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Del odio al amor. por BigEastWarrior

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Notas del capitulo:

HOLO (?) Decidí traerles un capo super meloso, tanto que hasta me dio asquito leerlo de nuevo antes de publicarlo :v 

 

Lean y digánme si algo se me pasó, porque la verdad, si me dio cosi revisarlo xD 

Aquí está mi página de FB: 

https://www.facebook.com/bigeastwarrior?ref=hl 

 

Y bueno, mi correo por si me quieren agregar a skype 

uchiha_loveless27@hotmail.com

 

Ahora si, a leer.

Joder, ya nada tenía sentido…

DaeHyun caminaba desesperado por los pasillos; su cuerpo estaba sudando frío, sus manos temblaban y estaba siendo perseguido por un pelinegro sumamente confundido y molesto.

-¡Explícame que rayos te pasa!- Gritaba, haciendo que el vello de la espalda contraria se erizara todavía más; un error, todo eso había sido un jodido error.

YoungJae ¿Dónde rayos estaba?

-¡Cállate! ¡Esto no debió pasar!- Habló finalmente estirando con frustración su propio cabello. Había detenido la búsqueda por un par de segundos… o minutos, lo necesario para dejarle claras las cosas a Chan. -¡Fuiste tú quien….!- se detuvo al notar que estaba gritando y aunque los pasillos estaban vacíos, las paredes escuchaban

-Sí, fui yo quien te besó y a ti pareció no molestarte- completó cruzando ambos brazos sobre su propio pecho. –Algo anda muy raro contigo y exijo saber que es-.

-No lo entiendes… - DaeHyun sentía que se pondría a llorar de la desesperación en cualquier momento. Cubrió su rostro con ambas manos y suspiró –Nos vio…-

-¿Quién? ¿Ese novio que dijiste tener?- HimChan entrecerró los ojos y alzó la barbilla; el rubio debía ser suyo, sin importar que.

Se había convertido en un nuevo capricho, uno que no iba a dejar ir.

DaeHyun estaba a punto de gritar cuando alguien más en el patio se le adelantó.

-¡YoungJae! ¡Ven aquí! ¡YoungJae!- Ante la pronunciación de aquel nombre que amaba, empujó a Chan fuera de su camino, haciendo que este le mirara furioso mientras se alejaba corriendo.

-¡Jung DaeHyun! … maldito cerdo, sales con tu propio primo…-

Kim HimChan nunca se había sentido tan enojado en su vida.

 

 

Dolía, nunca nadie le había dicho que algo así podía doler tanto. Se había herido antes, le habían golpeado, se había enfermado… pero nada se comparaba con el dolor de la duda, de la desilusión y la pérdida de confianza en el ser amado.

-¡YoungJae!- Podía escuchar la voz de YongNam gritarle a lo lejos… ¿O era YongGuk? No, él se había marchado con ese niño menor hace ya un buen rato.

Se sentó entre los arbustos y se retiró los lentes, intentando limpiar torpemente las lágrimas que no le dejaban ver absolutamente nada; con suerte no se había caído al correr.

¿DaeHyun ya no le quería? ¿Estuvo fingiendo? … ¿Desde cuándo? Sus lágrimas se intensificaron y cuando quiso cubrir su boca para no ser ruidoso, YongNam lo encontró.

-Vete…- profirió al verle, colocándose torpemente los lentes de nuevo. El gemelo sonrió y se agachó, colocándose de rodillas frente a él.

-¿Por qué lloras así? ¿Se murió alguien?... ¿O viste algo malo cuando buscaste a DaeHyun?- El sólo escuchar su nombre hizo que Jae frunciera los labios e hiciera un intento en vano por no llorar más fuerte.

Bingo.

-Yo…-

-Dime ¿Qué te hizo?- La sonrisa del mayor se había esfumado por completo, pero no parecía molesto, de hecho estaba calmado y eso a Jae le transmitía un poco de calma también.

