Habían pasado ya algunos meses… ¿Cuántos eran? ¿3?
YoungJae miraba al techo, debatiéndose entre sí levantarse ya o quedarse el resto de la mañana postrado en la cama; la verdad, estaba teniendo las peores vacaciones de su vida.
-YoungJae- Habló su madre, entrando en la habitación con sumo cuidado de no despertarle si es que aún dormía. –Es DaeHyun- El mencionado abrió los ojos y miró a su madre con sorpresa…
DaeHyun, DaeHyun… su DaeHyun.
Sonrió sin poder evitarlo y extendió una de sus manos para tomar el teléfono. La madre de YoungJae se mantenía cerca de la cama de su hijo, sonriendo igualmente por la cara tan feliz que el menor mostraba; era tan raro verle así, sólo cuando su primo estaba cerca su rostro parecía iluminarse.
-Hey, idiota- habló el menor, jugando con el borde de una de sus cobijas.
-Jae…- el escuchar un pequeño suspiro acompañado de su propio nombre le hizo estremecer; carajo, extrañaba esa preciosa voz despertándole en las mañanas. -¿Cómo estás? Te he extrañado-
-¿Si? Vaya eso es muy interesante…- Desvió la mirada hacia su madre, la cual le miraba interesada. Sentía que si no la echaba fuera sutilmente, nunca se iría
-Jajaja ¿Te está escuchando mi tía?-
-Sí, la verdad es que si-
-Esperemos a que se vaya entonces-
-Bueno, la verdad es que tengo hambre…- Dichas esas palabras, su mirada fue a toparse directo con la de su madre, quien entendió la indirecta demasiado directa del menor.
-Va, ya entendí. Voy a preparar la comida- Dijo resignada para después girarse y emprender camino a la cocina –Dile a DaeHyun que me salude a su madre-.
-Dice mamá que saludes a la tía de su parte-
-Dile que mi madre igual le manda saludos, olvidé ese pequeño detalle. Salí al río hoy desde temprano y lo primero que hice fue buscar un teléfono público para marcarte, no me gusta llamar desde mi casa, luego me pasa lo que a ti y escuchan cosas que no deben-
YoungJae rió, tan fuerte que DaeHyun tuvo que alejarse del teléfono para no quedar sordo.
-Ya se ha ido, es fácil sacarla de aquí-.
-¿Puedes decirme cosas cursis ya entonces?-
-Nop-
-¿Por qué no?-
-Porque no quiero-
-Vamos, al menos por teléfono-
-Si no te las digo de frente, menos lo haré por teléfono-
-¿Qué tal por mensaje de texto?- La voz divertida del mayor provocaba que YoungJae se mordiera los labios y no dejara de sonreír; el amor le hacía sentir tan idiota.
-Que no-
-Aish… YoungJae-
-¿Mnh?-
-Regreso mañana- El mencionado se colocó de rodillas sobre el colchón, tomando con ambas manos el teléfono.
-¿No bromeas?- DaeHyun sonrió y soltó un bajo suspiro de enamorado; no necesitaba que se lo dijera para saber que el cachetón estaba emocionado.
-Bobo, apenas hace una semana que no nos vemos-
-Tú dijiste hace rato que me extrañas…-}
-Soy un bobo también, porque siento como si no te hubiera visto en siglos. Te echo mucho de menos, tanto que cuando te vea no creo poder aguantar… te voy a abrazar fuerte, fuerte-.
-Basta, mi cara está caliente- Dijo colocando su mano izquierda sobre una de sus mejillas. DaeHyun rió y se aclaró después la garganta.
-Eres un bobo… uno muy lindo-
-Y tú todo un idiota-
-Lo sé… los cachetes tienen la culpa-
…
-¿Otra carta?- HimChan miraba por sobre el hombro, aquello que el menor de los Bang sostenía entre sus manos; un papel cuidadosamente doblado y colocado dentro de un sobre color azul.
-Eso parece, esta semana van 5. Nunca me había enviado tantas- Comentó leyendo por encima lo que aquel “admirador secreto” había escrito esta vez; ya se le había olvidado lo apasionado que ese chico parecía al escribir.
