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Del odio al amor. por BigEastWarrior

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Notas del capitulo:

AHHHHHHHHHHHHHHH luego de una semana super agotadora (Yo nunca tendré vacaciones, ya me he resignado) he venido a dejarles fic.

 

Yo sé que van a amar este capitulo, aw <3

Y esa noche, DaeHyun rápidamente se había quedado dormido; a diferencia de YoungJae, el mayor era como un niño pequeño que a la hora de recostarse se olvidaba de todo y de todos.

Sin embargo, en el cuarto de al lado, el pequeño Jae se removía ansioso en entre las cobijas; su estómago era todo un caos y que decir de su cabeza, esa que imaginaba cosas demasiado insanas, según él. La imagen de él besando a su primo era tan tortuosa que no podía pensar siquiera en dormir.

-Maldición- Dijo incorporándose, quedando sentado sobre la cama y con el cabello y pijama hecho un desastre; al día siguiente iría con Dae al cine y eso sólo le hacía incrementar sus nervios. -¿Seguro que soy yo quién le gusta?-

Se levantó y se golpeó contra la pared en la frente un par de veces; era tan increíble lo idiota que había sonado esa pregunta.

-Joder, claro que soy yo… agh- Con ganas de tirar todo a su alrededor, comenzó a caminar de un lado a otro de la habitación, mirando de vez en cuando la puerta ya que temía que su madre despertara por estar haciendo él un alboroto.

 

 

-Hoy saldremos al cine- Decía un emocionado DaeHyun, el cual tomaba un pan de la mesa para comerlo; su tía preparaba el desayuno y sonreía por aquella noticia.

-¿En serio? A Jae le encanta el cine, seguro que se divierten- Dijo la mujer mientras avanzaba y dejaba un plato para el mayor de los primos sobre la mesada; le alegraba tanto que esos dos se llevaran bien ahora.

-Si… lo noté. Se veía tan emocionado el día que le invité- Un cálido sentimiento de ternura se instaló en el cuerpo del rubio, recordar el rostro sonriente y lleno de luz de YoungJae era algo mágico.

La señora Yoo iba a responder, pero el  somnoliento y sonrojado cachetón hizo aparición en aquel cuarto.

-Buenos días…- El corazón del rubio comenzó a ir más rápido en cuanto notó la presencia del más chico. Aun así se mantuvo sereno y comiendo con calma.

-Buen día- Respondieron ambos y después la mayor en la casa se acercó a tocar la frente de su hijo.

-YoungJae… estás muy rojo. ¿Pasa algo?-

-Ah… no sé qué pueda ser- Mintió y desvió la mirada. DaeHyun se giró un poco para poder ver a su primo, el cual de verdad que parecía enfermo.

-Podemos posponer lo del cine si te sientes mal- Si, estaba decepcionado… había esperado con tantas ansias pasar un buen rato a solas con YoungJae y ahora todo se iba por el caño.

-La verdad… estoy cansado. No pude dormir-

-¿Y eso?-

-Me… preocupa un examen- Odiaba mentir, pero no era como si pudiese decir que toda la noche se la había pasado fantaseando con su primo.

-Podemos ir al cine mañana… duerme hoy y estudia- DaeHyun sabía que no tenían ningún examen, pero ya se encargaría de hablar a solas con el menor sobre eso.

-Pero tú querías ir… ¿No?- Ambos se miraron y también ambos sintieron su corazón detenerse.

-Dae tiene una buena idea. Anda a dormir y luego en la tarde estudias. El cine puede esperar- El menor de los presentes se mantuvo callado; debía admitir que su estupidez había sido mucha ya que no había tomado en cuenta que su primo estudiaba en el mismo salón de clases que él.

 

Sin duda, no dormir le afectaba bastante.

 

-Anda cachetón, yo voy a estar bien- Agregó el mayor de los primos mientras se giraba de vuelta a la mesa; estaba tan frustrado… ¿YoungJae estaba mintiendo para no ir con él al cine?... ¿Eso por qué?

-Puedes invitar a cualquier otro de tus amigos a salir Dae. He escuchado que te llevas bien con HimChan- Ese nombre pronunciado por los labios de su madre incendiaron el interior del menor.

-No tía, estoy bien así… aunque igual no estaría mal quedar con él para salir a comer-

¿Era sano estar tan celoso?... ¿Era sano hacer caso a toda esa revoltura de sentimientos que tenía por culpa del contrario?

-Vayamos al cine-

La voz del pelinegro hizo voltear a los otros dos

-Pero estas cansado y…-

-Pero quiero ir. Voy a dormir un par de horas y luego me despiertas.- Finalizó dándose media vuelta para volver después a su cuarto –Y no invites a HimChan- agregó desde la lejanía.

La cara de estupefacción de DaeHyun era tal, que la única mujer en la casa soltó una carcajada.