-No creo que sea difícil de adivinar…-

-¿HimChan le besó?- un nuevo nudo se formó en la garganta del más chico y YongNam hizo un esfuerzo por no reír; era una situación mala pero igual le daba risa. –Jae, sé que debe dolerte… pero puedes estar 100% seguro de que DaeHyun no quería hacerlo-.

-No… yo entiendo que a DaeHyun le guste Chan- Habló con voz ahogada a la par que doblaba las rodillas y pegaba sus piernas al pecho. –Supongo que él puede…-

-¿Puede?- Cuestionó intentando hacer que el deprimido YoungJae hablara.

-Puede darle sexo… y esas cosas-. Ahora si que YongNam no había podido evitar soltar una carcajada, haciendo que el menor se tensara y le mirara con furia.

-¡No seas bobo! ¿De verdad ustedes no han tenido sexo nunca?- Ante la negativa contraria, el gemelo volvió a reír, colocando las mejillas del menor coloradas.

-¿Qué mierda te da tanta risa?-

-Tú- YoungJae bufó y comenzó a cuestionarse donde debería golpear al mayor, tenía que ser un lugar que doliera mucho. –Me refiero a que… no puedo creer que te comportes como señorita decente-

-¿Está mal tener miedo?- Cuestionó con la ira impregnada en sus palabras, logrando que Nam se callara de a poco y rascara su nuca, sin saber exactamente qué decir.

-No es que esté mal…-

-¿Entonces?... –

-Eres una especie en peligro de extinción  ¿Cuántas personas en el mundo conoces que sean así de recatadas? Jae… eres lindo, es todo-.

-No… intentes ligarme, no estoy de humor- Respondió aguantando una sonrisa, a la par que desviaba la mirada hacia un lado. YongNam bufó y se acercó más, sentándose a su lado.

-¿Vas a hablar con tu novio?-

-¿Sigue siendo mi novio?-

-Lo será hasta que de frente alguno diga lo contrario…-

-¿Y si no quiero verlo?-

-¿Por qué tanta negación? ¿Le metió mano a Chan o…?-

-¡Calla! … sólo era un beso- profirió con voz temblorosa; el recordarlo le daba incluso hasta nauseas… ¿Cómo había sido capaz?

-Ok, ok ¿Fue DaeHyun quien comenzó el beso o Chan?-

-Carajo, no sé. Estaban pegados ya cuando yo los vi- Por el tono que llevaba, YongNam suponía que en cualquier momento YoungJae le daría un puñetazo en la cara para que se callara; el mayor sonrió y le revolvió el cabello.

-Hasta ahora me he tomado las cosas muy a la ligera pero… quiero que sepas que me preocupas y cualquier cosa que yo pueda hacer, la haré, todo sea porque estés mejor- Por primera vez, parecía que alguien estaba siendo sincero y eso a Jae le provocó una pequeña pero hermosa sonrisa.

-¿Por qué?... ¿Cómo es que nos hemos hecho amigos?- YongNam se encogió de hombros.

-Eres alguien con quien es fácil encariñarse-

-¿Seguro?...-

-El que seas un asocial berrinchudo y odioso no significa que no te veas lindo. Dan ganas de apretarte- Ambos se rieron y luego de un par de segundos en silencio, el más alto al fin habló. -¿Le vas a dar una oportunidad de explicar? Estoy seguro de que no tiene nada que ver con ese tema de “sexo”.  DaeHyun parece ser un chico serio, no creo que el contacto físico sea tan importante, además…- Ambos se miraron y YongNam le sonrió –es tu primo, tiene en contra ser familia y un chico enamorado de ti, otro chico ¿No crees que si no te amara, dejaría de tomarse tantos riesgos? Porque, tu no lo habrías aceptado si no lo amaras de verdad ¿O sí?-

