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ÁMAME o los problemas comienzan por mayita1513

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Notas del capitulo:

Hola chicas, este no es el capitulo que tanto esperaban. Más bien es el especial de Chanyeol donde sabrán del por qué dejó a Baekhyun. Espero lo comprendan...

BUeno, no les digo más, ahi les dejo...

Desde el primer día que pise este lugar mi vida no fue la misma. Creí que tal vez qué podría estar tranquilo, pero me equivoqué.

 

 

Cuando estuve acomodando mis cosas, llegó mi superior Lee con otros dos jóvenes más.

 

-Tenemos que hacer inspección - habló con voz autoritaria.

 

Los dos hombres tomaron mi maleta y arrojaron todas mis pertenencias al suelo.

 

-¡¿Por qué?! - quise saber. No tenían derecho de tomar mis cosas y tirarlas al piso sin el más mínimo cuidado.

 

Mi superior no respondió y mucho menos me miró. Los otros dos soldados tomaron mi poca ropa y la metieron en una bolsa negra de basura que uno ya traía en manos.

 

-¿Qué están haciendo? - me exalté - Son mis cosas, no pueden...

-Si podemos - habló el oficial - No necesitas nada de estas cosas aquí. Lo único que hará es ocupar espacio innecesariamente.

-Pero es mi ropa.

-Aquí te darán lo necesario. No necesitas nada de esto. Te daremos pijama, uniforme, cepillo de dientes al igual que la pasta. Solo te dejaremos con tu ropa interior y las medias.

 

Observé como tiraban mi ropa en aquella bolsa. No dije nada más por no meterme en problemas el primer día.

 

-------------------

 

Aquella madrugada no dormí nada. No pude, me habían quitado todo, excepto la fotografía de Baekhyun. La tenía bien escondida en mi billetera y por suerte no me la quitaron.

 

Mis compañeros de cuarto dormían plácidamente. Guardé la fotografía debajo de mi almohada y esperé a quedarme dormido. Y justo en ese momento las luces del cuarto se prendieron. Mi superior entraba con otro a su lado. Mis compañeros se levantaron somnolientos sin entender por qué estaban aquí a estas horas de la madrugada.

 

-¡Park Chanyeol! - gritó mi nombre.

 

Salí de mi cama de inmediato y me puse recto como una flecha delante de él.

 

-¡Si señor! - respondí con voz firme.

-Tenemos algo pendiente para usted. Síganos.

 

Me puse las zapatillas de forma apresurada y caminé detrás de ellos. Apagaron las luces y dejaron descansar a los demás.

 

-¿A dónde me llevan, señor? - me atreví a preguntar pero no obtuve respuesta. ¿Por qué nadie respondía mis preguntas? ¿Acaso estaba prohibido “preguntar”? Si era así, ¿por qué nadie me advirtió?

 

Los seguí hasta la lavandería del lugar. Había dos soldados más aparte de los que me habían sacado de la cama. En el centro había un barril lleno de agua y no comprendía por qué está ahí.

 

-El día de hoy… – empezó mi superior Lee – se me ha perdido mi reloj favorito.

 

Asentí con la cabeza prestando atención.

 

-Nunca antes se me ha perdido algo dentro de estas instalaciones. Así que lo único que puedo deducir es que tú sabes dónde está.

-No, señor. Se equivoca. Yo no sé nada.

-¿Te atreves a darme la contra? – alzó la voz.

 

Hice una señal con la cabeza a los dos soldados. Ellos se acercaron a mí, llevaron mis manos atrás de mi espalda y sentí el frío metal en mis muñecas… ¿Por qué me esposaban? ¡Yo no sabía nada de su maldito reloj!

 

Me tomaron con fuerza y con las esposas aun a mis espaldas llevaron mi cabeza hacia el barril con agua. Toda mi cabeza estaba dentro y no podía respirar, intenté mantener la calma pero me dio miedo, tenía miedo y solté todo el aire que tenía dentro. Intenté salir por mí mismo, pero no pude. Ya no tenía más aire en mis pulmones. No, no, no quería morir.

