ha dejado todo por Jongdae. Y se fueron a vivir a la Isla Jeju, en la casa de la abuela de Minseok. Jongdae ha retomado sus estudios y no piensa dejar a Minseok esta vez.
-Que bien por ellos. Me alegro.
-¿Y tú cómo estás? ¿Con quién vas a pasar la navidad?
-Estaré solo.
Me quedé helado. No supe que responder. Me estaba diciendo que su soledad se debía a mi causa.
-Es una broma. – empezó a reír de pronto. – Iré a la casa de un amigo. Me invitó a celebrar con él.
-¡Oh bueno! Eso me alegra, enserio. Espero tengas una linda navidad.
-La tendré. – responde de forma cortante. – Diviértete, Luhan. Saluda a Jongin de mi parte.
-Gracias, cuídate por favor. Promete que estaremos en contacto.
-Luhan… no quiero prometer algo que tal vez no vaya a cumplir. Si algún día nos volvemos a encontrar te saludaré y hablaremos, pero no quiero prometer nada de momento.
-De acuerdo. – asiento tristemente. – Entonces, te veo cuando el destino quiera… – termino por concluir.
-Gracias, Luhan. Cuídate por favor.
Sin más la conección se apaga, y dejo de ver a Yixing. Es entendible que le incomode hablar conmigo, despues de lo que he hecho ni merezco su perdón. ¿Algún día podrá perdonarme del todo? Con muchas ansias espero que sí, después de todo le debo mucho a Yixing… Y algún día me gustaría devolverle el favor.
(Yixing)
Tan pronto como desconecté la comunicación con Luhan, Sehun hace su aparición dentro de mi apartamento.
-¿Hablabas con alguien? – pregunta al verme apagando la lapto.
-Sí. – respondo tratando de sonar indiferente, cómo si la persona con la que había conversado no fuera tan importante.
-¿Con quién? ¿Algún colega del trabajo?
-Nadie importante. – respondo rápido.– ¿Qué has comprado? – miro las bolsas que lleva en las manos.
-La cena de hoy. – responde con tranquilidad.
-Te ayudaré a poner la mesa. – de inmediato me incorporo de mi asiento y me dirijo a la cocina.
Busco platos y cubiertos limpios y me apresuro en dejarlas sobre la mesa, pero me dentengo en seco cuando veo a Sehun delante de la lapto prendida.
¡Oh no! Dejo mis hombros caer resignado, es obvio que ha logrado descubrir con quién estaba hablando hace unos momentos.
-¿Por qué no me dijiste que era Luhan con quién hablabas? – exige saber.
-¿Qué haces espiando mis cosas? – evado la pregunta y camino hacía él para cerrar la tapa de la lapto con fuerza.
-¿Por qué me lo escondes?
-¿Qué necesidad hay que te enteres que era Luhan? ¡Él no te suma ni te resta en tu vida!
Después de decir aquello Sehun me mira con determinación. Un pensamiento ha llegado en su cabeza, y lo noto por la expresión de confusión de su rostro.
-¿Estás celoso? – pregunta con cuidado.
Justo era eso lo que quería evitar. Que note mis celos por saber algo de Luhan.
-¡No seas ridículo! – respondo con indiferencia y camino hacía el comedor ignorando por completo su pregunta.
Acomodo los manteles, platos y cubiertos para empezar a cenar, y de pronto siento sus manos posarse sobre mi cintura y apega su pecho sobre mi espalda.
-No entiendo el por qué tu de comportamiento. – murmura despacio acercando su rostro a mi oído.– ¿Realmente piensas que Luhan sigue gustándome?
-Te dije que no estaba celoso, no sé por qué piensas esas cosas.
-Sí, claro. Lo que tu digas. – sin más se separa de mi y toma asiento en su lugar favorito de la mesa.
Saca la comida de las bolsas que había traido, y empieza a servir la comida mientras voy tomando asiento para la cena.
El ambiente se volvió incómodo con tanto silencio, lo cierto era que Sehun me miraba con una sonrisa de ganador, pero mantuve mi mírada serio en todo momento. Al terminar de cenar recojo mi plato y la llevó a la cocina para lavarla, al rato Sehun llega con su plato e intento salir lo más rápido de ésta, pero el toma de mi brazo y me obliga a girar para darle cara.
-Te aclararé sólo una cosa. Si estoy aquí ahora, contigo, a tu lado, es porque dejé mi obsesión por Luhan.
-Las cosas se demuestran con actos, no con palabras.
Me suelto de su agarre y camino hacía la sala para buscar el control de la Tv.
-De acuerdo, ¡tienes razón! – sale de la cocina para seguir con el tema. – Creí que ya sabías lo que sentía por ti cuando vine hasta New York contigo. Creí que sabías cuanto significabas para mí cuando te salvé de una muerte segura con Jaehyo.
-¡No me recuerdes ese día! – grito al recordar aquel suceso tan desgarrador para mi. – ¡No sabes todo lo que pasé en esos días!
-Perdón… – dice bajando el tono de su voz.
Mi pecho empieza agitarse de las ganas que tengo de llorar al recordar los peores momentos de mi vida. Sé que soy consciente que Sehun paticipó en mi captura, pero a la vez borro toda culpabilidad cuando me atendió mientras tenía fiebre, y mucho más cuando me salvó de las garras de Jaehyo. Poco después me enteré que estaba internado en un hospital de la Isla Jeju, no me fue difícil llegar a él ya que un colega mío lo estaba atendiendo en su recuperación de la herida de bala. Felizmente logró escapar a tiempo, para luego llegar al hospital e inmediatamente entrar a cirugia para extraer la bala. Durante esos días, le acompañé sin que nadie se diera cuenta, fui lo más discreto posible y lo oculté mientras la policia lo estaba buscando. Ambos esperamos unos dos meses para que quedara en el olvido todo lo sucedido, y fue entonces que le propuse que me acompañara a New York. Él sin dudar aceptó, y en un par de días habiamos tomado juntos el primer vuelo a Estados Unidos. Es así que empezó está locura, sí, reconosco que es la más grande locura que he cometido, pero aún no estoy arrepentido de ello.
-¡Diablos, Yixing! Dime la razón por la que no me dijiste que hablabas con Luhan.
-Porque me puse celoso.
-¡Eso es ridículo!
-¡No es ridículo! ¡Y es porque te quiero conmigo!
-¡Me tienes contigo…! Si estoy aquí es por ti, no por Luhan. No estoy contigo para seguir sabiendo cómo le va en la vida. Estoy contigo, porque quiero hacerlo. Y si quieres hechos para demostrarlo, pues te aseguro que el mas grande hecho es que yo esté aquí, ahora mismo.
Sin más avanzó dos grandes pasos hacía mi, y con sus grandes manos tomó de mi rostro para plantar un gran beso en mis labios. Después de besarme de manera tan pasional y excitante, se separa de mí soltando aire desde sus pulmones y me mira a los ojos solo para decir:
-Espero que con éste acto te haya quedado claro cuales son mis verdaderas intensiones.
-Entonces me aseguras que ya no sientes nada por Luhan.
-¿Quieres más actos? – pregunta con una sonrisa malévola en los labios. – ¿Qué te parece si comienzas a quitarte la ropa? Así te demostraré con hechos y detalles todas las dudas que tengas. – Y una vez más… me besa con determinación… para luego desgarrarme la ropa.
~ FIN ~