Capitulo 11
“Aniversario”
Cuando escuchó aquella palabra en el supermercado, dejo a un lado su importante discusión interna sobre que marca de harina para hotcakes era mejor para desayunar cuando Steve regresara de su misión…
Aniversario.
No tenían uno.
Era verano cuando llego a la casa del Capitán, Otoño cuando se mudaron a la torre de los vengadores y el invierno estando con su compañía mientras hacia nuevos amigos, que fue la mejor manera de pasar las fechas, primavera fue un poco complicada cuando sus exjefes volvieron a aparecer pero todo termino bien afortunadamente….
Entonces volvía a ser verano, un año de tantas cosas, tanto cambio, fin de algunas cosas y principio de otras, pero sobre todo no podía evitar estar agradecido ¿Qué sería de él sin su paciencia para aguantar cuando no recordaba algo? ¿Sin su amor incondicional? Porque no era el mismo hombre que Steve había amado durante la guerra… ¿Cómo hubiera sobrevivido sin sus besos y cuidados?
Había hecho varias cosas que su amante había sugerido para hacerlo feliz , aunque esas no contaban, porque la intención de aquellas era el bien de él mismo, sólo que Steve se las pedía con su rostro más inocente al saber que era necio y no las haría fácilmente
La primera fue trabajar con los vengadores, no se llevó muy bien con ellos en un principio al sentir sus miradas de hostilidad, como si esperaran que se volviera loco en cualquier momento. Le permitieron ayudar en algunas misiones para hacer feliz al Capitán. La tensión no duro mucho porque con el tiempo pudo conversar con ellos y de alguna manera supo que encajaba ahí, después de todo usaban sus habilidades para ayudar a las personas.
Conforme pasaron las misiones les salvo la vida algunas veces y ellos también le habían ayudado a salir de situaciones difíciles; con lo que la relación con los vengadores se fortaleció, tanto que era invitado y esperado cuando todo el equipo se reunía al hacer cosas como ver una película o hacer una especie de fiesta
La segunda fue la que pensó demasiado: Ir a terapia, aunque para el soldado de invierno la mejor terapia era estar en cama con su novio, esté no veía las relaciones sexuales como la única manera de borrar toda la tensión y estrés por esos eventos de Hydra.
-Que aguafiestas eres – Le dijo acurrucado en sus pectorales que aún tenían marcas de sus dientes- Hace unos minutos no hubieras dicho lo mismo ~ -Tenía sueño pero quería evitar hablar con alguien sobre sus problemas y “dejarlo entrar en su cabeza”
-Buck, por favor, te ayudaré y puedo acompañarte…-Con sus manos de artista acariciaba lentamente su cabello, hablando con esa voz suave como si quisiera arrullarlo, cosa que no tardo en lograr- No quiero verte sufrir cuando no estoy.
Al escucharlo decir eso no pudo resistirse, si Steve quería que fuera a terapia, iría, a terapia, no quería que fallara en una misión por estar pensando en su bienestar
Para su sorpresa no fue algo completamente desagradable, era bueno poder hablar con alguien sobre todo lo que tenía en su cabeza sin temor a que terminara llorando, Steve juraba que aguantaba cuando despertaba gritando y le contaba una pesadilla sobre Hydra, pero sabía que no era verdad-
Además le daban actividades con las que podía distraerse, como tomar clases de cocina, anotar todo lo que podía recordar en un diario, mantenían su mente ocupada y no las hacía solo; el buen Capitán cumplió su promesa de acompañarlo y ayudarlo en esas tareas (amaba la del diario por supuesto) La tercera y última fue la más normal, fue provocada por una pelea.
Aunque se amaban demasiado, también tenían sus peleas provocadas por los celos de Bucky. Cuando Steve iba a una misión con algún otro vengador o agente de SHIELD el actuaba como si fueran a intentar algo más con el rubio.
¿Pero cómo no pensar eso? Se preguntaba el espía a sí mismo, aunque su pareja era un necio e impulsivo, era demasiado buena persona, siempre dispuesto pero algunas veces demasiado inocente ¿Cómo no enamorarse de él?
-¿Qué si uno se enamora de mí? –El capitán alzo un poco la voz, nada comparado al tono de dar órdenes, pero lo diferente en él- Sólo te amo a ti, siento que estas desconfiando de mi..
-No haría eso –Un poco arrepentido desvió la mirada, no podía ver ese rostro decepcionado -
Así que tuvo que soportar los celos y llegaron a un acuerdo que cuando estuvieran separados por alguna misión se enviarían mensajes o se llamarían para saber cómo estaban, la tecnología les brindaba esa posibilidad por lo que la aprovecharían.