Entonces me sacaron y tomé todo el aire que pude de regreso a mis pulmones. Y una vez más me volvieron a ahogar.

 

Aquella madrugada no se conformaron con un par de veces. Fueran varias hasta que perdí el conocimiento por falta de oxígeno.

 

-------------------

 

Desperté dentro de un carro y con dolor en la cabeza y espalda. Aún seguía de noche y me trasladaban algún lado.

 

-¿Dónde me llevan? - pregunté con desorientación.

 

Ninguna de las cuatro personas me respondió.

Al instante el vehículo se detuvo y me sacaron a rastras del auto. Seguía mareado pero el tacto de mis pies sentía arena entre mis dedos. ¿Y por qué estaba descalzo? Me obligaron a ponerme de pie y olfateé la brisa del mar ¿Por qué me habían traído a la playa?

Quitaron cada una de mis prendas si me dejaron solo en bóxer.

 

-¿Así que te gustan los hombres? ¿Eh? - preguntó uno de ellos con sarcasmo en la voz.

 

Me cubrí el pecho con los brazos, y me aferré a mí mismo. Hacía mucho frío pues el invierno se estaba presentando con fuerza.

 

Sentí una correa impactar en mi espalda y solté un grito de dolor.

 

-¡Es un marica! Óyelo gritar... – dijo uno de ellos.

-Los hombres no gritan, soldado - hablaron con voz demandante y luego volvió a impactar la misma correa en mi espalda.

 

Me mordí los labios para no gritar y cerré los ojos con fuerza para no llorar.

 

-¡Eres un maldito maricón! - chilló uno de ellos y me pateó el estómago.

 

Caí en posición fetal y no bastó porque vinieron más golpes hacia mi pecho y cara. Llegó un momento en que empecé a sangrar por la nariz. Dos de ellos me levantaron y llevaron hasta la orilla del mar.

 

-¡Métete! – ordenó mi superior y me pateó el trasero.

 

Caminé desnudo hacia el mar, podía sentir el agua fría en mis pies y mientras avanzaba el frío en mi cuerpo iba creciendo. Me detuve cuando el agua llegó a mi cintura, no podía más con el agua tan helada, moriría de una hipotermia.

 

-¡Mas al fondooo! - me ordenaron. Y caminé más adentro. Contraje mis músculos cuando el agua me llegó hasta el cuello y sentí mucho dolor por todo lo que me habían golpeado. Me pasé la mano por la nariz y aún continuaba sangrando.

 

Las olas del mar incrementaban mojaban mi rostro y cabeza. ¿Cuánto más tenía que estar aquí para regresar al ejército? ¿Cuándo ellos se aburrieran de golpearme? ¿Y por qué estaba aquí mi superior? ¿Me discriminaban por ser homosexual? Muchas preguntas pasaban por mi mente, y deseé nunca haber ingresado a ese lugar.

Todo lo que vivía en la calle no se comparaba con lo que estaba viviendo ahora.

 

Pasó media hora y me ordenaron salir del mar. Nadie me alcanzó una toalla cuando lo hice y me restregué más de frío. Me tiraron mi pijama y me la puse encima, no me importó si mi cuerpo estaba húmedo o no, simplemente quería poder tener algo con que abrigarme.

 

Subí al auto y me quedé dormido en el camino.

 

-------------------

 

Desperté cuando alguien me movió muy despacio. Lo miré con el ceño fruncido y también a todo el lugar. Me encontraba sobre mi cama con el mismo pijama húmedo.

 

-¿Te encuentras bien? - preguntó el joven quien identifiqué como mi compañero de cuarto. Me dolía la cabeza y sentía que todo daba vueltas a mi alrededor - Tienes fiebre... - llevó su mano sobre mi frente y cuello.

-...

