POV Jonghyun
Taemin y Mejillas rositas bajaron del bus, nosotros los despedimos agitando nuestras manos, una sonrisa ligera salió de mis labios y solo atine a alzar mi mano en señal de “adiós”. Kibum sonreía de forma triste casi disculpándose ¿Por qué? Quizá por la paliza que le había acomodado a Woohyun.
Podía sentir la sensación de incomodadas en mi pues al recordar lo que había pasado con Nam hace un par de hora mi sangre hervía.
—Hey.. Cara Perro, no luce bien esa vena saltándote en tu frente. — dijo el Príncipe Rana tocando mi frente. —¿Te molesto demasiado lo de Woohyun, cierto?, me pareció de lo mas cabron igual. — Minho se mostraba serio, era muy raro que el utilizara malas palabras para referirse a alguien más sin embargo se notaba que de igual manera las escenas vividas hoy con Kibum habían resultado detonantes para ambos.
No podía tampoco negarlo, yo estaba más que enojado. Estaba cabreado, esa era la palabra adecuada.
Nam Woohyun había estado siguiendo también nuestros pasos desde la primaria, siempre fastidiando la existencia a otros, siempre hiriendo. Había peleado con el tantas veces que perdí la cuenta en verdad hasta la fecha.
Odia esa sonrisa de autosuficiencia y cabron que se cargaba. Yo era un cabron, si . Un hijo de puta , también pero no me gustaba humillar a la gente o sobajarlos a quienes no tenían que ver en el asunto. No es como si dijera que fuera un ejemplo a seguir pero bueno, me calaban las injusticias y malos tratos. Yo conocía el respeto y mis limites y para Nam Woohyun esa palabra no existía.
Jodido niño rico.
Chasquee la lengua y toque mis sienes, mientras el silencio seguía en medio de mi amigo y yo. No aguante mucho cuando solté.
—No quiero verle más….— solté mirando por la ventana.
—Yo creo que esa será otro imposible añadido a la lista interminable de estos. — bufe mientras movía mi cabeza en negativa.
—¿Cuándo se encontraron con Nam?. — Pregunte en tono ronco mientras posaba mis dedos sobre mi barbilla.
—Cuando fui por Kibum a la máquina expendedora…—
—¿El… él le causo esa marca en su mano?. —
Minho asintió lento. Yo solté un suspiro de forma pesada y molesto.
—¿Por qué no me dijiste antes, ah? Mordía con rabia mi dedo pulgar mientras gire a ver a Minho quien mantenía su vista fija en algún punto de frente. Me exasperaba este tipo de cosas.
—Porque seguramente armarías mas escándalo y hubiéramos dado hasta la estación de policías…— hizo una pausa , yo golpee el asiento de enfrente y Minho continuo. — Kibum no quería decirlo. ¿Lo notaste, genio?. —
—¿Seremos amigos de ellos 2, no Minho?. — Me gustaba la idea de ayudarlos, me gustaba la idea de compartir ratos con Kibum, me gustaba la idea de tener más amigos.
Ser amigos.
—Claro, son buenos chicos, además..— hizo otra pausa. — Tampoco te juzgan o te miran mal ¿Te sentirte cómodo no Jonghyun? Lo note en seguida. — asentía de manera positiva y sonriendo como solo él lo sabe hacer.
—Oye… Príncipe Rana…—Minho giro su mirada en mi dirección, ya faltaba poco para que bajara. — No olvides… no olvides mantener alejado a Kibum en ocasiones … de mi. Quiero que cuando ocurra otra mierda como esta y cuando tenga que hacer otras tantas el este lejos. No quiero que termine envuelto en ello. El no tiene necesidad de lidiar con alguien como yo ¿de acuerdo?. —
—¿Y yo sí?. — dijo sarcástico, Infeliz Renacuajo.
—¿Claro?. — alce una ceja y sonreí de lado. Salí del asiento acercándome a la bajada del bus y timbrando para avisar.
Despedí a Minho alzando la mano y descendí del trasporte. Minho asomo su cabeza por la ventanilla.
—No olvides que tengo tu bicicleta ¿Pasaras por ella más tarde?. — asentí y sin más camine hasta la panadería.
A pesar de que camine a prisa, llegue con un poco de retardo al trabajo. La Sra. Jang me miro sorprendida y una mueca de horror se poso sobre su rostro. Supongo que noto el moretón en mi mejilla y el labio roto.
