—No sé porque hago esto—dijo el chico mientras caminaba. Se detuvo frente a la puerta de la casa de su amiga—. ¡Me arrepentiré de esto!
Suspiró por última vez en todo el trayecto, tocó el timbre y una voz se escuchó desde dentro de la casa; un simple “voy”.
La puerta se abrió y el rostro de Akira se asomó por la abertura.
—¡Qué bueno que llegaste! ¡Estaba a punto de irme!—La chica sonrió y lo invitó a pasar
—Bueno, ¿dónde está?—preguntó Sasuke mirando hacia todos lados.
—Mi hermano todavía está dormido, el entra al colegio en la tarde, así que solo te debes saber que él despierta a las 10; le tienes que hacer el desayuno, lo acompañas a la escuela y quiero que vigiles que se meta en el instituto, ¡oh! recógelo a las 8 y…
—¡Oye, oye! ¡Espera! No me dijiste que tengo que hacer todo eso—interrumpió el chico con una gota en la cabeza.
—¿No te lo dije? Pues ahora lo sabes—Ella miró el reloj—¡Ya es tarde! ¡Me voy! Me despides de mi hermano—finalizó saliendo a toda prisa.
—¡E-Espera! ¡Rayos! Bueno… veré cómo me las ingenio—dijo resinado, miró el reloj y suspiró—Apenas son las 9, todavía es temprano para que….—pero fue interrumpido por un grito y un fuerte sonido que provenía de las escaleras, asustado se dirigió a las escaleras, y pudo observar un cuerpo tirado debajo de ellas con un zorrito sobre él.
—¿¿Así que escuchaste todo, no?—se acercó al muchachito—. Tú debes ser el hermano de Akira ¿¿verdad?—el mencionado levanto la mirada y Sasuke pudo observar unos ojos azules, una piel blanquizca, el cabello rubio y en las mejillas unas 3 marcas de cada lado.
—¡¿Qué miras, teme?!—Dijo el pequeño algo nervioso, Sasuke por su parte solo desvió la mirada hacia otro lado.—Soy Naruto, y sí, soy el hermano de Akira, tú debes ser Sasuke, ¿no?
—Exacto niño…¡y no me digas teme!
—No soy un niño; ¡T-E-M-E!
—D-O-B-E
—Teme :p
—¡Usuratonkachi!
—¡Ususai!
—¿Qué haces tan temprano levantado?—preguntó Sasuke mientras Naruto se levantaba del suelo.
—Kurama tenía hambre
—¿Quién es Kurama? Ahaha—y miró hacia abajo… Tenía a un zorro mordiéndole la pierna—¡okey! ¡Ya sé quién es Kurama! Bueno, supongo que tú también tendrás hambre, ¿no?—
— T-Te equivocas….—pero fue interrumpido por un gruñido de su pancita.
El mayor Sonrió, Naruto solo suspiró
—Bueno, a la cocina antes de que me arrepienta.
El pequeño le siguió sin replicar a la cocina. Cuando llegaron se sentó en un asiento y espero a que el otro cocinase.
Un silencio algo extraño se formó.
—Oye… ¿desde cuándo conoces a mi hermana?
—¿por qué lo preguntas?
—Solo para saber, ¿no puedo saber de mi hermana?
—Bueno, si, supongo…Quieres saber que somos amigos desde que empezó la prepa y que nos une...
—... la perdida de los padres.
—¡Si lo sabes para que preguntas, dobe!
— No me refería a eso, sino al como se conocieron tú y ella, y ya no me llames así.
—¡Ah! ¡Eso!… ¿Para qué quieres saber?
—¡Solo preguntaba!—dijo el pequeño con un puchero.
—Bueno, diría que fue coincidencia; el profesor estaba armando equipos para una tarea y nos puso juntos… luego de eso empecé a prestarle atención… descubrí lo “amable” que fue con los chicos que la molestaban… jajaja ¡Tendrías que haberlos visto! Terminaron todos con más de un hueso roto…
—¡oh, ya veo! ¿Y tienes hermanos?
