POV Minho
Mi garganta pareció secarse un momento, las miradas de sorpresa de Jonghyun y Kibum eran un poco evidentes y sin embargo creo intente disimular la decepción que sentía en ese momento, pero ¿Decepción? ¿Por qué?
Hacía algún tiempo que Taemin me parecía un chico bastante energético, lleno de alegría. Jamás faltan sus palabras de aliento y su fortaleza que es terriblemente contagiosa. Me gusta Taemin tanto como Jonghyun o Kibum; es un pequeño compañero de charla, juegos y ¿Por qué no? Es demasiado fácil hacerlo molestar aunque creo que eso solo me pasa a mí. Y me siento afortunado.
— ¡Hey! Paren con eso, no molestemos a Minie. — intente brindarle una sonrisa y en cambio el continuaba serio.
Dejando el tema a un lado, nos concentramos en repasar el guion, que a mi parecer no tenía ni una pizca de dificultad en él. Eran diálogos simples aunque bastaba saber eso para entender que lo que verdaderamente contaría seria la actuación.
No pensé que Jonghyun realmente se aprendiera por su parte las líneas y las ensayara en sus ratos libres ¿Cómo lo sé? Bueno, recitó a la perfección sus pocas líneas y las actuó de forma bastante buena. Se tomó en serio el papel de Soldado. Kim era bastante bueno si así se lo proponía. Y no dejare atrás a Kibum, quien ponía un toque delicado a cada una de sus líneas, su voz la suavizo aún más y el sentimiento que transmitía hacia que la piel se me pusiera de gallina. Con solo mirar la cara de Jonghyun sabía que estaba fascinado de mirarlo y escucharlo actuar y también sabía que maldecía entre sus adentros a Nam por joderle la obra al ser el Príncipe.
Para cuando acabamos de ensayar el guion, el pequeño Taemin estaba sentado en un sillón largo color crema que tenía Kibum frente a su ventana, el miraba con suma atención hacia un punto fijo el cual desconocía por completo. Era raro ver al torbellino Lee Taemin en ese estado, al menos para mí.
¿Cuántas cosas más desconocía de el?
Parecía estar sumido en sus pensamientos mientras el aire fresco de la tarde se colaba por la ventana y golpeaba su pequeño rostro. Sus cabellos castaños se balanceaban en compas al viento haciendo que cada hebra de cabello terminara rosando su rostro y regresando a su lugar de nuevo.
¿Lo estoy mirando en cámara lenta?
Si no era así, podía ver bien cada uno de sus pestañeos, cada momento al respirar, el movimiento involuntario de sus labios carmesí por el frio. Era más intenso el color de estos por el aire, estaba seguro.
Lo observe durante unos segundos mas no fue hasta que me percate que Jonghyun me miraba atento, con los típicos ojos de “Te estoy calculando Choi” adornado con esa sonrisa que hace derretir a las chicas y a Kibum.
Si es de jodido engreído.
Algo traía entre manos y no sabía que era o al menos no quería suponerlo y estar en lo correcto, preferí dejarlo pasar.
— Hemos terminado ya de ensayar así que ¿Por qué no vamos por esa consola y jugamos un poco? — intentaba romper el hielo.
— ¡Vaya! Dices algo coherente Príncipe Rana. — por fin se asomó la tan esperada sonrisa. Taemin estaba de vuelta en el mundo normal.
— Disculpa la molestia Minho, no soy muy fanático de los videojuegos es por ellos que no tengo una consola. — se disculpó, como era costumbre de Kibum.
— Esta bien, no tienes que disculparte. Por el contrario creo que molestamos mucho ¿No? — Me reí de mi comentario mirando a Jonghyun quien me dio la razón de inmediato.
— Y bueno eres rana o tortuga, aun no veo esa consola enfrente mío ni el control de mando en mis manos. — Taemin se colocó frente de mí. — ¿Vamos? —
— Vamos, regresamos en un rato. — camine hasta la puerta. — ¿Quieren algo en especial? — pregunte mientras Jonghyun acomodaba su playera y se sentaba en la cama de Kibum.
