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Del odio al amor. por BigEastWarrior

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Notas del capitulo:

Holi, me gustarían más reviews (?) Pero bueno, yo sé que tal vez aún no leen suficientes personas esta cosa como para eso. Aún así, gracias a las dos personas que me dejaron uno. <3

 

YoungJae caminaba por los extensos pasillos de la escuela, YoungJae suspiraba por décima vez en esa mañana, YoungJae dejaba atrás a un confundido DaeHyun el cual temía perderse.

Odioso, eso era lo que el joven Yoo, quién ahora lucía un nuevo corte de cabello pensaba.

-Parece que no me quieres contigo.- Dijo un agitado muchacho de cabello rubio y piel morena alcanzando a regañadientes los pasos del menor;  al parecer, un día de conocerse no era suficiente para que el joven Jung DaeHyun se acostumbrara a ese mal trato.

Ambos con el uniforme bastante bien arreglado, la camiseta fajada y una pequeña corbata haciendo adorno, entraron a un salón de clases. DaeHyun aún no obtenía respuesta.

Apresurado, el primo menor avanzó hasta su pupitre y se sentó ignorando por completo al nuevo de la escuela, el  mayor, por su parte indignado, se molestó aún más cuando su acompañante sacó uno de sus libros favoritos y se puso a leer tranquilamente.

-¿No vas a acompañarme a  la dirección? No sé dónde queda.-

-Escucha.- Dijo sin despegar la vista de sus preciadas páginas. –Eres nuevo, guapo y de Busan, es obvio que llamas la atención, yo odio llamar la atención así que por favor, consigue amigos y vete.- Esas palabras hicieron que el rubio sin  pensarlo dos veces bufara y agachara la mirada; bueno, no tenía oportunidad de llevarse bien con ese chico, al  menos no en la escuela.

Con resignación,  comenzó a caminar mientras sus manos permanecían guardadas en ambos bolsillos de su pantalón. Para DaeHyun, YoungJae era todo un enigma, no raro, no especial y mucho menos molesto… sólo, enigma. Tal vez por eso, ahora sentía como un reto personal llevarse más o menos decente con ese muchacho de mejillas adorables, porque a pesar de todo lo berrinchudo y frío que llegaba a ser, tenía un aspecto adorable.

-¡DaeHyun!.- Una voz alegre y ronca resonó por el lugar, justo en medio del patio y fue entonces que el mencionado se giró con confusión.  ¿Alguien le conocía?

-HimChan hyung, que bueno que te encuentro.- Suspiró aliviado y sonrió con amabilidad. HimChan, el gay más conocido de la escuela casi se derrite al ver tal curvatura. -¿Me puedes decir dónde está la dirección? Me he perdido… - susurró con ahora una sonrisa apenada a lo que el mayor soltó una ligera risa; DaeHyun era tan apuesto y a la vez tierno, un prospecto digno de él.

-Claro que sí, yo te acompaño. Ven.- Contestó el otro haciendo una seña y fue entonces que el moreno se sintió mucho más confiado; al fin alguien era amable.

 

Mientras tanto, YoungJae leía sin realmente mucho interés, ojeando y esperando con aburrimiento a que la clase comenzara, eso hasta que una mano se posó sobre su hombro  y le desconcertó levemente.

-Carajo, YongNam.- Murmuró rodando la mirada luego de percatarse de quién se encontraba “manoseando” su hombro. –Los de tercero ya no tienen permitido estar aquí.-

-Eso no es verdad y lo sabes. Por cierto ¿Cómo sabes que soy  YongNam y no YongGuk?- Cuestionó el mayor de los gemelos sentándose sin ningún deje de vergüenza en la paleta de la banca, lugar de donde obviamente YoungJae tuvo que retirar el libro obligadamente.

-Fácil. YongGuk no invade mi espacio personal.- Fue la respuesta que un molesto Yoo profirió con evidente desagrado; YoungJae odiaba (Cómo muchas otras cosas) que le tocaran sin su consentimiento y por desgracia, el gemelo mayor no parecía saber aquello. ¿Por qué se empeñaba en tocarle? No sabía pero carajo, como lo detestaba.

-¿Te molesta tanto? Lo siento, es que eres condenadamente lindo.- Respondió como si lo dijera al aire, y es que intentaba parecer “cool” frente al menor del grupo siempre.

-Me molesta que me digas lindo y que me toques.- Escupió prácticamente a la cara del mayor y con un empujón le obligó a bajar de la paleta. Así era YoungJae, demasiado directo y grosero, pero sólo si se metían con él.

YongNam comenzó a reír y negó con la cabeza un par de veces.

-No te pongas así ¿Okay? De todas formas ya tengo que irme a clases.- Dijo y antes de marcharse revolvió el cabello del menor como broma, o más bien para molestarle. El más bajito dio un manotazo y bufó, sin apartar ni un momento los ojos de la espalda fuerte del gemelo; maldito tipo, pensaba YoungJae con el rostro desfigurado por la cólera.