-Te traje comida - me enseñó la bandeja que estaba sobre mi cama.

-¿Qué hora es? - pregunté confuso.

-Ya medio día. Están sirviendo la comida. Todos están en el comedor - se levantó y me ayudó a sentarme sobre el respaldo de la cama. Atrajo el plato de sopa hasta mi rostro y quiso darme de comer en la boca.

Rechacé su atención. ¿Por qué ahora debería de confiar en alguien después del infierno que estoy pasando en este lugar? - Esa bandeja - señalé - ¿Te lo mandaron para mí?

Él relajó los hombros antes de continuar - La verdad es que es mi comida. Oí de casualidad a nuestros superiores diciendo que no se te otorgara comida. Y tampoco ninguna enfermera podía verte.

-¿Y por qué me estas ayudando? - quise saber.

-Pues porque muchos te conocen. Algunos dicen que eres un maldito por secuestrar al hijo del empresario. Otros que eres homosexual y lo violaste. Hay muchos rumores sobre ti.

-¿Y tú que piensas? - interrumpí.

Se callado escogiendo y pensó - Pienso que no eres nada de lo que dicen... - sonrió.

-¿Por qué?

-No pareces mala persona - se encogió de hombros e intentó darme la comida.

-¿Y si verdaderamente soy homosexual? - rechacé la comida.

-Si eres homosexual o no, ese no es mi problema. Yo no discrimino a la gente por serlo. ¡Tengo valores, sabes...!

-¿Estás seguro? - dudé.

-No. La verdad que no. Pero de una cosa si estoy seguro, yo también soy homosexual. Y si tú no lo eres pues espero que no se lo estés contando a nadie.

 

Dejó el plato de sopa sobre la bandeja y quiso retirarse.

 

-¡No! - le detuve y me miró confundido - Tengo sed. ¿Me podrías dar agua? - pedí.

 

Se sentó una vez más al borde de mi cama y me dio agua en la boca. Esta vez la recibí gustoso. El agua llegó a mi garganta y me sentí fresco. Me bebí todo el vaso y aun no estaba saciado.

 

-No le diré a nadie sobre tu desviación sexual - comenté una vez que terminé. - Y espero que tú tampoco se lo cuentes a nadie sobre el mío – le sonreí amigablemente.

 

Él asintió riendo y preguntó:

 

-¿Cuál es tu nombre?

-Chanyeol, ¿Y el tuyo?

-Tae Hyung.

-Come algo, Tae Hyung. Es tu comida después de todo.

-¿No tienes hambre?

Negué con la cabeza - Tengo sed.

-Iré por más agua, pero antes te cambias de pijama. La que tienes puesta aún sigue húmeda y no te ayudará con la fiebre.

-No tengo otra.

-¿Cómo qué no?

-Me lo quitaron todo cuando entré.

-Eso es injusto. A nadie le quitan sus cosas. ¿Qué rayos les pasa? - se indignó. - Pero no importa, te prestaré una que me sobra.

-Tal vez no me quede, soy más alto.

-Pero por lo menos te ayudará a que te recuperes. Así que no tienes opción.

 

Se acercó hasta su cama que quedaba frente a la mía y de al lado de su cómoda, sacó un pantalón y polo para dormir. Me la dejó al borde de mi cama para luego salir.

 

-Iré a traerte agua - avisó - Ya regreso.

 

Dejé la bandeja a un lado y salí de mi cama. Me cambié con la ropa que había dejado Tae Hyung. Como supuse, me quedaba chico. Regresé una vez más a mi cama y antes de poder comer llevé mi mano bajo la almohada en busca de aquella foto que me daría fuerzas para seguir. Pero no la encontré, alcé la almohada con desesperación y la fotografía de Baekhyun no estaba ahí. Salté rápido y me tumbé al piso para buscar debajo de la cama, era lo mismo. Removí mis sabanas por si estaba por ahí, pero nada. ¿Dónde estaba la fotografía de Baekhyun?

