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ÁMAME o los problemas comienzan por mayita1513

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Notas del capitulo:

Holaa!! He regresado como lo prometí que lo haria, cada domingo :) 

Por cierto, tuve problemas con el capitulo. BUeno, se me borró ayer por la noche :( Y hyo tuve q volverlo hacer, pero siento como q fue muy simple esta vez :/ 

Sorry si no les llego a impresionar como he querido :( pero para hacer un lemon me demoro la vida... y en este caso tuve q improvisar TT__TT

Espero les guste el capo besos

(Minseok)

 

-Minseok… - mi abuela habló muy bajito para despertarme. Logré abrir un ojo y poder visualizarla. Me dolían los ojos de tanto llorar por la noche, así que volví a cerrarlos.

-¿Qué sucede, omma? – pregunté ronco.

-Chen ha venido a verte…

 

Abrí mis ojos sin cuidado y sentí que ardían cuando miré hacia la luz.

 

-¿Lo dejaste entrar?

-No, hijo. No sabía si querías verlo o no. ¿Quieres que le diga que se vaya?

-No, omma. No fue su culpa. Hazlo pasar.

-De acuerdo, cariño. Estaré en el mercado por si me necesitas.

-¿Qué hora es?

-Son las diez, cariño. Has dormido mucho. Todo lo contrario a Chen que parece no haber pegado el ojo durante toda la noche.

-¿Se ve muy mal?

-Los dos se ven muy mal. Me iré para que hablen tranquilos.

-Gracias, omma.

-Hasta luego, cariño.

 

Mi abuela salió de mi cuarto y caminó hasta la salida de la casa. Mientras tanto yo busqué algo de mi antigua ropa para vestir. Encontré una chompa casi gastada al igual que un jean y me la coloqué. Corrí hacia el baño, me lavé los dientes y la cara. Logré acomodar un poco mi cabello y así como estaba fui a su encuentro.

 

Jongdae se encontraba en mi habitación sentado al borde de la cama. No me había percatado de lo rápido que entró, pero ya que más daba. Estaba aquí y eso contaba. Se le veía cansado y con ojeras. Como había mencionado mi abuela, él no había pegado el ojo en toda la noche.

 

-Min… - se incorporó y se acercó muy apresurado hacia mí. Me abrazó con mucho fuerza y ocultó su rostro en mi cuello. – Perdóname, por favor.

-¿Por qué? – correspondí a su abrazo.

-Te amo.

-Y yo a ti. Pero siento que tienes algo importante que decir. – Tenía esa sensación que algo estaba mal. Por algo no había dormido.

 

Nos separamos para mirarnos a los ojos, y fue entonces que acerté. Su mirada me decía que tenía una mala noticia.

 

-Dime lo que pasa.

-Min, ven conmigo.

-¿A dónde?

-A New York. Viaja conmigo, por favor.

-¿Qué? – me sorprendí.

-Tengo que regresar.

-¿Por qué? ¿Es por tu Omma?

-Es por ella y por mi padre. Ellos dos están en juicio y tengo que ir a testificar. Mi hermano también tiene que estar ahí.

-¿Es necesario tu presencia?

-Sí, amor.

-Pero luego de eso puedes regresar.

-Min… - dudo en seguir hablando.

-Hay algo más, ¿verdad?

-No regresaré, Min. Tengo que estudiar.

-Tú no estudias – aseguré sin creerle.

-Por eso mismo tengo que empezar una carrera. Si quiero vivir a tu lado y sin que nadie me diga que hacer, tengo que estudiar. Sostenerme por mí mismo y dejar de lado el dinero de mis padres. No quiero depender de ellos si me van a obligar a no estar contigo. No quiero.

-Puedes estudiar aquí.

-Ese es el problema, Minseok. No quieren que me quede más tiempo - se llevó las manos hacia sus cabellos y se despeinó – No me mandaran más dinero. Es por eso que quiero que vengas conmigo.

-Sabes que no puedo… - me negué – No puedo dejar a mi abuela sola.

-Vendrás a visitarla.

-¿Cada cuánto tiempo? – Alcé la voz - ¡¿Cada seis meses o al año?! ¡No puedo! ¡No puedo dejarla! – empecé a chillar.

 

Me giré para salir de la habitación y dejar de pelear con Jongdae. Pero él me agarró del brazo y me giró para darle cara. Llevó la otra mano a mi cuello y me besó. Intenté no corresponderle, pero estaba muy desesperado por besarlo y olvidarme de todos los problemas por un momento.

 

-No puedo dejarla… - susurré al separarme.

-Lo sé. Soy un idiota, pero no sé de qué forma solucionarlo. No quiero dejarte.

-Pero es por tu bien. Debes estudiar.

-Entonces, ¿Quieres que me viaje?