-La verdad es que una relación con cualquier otro de mis primos me da asco…-

 -¿Lo ves? Dale un chance, pero eso si… tampoco te veas muy fácil- YoungJae soltó una carcajada sin ganas y dejó descansar su espalda en el tronco de un árbol; aún sentía su corazón hecho añicos, pero los gritos de DaeHyun que se escuchaban a lo lejos, junto a las palabras de YongNam le habían hecho sentir mejor; al menos no estaba llorando encerrado en su habitación, sin ganas de ver a nadie. -¿Voy y le digo que estás aquí?-

-No, deja que sufra un rato más, por idiota-

-Jae…-

-¿Mnh?-

-¿Qué van a hacer cuando alguien que no entienda se dé cuenta?-

El rostro de su madre se instaló en su mente, lo cual le revolvió el estómago.  

-No quiero hablar de eso-.

 

 

DaeHyun estaba a punto de sacarse el cabello de tanto que lo estiraba ¿Dónde rayos se había metido YoungJae?

-DaeHyun- Aquella voz le sacó de sus pensamientos. El chico de Busan iba camino a su casa y acababa de bajar del bus ¿Cómo era que él estaba ahí?

-¿YongNam hyung?… ¿Qué haces por acá?- El mayor rió y le revolvió el cabello al contrario.

-Vengo de dejar a YoungJae en casa, no iba a dejarlo regresar solo, está demasiado deprimido- Una punzada se instaló en el corazón del más joven, quién tratando de no llorar nuevamente (porque si, había estado llorando) se rascó la nuca y echó un suspiro.

-¿Te ha contado lo que…?- Cuestionó sin saber hasta dónde hablar.

 -¿Contarme? No, a duras penas dejó que lo acompañara ¿Tiene que ver contigo?- Diablos, debían darle un Óscar por saber mentir tan bien, o eso era lo que él mismo pensaba; no quería ser un entrometido, todo lo que sabía lo utilizaría para ayudar a YoungJae, sólo eso.

-Ah, no… es sólo que se fue y no me avisó ¿Está bien?-

-No mucho, tal vez  a ti si quiera contarte- Comentó con preocupación, que la verdad no era para nada fingida.

-Sí, nos vemos hyung, gracias por haberlo traído- agregó un apresurado DaeHyun, el cual ya comenzaba a correr sin siquiera escuchar el “de nada” que un triunfante YongNam le había respondido. No tardó mucho en llegar a la casa de su tía, donde para su sorpresa la puerta estaba abierta.

-Dae, que bueno que llegaste ¿Sabes que tiene Jae? Llegó con una cara que me espanta…-

-Y-yo…- en cuanto la madre del muchacho miro a su sobrino, supo que las cosas no estaban bien.

-¿Pelearon? Traes la misma cara que él, si no es que peor-.

-Algo así…-

-¿Por qué? Ustedes se veían tan unidos. Seguro es una tontería ¿No?- Aunque la mujer sólo buscaba ayudar, parecía que cada palabra que salía de su boca no hacía más que enfurecerlo y eso DaeHyun intentaba ignorarlo.

-No se preocupe, lo vamos a arreglar… sólo necesito hablar con él- Aquellas palabras, aunque sonaban más a “auto tranquilizador” habían calmado un poco la duda y preocupación de la joven mujer; no le gustaba ver a YoungJae tan triste, no luego de que le había notado tan contento.

-Me alegra escuchar eso. Debo ir a trabajar ahora… por favor, dile que se porte bien y recuerda que aunque no es fácil hacerlo entrar en razón, seguro que si intentas lo suficiente lo logras- DaeHyun se sentía ligeramente aliviado, al menos su tía no le odiaba… por ahora. Suspiró y luego de despedirse de ella se encaminó a la habitación de su menor, con las manos temblorosas y las ganas de llorar presentes una vez más.

Tocó un par de veces, pero nadie le abría. Intentó una vez más pero nada… ni la voz de su primo gritándole majaderías se escuchaba. Suspiró y se decidió por abrir despacio ya que la puerta se notaba sin seguro. Asomó el rostro, pero las cortinas cerradas y el color del que el cuarto estaba pintado, no ayudaban a que su visión se acostumbrara e la baja iluminación del lugar.