-¿No te da miedo que sea un chico? Con eso de que eres hetero…- Comentó ligeramente en burla el contrario, sonriendo como si se le insinuara al mayor. Bang sonrió rodando la mirada y se giró para poder cerrar su casillero.
-Me pregunto porque sigo dejando que me acompañes a los entrenamientos-
-Respóndeme, señor heterosexual-
-No, no me asusta. Me junto contigo y no me das miedo- Aclaró mostrando su lengua rápidamente al contrario; a veces sentía que debía comportarse como un bebé para que HimChan se callara.
-Bueno, es que es distinto tener un amigo gay a gustarle a un gay ¿No te da cosita?-
-No, de hecho me parece lindo- HimChan suspiró frustrado, ¿Por qué Bang tenía que ser tan serio con sus respuestas? Era difícil poder molestarlo. Caminó al lado de su amigo, bufando molesto de vez en cuando. En cuanto a YongGuk, avanzaba con calma, como siempre lo hacía, mirando al frente y repasando en su memoria las palabras de esa nueva carta que a sus manos había llegado.
“Quisiera ser lo suficientemente valiente para decirlo de frente, pero no puedo, así que lo digo por este medio, te amo”
Bang sonrió, Bang miró al cielo y soltó un suspiro
JunHong era un pequeño bobo cobarde… pero igual, así se había enamorado de él.
-Hace falta que me lo digas de frente…-
-¿Eh? ¿Dijiste algo?- YongGuk negó y llevó su mirada hacia ese chiquillo que jugaba fuera de los casilleros con su mejor amigo, JongUp. El pequeño Choi reía y ni cuenta se había dado de que el mayor les observaba. –Se llama JunHong ¿No?- Cuestionó un interesado HimChan al percatarse de que su amigo se había perdido por un momento.
-Si… -
-Algunas veces te he visto platicando con él ¿Es tu amigo?-
-No, es un conocido- Y sin más de nueva cuenta se giró; era difícil asimilar tantas cosas juntas y por ahora, no estaba dispuesto a hacer un esfuerzo.
-Pronto se nos acabarán las vacaciones-
-Si, nuestras últimas vacaciones antes de graduarnos, hay que disfrutarlas.-
…
Un golpe, dos golpes… tres golpes y el chico de mejillas grandes se levantó de la cama. Talló sus ojos con ambas manos y con el rostro molesto se encaminó hasta su ventanal, de dónde provenía el sonido.
-DaeHyun…- Susurró con el rostro sorprendido en cuanto había abierto las cortinas; su primo estaba ahí, parado en el balcón con un par de maletas colocadas en el piso.
-Olvidé mis llaves- Bromeó con una radiante sonrisa a la par que se acercaba. YoungJae sonrió igualmente y colocó el seguro a la ventana. –Hey, abre- profirió indignado.
-No puedo abrirte ¿Y si eres un ladrón?-
-Jae, no soy nada de eso y lo sabes-
-Dijiste que llegarías mañana…-
-No pude esperarme y tomé el tren de la tarde-
-¿Por qué?- Ambos sonrieron de nuevo y el moreno pegó la frente en el cristal.
-Porque quería llegar y ver a mi novio… lo extrañé- el sonrojo de YoungJae le hacía ver tan adorable, que DaeHyun tuvo que darse un manotazo mental para no romper el ventanal y entrar a la fuerza.
-Cállate, mi madre va a oírte-
-Yo sé que le toca turno de noche… llega a las 2 ¿No?- el menor rodó la mirada y quitó el seguro.
Dos segundos después ya tenía a DaeHyun encima de él, ambos en la cama y el mayor le besaba como si la vida se le fuese en ello.
El corazón de YoungJae comenzó a ir demasiado rápido, tanto que una vez más el miedo le recorrió de pies a cabeza; ¿Qué diablos era eso? ¿Por qué se sentía tan bien y a la vez le daba pavor? Ninguna de esas preguntas podían ser respondidas, no por ahora.
-Dae… basta- Susurró con dificultad cuando el mayor se había separado para tomar aire.
