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Del odio al amor. por BigEastWarrior

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Notas del capitulo:

Navidad, navidad, blanca navidad (?)

 

Bueno, tengo una buena y una mala noticia... la buena es que tengo una idea nueva para un fanfic que está DI VI NA... la mala es que no tengo tiempo de escribir y por lo que veo, va a ser un fic muy largo xD

 

En fin, quiero desearles a todos mis lectores una feliz navidad (aunque ya pasó) y prospero año nuevo. Que cumplan todos sus sueños, se amen, tengan mucho sexo salvaje y esas cosas ♥ 

 

Gracias por sus reviews, cada que entraba a verlos me sentía super feliz de que la historia no hubiese sido olvidada a pesar de todos mis problemas y contratiempos y espero poder seguir escribiendo para ustedes por mucho tiempo más :3 sus reviews llenos de amor me hacen sentir sensualmente gay. 

Hay un chico que llamó mi atención, "MrBang" él fue muy dulce y nunca había tenido un lector hombre tan ajsdfhajksdhfjaksdfhas so... que gusto que seas un seguidor de mi historia, espero que te guste el penultimo capítulo.

Muchachos, el siguiente es el final. CHAN CHAN CHAAAAAAN. Espero que sea de su agrado ;; y sobre todo que dejen muchos reviews amenazandome o amandome o lo que sea xD los amito ♥ 

Les dejo mi nueva y sensual página de FB.
https://www.facebook.com/Bigeastwarrior-1678178712399222/?ref=settings
Me daré el tiempo de ponerla bonita un día de estos haha. 

By DaeHyun

Estaba perdido. Siempre que observaba las bonitas expresiones de YoungJae  mi cuerpo actuaba por sí mismo haciendo lo que le venía en gana y entonces, yo me convertía en  un receptor de sensaciones, sensaciones que me hacían gemir y querer más.

Más no sólo de su cuerpo, si no de ese amor que yo sabía, me profesaba limpiamente.

Sus preciosos ojos me miraron por un segundo y yo no pude hacer más que inclinarme para besarlo, intentando acallar los suspiros que emanaban de sus labios; que bonito era mi Jae, que bonito y que apasionado.  Eso era algo que me encantaba de él, la pasión con la que podía llegar a moverse, lo delicioso de sus gemidos bajos

-Más rápido- Profirió lentamente, con voz ahogada y entonces pude notar el hilo de saliva que descendió desde mis labios hasta los suyos, dejándolos tan húmedos que quise besarlos de nuevo. El muy bobo quería sonreír, pero no lo hacía porque la vergüenza terminaba ganando; lo noté en la forma en que sus belfos temblaban y su cuerpo se estremecía bajo el mío a la par que entraba y salía de él.

“Si tan sólo pudiera ver mi pene entrar y salir, sería delicioso” pensé, pero no dije nada, sólo asentí suavemente y me aferré a las sábanas debajo de nosotros aprovechando para obedecer y aumentar la velocidad de mis movimientos. Estaba seguro de que los hermanos Bang no nos escucharían, a esas alturas deberían estar durmiendo ¿No? Así que sin preocupaciones dejé que la cama crujiera suavemente bajo nosotros y cerré los ojos.

-Dios, YoungJae- Jadeé con los labios entre abiertos y la respiración tan errática que sentí ahogarme; su rostro me suplicaba que siguiera y ante tal petición yo no me podía negar, nunca me podría negar a él; era simplemente hermoso, una droga que ya no podía dejar y sobre todo no quería dejar.

¿Acaso me he vuelto una especie de poeta por mi primo? Quise reír, pero me abstuve de hacerlo.

-Estoy ardiendo- Murmuró para sí mismo aunque por la cercanía pude escucharle. Tenía razón, estaba ardiendo al igual que yo y me encantaba esa mueca de confusión que sus labios a veces denotaban; me estaba comiendo a un ángel y eso me llenaba de tanto placer y morbo que me corrí sin previo aviso dentro de él. Quise gritar, maldecir y hacer todo el ruido que mi garganta me permitiera, pero dada la situación sólo atiné a morder con fuerza el hombro de mi adorable novio. -Ah-auch…- gimió encogiéndose un poco; lo siento mi amor, pero tienes unos hombros tan bonitos que tenía que hacerlo.  Él estrechó su entrada y entonces sin dejar de moverme pude ver estrellas de colores provocadas por el placer y me percaté de lo fácil que se había vuelto entrar y salir de su pequeño y bonito cuerpo.

-¿Estás cerca?...- Cuestioné cuando noté que gemía por lo bajo pero no daba indicios de llegar al orgasmo ¿Acaso lo estaba haciendo mal? ¿Cómo lo hice la primera vez? Estaba a punto de entrar en pánico, pero la mirada que me dio fue tan hermosa que gemí sin darme cuenta y aumenté el ritmo; obviamente yo no podría terminar otra vez, pero quería que él lo hiciera.

-Habla…- Murmuró antes de relamer sus labios y entonces lo entendí; le gustaba escucharme.

-Di mi nombre-

-Dae… hyun- pronunció entrecortado; Dios, amo que susurre mi nombre con esa cara llena de placer.