En fin, habían sido muchas cosas pero no era suficiente, todas eran para su propio beneficio y no para el de Steve.
¡POP!
Un nuevo mensaje llego a su celular, así que de inmediato escogió cualquier marca de harina para poder contestar el mensaje que era de Steve, “Stevie” como lo tenía registrado en el directorio; el mensaje era muy simple, así que supuso que su novio debía de estar realmente cansado:
“Buck, termino la misión, un poco de papeleo más y estaré de vuelta pronto, te amo “
Entonces se dio cuenta ¿Se había quedado un rato ahí parado entre las harinas? Eso era bastante extraño, ahora entendía porque la gente que estaba alrededor lo veía extraño; ignoro eso y decidió apurarse porque el tiempo no le alcanzaría para tener todo listo, además tenía que organizarse para el asunto de su “aniversario” al saber que no dejaría de dar vueltas en su cabeza.
oOo
Era como una rutina.
Pero no por eso era mala, si pudiera le gustaría repetirla por cada uno de los días de su vida, realmente Steve la amaba.
Aunque quizás no era tan rutinaria, dependía de quien de los dos había tenido una misión, porque casi siempre era más o menos así:
Llegar, darse un baño, cenar algo preparado por el que quedó en casa mientras platicaban… y hacer el amor de una manera desesperada, queriendo compensar el tiempo perdido, así fueran dos días o dos semanas.
(Si ambos habían ido a una misión juntos terminaban por comprar algo en un restaurante y el sexo intenso era reemplazado por alguna otra actividad sexual que no fuera tan demandante, aunque algunas veces solo con dormir fuertemente abrazados era suficiente)
Como lo esperaba hicieron todo eso, pero no se sentía pesado, realmente quería esa felicidad doméstica, era justo lo que necesitaba después de volver de golpear a algunos de esos tipos locos queriendo dominar el mundo, disfrutaba cada momento, la forma en como el espía fruncía el ceño cuando le narraba algo peligroso que había hecho o como sus manos le acariciaban y sobre todo la manera que tenía de besar cada moretón. Ya en la mañana Steve se levantó para ir a correr, se vistió para acercarse a su pareja y despedirse, cuando sintió que Bucky le agarraba fuertemente del brazo.
-No vayas quédate conmigo…-Pidió con sus cabellos castaños revueltos y esos hermosos ojos azules algo adormilados, por lo cual unos instantes estaban abiertos pero pronto empezaban a cerrarse.- Por favor Rogers
Verlo de esa forma hizo que un poco de su flojera se pasara a Steve, la verdad estaba algo cansado y no todos sus moretones habían sanado, sin contar una pequeña incomodidad en sus caderas por las actividades del día anterior y sumado a que estaba algo nublado, hacia la oferta del castaño cada vez más tentadora.
-Bien, pero vas a tener que preparar el desayuno, pensaba comprar algo…-No tardó mucho en quitarse la camisa y acomodarse en la cama abrazando al otro como si pudiera protegerlo de cualquier mal, mientras iba cerrando los ojos.
Cuando abrió los ojos se encontró con la cama vacía y no se preocupó, Bucky debía estar en algún otro lugar, las primeras veces que se despertaba sin él después de haber pasado la noche juntos, entraba casi en pánico pero al final siempre resultaba que el castaño estaba en el baño o queriendo hacer un desayuno, no escapando hacia la otra parte del mundo para matar a un agente de Hydra, por lo que Steve podría relajarse.
-No lo haré de nuevo –Dijo Bucky un día en la mañana bastante molesto de que su intento de sorprender a Steve con un desayuno sorpresa- No te dejaría otra vez…
Pero en este día había una tormenta con truenos tan fuertes que acabaron por despertar al Capitán, no le asustaban pero terminaba por imaginar si Thor estaría en algún lugar teniendo una batalla épica con algún villano,..
-¿Bucky? –Grito hacia el baño y al no recibir respuesta fue hacia la cocina, la que encontró desierta y como la había dejado a noche.
Su respiración comenzó a agitarse, gritando a su mente que esto no era un dejavú era algo diferente, en el caso de que fuera así, alguien allá arriba debía odiarlo.
No estaba 100% seguro, probablemente era un 90% pero era por estos días, lluviosos de verano, cuando descubrió que alguien entraba a su casa y termino por ser Bucky, dando lugar a varios sucesos que finalmente los llevaron a tener un “y vivieron felices por siempre”.
