(Chanyeol)
Siendo las dos de la mañana salí del Night Club de la que me encontraba con Tae Hyung, nos aburrimos del ambiente y salimos a respirar aire fresco. Nos acomodamos dentro del carro que Jongin me regaló cuando salí del servicio militar, lo tenía conmigo desde entonces y lo cuidaba como oro, además que era lo único que tenia de valor.
No podía divertirme, no mientras alguien rondaba por mi cabeza. Solo lo quería a él, a Byun Baekhyun. No veía la hora de poder hablarle, explicarle mis razones por la cual actué como lo hice y pedirle que una vez más intentemos rehacer lo que dejamos a medias. Pero tenía miedo de su rechazo, tenía todo el derecho de hacerlo, yo lo había rechazado la última vez que nos vimos… ¿Por qué el no habría de hacerlo conmigo?
Había investigado muchas cosas de él. No volvió a salir con nadie después de nuestra ruptura. Se interesó de un momento a otro en terminar sus estudios y acabar siendo como su padre. ¿Por qué? A él nunca le había interesado el trabajo de su padre, no pensaba dedicarse a ese mundo de oficina y estrés como él lo llamaba. ¿Pero por qué había cambiado tanto? ¿Le afectó mucho nuestra ruptura? Yo me imaginé que él se iría a New York, pero me equivoqué.
Mi hermana me ha contado que nunca habla con sus empleados, no le importa sus vidas fuera de su canal. Casi nunca lo ha visto sonreír, las veces que lo hace son pocas y está acompañado de sus amigos. Fuera de eso se ha mantenido serio en el trabajo y es muy exigente con sus empleados.
La imagen que tenía de él había cambiado por completo… ¿Se parecería más a su padre ahora?
Nos mantuvimos en silencio dentro del carro hasta que Tae Hyung encendió su cigarro y habló:
-No sé qué esperas para no ir a buscarlo. Yo no perdería tanto tiempo… Estás dejando que el tiempo pase y Baekhyun siga odiándote – Habló claro y sin rodeos.
-Pensarás que estoy loco por dejar que el tiempo pase, pero no es fácil tratar con el carácter de Baekhyun…
-¿Y si dejas pasar el tiempo lo será? – preguntó soltando el humo de su cigarro – No seas idiota y búscalo.
-¿Debería buscarlo ahora? Son 2:30 de la mañana, llegaría a su hotel a las tres aproximadamente… me va a odiar más si lo despierto a estas horas.
-Jajajaajaj – soltó una risotada – Entonces jódete y deja de llorar por él.
Volvió a concentrarse en inhalar su cigarro y jugaba con sus labios para intentar darle forma al humo que exhalaba. Nos reímos cuando intentó hacer un aro y fracasó.
En eso mi teléfono vibró en mi bolsillo, era Jongin. Me sorprendió que llamara a estas horas, pero igual respondí.
-¿Jongin? – dudé por la hora.
-Chanyeol, ¿Estabas durmiendo?
-No. Estoy despierto…
-Qué bueno. Te tengo una noticia.
-¿Mala o buena?
-Creo que es buena… Me acabo de enterar de Baekhyun tiene planes de venir a la Isla Jeju.
-¿Cómo te enteraste? – quise saber.
-Por Luhan… él está aquí en mi casa y escuché cuando le dejó un mensaje de voz…
-Espera, espera, espera… – interrumpí - ¿Luhan? ¿Me estás hablando de Luhan tú ex? ¿Cómo así? ¿Qué me estoy perdiendo?
-Es algo complicado de explicarte ahora, lo haré cuando llegues aquí. Así que mañana toma el primer vuelo a la Isla Jeju.
-¿Estás seguro que Baekhyun viajará?
-Completamente seguro – afirmó.
-De acuerdo, mañana estoy viajando.
La llamada se cortó. Supuse que Jongin tenía prisa por colgar. Miré a Tae Hyung quien me miraba expectante para poder contarle lo que ocurría.
-Se me presentó la oportunidad que estaba buscando… - le sonreí.
-Me da miedo tu sonrisa, parece que planeas algo diabólico.