-Mi YoungJae está celoso.- Al escucharle decir aquello, el rubio se giró para mirarla. –Tú sabes, te ha tomado tanto cariño que no quiere compartirte con  nadie. Así es Jae-

-Eso es…- Susurró un anonadado DaeHyun. –Tan…-

-¿Raro?-

-Adorable… tía, mi primo es adorable- La mujer sonrió; era la primera vez que alguien además de ella veía ese lado de su retoño. Al fin alguien más se preocupaba por entender a Yoo YoungJae.

-Lo sé. Aunque él no piense lo mismo-.

 

Mientras tanto, el chico que era tema de conversación abajo daba vueltas y vueltas sobre la cama. ¿Qué hacer? ¿Acaso era buena idea contarle a YongNam?

¡Por Dios! Dejando de lado el hecho de que DaeHyun era su primo, el chico del que estaba perdidamente enamorado le correspondía y eso era tan hermoso.

-Joder, me siento como estúpido- Susurró en extremo sonrojado mientras se incorporaba y miraba por la ventana; el amor era un tema tan raro y a la vez fascinante.  –Quisiera que me abrazaras justo en este momento…- colocó ambos brazos alrededor de su propia cintura y dejó descansar su frente en el marco del ventanal; sus ojos se habían cerrado y en sus labios una pequeña sonrisa se dejaba ver. En sus pensamientos, DaeHyun se acercaba por su espalda y le rodeaba en un cálido abrazo, besando luego repetidas veces su nuca y restregando su nariz en aquella superficie.

 

Lo más triste de todo era que el estar así dependía de YoungJae. Ambos se gustaban… pero nadie daría el primer paso, aparentemente.

 

Así fue como el joven Yoo YoungJae, comenzó realmente su historia de amor.

 

 

DaeHyun estaba sentado en la sala, mirando insistentemente una foto en donde se dejaba ver a un chico de cabello castaño y sonrisa bonita abrazado a su madre; ¿Alguna vez Jae le regalaría una sonrisa parecida a aquella? Porque ese niño que ahí se veía parecía una persona completamente distinta a su primo.

-Si no fuera por los cachetes… - Murmuró para sí mismo y luego sonrió; los pómulos del pelinegro eran tan lindos. -¿Qué dirías si supieras en este momento todo lo que me haces sentir?- Una amarga sonrisa sustituyó a la pasada. El rubio casi podía asegurar que su primo le odiaría por el resto de su vida si se enteraba de aquello; por ello nunca debía saberlo.

Ya no podría abrazarlo, ya no podría besarlo con la excusa de que quería molestarlo, ya no más halagos para  calmar un poco las ganas de decirle lo hermoso que era.

Ya no más amistad o lazos de amor… porque aunque fuese fraternal, deseaba que Jae le amara y aunque Baek había dicho que intentara, la verdad ya no estaba tan seguro.

No quería tirar por la borda todo ese avance que hasta ahora había logrado, después de todo, YoungJae un día antes había al fin dicho “te quiero”, uno que le había hecho morir de la emoción y encanto.

 

-No se puede…- Escuchó una voz que le hizo ponerse alerta de un momento a otro. Se levantó para poder girarse por completo y entonces lo vio; en el tercer escalón estaba Yoo YoungJae, mirándole con miedo,  lágrimas de culpa y terror a la par que sus manos temblaban.

-Jae ¿Qué ocurre?- Un asustado rubio se acercó hasta el pelinegro, el cual retrocedió un par de escalones con la mirada perturbada. Por aquel acto, DaeHyun se detuvo; parecía que a quien temía era él… y no se equivocaba.

-Ya no quiero verte- Su voz sonaba tan desesperada que daba pena; el corazón del mayor se oprimió a tal grado que ahora él quería llorar.

-¿Qué hice ahora? Dime porque siempre que creo avanzar retrocedo… ¿Es que acaso nunca me vas a dejar ser alguien importante para ti?- El mayor no se quedaba atrás, su voz también era desesperada y llena de dolor, uno que también se reflejaba en sus oscuras orbes -¡De un momento a otro pasas de estar feliz de la vida a odiarme! Dime ¡¿Qué debo hacer para que me aceptes?!- Por un momento ambos se quedaron sin voz; Jae agachó la mirada y mordió su labio inferior. Ahora se sentía la peor persona del planeta, todo este tiempo DaeHyun había sido tan lindo, tan considerado y él le acababa de dar un puñetazo directo en la cara.

Pero ¿Qué se podía esperar? Así era él… nunca nadie le había explicado que era el amor, como debía llevarse y mucho menos que se debía luchar por él.

-No has hecho nada malo…- Susurró con la voz demasiado ahogada ya por el llanto; cierto era que el rubio no soportaba ver las lágrimas de su primo caer, pero ahora no podía hacer nada. Estaba furioso, dolido…

 

Pero tan jodidamente enamorado.