-No quiero. Pero sé que todo esto lo haces por mí.

-Me gustaría tener otra opción, pero no la tengo. Prometo que vendré en mis vacaciones. Lo prometo.

-Y yo estaré esperándote aquí, siempre.

-Te quiero…

 

Una vez más se apoderó de mis labios y yo de los suyos. Entre besos me llevó hacia la cama y nos recostamos con cuidado. Me quitó la ropa muy lentamente y yo hice lo mismo. Entre caricias y besos quedamos desnudos sobre mi cama, éramos unos traviesos al no contar que mi abuela estaría a poco tiempo de llegar. Salí de la cama y Jongdae se quejó, me aseguré de echarle seguro a la puerta y luego volví a sus brazos.

 

Fue besando mi rostro hasta bajar a mi pecho y abdomen. Y por último, succionar mi glande con sus deliciosos labios. Solté un gemido y Jongdae dejó de masturbarme con tu boca. Sonrió con malicia y mordí mi labio cuando sentí mi entrada darle paso a uno de sus dedos.

 

-No puedes gritar… - me recordó. Claro que no podía. Tenía vecinos.

-Ya lo sé.

 

Introdujo un segundo dedo y empezó con las tijeretas. Arqueé la espalda por el placer que ya me daba, mi cuerpo era muy receptivo a él. Siempre con él.

 

-Jong

-¿Si?

-Fóllame.

-Bien dicho, esperaba que lo dijeras.

 

Acomodó mis piernas sobre sus hombres abriéndolas de par en par. Se acomodó entre ellas y antes de introducirse dentro me miró a los ojos.

 

-Te amo… - en eso sentí mi entrada ser invadida por él. Se introdujo poco a poco hasta que le di la señal que estaba listo a sus envestidas.

 

No demoró en salir y entrar de mi interior. Con una de sus manos tomó mi pene y empezó a masturbarlo acorde a sus envestidas.

Los dos reteníamos nuestros gritos y gemidos. No podíamos hacer un escándalo como todas las anteriores veces, esta vez no estábamos en su apartamento.

 

-¿Estás listo? – preguntó.

-Si…

-En 3… 2… 1.

-Ahhhhh

 

Esta vez no retuvimos nuestros gemidos. Los liberamos al igual que nuestras esencias. Él dentro de mí, y yo entre nuestros cuerpos.

 

Se salió de mi interior y se recostó a mi lado.

 

-Me siento muy cansado – comentó.

-Duerme.

-Si – asintió con pereza y me abrazó. Besó mi frente por última vez y se quedó dormido.

 

Esto no era la despedida. Él regresaría por mí, hasta metería mis manos al fuego si fuera necesario para demostrar que confiaba en él.

Yo lo sabía, esto no había acabado.

 

 

(Baekhyun)

Cuando llegamos a la nueva casa de Jaejoong lo primero que hicimos fue ducharnos. Fui el primero en hacerlo, luego Luhan. Tenía que esperarlo para salir juntos hacia la casa de Jongin.

 

-¿Qué estas esperando Baekhyun? – Yunho se acercó y se sentó a mi lado del mueble de la sala.

-A Luhan. Queremos ir juntos donde Jongin.

 

Yunho negó de forma lenta con la cabeza.

 

-No creo que tu destino sea ir con Luhan.

Fruncí el ceño sin comprender - ¿Por qué?

-Chanyeol ya no está en la casa de Jongin – aseguró.

-¿Qué? ¿Se fue con su mamá?

-No.

-¿Dónde está? – presioné.

-En el ejército. Lleva ahí cuatro meses.

-¡Cuatro meses! ¡¿Por qué no me lo dijiste?!

-Tú no preguntaste por él.

-Pero esto es importante. Creí que estaría trabajando o viviendo con su mamá, pero jamás me imaginé que entraría al ejército.

-Lo hizo cuando te fuiste. Las personas le reconocían en la calles. Todo el país sabía quién era, le miraban mal y hasta algunos le gritaban en plena calle. Él no podía vivir de esa manera, así que entró al ejército. Tal vez en dos años las personas se olviden de lo que pasó.

-¡¿En dónde está?! ¡Quiero verlo!

Yunho entornó los ojos – Te llevaré.

 

Se incorporó y caminó hasta el garaje.

 

-¿No piensas comer algo antes de salir, Baekhyun? – me preguntó Jae quien se asomaba desde la cocina.

-Gracias, Jae. No es necesario.

-¿Seguro? El viaje es largo.

-No se me antoja nada por el momento.

-Bueno… - se encogió de hombros.

-¡Hora irnos! – Apareció Yunho – El carro está listo.

-¡Jaejoong le dices a Luhan que…!

-Se lo diré, no te preocupes.

 

Salí con Yunho y me acomodé en el asiento del copiloto - Será un viaje muy largo - comentó

-¿Cuánto tiempo?