 

 

Tal como YoungJae sospechaba, el maestro encargado de su salón fue el encargado de presentar a DaeHyun frente a la clase. El de cabello castaño no podía apartar la mirada de esa cara de amabilidad que se cargaba su primo, además de ese tono excesivamente ridículo con el que se había presentado. Por Dios, todos eran un montón de desconocidos ¿Por qué les sonreía entonces?

Sin poder soportarlo, Yoo YoungJae se volteó hacia la ventana, ignorando lo que ocurría frente a él.

Podía escuchar los murmullos, a todas esas chicas diciendo que el nuevo era realmente apuesto y amable, que parecía un prospecto interesante, etc, etc. Justo por eso odiaba a la mayoría de las mujeres, ninguna parecíae tener deseos de superación más allá de conseguir un buen y guapo esposo.

El profesor pidió aplaudir luego de la presentación y breve explicación del joven Jung, y en cuanto terminó, le mando a sentar justo al lado de Jae, el cual tan sólo se dedicó a rehuirle la mirada. Por su parte DaeHyun suspiró frustrado y buscó con todas sus fuerzas poner atención a la clase… lo cual obviamente le fue imposible.

Ya iban por la tercera hora de clases, cuando una pequeña hoja de papel mal doblada cayó sobre el pupitre del muchacho Yoo. Con una ceja alzada lo abrió y casi al instante soltó un suspiro de molestia.

 

“Jae, ¿Por qué no me hablas? Se suponía que nos llevaríamos bien ¿Recuerdas?”

 

Con un plumón negro de punta fina, el cual había sido abierto con los dientes del menor, éste respondió.

 

“En casa, aquí no porque todos van a comenzar a meterse conmigo. Tienes ya varias pretendientes y posiblemente no dejen de acosarme si se enteran que soy tu primo.”

 

La vista de YoungJae volvió al frente luego de percatarse de que el papel llegara a su objetivo y de nuevo intentó prestar atención a la clase. Por su lado, el joven que se encontraba en el pupitre contiguo, después de leer la respuesta rodó la mirada y entristecido una vez más, se hundió en su asiento; no sabía porque, ni como, ni cuando, ni nada, lo único que tenía claro era que YoungJae lograba deprimirlo con demasiada facilidad, tanta que ni siquiera tenía ganas de hacer el más mínimo esfuerzo por contentarse. ¿Acaso ya se había tomado demasiado personal el desprecio del menor?

 

Jung DaeHyun no sabía porque, pero ahora se tornaba un verdadero reto personal.

 

 

Kim HimChan se removía nervioso, golpeaba con su pluma el pupitre y soltaba pequeños bufidos de vez en vez, incapaz de calmarse.

-Deja ya de moverte, me estás mareando.- Al decir esas palabras, YongGuk  abrió de nueva cuenta su libro y continuó leyendo. La clase de matemáticas ya había terminado y ahora esperaban que  la clase de historia pasara para poder salir al fin a su descanso.

-No Guk, en serio tengo que descubrir si DaeHyun es heterosexual. Ayúdame por favor.- Las palabras del chico de piel más clara se escuchaban tan desesperadas que el mencionado suspiró y asintió un par de veces; después de todo, HimChan era su mejor amigo y sentía que tenía el deber de ayudarlo o algo así, o al menos fingir que lo haría.

-Dime ¿En verdad te gusta?- Cuestionó ahora el mayor girándose a encarar a su coqueto amigo.

-Claro que sí, es simplemente perfecto.  Lo tiene todo, aunque claro, le falto  yo.- Dijo con una de esas sonrisas que lograban mostrar lo egocéntrico que en realidad era el joven Kim.

Estaba totalmente convencido. Se acercaría a DaeHyun, lograría ser su amigo y tal vez pronto, comenzaría a averiguar si este era gay; igual si no lo era, HimChan se encargaría de cambiar eso, ni loco dejaría que ese interesante espécimen de chico se le escapara.

-Aún no creo que sea primo de YoungJae.- Agregó YongNam quién hasta ahora se había mantenido completamente callado, pensativo e incluso algo retraído. Cosa muy rara en él. Los pupitres de HimChan y YongGuk estaban contiguos, uno al lado del otro, mientras que YongNam se situaba en la banca justo detrás de su hermano. Para poder verle bien, el gemelo menor se giró un poco y el menor de los tres tan sólo volteó la cabeza hacia él. –Ambos son demasiado distintos, YoungJae odia a la gente, detesta que se le acerquen y es en extremo tímido, mientras que el otro es realmente lo contrario. Incluso cantó para nosotros sin conocernos realmente… es bastante interesante, es normal que le guste a HimChan.-

-Y a cualquier otro, parece ser muy atrayente.- Dijo luego el menor de los Bang algo pensativo. Kim al escucharlos arrugó la nariz con disgusto y cruzó ambos brazos.  

