El deseo de una flor por Tsukihime95

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30 de Septiembre, xxxx

Hi no kuni, Kaminari no kuni, Tsuchi no kuni, Mizu no kuni y Kaze no kuni.Las 5 grades naciones donde se encuentran las 5 aldeas ninja, las cuales desde la 4ta guerra ninja, poseen una poderosa e inquebrantable alianza gracias a un Shinobi atolondrado, que fue capaz de hacerse amigos con desconocidos. Que, con su voluntad de fuego, puedo cambiar el estilo de pensar de muchos.Un ninja que fue capaz de sorprender a la gente, el cual fue el mejor Hokage que Konohagakure no sato pudo tener.

Era el medio día en dicha aldea, la cual el día de hoy se encontraba desértica, con un cielo gris como fondo… todos los años era así,desde aquel día...

“así es mejor, no quiero que miren pasar”

Oh, pero tenía tan mala suerte.

Al salir del despacho del Nanadaime Hokage, después de una misión exitosa con su equipo, se adentró a la calle principal con rumbo a la floristería Yamanaka, observó que pocas personas salían de sus casas realizando sus actividades diarias y que al pasar al lado de ellas, estos observaban su persona con pena y con pesar.

“Lo ODIO! Odio esa mirada!!! No necesito su compasión!”

Frunciendo el seño, empezó a saltar de casa en casa hacia su destino, el cual, al entrar a este, una hermosa joven de cabellos rubios le atendió.

-Hola chibi-kitsune-dijo la mujer cariñosamente al reconocer a la persona que había entrado a su tienda- lo de siempre no?-terminó de decir con una sonrisa triste.

-hai, por favor Ino-obasan-susurró distraídamente viendo la diversidad de flores que se encontraban en la floristería. Y cada una de ellas le recordaba a…

-doozo chibi-kitsune-dijo la Yamanaka con cariño, dándole un ramo de lirios y rosas blancas-… Ya han pasado 8 años ne?-susurró con tristeza, viendo como los ojos de la persona que tenía en frente se oscurecían, agarrando con fuerza el ramo de flores y agachando la cabeza.

-arigatou gozaimasu Ino-obasan- dijo respetuosamente-ja, matta ne-le dedicó una sonrisa a la yamanaka, que, si no fuera que fue amiga de cierta persona que siempre sonreía para no preocupar a los demás, nunca hubiera sabido que es falsa…

“Se parece tanto a ti…”Pensó la ojiazul al ver como se cerraba la puerta de su establecimiento.

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Al salir de la floristería, siguió con su maratón de saltar edificios, hasta ir a una parte alejada al noroeste de la aldea. Al llegar, el cual era un prado,  se dirigió rápidamente hacia el único árbol de sakura, en el cual, al lado de este se encontraba una gran lapida de piedra granito azul, la cual poseía girasoles en los floreros de piedra que se encontraban a cada lado de esta.

Se sentó al lado de este, dándole la espalda al árbol y miro fijamente los girasoles por unos segundos, apretando con fuerza, pero también con delicadeza, el ramo de flores que cargaba.

-otou-san se me adelantó, como siempre-suspiro con tristeza- nunca me ha dado la oportunidad de venir juntos para verte okaa-san-sonrió con amargura-siempre tengo que darte tus segundas flores favoritas por culpa de él.

De nuevo, vio detenidamente las  flores-nunca entendí porque me diste este nombre okaa-san, yo nunca podré ser un girasol, que brillan con el sol. Soy mas bien...una ginger –calló un momento, al sentir una ráfaga de viento, la cual movió delicadamente, como una suave caricia, su extensa cabellera rojiza-No me parezco en nada aun girasol okaa-san! No sé en que estabas pensando cuando me nombraste así-ttebane! haha-rio sin gracia, recostándose en el tronco del árbol, viendo al cielo grisáceo por un momento, empezó a recordar sus primeros 4 años de vida( aunque sus primeros 2 casi ni los recuerda)” los años más felices de mi vida” pensó con nostalgia y tristeza, empezando a sentir como sus ojos se aguaban-Te extraño tanto okaa-san, otou-san y yo no somos los mismos desde tu muerte- lagrimas traicioneras empezaron a correr de sus mejillas- pero esto ya lo sabes, porque sé que nos estas cuidando sea donde estés -sonrió tristemente-ojalá estuvieras aquí…

Se la pasó toda la tarde platicando a la lapida, contándole como le fue en su misión con Hinata-sensei, como le exasperaba el idiota de Haruno Sakumo que no paraba de decirle "chibi-tomato" y trivialidades como que sacaron un nuevo sabor de ramen, y que konohamaru-nii-san hizo una nueva variación del oiroke no jutsu junto con Sai-ojisan haciendo enojar a Sakura-obasan y el cómo esta los dejo en K.O. al cabo de pocos segundos.