-Dos horas si no encontramos tráfico.

-Pues valdrá la pena.

 

Yunho encendió el auto y presionó el acelerador.

 

-----------------------

 

-Hemos llegado.

-¿Este es el lugar? – miré la zona militar a mi alrededor.

-Es obvio ¿no?

-Entremos de una vez.

 

Antes de ingresar un soldado pidió nuestros nombres. Este me miró muy sorprendido cuando le dije el mío. Me miró de pies a cabeza sin creerse si era yo o no. Tal vez este soldado miraba las noticias. No lo culpaba, pero toda mi vida sería juzgada.

 

-Quiero ver al soldado Park Chanyeol – pedí.

-Sígame, por favor…

 

Le seguimos hasta una sala donde había mesas en el centro. No éramos los únicos que iban de visita, había muchas otras personas más.

 

-Esperen un momento, por favor…

 

El soldado salió y junto con Yunho nos acomodamos en unos asientos. Apoyé mis codos sobre la mesa y empecé a mover la pierna dando golpecitos al suelo con mi talón.

 

-Ya te pusiste nervioso ¿no?

-¿Se me nota?

-Estas que te muerdes el labio. Y si, se te nota.

Solté un suspiro – No le he traído nada.

-Les has traído tu presencia, y eso es lo que cuenta.

-Creo que debí haberle aviso.

-Ya empezaste hablar tonterías. ¿Quieres que te deje solo?

-¡No! Acompáñame. – Pedí – Por favor, me siento muy nervioso.

-De acuerdo… - entornó los ojos. Debo reconocer que ahora lo hacía muy seguido – ¡Mira ahí está!

 

Me giré hacia la puerta para ver a un guapo soldado con la cabeza rapada. Había hasta olvidado lo alto que era. Se veía muy masculino con su uniforme y gorro de militar. Los zapatos lustrados y su buen porte. Me emocioné al verlo, incluso le sonreí por la emoción, pero él solo me miraba como si no se creyese que estuviera ahí. Parpadeó muchas veces y cuando al fin lo asimiló pronunció mi nombre:

 

-Baekhyun… - ¿Eso era todo? ¿No iba a decir nada más? ¿Por qué no me sonreía o saltaba de un pie por tenerme de vuelta en Corea?

-¡Hola, Chanyeol!  - Yunho se me adelantó en el saludo.

 

Chanyeol le saludó con un abrazó y Yunho palmeó su espalda. - ¿cómo has estado? – la pregunta se hizo pero Chanyeol no respondió.  

Me paré de mi asiento para abrazarlo también, me acerqué con esa intensión y me sorprendí cuando Chanyeol solo entrelazó manos conmigo. Lo hizo como si yo fue un total desconocido. No dije nada en ese momento porque aún me inundaba la alegría de volverle a ver. Supuse que la razón por la que no quería ser muy demostrativo conmigo, era porque estábamos en un lugar público. Si ese era el motivo yo entendía.

 

Nos sentamos los tres, Yunho a mi lado y Chanyeol delante de nosotros. Nadie empezó a decir nada, me mantuve contemplando solo a Chanyeol y él a mí.

 

-Creo que mejor me retiro – interrumpió Yunho – Te espero en el carro Baek – me tomó le hombro y la apretó para llamar mi atención. Me guiñó un ojo antes de salir y desearme suerte con el pulgar levantado.

-¿Cómo has estado? – me atreví a preguntar una vez que quedamos solos. Ni tan solos, aún había personas a nuestro alrededor.

-¿Cuándo llegaste? – evadió mi pregunta sin la más mínima delicadeza.

-Hoy en la mañana – respondí mirándole a los ojos.

-¿Ya has ido con tu padre? ¿Sabe qué estás aquí?

-No. Aún no le he visto.

-Deberías ir con él.

-He preferido venir a verte a ti.

-Tienes que ir con tu padre.

-¡¿Qué tanto interés tienes que vaya a ver a mi padre?! – Pregunté frustrado – Quise verte primero, eso es todo.

-Baekhyun. NO-DEBERÍAS-ESTAR-AQUÍ – pronunció muy despacio, vocalizando cada palabra.

-¿Por qué?

-Lo nuestro no va ser igual mientras yo esté aquí adentro.

-Lo será.

-No te veré a menos que salga un fin de semana. Y eso solo sucede cada seis meses.

-No importa. Retomaré mis estudios aquí y nos veremos esos fines de semana.

-¡No! – Dio un golpe con el puño cerrado sobre la mesa – No eres todo mi mundo, Baek. También tengo familia ¿sabes? Esos fines de semana pienso estar con ellas.

-Podemos ir los dos…

-¿Qué no estas entendiendo, Baek? – Interrumpió alzando la voz y muchas personas voltearon a vernos - ¡Lo nuestro no puede ser! – bajó la voz.