— Privacidad Choi, privacidad. — sonrió victorioso, imbécil.
Salí riéndome mientras Taemin daba protestas en alto.
— ¡HEY! ¡HEY! ¿¡COMO QUE PRIVACIDAD!? Bumie. — chillo nuevamente mientras bajábamos las escaleras. — ¿Lo planearon tú y el Pekinés? — No pude evitar soltar una carcajada ante el alentador apodo nuevo de Jonghyun, Taemin era único si se trataba de molestar.
— Para nada, no sé qué tenga pensado Jonghyun pero Kibum está a salvo. — aun seguir riendo debido al apodo.
— Me da miedo como reaccione Kibum, quizá se ponga terrible nervioso o algo. — comento bastante pensativo, como si imaginara la situación. Taemin era extraño a veces — Me dejarían un trauma si los encontramos, claro no tengo problema pero ¿Choi Minho mirando porno gay? No sé si pagaría por ver tu cara. — rio en alto, y yo simplemente no supe que contestar en respuesta solo moví la cabeza y reí bajo.
Mientras caminábamos nos dedicamos a estar charlando de todo tipo de cosas, desde lo absurdo hasta lo importante y otras no tan importantes, sin embargo si el preguntaba algo yo contestaba. Se había vuelto muy habitual.
— ¿Qué tal van en los entrenamientos Choi? —
— Suenas tan simple cuando me llamas de esa forma. — reí. Era verdad, y extraño. Parecía que quería verse un poco más grande quizá de nuestra edad a pesar de no ser tan pequeño sin embargo para Taemin el ser pequeño estaba bien porque lo mimaban y consentían de más o al menos de esa forma lo veía.
— ¿Hyung? — pregunto con cara inocente.
— Ok, Choi. — termine riendo de nuevo y el también sabiendo que había sido victorioso al final— Bastante bien, tengo partido de Futbol en 2 semanas más ¿Iras a verme? —
— Si, posiblemente. — Contesto con una amplia sonrisa— Aunque seguramente a los gorilas y los flacuchos del equipo no les gustara demasiado verme. Hablan muchas cosas de mí y de Bumie como si tuviésemos la peste o algo parecido. A mí no me importa mucho, si quieren meterse conmigo tengan la advertencia que los golpeare mucho. No me dejare. — diciendo esto empuño su mano, entrecerró los ojos y tenía porte de “Pateo traseros”.
Desordene su pelo en un gesto de molestarlo, mientras intentaba quitar mi mano de encima de su cabeza. Tenía dedos largos y una mano pequeña y suave.
— ¡Hey! Basta ¡Hey! — esa sonrisa totalmente tonta que adornaba su boca jamás me cansaba de verla. Sabía que le había agarrado un cariño a Tae, casi de hermano pequeño. Ahora entendía que es ser hermano mayor.
Cuando logro zafarse de mi mano me miro unos instantes y suspiro.
— No pensé que mi vida cambiara de forma tranquila Minho, agradezco conocerlos a ti y a Jjong. Me gusta esta nueva vida tranquila, lejos de todo y de todos sin prejuicios. Me gusta — intento colgarse de mi hombro y lo consiguió sin que yo me opusiera.
— ¿Por qué dices eso? — me gire hacia él y observe como sus ojos se obscurecían poco a poco. Mi sonrisa desapareció — ¿Qué ocurre Tae? —
— Es tan trillado que los padres no acepten a sus hijos homosexuales que no creo que sea raro que me haya ido de mi casa por ello. — sonrió melancólico. — Tía Sohee me entiende muy bien, me gustaría que Tía Sohee hubiese sido mi madre y no la mía. —
Fue como un trago amargo para el mencionar la palabra “Madre”. Me recordó un poco a Jonghyun.
— Aun existe gente que te quiere Taemin. —
— Y que me aborrece—
— Yo no lo hago. — me gire a mirarlo, sin embargo él ya me miraba desde hacía un rato.
— Mierda, eres muy encantador Minho. No me enamorare de ti, lo prometo. Eres como el hermano que no tengo. ¡Hasta juegas en muchos equipos y eres popular! — Sabia que el humor de Taemin solía ser acido en ocasiones sin embargo dentro de sus palabras podría sentir algo de tristeza.