-Regresemos… - pronuncié y encendí el carro – Tengo un vuelo que tomar mañana muy temprano.
(Luhan)
-¡Jongin no! - me separé de su agarre - Esto está mal. Tú tienes a Victoria.... y yo a Yixing – dije soltando un suspiro y confundido a la vez. ¿Por qué nos estaba haciendo esto? Estábamos bien cada uno por su lado, no era necesario remover las cenizas.
Separé por completo su cuerpo del mío y miré a sus ojos, me miraban con ansias, deseo y cómo si quisiera poseerme ahí mismo. Desvié la vista al instante para no caer en la profundidad de sus ojos.
-Esto está mal... - volví a repetir en un murmuro – Muy mal…
Retrocedí a pasos lentos y entré a la casa. Caminé apresurado hasta la habitación y cerré la puerta a mi espalda. Una vez a salvo, me deslicé en la puerta hasta quedar sentado sobre el suelo. La luz de la luna iluminaba el lugar, observé a Yixing y me sentí culpable. No se merecía que le hiciera esto. No de mi parte quien fue quién dio inicio a nuestra relación.
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Al despertar Yixing no se encontraba en la cama. Posé mi mano sobre su lado, esta estaba fría. Ya había salido de la cama hace un buen rato. Entré al baño para arreglarme un poco, lavarme la cara y cepillar mis dientes. Cuando me convencí que ya estaba arreglado salí en busca de mi novio.
Él se encontraba desayunando en la mesa de la cocina junto con Victoria. Se encontraba ya cambiado… ¿Acaso iba a salir sin mí?
-Buenos días… - saludé.
-Lu, amor. Te iba a dejar una nota – Yixing se incorporó dejando su desayuno de lado.
-¿Irás algún lado? – pregunté mirando su ropa.
-Me acompañará a hacer las compras para la cena de la noche – respondió Victoria.
-Aaaah ya veo… - respondí incomodo – Entonces, ¿Me dejarán solo?
-No – negó mi novio – Te quedarás con Jongin.
-Buenos días… – apareció Jongin en el comedor. Victoria no respondió el saludo, ni yo. Solo lo hizo Yixing.
Sentí incomodidad en el ambiente. Victoria no miraba a Jongin y él no le quitaba los ojos de encima. Se estaba enfureciendo, lo había notado desde que ella no respondió a su saludo de buenos días.
-¿Yixing nos vamos? – ella rompió el silencio.
-Sí, te acompaño.
Yixing tomó las llaves del carro y me plantó un beso en la mejilla.
-Regresó pronto… - murmuro.
Victoria salió sin despedirse de nadie y detrás de ella Yixing.
Jongin quien estaba recostado en la marco de la entrada me miró con ojos divertidos y liberó una sonrisa coqueta. Intenté ignorarlo y salí de la cocina pasando por su lado para dirigirme a la sala y sentarme en el mueble. Jongin llegó al rato y se sentó a mi lado, no había quitado su sonrisa.
-¿Por qué sonríes? Deberías ir detrás de Victoria. No puedes permitir que se vaya molesta... - me indigné.
-Ahora esta con Yixing - respondió descaradamente y sin deshacer esa sonrisa.
-Es tu novia y...
-Luhan - interrumpió - Ella decidió irse. No voy a estar rogando – se encogió de hombros.
Le miré con sorpresa - Has cambiado mucho.
-No te imaginas cuánto.
-¿Y tú compromiso qué? Cuando se casen y vivan juntos... ¿Así será siempre? ¿Dejarás que se vaya sin pedirle disculpas?
-Eso solo será nuestro asunto, no el tuyo.
Me quedé callado sin saber que responder. Tenía razón, no era mi asunto.
-¿Y tú? – preguntó de pronto.
-¿Yo qué?
-¿Cuándo piensas decirle a Yixing que nos besamos? ¿O no se lo dirás? – sonrió triunfante.
-Ni lo pienses. No le diré nada. Ni tú tampoco – advertí.
-¿Sabes que te vez hermoso cuando te molestas? – dijo de pronto.