“Eh tenido peores, créame” dije para mis adentros.
-—¡Oh my!, Jonghyun ¿Qué te ha ocurrido?. — intentaba tocar pero solo pasaba sus manos por encima de mi rostro sin haber contacto.
—Estoy bien . — dije sonriendo de medio lado. — Tenía que defender a alguien. —
—Ya! Tu chico deja de meterte en problemas. — grito el Señor Jang quien se encontraba cargando unos costales de harina.
—Viejo desalmado, ¿No ves como esta?. — dijo su Señora esposa, poniendo mala cara. — Pongamos algo de pomada y alguna gasa. — dijo tomando de mi mano.
—No hace falta, por favor no se preocupe. Estoy bien . — tome su mano y la resguarde dentro de las mías para después soltarla despacio.
Me dirigí a mi lugar de trabajo en seguida. Coloque una camisa blanca, una tela alrededor de mi cintura y comenzó a trabajar.
Atendí la caja, ayude con algunos costales así como a acomodar charolas de pan. Llegaron bastantes clientes así que mas ajetreado no pudo haber estado. La gente me miraba con pena, sorpresa. No podía faltar.
Mi turno acabo a las 9:45 de la noche, así que fui a cambiarme enseguida.
—Jonghyun-ah aquí está tu paga. — extendió un sobre la Señora Jang. — Haz trabajado duro, descansa y cura esas heridas ¿De acuerdo?. —
—No quiero verte aquí mañana , de esa forma chico. — grito el Señor Jang, solo conteste un “Aja!”
—Gracias, así lo hare. Descanse y Hasta Mañana. — hizo una reverencia y me marche del lugar. Con esa paga sumaban ya 8200000 de won. Si era ya una cantidad considerable pero aun no la que requería.
La había estado consiguiendo con los ahorros de mi vida, mas trabajos , más otros trabajos “extras”,” negocios “extras”, mas la venta de algunas cosas que ya no me sirven.
Tome el bus nuevamente hasta la siguiente parada para llegar a casa de Minho , la cual no estaba tan lejos. Cuando llegue caminando hasta sus aposentos toque la reja y abrió el chico Rana.
—¿Terminaste tu jornada?. — pregunto extendiendo un envase de cartón hacia a mí. Era leche con café.
—Estoy muerto. — tome el tetra pack y bebí el contenido. — Dale las gracias a tu Mamá por esto t el almuerzo. — le regrese el embace y la caja vacía de almuerzo.
—Se lo dije. — asintió bostezando. — ¿No quieres pasar a cenar?. —
—No por el momento. Gracias Minho, Tengo que regresar a dormir. —
—Ok, está bien. Anda con cuidado Dinosaurio. — comento dando palmadas en mi cabeza como si de un perro se tratara.
Bastardo, nunca cambia.
—Aja….— puse mala cara y retire su mano de mi cabeza. De nuevo tocándome los huevos con mi estatura.
Me monte a mi bicicleta y anduve hasta la casa del viejo.
El aire se hizo más frio y era agradable porque sabía que pronto las tardes y noches serian muy calurosas. Mientras andaba, mire pasar ya a poca gente. Era raro siendo las 10:30, aunque pensándolo bien a esta hora algunos ya preferían estar descansando o cenando.
Cuando llegue, estacione la bicicleta en el pórtico a la entrada de la casa, ahí coloque la cadena y entre a la casa dando un suspiro largo.
“Ahí otro día”
Sin embargo pensé en las cosas nuevas ocurridas y otra sensación se acomodo en mi pecho. Sonreía y después curve la boca recordando que estaba en proceso de ayudar a Kibum.
—Ok, si se puede…. Ya estoy aquí. — me dije a mi mismo, mentalizándome para poder descansar esta noche.
—Hasta que llegar, vago. — la voz ronca de mi tío me hizo girar la vista a las escaleras. Estaba ahí fumando y tomando.
Menuda mierda de siempre.
—Pase de largo hacia las escaleras y continúe mi caminata a mi habitación. —
—¿Pronto te mudaras? Que les diré a tus padres muchacho ¿ah?. — me pare en el ultimo escalón suspire y sonreí:
—Que el vago cabron de su hijo , no dará molestias de ahora en adelante. Continua con tu noche. —
—Debieron simplemente enviarte a un Internado muchacho vago. —
—Aja.. — continúe mi camino hasta mi habitación. Esta exhausto y lo último que quería era armar pelea con el ebrio.