-Entraré al ejército… - tomé la decisión de forma apresurada.

-¡No! No puedes estar aquí.

-Es mi decisión – aclaré.

-Haz lo que quieras, Baekhyun. De todas formas no estarás aquí. Verán que sufres del corazón y te mandaran hacer servicios comunitarios.

-¿Por qué me hablas así?

-Porque tú no entiendes que no te quiero más en mi vida.

 

~~Bom Bom Bom Bom Bom ~~

 

Mi corazón empezó a bombear más rápido de la cuenta. Empecé agitarme sin haber hecho ninguna actividad física. Tenía ganas de llorar en ese momento, pero no lo iba hacer. No en ese lugar.

 

-No te pongas a llorar – advirtió – No aquí.

-No lo haré. Pero quiero que me expliques, ¿He hecho algo para qué estés molesto conmigo?

 

En eso llegó un joven quien llamó a Chanyeol:

 

-Channie… - era un chico de mi misma contextura y hasta podría decir que teníamos un mínimo parecido. Chanyeol le miró y el joven se detuvo al verme. Se inclinó para saludarme y luego se fue por donde vino.

-He encontrado a otra persona, Baekhyun – confesó con un tono más calmado. Levante la vista para mirarle a los ojos. – No es algo oficial, pero quiero que lo sea. Y no puedo estar con él mientras siga atado a ti.

-Andabas con otro mientras yo he estado de viaje… ¿Cómo puedes contármelo como si nada?

-No solo ando con él. Ya hemos tenido intimidad.

 

Abrí la boca por la sorpresa y empecé a hiperventilar.

 

-Me has estado engañando…

-Tengo mis necesidades. Y tú estabas lejos…

-¡Cállate! – Grité sin importarme los demás - ¡Me haces daño! ¡Me haces mucho más daño que mi enfermedad!

-Es por ese motivo que no debes estar aquí – murmuró – Ya no eres parte de mí.

-¿Sabes? Es la segunda vez que me dices que no me quieres en tu vida. Y sé cómo terminará, regresarás como la primera vez. Regresarás y me rogarás volver, pero yo no te tomaré ni un poco de atención. ¿Y sabes por qué? ¡Porque ahora soy yo quien no quiere nada contigo! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡TE ODIO! – golpeé la mesa con las dos manos y pateé la silla cuando me incorporé.

 

Caminé hasta la salida sin derramar ni una gota de lágrima. No le daría el gusto de llorar, no lo iba hacer ni aquí, ni con Yunho, ni estando solo en mi habitación. Me había engañado y no merecía mis lágrimas.

 

-¡Vámonos! – abrí la puerta del copiloto y Yunho se sorprendió.

-Creí que demorarías más…

-No. Fue una visita rápida – me aseguré con el cinturón.

-Al parecer no fue nada bien ¿verdad?

-Aja – intenté esquivar sus preguntas.

-¿Quieres hablar de ello?

-No – negué con seguridad – Llévame a casa.

-De acuerdo.

 

-----------------------

 

Al llegar pasé por la sala sin saludar ni mirar a nadie.

 

-¡Baek! ¿Cómo te fue? – Jae preguntó pero me pasé de largo. Subí las escaleras y me encerré en mi habitación.

 

Caminé hasta mi maleta que aún no había desempacado. Busqué entré los bolsillos aquella foto que me traía muchos recuerdos.

 Miré la fotografía por última vez. Luhan nos la había tomado en el tiempo en que vivíamos juntos. Estábamos recostados sobre el mueble de la sala y nos abrigábamos con una manta por el poco frío que se sentía.

Me entró nostalgia al verla ya que eran tiempo inmemorables. Pero ahora estaba comprobado que la felicidad no dura por siempre como muchos te lo pintan.

La realidad es otra.

 

Tomé la foto con fuerza y lo rasgué por la mitad, luego en cuatro partes y así sucesivamente hasta tener pequeños pedazos. Luego la tiré a la basura sin ninguna compasión. Busqué mi toalla para ducharme. Abrí la regadera y dejé que el agua me relajara. Me apoyé contra las baldosas e intenté darme fuerzas para no llorar como había prometido. Pero fui débil, y siempre lo sería. Las lágrimas salieron y esta vez ya no las retuve más. Si quería llorar era mejor hacerlo ahora, no luego. Luego no habría nada que lamentar.

 

-Espero no volver a verte nunca, Chanyeol. Nunca.

Notas finales:

¿Qué tal les ha parecido?

En el siguiente vuelvo con el Kailu con fuerza y de paso un parte de Chanyeol que se sabrá del por qué actuó de esa manera con Baekhyun. 

Besos y nosleemos.

Gracias por sus lindos comentarios

BYeee


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