 

-¿Qué buscas? - entró Tae Hyung con una botella en mano.

-La fotografía de mi novio. La tenía debajo de la almohada.

-¡¿Qué?! Es imposible que se desaparezca. Nadie toma las cosas del otro.

-Pero no está. ¡No esta!

-¡Park Chanyeol! - entró mi superior. Me puse en atención al igual de Tae Hyung - Tiene visita.

 

¿Tan pronto podía tener visita? Solo llevaba dos días ahí dentro.

 

-Por cierto, - me miró con detenimiento - ¿Quién le dio esa ropa? - no respondí al instante. No quería darle problemas a Tae Hyung. Luego se dirigió a mi nuevo amigo - ¡Soldado, Kim! ¿Usted que hace aquí?

-Señor, vine a traerle comida al soldado, Park - confesó con voz firme.

-Se dieron órdenes estrictas que nadie debía darle nada al soldado, Park.

-Lo siento, señor - se disculpó avergonzado.

-¿Es esta su ropa? - preguntó señalando la ropa que llevaba puesta.

-Sí, señor - confirmó mi amigo y tragó saliva.

-Usted y yo tendremos una conversación en privado, soldado Kim.

-Sí, señor.

 

Mi superior me miró de pies a cabeza y ordenó:

 

-¡Sígueme! No podemos hacerle perder más tiempo.

 

Cruzamos el pasillo hasta llegar a la sala de visita. Ahí donde cada soldado recibía a sus familiares pero esta vez el lugar estaba complemente vacío. Pero no del todo, reconocí al hombre que estaba sentado en una de las mesas con sus dos guardaespaldas.

 

Como no reconocerlo, era la viva imagen de Baekhyun pero una versión mucho más adulta.

Me sentaron delante de él y sonrió al verme.

 

-¿Cómo la estás pasando? ¿Te sigue dando ganas de continuar con mi hijo? - preguntó sarcástico delante de las personas presentes - Cómo verás, no es fácil llevar una vida en el ejército. ¿Pensaste que lo era? ¿Pensaste que te librarías de mí una vez que estuvieras dentro?

-Señor...

-¡No! - dio un golpe sobre la mesa - Esto no se ha acabado. Y no se acabará mientras sigas con mi hijo. ¿Crees que no me he enterado que prometieron volver? ¡Ja! ¡Qué ridículos!

-Yo lo amo... - confesé. - Incluso más que usted.

-Si yo no amara a mi hijo dejaría que se quedara contigo – soltó sin compasión -  Dime, ¿Qué le vas a ofrecer tú? ¿Seguir viviendo en una casa donde la compartes con tu amigo? ¿Lo llevarás a vivir con tu madre y hermana? ¿Pagarás sus estudios al igual que sus niñerías? Y cuándo él se haga cargo de la empresa, ¿Tu qué harás? ¿Serás el chico del café o el chico que limpia los baños?

-No me importa serlo...

-Siempre vivirás a la sombra de mi hijo. ¿Crees que Baekhyun no se cansará? ¿Qué no conocerá personas más importantes que tú? Toma de ejemplo a su mejor amigo, Luhan. Él se casó con alguien de su mismo nivel...

-Pero luego se separaron - interrumpí.

-¿Y eso qué? Luhan se habrá revolcado con tu mejor amigo, pero eso no quitó que luego lo abandonara estando paralítico.

 

Abrí los ojos por la sorpresa. ¿Cómo es que se había enterado de todo?

 

-No te sorprendas, lo sé todo. Solo te pongo ejemplos de lo que está pasando en la realidad. Luhan se fue y dejó a tu amigo, ¿Acaso Baekhyun no haría lo mismo cuando conozca a otra persona que le pueda dar más de lo que tú le ofreces? ¡¿Es eso lo que quieres?! Conoces muy bien a Baekhyun y sabes que eso sucederá. Mi hijo es quisquilloso y engreído. Tú lo sabes... - me señaló.