Desvié la vista y sentí mis mejillas arder. Tal vez lo recomendable sea irme de aquí, salir alguna parte con Minseok.
-Quiero saberlo todo… - le miré confuso y frunciendo el ceño – Cuéntame. ¿Qué hice para que te fueras? – su pregunta era seria, había borrado su sonrisa y su mirada estaba muy clavada a mis ojos. Quería la verdad, y estaba seguro que no me dejaría irme sin tenerla – Dime Luhan. ¿Qué hice? ¿Fue por Victoria que me dejaste? ¿Por qué no hablaste conmigo?
-No tiene caso hablar de este tema.
-¡¿Qué no tiene caso?! Aún estamos a tiempo de poder recuperar lo nuestro. De cumplir todos nuestros planes.
-No sabes lo que dices. – negué – Te vas a casar con Victoria… ¿No se supone que la amas?
-Yo no le he propuesto matrimonio, es mi madre quien le mete esas ideas en la cabeza.
-¿Y por qué estás con ella?
-No quiero hablar de ella. Respóndeme por favor – exigió – Quiero saber la verdad. Toda.
-Ya te lo dije antes. Me engañaste con ella – alcé la voz – Eso fue suficiente para dejarte. Si tanto la querías, decidí salir de tu vida para que no tuvieras ningún obstáculo en conquistarla.
-¿Ningún obstáculo? Luhan tu nunca fuiste un obstáculo. Además, ni siquiera la besé, ella lo hizo. Por eso no te dije nada, no tenía importancia para mí porque no sentí absolutamente nada con ese beso.
-¿Y tus amigos qué? Ellos la querían a ella, y no a mí. Ese tal Taemin la prefería a ella, me lo dejo muy en claro cuando entró a verte. Escuché tu conversación Jongin… – recalqué – Escuché lo nervioso que te pusiste cuando él te dijo que ella había venido a verte. ¿Qué me vas a decir de eso? – reclamé.
-Sí, me puse nervioso. Pero no fue porque ella me interesaba, en ese tiempo era más joven y me avergonzaba que haya venido después de que le dije que entre nosotros no podía haber nada.
-No entiendo… - él se acercó más a mí para explicarme con detalles.
-El día del beso la llevé a su casa, y le dejé bien el claro que entre nosotros no podía haber nada, porque ya tenía a alguien a mi lado. Y la verdad es que me sorprendió cuando Taemin me dijo que ella estaba afuera esperando por verme. Pensé en ti, en cómo haría para que no se cruzaran. Para no tenerlos al mismo tiempo en la habitación, para que no te sintieras incomodo con su presencia.
-Eso ya no tiene caso ahora… - interrumpí. Ya no había caso seguir removiendo las cenizas, ¿Para qué?
-Pero antes si lo tenía. Fue por eso que regresaste. Querías explicármelo, ¿cierto? Pero no te dejé.
-Nunca entendí por qué no me dejaste hablar. Te había dejado una carta explicándote del por qué me iba, que necesitaba tiempo y solo te pedí que me esperaras. Ahora no tiene caso hablar de un tema que tú mismo dejaste zanjado.
-Nunca leí tal carta – confesó – Nunca. Cuando llegué a casa esperaba encontrarte ahí, pero tu simplemente habías desaparecido. Te lloré mucho tiempo Luhan, ¿Tú no lo hiciste? – preguntó pausado, con miedo a cual pudiera ser mi respuesta.
-Yo… - sentí que mi voz se quebró y los ojos empezaban a picarme. Las ganas de querer llorar me invadieron al recordar lo mal que lo había pasado sin él. Lo mal que me ponía cada vez que regresaba algún regalo de mi parte, las notas que le escribía y que se notaban que nunca habían sido abiertas. Ni siquiera se molestaba en leerlo, simplemente me las devolvía – No quiero hablar de eso. Y no entiendo por qué ahora quieres saberlo todo. Tú dejaste muy en claro que no querías saber nada de mí.
-¿Y fue por ese motivo que te emborrachabas hasta quedar inconsciente? – preguntó demandante.