-Ugh... YoungJae, eres lo que más me gusta comer, me encantas ¿Sabes que te ves jodidamente follable en este momento?  Y tu entrada se siente tan bien, amor- Noté como quería gritar de placer, tenía escalofríos al escucharme, yo lo sabía y aun así también sabía que si Jae hubiese podido, me habría gritado que me callara; porque así de bobo y vergonzoso era mi primo.

 Tan hermoso, berrinchudo, adorable y caliente cuando se lo proponía.

Y era todo mío y nunca iba a permitir que me lo quitaran, no de nuevo.

 

 

By YongNam

Esos dos… ¿No les daba vergüenza tener una buena sesión de sexo en casa ajena? Y digo “buena” porque se notaba un gran esfuerzo en evitar hacer ruido.

Tengo que darles crédito por eso.

Suspiré y me senté en el piso, recargando mi espalda en la pared que daba justo frente a la habitación que los dos incestuosos compartían. Había venido a hablar con YoungJae, planeando despertarlo si era necesario… pero nunca me imaginé esto. Ahora me sentía de la mierda física y emocionalmente; necesitaba ir a dormir.

Estaba a punto de levantarme resignado y dormir en la sala como tenía planeado al salir de mi habitación, pero un ruido proveniente de la puerta frente a mí me puso alerta.

-Ah… hyung- Era Dae, el cual me miraba con una ceja alzada, sólo con los pantalones puestos y un ligero rubor en las mejillas; si, yo sabía que se preguntaba mentalmente si los había escuchado.

-¿YoungJae está despierto?- No quise dar explicaciones ni pedírselas a él tampoco, no estaba de humor como para bromear respecto a su descuido y mucho menos para sacar una excusa del porque yo estaba frente a su puerta de madrugada.

La mención de su novio le puso alerta.

-Ehm... creo que no… dime ¿Por qué tú quieres verle ahora?...- Estaba hablando extraño y eso me causaba gracia; ese era un obvio intento de control de ataque de celos, el cual no estaba saliendo para nada bien.

-Lo extraño y quiero darle mucho amor- Alcé una ceja, esperando que supiera que estaba bromeando pero aparentemente DaeHyun no sabe el significado del sarcasmo. –No me pongas esa cara de idiota, sólo quiero hablar con él de algo- Abrió la boca para decir algo, pero el precioso y adormilado cachetón hizo acto de presencia.

-¿Qué quieres?...- Lucía cansado y con ganas de dormir y a juzgar por su postura, algo allá abajo le dolía y bastante. Yo comenzaba a sentirme algo culpable por haberlo despertado.

 -Hablar… pero podemos hacerlo mañana si no estás en condiciones- YoungJae bufó algo exasperado, por su expresión supe que estaba molesto pero no por mi si no por la mirada que DaeHyun tenía.

-¿Tú no ibas por agua?-

-Me entretuve con… hyung- Esa duda me hizo reír; el muy tarado no sabía quién era. Decidí dejarlo con la duda.

-Ve por tu vaso con agua, yo iré a hablar con Nam- Me incorporé lentamente y justo en el momento en que iba a comenzar a guiarlo a la sala, DaeHyun le tomó del brazo ¡Estaba a punto de presenciar una escena romántica entre esos dos! Que preciosidad.

Lástima que en ese momento no estaba de humor.

-No tardes- Fue lo último que escuché antes de que YoungJae se girara hacia mí con una pequeña sonrisa en los labios ¿Le hacía feliz tener a un novio así de posesivo y mandón? Ese par tal vez si estaba un poco enfermo. … maldito YongGuk, eso hizo que recordara lo que me dijo.

-¿Qué ocurre?- El cabello despeinado de Jae se veía tan gracioso mientras avanzaba por el pasillo que no pude evitar intentar peinarlo con mi mano; vaya, que bonito era ese idiota con toda esa pinta de niño enojón.

-Es Guk- Dije cuando estuvimos en la sala. Me dejé caer sobre el sofá más pequeño al mismo tiempo que Jae se tiraba sobre el sofá más grande y soltaba un suspiro como de alivio; tal vez el creía que hablaría sobre su descuido de hace rato.

-Agh….- Casi me reí por esa exclamación, el bobo estaba adolorido.

-Te vas a quedar dormido si te acuestas- Ignoré de nueva cuenta que sabía acerca de su “pequeño encuentro” y me limité a mirarle con cansancio; aún me dolía el pecho.

-No lo haré… ahora dime que pasó con él- Estaba mirando al techo, aparentemente no sabía cómo mirarme en ese momento… igual, con que me escuchara yo estaría contento. YoungJae era un chico tan persuasivo, seguramente a estas alturas ya sabía que yo me encontraba hecho mierda emocionalmente.

Tomé aire y tuve que cerrar los ojos para no llorar.

-Que no me quiera de la misma forma que yo lo quiero a él no me afecta realmente… me afecta que crea que soy un enfermo-

-Mierda, Nam- Pude sentir como todo se volvía más tenso; Jae seguro me miraba. -¿Le dijiste?...-

-No... no seas bobo, claro que no- Le miré y pude notar como sus facciones se relajaban; me daba algo de ternura la forma en que yo le preocupaba.