-Te odio…- La voz ahogada del contrario resonó fuertemente en los oídos de DaeHyun, tanto que el mismo no se dio cuenta de cuando había comenzado a llorar.

¿Iba a perderlo? ¿De verdad?… ¿Por una idiotez? ¿Por qué no pudo empujar a HimChan en el momento en el que sus labios se encontraron? ¿Por qué tarde se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo?

Era un idiota, un reverendo y completo idiota.

-Yo también me odio- profirió con dificultad, intentando en vano secarse las lágrimas con ambas mangas de su sudadera. –Me odio porque no pude golpearlo, porque simplemente no lo lancé apenas me dijo que yo le gustaba… me dejó frío como idiota y justo por eso me odio, por ser el idiota más grande del mundo- Ni siquiera tenía idea de si sus palabras eran coherentes, solo estaba desahogándose justo como su corazón lo sentía. Un suspiro acompañado de los sollozos de ambos personajes inundó la habitación; ninguno se atrevía a moverse o decir palabra alguna… creían que ya nada podían decirse, que todo lo que se podían herir, ya se habían herido.  

-¿Él te besó a ti?...- la voz de YoungJae lograba que DaeHyun se estremeciera; sonaba tan frío.

-Sí, juro que no hice nada-

-¿Correspondiste?-

-¡Claro que no! Pero no me atreví a lanzarlo lejos…-

-¿Por qué? …-

-Porque es mi amigo y no quería herirle…-

-¿Y a mí si querías herirme?-

-¡Preferiría mil veces herirme a mí mismo hasta la muerte que lastimarte a ti!- Exclamó caminando hasta donde pudo notar que se encontraba la cama y el menor sentado sobre ella. –A cualquiera, Jae… si hubiese sabido que te causaría tanto dolor habría golpeado a HimChan hasta que entendiera que no me interesa-

-No tendrías que haberlo golpeado ¿Sabes? Con un empujón bastaba…- Aunque su corazón gritaba que le perdonara, que ya no lo hiciera llorar simplemente no podía dejar de soltar palabras. Se mantenía ahí, sentado con la mirada fija en algún punto perdido de la pared.

-Tsk, por favor… yo no quería que pasara, te lo juro-

-DaeHyun…- Su nombre de nuevo… ¿Por qué seguía sonando tan perfecto de sus labios? -¿Es por qué no he dejado que me toques?-

Bueno, era verdad que estaba frustrado por falta de “acción” pero no por ello iba a engañarle, le amaba demasiado como para pensar en algo así.

-YoungJae, yo no quería besar a HimChan, él me besó a mí y simplemente no lo empujé porque me tomó por sorpresa ¿Qué tiene que ver que no quieras que hagamos el amor? Te he dicho que voy a esperar y ser paciente. Eso es lo que hago… lo haré toda la vida si es necesario-.

-No es que yo no quiera…-

-Tienes miedo, es eso. Ya lo sé, se nota en como…-

-¿En cómo qué?...- preguntó con el llanto ya más controlado y las mejillas coloradas, aunque realmente no se notaba con la poca luz que había.

-En como tiemblas cuanto te acaricio la cintura o beso cerca de tu cuello. Parece que tu cuerpo quiere que siga, pero tú simplemente te niegas a aceptarlo-Hablo intentando parecer tranquilo, pero su mente y corazón eran realmente todo lo contrario.

Ahora ambos estaban rojos hasta el alma… era tan vergonzoso hablar de “ese” tema.

-Ya no quiero que hablemos del tema… quisiera olvidar lo que ocurrió hoy- profirió suspirando, acariciando su propio cabello para intentar peinarlo.

DaeHyun suspiró tan hondo que creyó que se desmayaría ¿Eso significaba que le perdonaba?