Siempre era lo mismo. Caricias por encima de la ropa, un par de besos y cuando sentía su cuerpo comenzar a arder… la voz del menor le sacaba del trance. No se podía juzgar a DaeHyun, era joven y desde hacía mucho tiempo ya que no tenía “acción”.
-Lo lamento, prometo estar quieto… no me pidas que me quite- Susurró acomodándose a su lado, atrayéndolo en un fuerte abrazo que a ambos hizo sonreír.
YoungJae no dijo nada al respecto, sólo se acurrucó cerca del pecho contrario y cerró los ojos.
-¿Qué tal va todo por Busan?-
-Genial, la gata de mi madre tuvo un par de gatitos, son muy lindos-
-¿Eso es lo más relevante de tu viaje?- Cuestionó riendo por lo bajo, dejando que uno de sus brazos rodearan la cintura contraria.
-Lo más relevante es que te extrañé-
-¿Pensaste mucho en mí?- DaeHyun sonrió, casi podía imaginarse a la perfección ese sonrojo que adornaba el rostro de YoungJae. A veces se preguntaba cómo es que se tomaría su primo el hecho de que tenía sueños eróticos recurrentes que involucraban a ambos.
-Mucho, tanto que hasta soñaba contigo- Eso definitivamente era cierto. –Jae…-
-¿Mnh?-
-¿Le tienes miedo al sexo?- Ante la pregunta, el menor se incorporó para poder mirarle. Estaba sorprendido, eso era demasiado obvio y a pesar de que el cuarto estaba a oscuras, DaeHyun distinguía esos rasgados ojos bastante abiertos.
-Tú… quieres hacerlo ¿Verdad?- Esa pregunta que tantas veces se había quedado atorada en su garganta al fin salía a la luz, haciendo eco en los oídos del rubio y rebotando en las paredes.
-Yo puedo aguantar, Jae, pasará cuando estés listo ¿Ok?- Dijo intentando darle seguridad, tomándole de ambas manos para después sonreírle. Cierto era que estaba muriendo por dentro… quería hacerlo suyo ya, en ese mismo instante, pero debía ser paciente…
Por amor de Dios, paciencia, necesitaba mucha paciencia.
Y Jung DaeHyun nunca en su vida había sido paciente.
…
-¡DaeHyun! Creí que faltarías hoy a clases por estar de visita en Busan- Dijo el sorprendido Kim HimChan cerrando su casillero, acercándose a ambos primos que apenas llegaban de su clase de gimnasia. Tras él, los gemelos Bang se limitaban a observar la escena y saludar con un pequeño movimiento de mano.
-Todos pensamos eso- Agregó un desinteresado YoungJae; aunque eso era sólo en apariencia, realmente ponía completa atención a cualquier movimiento que el comandante hacía.
-Quise llegar lo antes posible, seguro que Jae me extrañaba- el mencionado rodó la mirada y de nuevo se guardó los celos cuando el brazo de HimChan rodeó los hombros de su pareja.
-Recuerda que me debes una cita- Habló con voz cantarina. Los gemelos rieron por lo bajo a causa de lo obvio que su amigo era y YoungJae deseaba con todas sus fuerzas que un rayo partiera a esos dos; a uno por jodida zorra y al otro por dejado. YongNam no apartaba la mirada de los ojos asesinos del cachetón; no era para nada bueno disimulando.
-Voy a ducharme- Interrumpió YongGuk con la toalla sobre sus hombros; estaban todos en los vestidores y el ambiente comenzaba a ponerse tenso.
-Voy contigo y HimChan debería venir también- Nadie se estaba preocupando por ser sutil, por lo cual el gemelo mayor había decidido no ser la excepción.
A todos menos a Jae le parecía raro aquello. ¿No debería Nam ayudar a HimChan para que quedara a solas con DaeHyun? YoungJae le sonrió al mayor y este le devolvió la sonrisa. Cosa que obviamente al rubio no le hizo gracia.
-Disculpa, pero necesito decirle algo a Dae en PRI-VA-DO- habló mirando a todos, buscando ahuyentarlos; gracias a Dios sólo quedaban ellos 5.