Deslice mis ropas y me dirigí al baño ahí bote todo lo restante. Abrí las llaves del agua y me perdí en lo helada que estaba. Solté roncos quejidos, era sensacional sentir lo fría que estaba.
Daba pequeños masajes en mi cuello mientras comenzaba a enjabonar mi cuerpo.
10 minutos después termine de bañarme, me coloque una playera de tirantes gruesos y mis bóxers.
—A dormir. —
Labios rositas…… piel lechosa…… labios rositas….. piel lechosa…….
Mejillas rositas…… ojos exóticos……. Meji… Mejillas rositas…
El despertador sonó a 4:00 de la mañana, abrí los ojos de inmediato, sudaba mucho.
Oh mierda ¿Un sueño?
Lleve mi mano hasta la parte de mi entrepierna
Que no haya sido húmedo…. Que no haya sido húmedo……
Mordí mi labio y deje salir un suspiro de alivio.
—Solo un sueño. — normalice un poco mi visión y mi respiración. Me pare y me metí nuevamente a la regadera con agua helada— Mas vale tomar precauciones ¿no, Jonghyun?. — me dije a mi mismo mirando al espejo.
Cuando termine de estar vestido, baje hasta la cocina y tome una tostada y un envase de leche medio vacío.
—Desayuno, listo. — me pare rápido y Salí de ahí hasta mi trabajo. Tenía que apresurarme pues la rutina de Kibum comenzaba hoy. Repartiría rápidamente los periódicos e hidria a hacerle una pequeña visita a nuestro protagonista.
—Quiero ver la cara que pone. — sonreí de manera malvada, si tenía todas las intenciones de despertar al Príncipe de Rosadas Mejillas.
END POV Jonghyun
POV Kibum
—¿¡Que!? LEE TAEMIN, OYE! Oye! Deja eso. — Crueldad, maldad pura.
—Nada de cosas dulces, aperitivos, etc. etc. Kibum. NO MAS. — Su apariencia era engañosa, su dulce carita angelical era solo la fachada de un pequeño diablo.
Taemin tomo una bolsa negra grande de basura y se dispuso a vaciar la alacena, el refrigerador y estantes de la cocina. ¿Qué tiraba? Todos mis dulces, aperitivos, antojos.
—¿Qué ocurre? . — Mamá decía mientras bajaba de su cuarto. Eran las 12:00 de la noche y parecía que mientras estábamos acostados a Tae “diablillo” se le había ocurrido la idea. —Taeminie ¿Qué haces?. —
—Tía, ayudo a Kibum. Si es por tu despensa, prometo reponértela por frutas y verduras así como cereales. — decía determinado.
—Ah es eso. No te preocupes cariño. Está bien. — dijo bostezando. Oh no Mamá estaba adormilada. — No se acuesten tan tarde de acuerdo. Descansen. — se subió con pasos lentos hacia su habitación. Exhale sorprendido y anonadado.
—Tae… no por favor. — suplicándole no serviría pero al menos tenía que intentar.
—No Kibum! ¡Basta! Basta de tanta compasión hacia ti, basta de dañarte , basta de todo esto. Tu eres más que comida grasosa y chatarra. Bummie!. — chillo mientras retiraba mis manos de la bolsa.
—Pero.. pero! . — antes siquiera de poder decir media palabra mas, había salido de casa y vaciado toda esa comida dentro de los recibidores de basura de la calle.
Oh santo cielo.
—Eso … eso .. ¡eso es suicidio, masacre, genocidio!. — decía gritándole mientras se abalanzaba a mí y cubriera mi boca.
—Kibum, vamos no seas dramático ¿sabias que los vecino están asomándose? Estas siendo ridículo. — dijo mientras me arrastraba a la casa. El señor Jung se asomaba junto con otros curiosos. Cuando estuvimos dentro de casa, subí de manera furiosa las escaleras.
Cuando llegamos a la habitación me deje caer boca abajo en la cama. Taemin suspiro y escuche como dejaba caer su ropa al piso mientras se cambiaba a la pijama.
—Eres malo Minnie ¿Lo sabías?. — lo mire de reojo con resentimiento. Apenas se me podía oír.
—Soy Malo porque te quiero Bummie. — dijo dando palmaditas en mi trasero. —Ahora a dormir. Buenas Noches Bummie. — se despido con un beso en mi cabeza.
Entre mis pensamientos, la comida, y mis sentimientos me perdí en sueños.