-Baekhyun ha cambiado...

 

Me miró de forma molesta. Si sus ojos mataran, ya lo habría hecho conmigo.

 

-Veo que hablando no se puede llegar a un acuerdo - negó con la cabeza. - Bien, tú lo has querido. Luego no digas que todo fue mi culpa. - se paró y acomodó su traje elegante. Caminó hasta la salida con sus dos guardaespaldas y no volteó a verme.

 

Mi superior se puso en mi delante y me dio una cachetada, y luego otra y así sucesivamente hasta ya no sentir mi cara por lo adormecida que estaba.

 

Me regresaron a empujones hasta mi cama y me dejaron ahí con todo mi rostro inflamado por los golpes. No quise verme ni tocarlo porque ya de por sí dolía demasiado.

 

Tae Hyung regresó una hora más tarde junto con mis demás compañeros de cuarto. Nadie me preguntó que me había pasado, ni mucho menos me miraron. Todos se hicieron de la vista gorda, excepto Tae Hyung que no sé de dónde sacó una pequeña caja de emergencia. Empezó a limpiar mi rostro con algodón y gasa, y me dolía aún más con cada tacto.

 

-¡Maricones! - gritó uno a quien no reconocí y varios luego se le unieron. Tae Hyung en ningún momento les hizo caso y continuó con lo suyo.

 

Después de muchas burlas se fueron para hora de la cena.

 

-¿No te importa lo que dicen? - pregunté estando solos.

-No - negó con mucha seguridad  sin dejar de limpiarme el rostro.

-¿Por qué?

-Porque no me avergüenzo de amar a un hombre. Allá ellos que son los acomplejados, yo no - se encogió de hombros.

-¿Ya tienes a alguien contigo?

-Aún no - negó - solo espero el momento para salir de aquí y poder conocer a alguien - sonrió. Por un momento me pareció ver a Baekhyun delante de mí. Tae Hyung tenía la misma sonrisa que él, y no había sido hasta ese momento donde me di cuenta de su leve parecido.

-Te pareces un poco a Baekhyun – solté.

-¿Quién es Baekhyun? ¿Tu novio? - asentí con la cabeza - ¿Dónde está, ahora?

-En New York. Tuvimos que separarnos.

-¿Han terminado? - abrió los ojos sorprendido.

-No, solo que tuvimos problemas con su padre y él le mandó lejos.

-Igual que a mí - confesó - él mío me encerró aquí. Ahora quiere que me vuelva más hombre. ¡Que idiota! ¡El amar a alguien de mí mismo sexo no me hace menos hombre!

-¡Tontos! Lo único que hacen al alejarnos es que nos aferremos más el uno al otro.

-Estoy de acuerdo contigo, pero en mi caso solo me queda esperar. En cambio tú tienes motivos para resistir todo lo que te hacen. Una vez que salgas irás con él y no habrá un padre que te separé. - se rio de su misma broma - ¡Listo! Ya te limpié algunas heridas...

-Gracias por ser mi amigo, Tae Hyung. Si no fuera por ti, ahora estaría haciéndome cualquier cosa en el rostro.

-De nada. Tú también gracias por serlo. Ahora vamos a cenar, tengo mucha hambre...

 

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Durante tres meses he soportado burlas, golpes y maltratos de todo tipo hacia mi persona.

No me importaba lo que me hicieran porque sabía que todo maltrato venia por parte del señor Byun. Tenía el objetivo de aguantar todo aquello porque una vez que saliera de ese lugar yo me iría con su hijo a toda costa. Lo único que hacía era pensar en Baekhyun cada vez que recibía un golpe, así el dolor era menos fuerte... pero estoy hablando de mí caso. Nunca me puse a pensar en la consecuencia.

 

 

-¡Cariño! - exclamó mi madre emocionada al verme después de tres meses. La abracé muy fuerte y ella igual lo hizo. - ¿Cómo has estado, mi vida? - ella llevó sus manos a mi rostro y me miró con mucha atención. - ¿Se te ve cansado?