-¡No te importa! ¡No es asunto tuyo! – me incorporé molesto para encerrarme en mi habitación, pero Jongin me tomó con fuerza del brazo y jaló de él. Mi trasero impactó en el suelo y mi espalda chocó con el mueble, me quejé por lo brusco que había sido. Levanté la vista para recriminarle, pero él se lanzó sobre mí…
Quedamos recostados en el suelo… mirándonos. Y entonces sucedió…
Me besó una vez más, intenté separarme porque era lo correcto, pero no pude... y a la vez no quise hacerlo.
Soy consciente que soy la peor persona por dejar que esto sucediera una vez más, pero todo yo quería y deseaba con ansias este beso. Y solo me dejé llevar por el momento.
Llevé mis manos hacia sus cabellos y los tomé en un puñado para intensificar el beso. El recorrió con sus manos mi cintura y la apegó a su pelvis... solté un suspiro cuando sentí su miembro rozar con el mío sobre nuestros pantalones.
Sentí todo su peso sobre mi parte baja y Jongin se movió cómo si estuviera penetrándome. Se acomodó mejor y con su miembro empezó a envestir cómo si quisiera romper las prendas y penetrarme en ese mismo momento. Solté un gemido por lo bien que me hacía sentir... había anhelado desde muchos años que esto sucediera y ahora estaba sucediendo. Mordí su labio inferior por puro placer y luego él se separó de mí, lo cual lamenté habérselo permitido.
Se incorporó apurado y me cargó a modo de princesa.
-¿A dónde vamos? - pregunté.
-A tu cuarto - respondió sin más mientras caminaba por el pasillo. Al llegar a la puerta no quise entrar.
-¡No! - me negué y me miró confuso - Ahí duermo con Yixing, no puedo hacerlo. - ¿Pero qué estaba diciendo? Simplemente tenía que negarme a entrar a un cuarto con él porque sabía cómo terminaríamos. Pero no podía con aquella erección que me palpitaba entre los pantalones.
-Iremos al otro cuarto - caminó apurado y al llegar empujó la puerta con su pie.
Sin tomarse la molestia de cerrar la puerta, avanzó hasta la cama y me recostó con mucho cuidado. Me abrió las piernas y se colocó entre ellas para una vez más recostarse encima de mí. Rodeé su cintura con mis piernas, Jongin posó cada brazo a lado de mi cabeza y me sentí vulnerable cuando me miró a los ojos. Me perdí en ellos y recordé cuando vivíamos en su casa y me hacía el amor.
-¿En qué piensas? - preguntó de pronto y salí de mi ensueño.
-Solo recordaba - respondí sin desviar la vista.
-No quiero que recuerdes. Quiero que vivas el momento.
Le miré con un poco de temor. Temor por lo que estábamos haciendo. ¿Cómo podía hacerle esto a Yixing? Era de lo peor, pero no estaba solo. Jongin también lo era.
Con su pulgar acarició mi mejilla y poco a poco se fue acercado hasta que sus labios rozaron los míos. El beso empezó despacio, Jongin se estaba tomando paciencia y yo aproveché en abrir mi boca y dejar que su lengua invada mi cavidad. No demoró mucho en hacerlo, nuestras lenguas jugaron un poco, cómo si se estuvieran reencontrando después de mucho tiempo.
Mis manos no querían perderse de nada, comenzaron a moverse hasta llegar al límite de su playera, y se lo quité para acariciar su caliente pecho y espalda. Al quitársela rompí la conexión del beso y me mordí el labio para que no notara lo agitado que ya estaba. Jongin sonrió con un poco de maldad y se incorporó quedando arrodillado sobre la cama. No desconectó su mirada de la mía y sentí que con una mano empezó a desabrochar mi short, bajó la cremallera y metió su mano para tocar mi miembro por encima de mi bóxer. Gemí ante el contacto, y mi respiración se aceleró... en ningún momento quité mi vista de la de Jongin.
-¿Te gusta? - preguntó. ¿Cómo se atrevía a preguntarme eso? Me estaba llevando a otro mundo.
-¿Qué si me gusta? - suspiré - Me encanta.
-Es exactamente lo que quería escuchar.
