Se mordía el labio inferior conteniendo sus ganas, las ganas de comerse esa bonita boca acaramelada era algo que ya no podría aguantar si ese chico de cachetes regordetes seguía incitándole de una forma tan inocente, que para ser su mayor si lo era, o eso creía.
Su boca empezaba a salivar más de lo necesario, se le hacía agua la boca, ese castaño estaba provocándole con la nueva coreografía. Él estaba en el mismo programa de variedades, y su cara de baboso se notaba a kilómetros, y solo por el más grande de todo EXO.
Xiumin, él le daba furtivas miradas y sonrisitas desencadenadoras de pensamientos eróticos en el menor, le encantaban esas sonrisas y ver esos gruesos labios curvearse solo para él. Minseok no era tan inocente como aparentaba su edad le había aportado ese toque sensual que cualquier adulto deseaba.
El sudor se paseaba por la frente de xiumin. El programa trataba de bailes de grupos de chicas, era nuevo y estaba a prueba, Bāozi podía moverse de cualquier forma, incluso las más difíciles para los hombres, tenía una buena manera de mover su cuerpo y a él le encantaba.
Cuando el programa terminó Taemin camino detrás del mayor abrazándolo por la espalda, mordiéndole el hombro descubierto.
— Ah, Taemin…— Susurró.
— ¿Cómo supiste quién era?
— Tu perfume, lo supe por tu perfume — Se voltea mientras sonríe.
— Hum, con tu sonrisita me pones palote — Le guiña el ojo.
— Tonto, alguien puede vernos y escucharnos, no seas cochino.
— ¿Cochino? Bien que te gusta — Se acercó y le susurró al oído:- Que me ponga duro por vos.
— Ah, obvio que sí — Se mordió el labio inferior mientras jugaba con las solapas de la camisa de Taemin, quien era unos centímetros más alto. — Pero solo cuando estamos a solas, no en público.
— Entonces…
— Los chicos no llegarán al departamento hoy, irán a pasear y les dije que no me sentía bien, así que… — uso una picara voz al final.
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La puerta del departamento se abrió con algo de brusquedad, y cerrándose de la misma forma, dos cuerpos desesperados entraron chocando con lo primero que se interponía entre su camino, Taemin acorraló a Minseok contra la pared mientras le acariciaba la cintura por debajo de la camiseta holgada. El beso se tornaba cada vez más desesperado, Taemin no dejaba lugar sin recorrer del cuerpo suave de Minseok.
Entre tropezones y besos de lengua llegaron a la habitación de Minseok, Taemin cerró la puerta con el pie, de una patada, y tiro al mayor a la cama, le sonrió lujuriosamente mientras se encimaba en él, besándole como si no hubiera un mañana.
Xiumin se quitó la ropa mientras Taemin le clavaba la mirada, se veía tan provocador, su cuerpo era delicioso, tan blanco y suave, tan él. Le gustaba acariciarlo. Xiumin gimió al sentir como el duro miembro se rozaba con el suyo, Taemin tomaba ambos miembros y los frotaba rápidamente.
— Ah… ah, sí — Solo podía gemir, porque las manos de Taemin sabían muy bien como tocarlo, de la forma que le hacía perder la cabeza en cuestión de segundos.
— Mm, ya estás tan mojado…
Xiumin estaba boca abajo, dejando que Taemin recorriera todo su cuerpo, su cadera estaba alzada dejando que Taemin pudiera divisar su palpitante entrada.
Taemin serpentea sus manos hasta el trasero del mayor, introduciendo un dedo de una sola estocada dentro del mayor empezando un vaivén rápido y preciso. El mayor no le molestaba que Taemin fuera brusco porque a él le encantaba sentirse dominado por su menor.
— Ah, mmm… — Gimió mientras el mayor movía sus dedos de una forma rápida, sintiendo el chapoteo que hacía al introducirse y frotarse contra los fluidos de su hyung. Minseok se sostuvo fuertemente de las sábanas sin saber muy bien como soportar lo que Taemin le brindaba: Placer puro.
Taemin saco sus dedos, y Xiumin aun en esa posición, se acercó al rostro de este, rozando su miembro con los labios del mayor. Minseok se puso en cuatro y procedió a lamer el miembro de Taemin, como a él le gustaba, goteante por él. Lo introdujo de una buena vez en su boca, tragándolo completamente, algo que le hacía sentir orgulloso, porque era muy largo, lo suficiente como para que parte del glande del menor pudiera introducirse en su garganta, pero no le incomodaba, le daba una rara sensación de placer.
Lamía los relieves como podía y lo sacaba y volvía a introducir, auto penetrando su boca mientras que Taemin gruñía y le acariciaba la espalda, estrecha y suave.
— Oh, si… mmm… — Taemin tomo el cabello del mayor e impuso su propio ritmo hasta que decidió que era suficiente, no quería gastar todas sus energías, o las que le quedaban del programa de variedad, Taemin se posiciono detrás de Minseok, bajando un poco su pantalón, lo suficiente como para que su pelvis fuera completamente vista. Tomo su miembro y jugo con la entrada del mayor como le plació, haciendo que este rebuznara por no obtener lo que quisiera.
Gimió en sorpresa al sentir como Taemin se metía rápidamente en él, y sin detenerse, se empaló hasta la empuñadura, sus testículos chocaban contra la suave piel del trasero del mayor.
— Ah, Tae… ¿a-acaso creces… mmm cada día? — Gimió mientras saliva se escurría de su boca y oprimía sus dientes.
— Ah… — Si no fuera por qué diría puros balbuceos, es que la estreches del otro no era broma, solo se dedicó a gruñir.
— ¿C-cómo se ah… siente mi interior Taemin-ah? — Se volteo, apoyándose bien en sus brazos, mirándole a los ojos. Sus miradas estaban conectadas.
— Tan rico… — Y le regaló una sonrisa completamente erótica, digna de video porno. Taemin llevó su mano a la espalda del otro obligándole a apoyar su pecho en la cama y el hizo lo mismo solo que apoyándose en la espalda del mayor. Separó las piernas de este y se dio el impulso suficiente como para penetrarle rápidamente. Una y otra vez, rozando sus paredes anales, tan sensibles al tacto de su glande goteante.
Taemin se tiró de lado, llevando a Minseok con él, le levanto la pierna con la suya y empezó a regalarle estocadas lentas pero profundas. Tan adentro del otro que sentía que en algún momento lo rompería en dos.
Llevó sus manos a los pezones del otro mientras le besaba el cuello y se rendía al placer completo al escuchar los gemidos y sollozos que Minseok le regalaba, y no era nada más satisfactorio ver como su hyung se derretía del placer por algo que el hacía.
Knock Knock.
El golpeteo incesante a la puerta les había asustado.
— Taemin-ah, más vale que para mañana Xiumin pueda bailar bien, ah y Key te estaba buscando— Escucharon la voz de Luhan detrás de la puerta.
Se dieron una sonrisa pícara y siguieron en su ensimismamiento, sin importarles que estuvieran los demás, porque poco le importaba, tampoco es que fuera la primera vez que aquello sucedía, no solo escucharles en unas ocasiones tuvieron un trauma por verlos y bueno, es que la sala no era buen lugar para hacerlo, aun así si estuvieran con ropa.