-No, omma - mentí - Solo es la nueva vida aquí dentro.

-Me imagino, cariño... - ella se sentó y yo hice lo mismo.

-¿Cómo has estado, omma? ¿Dónde está mi hermana?

-No pudo venir a verte. Está buscando trabajo.

-¿Trabajo? - me sorprendí ya que mi hermana no trabajaba, solo estudiaba para ser reportera - ¿Por qué?

-Es que a tu hermana no la quieren en ningún canal.

 

 

La miré sin comprender.

 

-Ningún canal de televisión la quiere para que haga sus prácticas profesionales. Está presentándose en varios lugares, pero no la quieren. Y bueno, a mí me han corrido de la lavandería.

-¿Por qué, omma?

-Dicen que ya pasé la edad - sonrió con tristeza.

-Pero no pueden, tienes años trabajando ahí.

-Ya lo hicieron, cariño. No puedo hacer nada.

-Es que no lo entiendo... - llevé mis manos a mi cabeza.

-No importa, hijo. Conseguiré un nuevo trabajo. Ya verás... - volvió a sonreír. - Olvidémonos de eso ¿Si? Mira, te he traído ropa - del suelo levantó una bolsa con ropa y me las enseñó una por una.

 

Hablamos de cualquier otra cosa, y cuando quería volver a tocar el tema ella solo lo evitaba.

 

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AL DÍA SIGUENTE

 

-¡Soldado, Park! - me llamó el superior Lee mientras almorzaba. - Tiene una llamada.

 

Salí corriendo detrás de él dejando mi comida a medias. Cuando llegué a su oficina cogí de inmediato el auricular y lo llevé a mi oído pensando que podía ser mi madre con alguna mala noticia.

 

-¿Omma? - pregunté nervioso.

-No - respondieron del otro lado. Supe reconocer aquella voz.

-¡Baekhyun! - me emocioné - ¿Cómo estás?

-¡Jajaja! Sé muy bien que la voz de mi hijo es parecida a la mía. Pero no soy Baekhyun - toda mi emoción se fue al agua.

-Señor, Byun... - murmuré.

-Supongo que ya estás enterado sobre la situación de tu madre y tu hermana. Es una lástima que no quieran recibir a tu hermana en ningún canal, ella es inteligente y podría ser una buena reportera. Claro, si yo lo permito – puntualizó.

-¿Fue usted?

-¿Y quién más podría ser? Tú mismo te buscaste todo esto. Prefieres a mí hijo antes que a tu familia, eso me diste a entender.

-Por Baekhyun pasaría hasta de usted. Pero con mi familia no se meta - amenacé.

-¿Y qué me vas hacer? Tú estás ahí dentro y yo aquí en mi oficina viviendo lo mejor de la vida. Piensa en las personas que perjudicas a causa Baekhyun.

-Usted es un... - quería soltar de todo. Que era un maldito y miserable por meterse con mi familia.

-Vamos dilo, lo soy. Todo lo que piensas lo soy, pero no me importa. Haré muchas peores cosas si sigues con Baekhyun. Te dejaré una semana para que lo medites. Nadie ahí dentro te tocará y será como si yo no existiera. En una semana espero te des cuenta de la vida normal que podrías llevar si no estuvieras en mi contra. ¡Solo una semana! Te volveré a llamar y espero que cambies de opinión... - dicho esto colgó.

 

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Una semana estuve tranquilo sin maltrato, ni golpes por parte de nadie. Mi madre me llamó dándome la noticia de que Yoora había conseguido donde hacer sus prácticas. La KBS  la había llamado y con eso también la contrataron para los próximos dos años. Al igual mi madre consiguió un nuevo trabajo en una lavandería más grande y donde ganaba el doble de sueldo. Me alegré por ellas, pero sabía que todo era por algo.