Ahora veía con claridad que los papeles estaban invertidos. Antes era yo quién le incitaba a hacer cosas, y ahora era él quién me incitaba a mí a volverme loco tan solo con una simple frase.
Su mano siguió apretando mi erección encima de mi bóxer, pero sabía que Jongin tenía un límite... y acerté. No esperó mucho para empezar a bajarme el bóxer con mucho cuidado y dejar libre mi pene. Saltó de la cama y me sacó el short y el bóxer de un solo tirón. Me sonrojé al instante, tenía un poco de vergüenza que viera mi intimidad.
-No sientas vergüenza - habló bajito - Ya te he visto antes.
-¿Me recuerdas igual? - tenía simple curiosidad.
-No - negó de inmediato - Mis recuerdos no te hacen justicia - mi corazón empezó a latir más rápido y mi respiración se hizo más profunda - Ahora quiero saber si aún sigues siendo exquisito a mi paladar.
Le miré sorprendido y lo primero que hizo fue bajar hasta mi pelvis y rodear mi pene con sus labios. Succionó y lamió desde la punta hasta la base.
-Jo... Jongin... - jadeé, pero él no me escuchó.
Succionó más fuerte mi miembro lo cual hizo que dejara de hablar y solo me hunda más en el placer. Pues sí, se sentía muy bien que me estuviera succionando y lamiendo de esa manera. Su cabeza bajaba y subía con ritmo desquiciado y sin control. Había acelerado la velocidad y me estaba llevando al cielo. ¡Oh sí! Realmente se sentía bien, muy bien.
-Jongin - dije agitado y aferrándome a las sabanas - tienes... tienes que... detenerte. Me correré, en tu boca.
Jongin aceleró aún más su velocidad y con sus manos cogió la base de mi miembro para apretarlo más fuerte. Al parecer mis palabras le excitaron más.
-Jongin... me correré - solté un gemido de frustración.
Pero en ningún momento Jongin me escuchó, o mejor dicho, no quiso escucharme. Apretó con más fuerza la base de mi miembro y succionó más fuerte con su boca. Ante ese acto, no pude contenerme más y me corrí. Solté un fuerte gemido de puro placer y arqueé la espalda. Jongin me había llevado al paraíso tan solo con hacerme una mamada.
-Sabes mucho mejor a cómo lo recordaba - comentó de pronto. Bajé mi vista y pude ver que lamía hasta la última gota de mi esencial y no dejó rastro de ello. Sonreí ante esa imagen y él me devolvió la sonrisa. Gateó por la cama y se situó a mi lado para volverme a besar, me apegué más a su cuerpo y sentí su erección. ¿Cómo pude haberme olvidado de él?
-Te lo haré ahora yo a ti - intenté bajar para darle el mismo placer, pero él no me lo permitió.
-Tengo otra cosa en mente.
-¿Qué? - quise saber.
Jongin me dejó recostado en la cama y de un saltó salió de la cama para salir del cuarto. Por un momento dude si debía esperar o no. Además que estaba semidesnudo... y sabía que nada de esto estaba bien.
Jongin volvió aparecer casi al instante con un paquetito plateado en su mano. Era un condón. Inmediatamente se liberó de las únicas prendas que cubrían la parte inferior de su cuerpo, y después de mucho tiempo pude ver su miembro libre al fin. Me sonrojé y desvié la vista. No podía tomármelo a la ligera después de todo.
Una vez más subió a la cama y se colocó entre mis piernas, tomó de ellas y las acomodó sobre sus hombros. Escuché que rompió el paquetito plateado y luego se concentró en colocarse el condón.
-Alcánzame la almohada - pidió con voz ronca.
Alcé mi mano por encima de mi cabeza y le alcancé la almohada. Él me la recibió y la acomodó debajo de mi cintura.
-Lo haré despacio... - pronunció y asentí con la cabeza.
Sin quitar sus ojos de los míos fue introduciéndose poco a poco dentro de mí. No necesito prepararme porque el condón venía con lubricante. Sentí mis paredes adaptarse a su textura y cederle el paso poco a poco.