-¿Entonces?-

-Él dijo que tú y DaeHyun…- Suspiré, sabía que probablemente le haría sentir mal, aunque por su expresión seguramente él ya sabía lo que diría. –Bueno, el tema de ustedes llevó a revelar lo mucho que asqueo a YongGuk sin que él lo sepa-

-No seas idiota… nosotros le damos asco, no tú-

-YoungJae, sabes a lo que me refiero… si él se entera- Se incorporó, tan rápido que vi cómo se lastimaba de nuevo. La mueca de dolor le duró un par de segundos y al final suspiró, tratando de centrarse una vez más.

-Nam…- Me miró, esa mirada tan sincera y transparente que sólo él tenía… no, DaeHyun tenía una mirada muy parecida aunque obviamente no era exactamente la misma… ¿Por qué yo estaba divagando tanto acerca de cómo me miraba YoungJae?...  –Escucha, sé que debes sentirte horrible… es decir, yo me siento mal sabiendo que Guk piensa así de nosotros pero… debes tener en cuenta que es distinto. Nosotros somos sólo conocidos de tu hermano y tú eres su gemelo. Te quiere mucho, eres de su familia y eso hace que te ame sin importar que…- Sus ojos se desviaron hacia el suelo, creí saber que estaba pensando y eso me hizo suspirar.

-Jae… tu madre también va a amarte sin importar que- Era extraña la manera en que ahora me sentía mucho mejor; tal vez era porque sabía que tenía a alguien que me comprendía en muchos sentidos, incluso en más de los que Guk alguna vez me había comprendido.

-Lo sé..- Murmuró sin levantar la mirada. Sonreí suavemente y me levanté para ir a su lado, sosteniendo sus pequeños hombros con mis manos y obligando así a que me mirara. –Nam…-

-YoungJae, estás pasando por un momento muy difícil, lo sé y quiero que sepas que sin importar que pase, tienes a un amigo en quien puedes confiar. Te ayudaré en todo lo que pueda, lo prometo-

Y entonces me abrazó

YoungJae, el niño bonito que nunca confiaba en nadie, me dio un abrazo tan fuerte que no pude evitar corresponderlo.

 

Eran aproximadamente las 10 de la mañana cuando la señora Yoo había tocado el timbre de aquella gran mansión. El apellido “Bang” se dejaba ver glorioso frente al imponente enrejado y se preguntó cómo es que unos chicos con tanto dinero estudiaban en una escuela promedio, junto a su hijo.

La pregunta se escapó de su cabeza en cuanto uno de los gemelos se asomó por la puerta de entrada.

Pasaron unos cuantos segundos en los que la reja se abrió y ella pudo entrar, pasando por el amplio jardín hasta llegar al lugar esperado. Suspiró y sonrió al chico que adormilado le veía con una expresión entre preocupada y cansada.

-Buenos días.- dijo ella cortésmente, haciendo que el gemelo mayor esbozara una sonrisa y se inclinara suavemente en una corta pero formal reverencia.

-Buenos días, señora Yoo, hace mucho tiempo que no la veía ¿Gusta pasar?- El muchacho se hizo a un lado y la mujer portadora de un rostro demacrado y ligeramente fatigado por la preocupación se hizo paso al interior del lugar.

YongNam le llevó a la sala, donde le ofreció sentarse para luego él sentarse también en el sofá que estaba justo en frente.

-Ah… perdona que sea tan tonta pero ¿Tú eres…?-YongNam soltó una baja carcajada y negó ligeramente con la cabeza, indicándole a la mujer que no se preocupara.

-Soy YongNam, señora. El mayor- Ella asintió un poco apenada y colocó ambas manos sobre su propio regazo.

-YongNam, veo que tus padres no están. Lamento venir ahora pero creo que sabes el motivo de mi visita- Él asintió sintiéndose de nuevo tan nervioso como cuando había abierto la puerta.  –DaeHyun y YoungJae están aquí y voy a llevarlos a casa… tenemos un asunto que tratar-

-¿Van a intentar separarlos de nuevo, señora?- Cuestionó él cuidando ser respetuoso, no quería dejar que el pánico se hiciera presente en ese momento… cumpliría su promesa y si debía hacer entrar en razón a la señora Yoo él mismo, lo haría. Arriba, YoungJae aún dormía y DaeHyun estaba tomando una ducha.

En cuanto a YongGuk… no había tratado con él desde la noche anterior. El gemelo mayor había preferido dormir en el cuarto de sus padres.

La mujer suspiró, mirando a su alrededor, como si buscara las palabras exactas para expresar lo que realmente estaba buscando.

-Nosotros… necesitamos hablar con ambos. Ya nos cansamos de las mentiras-

Y entonces YongNam agachó la mirada; las mentiras ya no tenían razón de ser en esa situación.

-Iré a decirles que usted los busca- 

Notas finales:

Gracias por todo su apoyo una vez más y nos vemos pronto con el siguiente capítulo. Bye bye ♥ 


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