Ya pasada la noche, vio que era demasiado tarde y se levantó de su lugar.

-Matta ne okaa-san, te amo-le dedico una pequeña sonrisa a la lapida y se dirigió a la a la salida del cementerio dejando el ramo en frente de esta, la cual decía:

Uzumaki-Uchiha-Namikaze Naruto,

Rokudaime Hokage

Héroe de la Cuarta Guerra Shinobi

 <¡¡Nunca me retractaré de mis palabras!! ¡¡porque ése es mi camino ninja!!>

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Entró rápidamente a su casa, y se dirigió rápidamente a la cocina, la cual se encontraba con la luz encendida y viendo al entrar, a su padre sentado al lado del refrigerador con una botella de sake en su mano derecha, el cual este al sentir su presencia, viro su mirada carbón a los ojos cielo que lo miraban con tristeza, transmitiendo en sus ojos negros el dolor agonizante que sentía, los cuales eran como dagas para la pelirroja, sintiendo como sus ojos se aguaban una vez más.

“ oh papá…”

Se sentó enfrente de él con lágrimas en los ojos, viéndolo fijamente, viendo como este hombre con actitud arrogante y orgullosa, se desmoronaba enfrente de sus ojos, borracho, con los ojos rojos y con mirada vacía.

Le quito el sake y lo colocó en el mueble de cocina al lado del refrigerador,  de repente sintió como era jalada al pecho de su pelinegro padre,  y el cómo era rodeada con sus brazos definidos por el entrenamiento.

-Por favor, no me dejes, eres lo único que me queda, mi pequeña Himawari-Susurro con dolor Sasuke, besando las hebras rojizas de la menor- ya lo perdí a él, no quiero perderte a ti. Te amo mi girasol…

Al escuchar las palabras de su padre, no aguantó más y empezó a sollozar a lagrima viva, mojando la capa del actual Nanadaime Hokage.

-Nunca te dejaré papá, yo también te amo, no me dejes – hipó con agonía. Se sentía como cuando era pequeña, y su padre la consolaba y después de eso su madre le besaba la nariz y la llenaba de mimos.

“pero ahora yo debo consolarte “

Siguieron abrazados, hasta que, por los efectos del alcohol, el pelinegro quedó dormido. Se removió delicadamente, para no despertar a su padre, se zafó de su agarre y creó 6 kage bunshin, los cuales tomaron en brazos al moreno y lo llevaron a la habitación matrimonial.

“cada vez es peor” pensó con tristeza, mientras que seguía a sus kage bunshin; sabía que su padre no era alcohólico, pero desde que murió su mamá, bebía en exceso al punto de la inconsciencia solo en 2 días: El nacimiento y la muerte de su madre.

Su padre siempre quiso mostrarse fuerte cuando murió su madre, en frente de todos y de ella, pero ella sabía… Sabía que la muerte del rubio lo carcomía por dentro todos los días.

Los kage bunshin recostaron al pelinegro sobre la cama, y al cumplir su función la ojiazul los esfumó. Tapó con las sabanas a su progenitor, le dio un beso en la frente, susurró un "te amo, oyasumi otou-san"  y salió de la habitación.

Camino en los amplios pasillos de su casa hasta entrar a su habitación. Se quitó los zapatos y se tiró a la cama, cansada, ni siquiera se cambio de ropa( tenía demasiada pereza), se acurrucó y cerró sus ojos. Siendo su último pensamiento antes de entrar al mundo de los sueños, cayendo una lágrima en el proceso...

“Deseo con todas mis fuerzas poder salvar a mamá,tenerlo conmigo y así… ser la familia que éramos antes de su muerte”

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En un prado, lleno de flores y arboles, se encontraba un zorro de pelaje naranja-rojizo, el cual poseía un collar con un dije con el kanji "SELLO" grabado en este, se encontraba recostado, sumido en sus pensamientos hasta que escucho el último pensamiento de cierta pelirroja.

“Deseo con todas mis fuerzas poder salvar a mamá, tenerlo conmigo y así… ser la familia que éramos antes de su muerte”

Al escuchar eso, Viro su mirada rojo sangre al cielo, y sonrió con determinación…

-Tal vez podre hacer realidad tu sueño cachorra-dijo  el bijuu. Solo tendría que hablar con su jinchuuriki si le parecía la idea.

“ otra vez te podré ver y así cumpliré mi promesa de protegerte mocoso” pensó Kurama mientras que se recostaba mejor entre sus colas.

Porque el bijuu más poderoso de todos, quería al rubio atolondrado como a su hijo, y a su descendencia, como a su nieta y le cumpliría cualquier capricho…

“Para algo soy su abuelo, no?”

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