-Ni lo miren, es mío.-

-Chan, no seas idiota. Guk y yo somos heterosexuales.-

-¿Ah? ¿No te gustaba YoungJae?- Cuestionó HimChan con una ceja alzada; toda su vida había pensado aquello.

-¿Jae?- El mayor de todos rió y su hermano tan sólo dejó que una sonrisa divertida se dibujara en sus labios.-Jae es sólo mi diversión, me encanta molestarlo. Admito que es extremadamente lindo pero… no creo querer estar con un hombre, prefiero un pecho abultado que uno plano.- Concluyó encogiéndose de hombros y ahora si, YongGuk soltó una fuerte carcajada. El si conocía a su hermano y sabía que realmente no le gustaban los hombres.

HimChan estaba a punto de abrir la boca, pero suspiró tan sólo ya que el profesor al fin había llegado. Fue entonces que miró por la ventana y se percató de que afuera estaba nublado.

 

...

 

El primer periodo había terminado, y ahora el joven Jung DaeHyun se dedicaba a preguntarse internamente que haría. ¿Buscar a HimChan para almorzar juntos sería buena idea? Diablos, no sabía qué hacer.

El salón de clases poco a poco se fue vaciando, y entonces el joven Jung se dio cuenta de que su primo, no tenía intención de salir. El menor se encontraba metido en su libro, sonriendo y sus pupilas seguían con interés cada una de las líneas; Tan adorable, DaeHyun no podía creer que esa cara tan bonita fuese realmente la de alguien tan arisco como YoungJae.

Un par de chicas se le acercaron, haciendo que sus pensamientos fueran abruptamente interrumpidos al igual que  la vista que tenía fija hacía el pupitre de al lado.

-Disculpa, sabemos que puede ser difícil no conocer a nadie. ¿Te gustaría salir a almorzar con nosotras?- Cuestionaron ambas chicas, bastante atractivas por cierto y DaeHyun al ser un chico y uno muy “sano” no pasó eso por alto. ¿Estaría bien para él tener un romance ahora?... quién sabe, hace ya un buen tiempo que no tenía novia y tal vez era tiempo de conocer gente nueva.

Más sin embargo, no supo porque, pero de sus labios salió un automático “no, gracias” y luego de aquello, las muchachas desilusionadas pero sonrientes salieron del salón; tal vez luego lo intentarían de nuevo.  

DaeHyun estaba casi perplejo por sus propias palabras; bueno, ahora su oportunidad de salir a almorzar se había esfumado.

-¿Por qué las rechazaste?- La voz de YoungJae hizo que el rostro sorprendido de Jung se girara para poder mirarle. Los rasgados y sagaces ojos del menor le observaban con curiosidad pero a la vez una tenue luz de seriedad; las expresiones de ese chico eran tan fascinantes.  

-Porque quiero quedarme aquí, esta nublado y puede que llueva.- Dijo casi al instante y se sentó más erguido en su pupitre, sacando luego de su mochila ese delicioso platillo que su tía tan amablemente le había preparado antes de salir de casa. Yoo por su parte se giró también y luego de encontrar ese topper en su mochila, lo sacó y comenzó a comer.

Ambos en silencio y sin dirigirse la palabra durante unos doce minutos.

-Jae, esto es ridículo, no hay nadie aquí ahora…- Luego de dar un bocado el mayor se giró para poder observar mejor al menor mientras este seguía comiendo.

-No sé de qué podríamos hablar.-

-Dime ¿Nunca sales del salón?- Cuestionó con una pequeña sonrisa a lo que el contrario arrugó tiernamente la nariz ya que parecía que quería estornudar.

-Hoy no quise salir porque… está nublado.- Respondió tan bajo que DaeHyun apenas le había podido escuchar; era extraño que lo dijera así.

-¿Te molesta mucho la lluvia?-

-No, sólo no me gusta salir cuando esta así.- Se excusó dando otro bocado y fue entonces que DaeHyun recordó eso que su tía le había mencionado en el taxi de ida a su casa. YoungJae era extremadamente sensible, cualquier cosa le enfermaba y tardaba bastante en recuperarse. De nuevo Jung DaeHyun sentía la necesidad de abrazar a su primo y no dejar que nada lo tocara. Aparentemente era cierto eso de que te puedes encariñar rápido con personas con parentesco cercano, como primos, tíos, hermanos, etc.

 

DaeHyun tal vez era demasiado inocente, demasiado inexperto, y demasiado distraído para darse cuenta de la realidad. Igual YoungJae no supo porque cuando su primo sonrió y se encogió de hombros una sonrisa se dibujó en sus labios. Tal como ese día en el transporte público, sentía que tenía unas nauseas extrañas al verle sonreír. 

Notas finales:

Nos leemos en el siguiente capitulo. 


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