-¿Eso quiere decir que…?-

-¿Qué? ¿Qué te perdono?-

-Si… eso-

-Te perdono… eres mi primo. Pero la verdad, es que estoy herido- comentó soltando un ligero suspiro al viento –aunque digas que me amas… siento como si fuese mentira-. Ambos se quedaron de nueva cuenta en silencio.

-¿Qué debo hacer? …-

YoungJae le miró. A pesar de que la luz era poca, DaeHyun sabía que los ojos contrarios estaban rojos y llenos de dolor, un dolor que si él pudiese desaparecer, lo haría sin dudarlo…

Porque le ama, ama a YoungJae como nunca había amado ni cree amar a nadie más.

El menor se incorporó, colocándose de rodillas sobre la cama. Cerró los ojos y llevó sus manos temblorosas hasta el borde de su suéter, el cual levantó hasta poder retirarlo. El mayor no apartaba la mirada del otro, intentando descifrar que era lo que le decía con cada movimiento, cada tímido gesto o cada mirada rápida. Justo cuando iba a abrir la boca para proferir una nueva palabra, Jae gateó lentamente hasta el borde de la cama, delante de un embelesado rubio, quién simplemente no podía dejar de mirarlo.

-Dae…- Susurró pegando su rostro en el húmedo pecho ajeno; había corrido mucho, pero extrañamente, aunque hubiese sudado, no olía mal. El mayor, al sentir su aliento tan cerca y haber escuchado su nombre, sintió que se mareaba.

-Jae… ¿Pasa algo?- No sabía porque, pero igualmente había susurrado. La atmosfera que se había creado recientemente era demasiado perfecta como para romperla.

-Todo este tiempo… chicos y chicas han estado tras de ti y con ninguno me has engañado, lo sé porque te la pasas aquí en casa conmigo- Habló calmado, grabando el aroma del mayor en su memoria una vez más. -Gracias porque hasta ahora sólo te han robado un beso… porque no has ido a buscar a otro lado lo que no te doy- Las manos del mayor fueron a parar a la cabeza ajena, dejando pequeñas y cariñosas caricias; quería que entendiera que para él, aquello no era nada “especial” puesto que le amaba tanto, que no le pesaba estar con él las 24 horas del día.

-Es porque no tengo ojos para nadie que no seas tú-

-Si nos descubren ¿Vas a defender nuestro amor?-

Ambos se tensaron, pero las caricias nunca se detuvieron. DaeHyun sonrió y se agachó para dejarle un beso sobre la cabeza.

-Yoo YoungJae… yo siempre voy a defender nuestro amor. Te prometo que haré que mi tía entre en razón y si mis padres no lo aceptan los mandaré al diablo. No podría vivir sin ti-. YoungJae, con la mirada cristalina una vez más, alzó el rostro, topándose con los ojos llenos de amor de su novio, ése que siempre tenía un par de palabras de consuelo para él.

Hubo un silencio, uno en el que se miraron a los ojos y juntaron ambas frentes.

Y el menor, aquel que siempre temía abrir su corazón, dijo aquello que a DaeHyun hizo llorar una vez más.

-Mi amor…-

-¿Me llamarás así de ahora en adelante?- Ambos con el rostro hecho un poema hermoso, sonrieron tan amplío que creían que se veían como estúpidos.

-Sólo cuando hagamos el amor- Respondió YoungJae, haciendo que el corazón del contrario se detuviera sólo para comenzar a latir más fuerte. –Quiero ser tuyo, amor…-

 

No supo cómo o cuando… pero DaeHyun ahora devoraba sus labios, suspiros inundaban sus oídos y escalofríos recorrían su cuerpo. 

Notas finales:

No me odien, en el capitulo que sige hay lemon...

 

Entiendanme, necesito inspirarme para escribir un lemon digno de este hermoso DaeJae :c ... nunca me he considerado buena para la narración de hechos eróticos, pero hago el intento uwu

 

Sin más por el momento, esperen el BangLo y HimUp y sobre todo, disfruten lo que les queda de felicidad al DaeJae xD


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