-Ahhhhh - soltó un gemido ronco y se acomodó a unos centímetros de mi rostro sin salir de mí, empezó a besarme con mucha urgencia y yo solo correspondí.
Sus besos fueron bajando por mi mandíbula, cuello, hombro y por último terminó en mi pezón. Con su lengua empezó a rodearlo dándole círculos y excitándome aún más de lo que ya me encontraba. En ese momento mis gemidos aumentaron y él por su parte empezó a moverse de afuera hacia dentro. Espero que mi entrada se adaptada por completo a su grosor, y entonces aceleró sus envestidas.
-Ahh… Ah… Ahhh… Jongin, detente... - rogué.
-¡No!
-Siento que me desmayaré – era cierto. Mi cuerpo no podía soportar tanta excitación en un día.
-No lo harás - dijo mientras me seguía penetrando y mi mente volaba de placer - Solo un rato más - demandó y me besó mordiendo mi labio inferior.
Las estocadas siguieron una, dos, tres, cuatro veces más... y de pronto no pude contenerme más. Mi esencia salió disparada al exterior llegando a manchar nuestros pechos desnudos. Solté un grito de liberación y Jongin lo hizo al mismo tiempo. Supuse entonces que ya se había corrido, Jongin dejó caer su peso sobre mí y nuestras respiraciones estaban sin control. Podía sentir su corazón palpitar fuerte, casi queriendo salir de su pecho para llegar al mío.
Jongin acarició mi rostro y sonrió muy ampliamente. Le miré con la misma sonrisa en la cara y besó mi frente. Parpadeé para aclararme la visión pero no pude.
-Luhan - escuché que me llamó a lo lejos. ¿Por qué de pronto sentía que estaba lejos? - ¿Luhan? - más lejos.
Intenté decirle algo, pero fue en vano.
-¡Luhan...! - y fue lo último que escuché.
(Sehun)
Son las 2:13 de la mañana y me encontraba profundamente dormido hasta que el teléfono interrumpió mi sueño. No era necesario mirar quien llamaba, sabía quién era.
-Espero que tu llamada sea importante – advertí a Jaehyo.
-Lo es. Te va a interesar mucho.
-Pues habla de una vez – ordené.
-Hoy conocí al novio de Luhan. Xiumin los invitó para salir y él llevó a su novio. Al parecer es sencillo. Nada comparado con Xiang, tampoco con Jongin. Este chico es muy fácil de poder engañar.
-¿Le sacaste el perfil psicológico tan solo en un par de horas? – pregunté sarcástico.
-No necesito sacarle un perfil psicológico para darme cuenta de lo inocente que es. A leguas se le nota.
-Bueno, entonces será fácil desaparecerlo. ¿Cómo se llama?
-Su nombre es Zhang Yixing. ¿Cuándo piensas bajártelo?
-Cuánto antes sea mejor, déjame planear primero cómo deshacernos de ese sujeto.
-No olvides avisarme, no me gustaría perderme de la diversión.
-No te dejaré de lado. Cuento contigo para ello.
-También tengo algo más que decirte. Mi información no queda ahí.
-Pues no des más rodeos. Tengo sueño.
-Al parecer Luhan está viviendo con Jongin una vez más, pero cada uno tiene su propia pareja. Jajaja Pobres, los engañan fingiendo que no se conocen.
-Eso sí que me tiene sorprendido. Tal vez podríamos deshacernos de los dos de una vez por todas.
-Creo que Jongin ya no tiene caso. Se ve muy bien con su nueva pareja, no parece que Luhan le afecte ahora.
-Entonces solo será su novio el objetivo. Veré qué más puedo averiguar de él.
-No olvides llamarme cuando tengas un plan.
-De eso no lo dudes. Te cuelgo, seguiré descansando… – y sin esperar a que me responda colgué la llamada.
No volví a conciliar el sueño y salí de mi cama a mitad de la noche para ir en busca de mi iBook. ¿Cómo era que se llamaba aquel sujeto? ¿Zhang Yixing? Ahora tenía que buscar información sobre él, en eso se basaría mí tiempo.