—Si... un hermano mayor, Itachi… oye me estás haciendo muchas preguntas, ¿me interrogas?
—No, es solo que hay que llevarnos bien en estos días
—Bueno tienes razón. Supongo.
Los dos se quedaron callados.
“¿Que más le puedo preguntar?” se decía Naruto, mientras que Sasuke se preguntaba; “¿qué haré con él?”… De repente todo fue interrumpido por el pequeño zorro, el cual se subió a la mesa y tomo las llaves que estaban al lado de Naruto.
—Kurama… espera… regrésame las llaves—pero el pequeño zorro salió corriendo y tras de él, Naruto, mientras que Sasuke se quedó sentado, mirando como Naruto salía de la habitación
—Será mejor que lo ayude…—dijo el mayor… Pero cuando salió no pudo ver nada, solo escuchó un grito de parte de Naruto que cual provenía de arriba; Sasuke no perdió tiempo y se dirigió para allá, cuando estaba subiendo las escaleras le pasó de frente el pequeño zorro y después Naruto que iba detrás de él, este se tropezó, cayendo sobre Sasuke.
El mayor abrió los ojos… y los dos rodaron por las escaleras.
—¿Estás bien?—dijo Sasuke abriendo los ojos y mirando a Naruto que descansaba sobre su pecho.
—Creo que…sí—Naruto subió la mirada y al abrir los ojos se topó con los ojos de Sasuke, un ligero sonrojo se colocó sobre sus mejillas y su pequeño y frágil corazón se aceleró. Sasuke por su parte estaba igual, con el corazón latiendo a mil.
—Perdona…será mejor que me quite de encima—dijo Naruto, avergonzado, este se quitó de encima lo más rápido que pudo—mejor me apuro…no quiero llegar tarde a la escuela…
Tras esto subió las escaleras lo más rápido que pudo, dejando a Sasuke un poco confundido.
Naruto se encerró en su cuarto y se dejó recostar en la puerta
—¿Qué demonios acaba de pasar?—trató de olvidar lo ocurrido y alistarse para ir a la escuela, mientras Sasuke se levantó del suelo, busco sus cosas y regresó a la cocina a recoger el desorden.
—¡Maldición! —exclamó al ver la comida quemada y el humo que escapaba del microondas.
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La caminata para ir a la escuela estuvo callada, ninguno de los dos se atrevió decir nada de lo sucedido.
Al llegar a la escuela del menor se quedaron un rato ahí parados, sin saber exactamente qué hacer.
—Bueno…te dejo, recuerda que vendré a recogerte en la salida, Naruto.
—Lo sé ¡Espera! Ya no soy un niño para que me vengas a recoger.
—Esas fueron las indicaciones de tu hermana
—¡Está bien…bye!—Naruto entró a la escuela un poco avergonzado, mientras el Uchiha al hacer su cometido se fue rumbo a su escuela.
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Naruto al entrar a su salón se sentó en su lugar y una chica de cabello rubio largo se acercó.
—Vaya, ¿quién era ese lindo chico que te trajo a la escuela?
—Un amigo de mi hermana…¡De paso no digas nada, ok…Aya-chan!
—Oki—dijo la niña con una sonrisa.
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Mientras, el Uchiha estaba en su pupitre mirando hacia la ventana, pensándolo que había pasado esa mañana…
Y una luz roja (de alarma y peligro) se encendió en su cabeza: “Rayos, no le dije a Itachi que no iría a casa” pensó… Sacó su celular (donde ya había varios mensajes) y escribió: “no iré a casa a dormir, tengo que cuidar al hermano de Akira, desde hoy hasta el lunes”.
Después de un rato recibió un mensaje “está bien, pero ten cuidado” pero esas palabras “cuidar al hermano de Akira… Naruto”, lo hacían pensar que haría un completo fin de semana con aquel niño de ojos azules, se maldecía así mismo por haber aceptado eso, pero no sabía que esto le cambiaría su vida para siempre.