— ¿Gracias? — Reí bajo aunque no sabía cómo tomar eso. De nuevo esa sensación de incertidumbre crecía en mí.
— Estaré en ese partido, lo prometo. — coloco su dedo meñique en alto, doblando un poco este mismo, esto era muy al estilo Taemin. Seguido por mi meñique que se enlazo con el de él, formamos una promesa.
Cuando llegamos a mi casa, en la sala se encontraban algunos amigos de mi hermano con los cuales solíamos jugar en partidos y de vez en cuando iban a la escuela a mirar el juego e inclusive incluirse dentro de los propios jugadores. Sin perder detalle de nuestra llegada pareció todo quedarse en silencio mientras nos miraban.
— Hey, Hola Tae. — saludo mi hermano, quien ya conocía a Taemin desde la salida al Lago con Kibum y Jonghyun.
— Hola Minseok-hyung. — Si, en efecto, solo utilizaba honoríficos con mi hermano.
— Hola, solo venimos por algunos juegos y nos vamos. Ven Tae. — Subimos las escaleras hasta mi habitación, ahí dentro tome una mochila metí la consola y los cables necesarios así como mandos y juegos y salimos rápido. Había visto al capitán del equipo ahí, aquel que era homofóbico y no tardaría en hacer un comentario desagradable y yo no tardaría en contestarlo.
Mientras nos disponíamos a bajar escuchamos a uno de ellos
— ¡Wow! ¿Y ella quién es? Minho tiene buen ojo con las chicas, esta buenísima. —
— Estas de coña ¿cierto? Es ¡EL! —
— Joder, no digas chorradas. —
— Voy en serio, es el Primo chupa pollas de Kim Kibum ¿Lo conoces? —
— Venga ya, dejen de joder. — Era la voz de mi hermano — Son chicos muy agradables ambos, además no por nada son amigos de Minho. —
— Quizá a alguien lo han convencido de cierta manera ¿no? — el tono burlón y las risas no se hicieron esperar. Taemin estaba parado en las escaleras, estático y mirando de nuevo a la nada.
Cabrones.
Deje caer la bolsa y baje echo furia de las escaleras, habían ofendido al novio de mi amigo, habían ofendido a Taemin y de paso a mi hermano. Me acerque de forma apresurada hasta donde estaba Donghwan y lo tome del cuello de su playera.
— En mi casa, con mi hermano y mi amigo no vengas a ofenderlos, si todos son así de cerdos séanlo lejos de acá. —
— Vamos Minho, era broma. —
— Tu jodida broma no tiene ni una pizca de jodida gracia. Guárdatela por favor y piérdete lejos de mi casa. —
Donghwan me miraba sorprendido y cabreado, sabía que lo estaba y bastante, la sangre estaba inyectada en sus ojos sin embargo estaba seguro que estábamos a la par. ¿Quién mierda se creía?
— Basta Minho, suéltalo. — el hilo de voz de Taemin se escuchó de entre las escaleras. Sus pequeños pasos apenas audibles llegaron hasta la sala donde estábamos. — Él tiene razón, soy un jodido chupa pollas pero ¿y qué? Créeme que la tuya no está en mi lista, imbécil. — sus ojos estaban serios y sin embargo cristalinos, sus labios se tornaron más carmesí, él quería llorar. — Dejo caer la bolsa con los juegos y salió a paso apresurado por la puerta.
Lo seguí de inmediato soltando a Donghwan, mientras a mis espaldas las carcajadas de todos se hacían escuchar y el grito de mi hermano de “La fiesta ha terminado”.
Al salir a la calle no pude verlo por ningún lado, es como si se lo hubiera tragado la tierra. ¿Corrió demasiado rápido? ¿A dónde? Mierda.
Sin pensarlo más corrí hacia donde mi instinto me dictaba, no tenía una calle o lugar específico solo quería encontrarlo ya. Esto no habría pasado si esos cabrones no tuvieran mierda en la boca.
Estaba tan molesto, muy molesto.