El rubio miró a su primo, YongNam igualmente le miró y Jae sólo pudo fruncir los labios y darse media vuelta para avanzar fuera del lugar. Jung suspiró, sabía que su pariente estaba haciendo un gran esfuerzo para no matar al comandante y eso lo agradecía.
Detrás del más chico los otros dos salieron, despidiéndose rápidamente con una mano.
Al escuchar la puerta cerrarse, DaeHyun miró a su sonriente acompañante, el cual se acercó un par de pasos más.
-¿Qué ocurre, Chan?-
-DaeHyun ¿Qué piensas tú de mí?- el contrario alzó una ceja y tomó aire para responder.
…
-¿Todo bien?- Preguntó Nam cerca del oído de Jae. YongGuk les miró algo intrigado… ¿Por qué se secreteaban esos dos?
-No me queda de otra, debo estar bien- Respondió dejando escapar un bufido, a lo que el gemelo rió.
-Hey ¿Qué se traen ustedes?-
-Nada hermanito, cosas de Jae… ya sabes cómo es de reservado- Justo cuando el Bang menor iba a responder, una voz bastante conocida le llenó los oídos.
-¡Bang hyung! Qué bueno que te encuentro… es que… ¿Recuerdas que dijiste que me llevarías por un helado hoy?-
Jodido Choi JunHong con su vocecilla hermosa y ese rostro de ángel. YongGuk se golpeó mentalmente por sonrojarse cuando le vio tan de cerca.
-Yo igual soy “Bang hyung”- Dijo Nam, haciendo que todos, (menos Jae que estaba en su mundo) rieran. -¿Quién es este adorable chiquillo, Guk?-
-Choi JunHong, lo conozco del equipo de natación-
-Al fin le conozco en persona y formalmente, Bang YongNam sshi- habló el menor presente, haciendo una pequeña reverencia.
-Si eres el nuevo novio de mi hermano debo conocerte- YongGuk le miró sonrojado y el menor parecía un jodido tomate.
-¿De dónde sacas tú tanta idiotez?-
-Ah, pues como te vi muy contento cuando le viste llegar- habló con sorna el mayor; obviamente buscaba molestarlo y Guk lo sabía perfectamente.
Ambos gemelos se miraron, el mayor con una sonrisa de lado y el otro con una mueca de molestia.
-Vamos Jun… iremos por ese helado- Comentó con resignación antes de tomar el brazo del aturdido chiquillo y salir prácticamente huyendo. Nam borró su sonrisa y se giró hacia YoungJae.
-Parece que vas a matar a alguien… deja de fruncir así el ceño-
-No puedo, están allá… a solas… maldita sea-
-Hey, te comportas como si fuesen pareja- Ante esas palabras, ambos se miraron a los ojos. Jae se sonrojó y Nam alzó una ceja.
Por Dios, ¿Acaso ese era el día de descubrir cosas asombrosas?; primero su hermano se estaba liando con un chiquillo y ahora YoungJae estaba saliendo con su propio primo… ¿Qué seguía? ¿Que DaeHyun mágicamente se estuviera besuqueando con Chan?
Bueno, eso sí era una locura.
-Acabo de recordad que Dae se quedó con las llaves de mi casillero- habló evadiendo al contrario, intentando no mirarle de nuevo. YongNam no dijo nada y sólo se limitó a ver como Jae caminaba de vuelta a los vestidores.
Jodido mundo loco…
…
No era verdad… que alguien le diera un maldito puñetazo en la cara y le despertara… por el amor de Dios.
Ese no era DaeHyun, ese no era HimChan y ese no era él mismo, seguro estaba dentro de una horrenda pesadilla.
El rubio abrió los ojos y notó que su primo estaba parado justo en el marco de la puerta, con las manos temblorosas y los ojos llenos de lágrimas…
Esperen… ¿Estaba besando a HimChan? No… ¿Cuándo? ¿Cómo?...
¿Qué demonios estaba pasando?
Lo último que escuchó fueron los pasos de Jae al correr.