 

-¿Y por qué es que ya no quieres verme entonces?- susurró al igual que el menor, acercándose de a poco con cautela. Entre cada escalón que subía sentía su corazón ir más rápido. Mientras tanto, YoungJae trataba con todas sus fuerzas de mantener los ojos cerrados para no mirarle.

-Te odio…- A un escalón del menor, DaeHyun se detuvo… ahora si sentía que lloraría ¿YoungJae ya le odiaba?... Carajo ¿Y si había escuchado la conversación de anoche con su amigo?

-Jae… ¿Lo sabes?- Susurró con temor mientras que su respiración cada vez iba más errática; rogaba al cielo porque el menor cuestionara de que rayos hablaba.

-Te gusto- Jadeo el más pequeño con las lágrimas aflorando libremente de sus ojos; era un sentimiento tan raro de emoción y tristeza lo que sentía.

Pero para el rubio, era como si la vida se le hubiese escapado en un instante.

-No me gustas, YoungJae- Profirió haciendo que el mencionado abriera los ojos con sorpresa y le mirara. –Te amo… deseo cada mañana ver tu rostro, escucharte hablar, reír y hasta cantar en el baño- El rostro del pelinegro era todo un poema, uno en extremo sonrojado, al igual que el del mayor –Me encanta tu aroma, la forma de tu rostro, tus ojos, como se curvean tus labios cuando sonríes e incluso como se ven cuando los muerdes…- Un cosquilleo recorrió la espalda de ambos chicos y entonces aunque ambos temblaban, el rubio cerró los ojos para poder seguir hablando –Yo… lamento esto. Si gustas, me regresaré a Busan para que…-

-¡No!- La desesperada voz de Jae le obligó a abrir los ojos con sorpresa. –No te vayas, quédate conmigo- una de sus manos sostuvo la camiseta contraria desde la zona del pecho y aquello hizo que el corazón de DaeHyun se inflara de alegría.

-Pero dijiste que me odiabas…-

-Te odio porque te amo-

 

Ambos se miraron con asombro y la respiración y corazón pausados… ¿Qué había sido todo eso?

 

-¿Me amas?... ¿En qué sentido?- YoungJae intentaba hablar, de verdad que lo intentaba, pero la voz simplemente no le salía; ¿Qué acababa de hacer? ¿Se había confesado? ¡Y no a cualquiera! A su propio primo.

 

Tal como le había dicho a YongNam, se iría al infierno.

 

-Yo…-

-¿Es lo mismo que siento yo por ti?- Cuestionó con una pequeña y amorosa sonrisa; sentía que el pecho le iba a explotar por tanta emoción.

-Más o menos…- Susurró en extremo avergonzado; diablos, era tan hermoso.

-¿Y cuál es la diferencia?- La mirada de DaeHyun se mantenía firme sobre la contraria, pero YoungJae buscaba por todos los medios no mirarle.

-Que nunca había sentido esto por alguien más- -Todo el interior del mayor se derritió de ternura y mordió su propio labio inferior para no gritar que su primo era la cosa más adorable sobre el planeta; cierto, su cachetón era primerizo en esos temas y seguramente nunca había tenido pareja ni había gustado de alguien… la verdad, DaeHyun se moría de ganas por ser su primero en todo.

Era tan jodidamente afortunado.

-¿Te digo un secreto?- El contrario asintió –Yo tampoco había sentido esto antes- Con calma, llevó su mano derecha a tomar la izquierda del menor, lo cual a ambos les hizo cosquillas en el estómago –y si la gente ya va a pensar mal de nosotros por ser gay y amarnos… ¿Por qué no ir más allá?-

-¿De qué hablas?...-

-De que quiero que seas mi novio, Jae- De nuevo, el contrario comenzó a llorar, haciendo que el rubio riera por lo bajo a causa de la ternura.

-Cállate, no te rías… desgraciado-

-Vale, pero dime ¿Por qué lloras?-

-Porque estoy feliz…-

-¿Y me dices desgraciado a pesar de que te hago feliz?-

-El que me hagas feliz no te quita lo idiota, mal nacido y desgraciado-

-Adivinaré… debo tomar eso como un “si quiero” ¿Verdad?- Ambos soltaron una risita y YoungJae suspiró.

-Pues si-.

Notas finales:

Yo sé que me van a decir "¿Por qué no hubo besos, abrazos o algo así?" Y la respuesta es simple: DaeHyun es un caballero (?)

 

Verán, es la primera vez que ambos salen con un chico (Para Jae es más difícil porque nunca ha salido con nadie) entonces es obvio que ninguno sepa como actuar realmente... además, entre más tarda en llegar, el primer beso es más boneeeto. 

 

Gracias por leer y espero sus reviews <3


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