Tenía que dejar a Baekhyun, por lo menos durante el tiempo que permanecía aquí dentro.

 

El padre de Baekhyun me llamó y le dije que me alejaría de su hijo. Fue más que todo por un trato que hice con él. Y la única condición era que no se meta con mi familia, y yo no me acercara más a su hijo.

 

 

-¡Chanyeol! – me llamó Tae Hyung cuando regresó del comedor. Yo estaba en mi cuarto esperando que sea la hora para ir de maratón – El oficial Lee, me dijo que un tal Byun te busca.  

-¿Byun? – me sorprendí ya que después de la última llamada no esperaba que el señor Byun viniera a verme.

 

Salí sin mucho apuró hacia la zona de visitas. Me extrañaba que esta vez haya gente. Habían padres de familia al igual que novias esperando por ver su los suyos. No lo entendí hasta que lo vi y comprendí que no era el padre de Baekhyun quien me buscaba, si no él mismo en persona.

 

-Baekhyun… - solté sorprendido ya que no lo esperaba aquí.

-¡Hola, Chanyeol!  - Yunho se adelantó y me saludo con un fuerte abrazo el cual yo recibí. - ¿Cómo has estado? – aquella pregunta me descolocó, quería decirle: “La he pasado fatal por culpa del padre de Baekhyun, pero ahora he decidido renunciar a él porque si no su padre se la desquitará con mi familia” Lo abracé más y no respondí aquella pregunta.

 

Baekhyun se puso de pie y se acercó con intención de abrazarme también. “No, Baekhyun. No lo hagas más difícil” Solo pude entrelazarle las manos. Y ese fue el único contacto que tuve con él.

 

Me senté delante de los dos y esperé a que alguien hablara. En esos cortos segundos me sentí incomodo por no saber cómo empezar y decirle a Yunho que se retire ya que quería estar a solas con Baek.

 

-Creo que mejor me retiro – interrumpió Yunho – Te espero en el carro Baek – le avisó  tomando de su hombro y vi que le guiñó un ojo para luego levantar el pulgar y desearle suerte antes de salir - ¿Cómo has estado? – preguntó Baek con mucha emoción en el rostro. Su sonrisa aún seguía siendo la sonrisa más perfecta y hermosa de mi mundo. Pero no podía dejarme llevar por él, tenía que decirle que lo nuestro ya no daba para más. Ese había sido el trato.

-¿Cuándo llegaste? – evadí su pregunta.

-Hoy en la mañana – respondió y me miró a los ojos.

-¿Ya has ido con tu padre? ¿Sabe qué estás aquí? – quise saber. Tal vez lo dejó salir sabiendo que el vendría a verme y que de una vez por todas terminara con su hijo.

-No. Aún no le he visto.

-Deberías ir con él – aclaré.

-He preferido venir a verte a ti.

-Tienes que ir con tu padre – mandé. Era lo correcto, no podía estar aquí. No debió haber venido porque se pudo haber evitar todo lo que vino a continuación.

-¡¿Qué tanto interés tienes que vaya a ver a mi padre?! – Preguntó frustrado – Quise verte primero, eso es todo.

-Baekhyun. NO-DEBERÍAS-ESTAR-AQUÍ – gruñí despacio para que me entendiera.

-¿Por qué?

-Lo nuestro no va ser igual mientras yo esté aquí adentro. – “No mientras tu padre pueda seguir manipulando a todos aquí adentro.”

-Lo será.

-No te veré a menos que salga un fin de semana. Y eso solo sucede cada seis meses.

-No importa – insistió - Retomaré mis estudios aquí y nos veremos esos fines de semana.

-¡No! – Dí un golpe con el puño cerrado sobre la mesa – No eres todo mi mundo, Baek. – Mentí - También tengo familia ¿sabes? Esos fines de semana pienso estar con ellas.