Tenían sus peleas, Bucky tenía muchos sucesos que superar, villanos y sobre todo esa sensación de que al ir a combatirlos podía ser la última vez que se vieran, pero estaban juntos, ambos se habían dicho que querían pasar el resto de su vida juntos.
Se sintió cursi, aunque sabía que lo era.
Para distraerse comenzó a hacer el desayuno, hotcakes, huevos acompañados con café, suficiente para los dos, aunque termino comiendo solo, porque el otro no aparecía por ninguna parte paso un poco más de media hora cuando la puerta principal se abrió y para tranquilidad de Steve, era Bucky con algo en las manos…
¿Un ramo de rosas?
-Oh arruinaste la sorpresa –Bucky hablo en un tono algo molesto, pero le termino ofreciendo el ramo de aquellas flores que estaban frescas, despedían un olor y tenían un color intenso- Ten.
Quedo paralizado, sintiendo como algo de rubor aparecía en su rostro, ellos hacían cosas cursis seguido, no iba mentirse a sí mismo, pero esto realmente fue sorprendido.
-¿Por qué? –Pregunto abrumado por la situación, pero acepto el ramo, leyendo una nota que decía “Para Stevie, de Bucky”
- Por nuestro aniversario.
-¿Tenemos uno?
Al ver que el rostro de Bucky no mostraba mucha felicidad, se acercó para darle un beso, porque él si estaba feliz, era un detalle muy dulce, regalar rosas siempre había sido algo romántico en sus tiempos y los jóvenes de hoy en día aun lo hacían.
-No, pero quería darte de regalo de aniversario, un aniversario –Rió Bucky por lo que de inmediato volvió a darle otro beso.- No teníamos uno
Lo amaba como era, esa combinación de ser el soldado de invierno y su amigo de la infancia, pero cuando Bucky sonreía y coqueteaba como antes de todo lo de Hydra, sus piernas temblaban quedando sin escapatoria ante sus encantos.
-Hum…-Pensó por unos momentos lo que iba a decir- Fue por estas fechas cuando te encontré después de tanto buscarte –Hizo su mejor esfuerzo por no recordar aquellos días cuando después de recuperarse del hospital no había pensado nada más que en encontrarlo-
- Han pasado muchas cosas desde entonces –Comentó el espía medio perdido, quizás decía eso para el mismo.
Antes de que Steve pudiera hacer algún comentario sobre la forma en que celebrarían su aniversario, Bucky se agachó en el piso apoyando una pierna en el suelo, había visto muchas películas por lo que sabía que eso significaba, aunque no lo podía creer.
-Steve Grant Rogers….- Dijo el castaño seguro de si mismo, sacando una caja sencilla abriendo esta en lo que parecieron segundos para el Capitán.
-Bucky…-Intento interrumpir, al ver ese objeto, un fino anillo de color azul.
- Guerras.. - Empezó el espía- 70 años y aún estoy enamorado de ti, siempre lo he estado, por alguna razón llegue desorientado a tu casa hace un año…- hizo una pausa –No quiero volver a separarme de ti ¿Quieres casarte conmigo? - Los hermosos ojos azules que tenía adelante se veían ansiosos con la respuesta, así que no lo hizo esperar.
- Después de tantas cosas no podía imaginarme mi vida sin ti –Steve Intento que su voz no se quebrará, era legal en la actualidad, pero nunca creyó que Bucky fuera de ese tipo…
- ¿Es un sí? – Bucky parecía estar igual de conmovido y de inmediato volvió a estar de pie para tomar la mano del rubio, sonriendo de una forma que Steve jamás había visto.-
- Si, vas a tener que aguantar mis imprudencias y yo tu mal humor, pero ya lo he aguantado lo suficiente…
-Punk –Rió Bucky tomando la mano de Steve dando un suave beso, preparándose para acomodar el anillo, pero antes de hacerlo le mostro la inscripción que este tenía.
-Hasta el final - Leyó Steve en voz alta las palabras dentro de la joya para después juntar sus frentes-
-Juntos Hasta el final…-Murmuro el Capitán sobre los labios del soldado de invierno
Volvieron a compartir otro beso algo corto porque las flores estorbaban, pero no importaba, unir sus labios solo unos segundos no le restaba importancia a la emoción que sentían al besarse sin ser interrumpidos o pensar en que era algo que estaba mal, todos sabían lo mucho que se amaban.
Ahora les quedaba un futuro por delante, podían pasar muchas cosas pero estaban juntos y era lo único que importaba.
FIN