Me pare unos segundos en un pequeño mini-súper a tomar un poco de aire, sudaba horrores. No se cuánto tiempo estuve corriendo sin rumbo.
— Donde estas Minie. — chasquee la lengua y antes de seguir corriendo mi mirada se encontró con esa cabellera inconfundible, su cuello blanco y parte de su espina dorsal asomándose de su playera. Estaba sentado dentro del mini-súper, en la barra para comer alimentos. Estaba bebiendo un Banana Milk, muy típico de él.
Deje salir un largo suspiro, cerré los ojos y me adentre. Estaba bastante apenado y enojado por tal escena en mi casa.
— ¿Otra más? — hable bajito acercándome a él, se giró de forma brusca mirándome con ojos cansados y llorosos. No conocía a este Lee Taemin
— ¿Podrías invitarle una Banana Milk a este “Chupa Pollas”?. — dijo intentando soltar sarcástico sin embargo fallo en el intento y solo quedo de nuevo un amargo sabor que parecía tener recuerdos en él. Antes de que se tapara la cara y llorara, lo abrace contra mí.
— No veo ningún “Chupa Pollas” aquí, solo miro a Lee Taemin. Humillador oficial de Park Donghwan. — quería que me mirara a la cara y lo conseguí, una sonrisa leve se dibujó en su rostro y de pronto una risa muda salió sin más.
— Pobre imbécil. — quería regañarlo como solía hacerlo Kibum cada que Taemin decía una mala palabra pero me fue imposible, en el lucían bien esas malas palabras. — Seguramente se enfadaran contigo Minho, no jugaras en los partidos y…-— cubrí su boca con mi mano.
— Este bien, no importa. — deje libre su boca de mi mano, sus labios color cereza estaban entre abiertos. Era un Chico muy bonito igual que Kibum, de eso no cabía duda alguna. Dicen que los chicos bonitos no lloran pero todo el mundo se empeña en sacarles lágrimas a este par.
— Y tú X-box, la dejaste caer de forma hardcore, seguramente no funciona más. — sonaba cual niño pequeño.
— Ya comprare una nueva, esta bien. — continuaba sonriéndole, mientras miraba cada milímetro de su rostro.
— ¿Por qué dices que todo está bien? ¿Lo está? — deje de hacer contacto visual conmigo sin embargo aún lo miraba
— Lo está, estoy aquí ¿no? — acaricie su cabeza mientras volvía la vista a mí.
— Muy bien Choi Minho no intentes ser un Príncipe porque no te queda. Eres más bien una Rana, si un Príncipe Rana. — intento sonar molesto pero el fantasma de una sonrisa estaba ahí en sus labios y eso me basto para seguirle el juego.
— Este bien, no tengo problema. — me sentí en ese momento como Jonghyun cuando se queda en plan “Lo que tú quieras”.
— ¡Ya! — agito su cabeza intentando zafarse de mí. — No encontraras a ninguna princesa que te convierta en príncipe si continúas así. — sentencio fuerte, yo reí y di un pequeño golpe sobre su frente.
— No necesito una princesa ¿las hadas madrinas conceden deseos, no? — me miraba con cara “¿Es en serio?”. — Pues bien serás como el pequeño Hada. — su mirada se agudizo mientras el contacto visual entre ambos era estrecho. Intento desviar la mirada.
— Vamos… eso ni siquiera es coherente ¿El hada? —
— Todos mis deseos, son para ti. En verdad llegas a un lugar y pones chispa en él, haz ayudado tanto a Kibum que es lo que pareces, Un hada madrina para él. —
— Bumie sabrá de esto. — decía, mientras sus mejillas se teñían de rojo, secaba frenéticamente sus ojos y desviaba la mirada sorbiendo de su nariz. — Debemos irnos, deberán estar preocupados. — se levantó y sin más fue hacia los refrigeradores justo frente a las Banana Milk. — ¡Hey! Choi, tú pagas esto. — Un sixpack de estas mismas bebidas, era un Hada muy caprichosa la que me eh encontrado. Y yo un Príncipe Rana muy afortunado.
Fin POV Minho