-Podemos ir los dos…

-¿Qué no estas entendiendo, Baek? – Interrumpí alzando la voz y muchas personas voltearon a vernos - ¡Lo nuestro no puede ser! – bajé la voz por precaución.

-Entraré al ejército… - dijo de pronto. No, él no podía hacer esto por mí.

-¡No! No puedes estar aquí.

-Es mi decisión – aclaró.

-Haz lo que quieras, Baekhyun. De todas formas no estarás aquí. Verán que sufres del corazón y te mandaran hacer servicios comunitarios – solté sin compasión y sin el más mínimo cuidado de escoger mis palabras.

-¿Por qué me hablas así?

-Porque tú no entiendes que no te quiero más en mi vida.

 

De repente empezó a hiperventilar y su rostro se puso rojo como cuando está molesto. Mordió su labio inferior y respiró tratando de tranquilizar sus emociones.

“Por favor, Baek. No llores que me romperás el corazón”

 

-No te pongas a llorar – advertí siendo duro con él – No aquí.

-No lo haré. Pero quiero que me expliques, ¿He hecho algo para qué estés molesto conmigo? – preguntó mirándome a los ojos.

 

“Por favor, amor. No hagas esto más difícil para mí. Tengo que hacerlo, lo siento.”

 

-Channie… - me llamaron desde atrás, me giré un poco solo para verlo desde mi hombro, era Tae Hyung. Tal vez podía aprovechar la oportunidad.

-He encontrado a otra persona, Baekhyun – dije de pronto. Él abrió los ojos ante mis palabras, y observé que su rostro se tornaba más roja. – No es algo oficial, pero quiero que lo sea. Y no puedo estar con él mientras siga atado a ti – “Amor, este es el momento para que empieces a gritar y digas que me odias”

-Andabas con otro mientras yo he estado de viaje… ¿Cómo puedes contármelo como si nada? – se le quebró la voz, pero no lloró.

-No solo ando con él. Ya hemos tenido intimidad – “Es la peor mentira que te estoy diciendo. Tu eres único, amor. No existe otra persona.”

 

Abrió la boca por la sorpresa y empezó a hiperventilar mucho más. Por un momento tuve miedo de que le vaya a dar un ataque ahí mismo. Y fue entonces que preferí que todo terminara de una vez.

 

-Me has estado engañando…

-Tengo mis necesidades. Y tú estabas lejos… - “Amor, vete de una vez. Te estoy haciendo mucho daño y ya me odio a mi mismo.”

-¡Cállate! – Gritó sin importarle los demás - ¡Me haces daño! ¡Me haces mucho más daño que mi enfermedad! – “Lo sé, amor. Es por eso que debes irte de una vez”

-Es por ese motivo que no debes estar aquí – murmuré – Ya no eres parte de mí.

-¿Sabes? Es la segunda vez que me dices que no me quieres en tu vida. Y sé cómo terminará, regresarás como la primera vez. – “Claro que regresaré, Baek. Lo haré por ti” - Regresarás y me rogarás volver, pero yo no te tomaré ni un poco de atención. ¿Y sabes por qué? ¡Porque ahora soy yo quien no quiere nada contigo! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡TE ODIO! – golpeó la mesa con las dos manos y pateó la silla en el momento que se incorporó. “Yo también me odio, amor. Pero es lo mejor que puedo hacer por el momento. No tengo salida, no ahora”

 

Caminó hasta la salida sin derramar ni una gota de lágrima. No giró para verme y se lo agradecí. Si él me miraba, yo iría corriendo a sus brazos y le besaría sin impórtame las personas presentes. Y sin más, desapareció de mi vista…

 

“Te amo, Baekhyun. Perdóname por todo el daño que te he causado este día. Soy de lo peor, me odio por esto. Pero no puedo decirte la verdad.

Te prometo una cosa, volveré por ti cuando salga de este lugar, lo juro.”

Notas finales:

¿Qué les a parecido?

Ahora entienden a Chanyeol?

Espero que si, no lo odien!!

Besos a todas :)


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