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Del odio al amor. por BigEastWarrior

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Notas del capitulo:

HOLA (?) No me maten ¿Ok? Me esforcé a pesar de que estoy muriendo de infección en los pulmones y tengo problemas amorosos :v -la verdad es que sola se mortifica-

 

Ahora si, no olviden seguirme en mi homosensual página en FB:https://www.facebook.com/bigeastwarrior?ref=hl

 

y sin más, a leer el tan esperado lemon.  

DaeHyun había tomado las mejillas contrarias al mismo tiempo que ambos pares de labios se acariciaban; unos con algo de miedo y los otros ansiosos pero con los nervios a flor de piel. YoungJae comenzaba a sentir el ambiente sofocante y no se había percatado de que sus manos estaban acariciando parte de la espalda contraria.

¿Qué no estaba haciendo frío hace un rato?

Ahora su espalda estaba contra el colchón y su primo, el cual no dejaba de besarle se movía ansioso sobre él, retirándose la estorbosa sudadera que traía encima, ésa que no le dejaba maniobrar como era debido y le provocaba más calor del necesario.

-Mierda…- Profirió el mayor, dejando luego que la prenda volara por los aires hasta quedar olvidada en un rincón del cuarto. YoungJae abrió los ojos, puesto que de pronto sus labios se habían sentido abandonados de toda caricia. Miró a DaeHyun, interrogándole con la mirada al mismo tiempo que sus dos brazos se dejaban caer sobre el colchón, rendidos y sin saber exactamente donde tocar. –Necesito algo, es mejor que vaya por eso ahora- respondió a la mirada llena de duda que Jae mantenía, levantándose con prisa después y echándose a correr por el pasillo.

El que DaeHyun de pronto no estuviera le hizo sentir nervioso y lleno de dudas otra vez.

-Calma, todo va a estar bien- Se repitió un par de veces, pasando una de sus manos por sobre su cabeza para reacomodar su cabello. Sus piernas se enredaron la una con la otra y sus temblorosas manos luego se acomodaron sobre el colchón, haciendo soporte en su cuerpo para mantenerse sentado. -¿Qué es eso?- Cuestionó cuando al fin tuvo a un agitado Jung frente a él, sonriendo victorioso y mostrando una botella de tamaño regular en sus manos.

-Lubricante-

Bueno, ahora el menor estaba seguro de que las cosas iban en serio; la pregunta importante ahora era ¿De dónde había sacado DaeHyun esa cosa?

-¿De dónde…?- agregó con los ojos llenos de miedo y la voz temblorosa, DaeHyun suspiró y dejó la botella sobre el colchón, antes de subirse al mismo y gatear hasta Jae.

-Se siente bien cuando lo usas para masturbarte-

DaeHyun… se… masturbaba…

¿Lo hacía? ¿Con que regularidad? ¿En qué cosas pensaba cuando lo hacía?... ¿Cómo se veía en una situación así?; las preguntas atacaban la pequeña mentecilla de YoungJae, el cual apenas y se había masturbado como mucho, tres veces en toda su vida.

-No digas esas cosas- habló con fuerza mientras que sus ojos se desviaban hasta una de sus cortinas; la cara de DaeHyun ya estaba frente a la suya y de nueva cuenta su cuerpo se encontraba preso del contrario, sin siquiera ser capaz de moverse.

-Por tu cara, creo que te imaginaste cosas muy sucias cuando dije eso- La piel de la espalda de Jae se erizó, así como de pronto su oído se había vuelto más agudo; nunca había escuchado la voz de DaeHyun tan cerca, o más bien tan caliente y cargada de necesidad, era como si con las simples palabras le acariciara por completo y llenara de amor y lujuria todos sus sentidos.  Estaba a punto de hablar, pero se sintió cohibido por la incesante mirada del contrario sobre él –Jae, tienes que decirme si voy muy rápido ¿Entendido?-

Ambos pares de ojos se observaron, se sonrieron, se juraron amor eterno en silencio y fue entonces, que los labios de DaeHyun cubrieron los de su primo con cariño una vez más, provocando que el corazón del pelinegro diera un salto de alegría y nerviosismo.

-Ah…- Profirió sin querer, cuando un pequeño movimiento del mayor había puesto ambas erecciones alineadas, provocando un roce bastante erótico. DaeHyun mordió su propio labio inferior y deseando escuchar más, comenzó con un movimiento constante de pelvis, adelante y atrás una y otra vez.

YoungJae abrió los ojos, correspondiendo aun torpemente al beso y con las manos más temblorosas que antes, apretó la camiseta del contrario.

-YoungJae, tienes que dejarlo salir…- Susurró dejando tranquilos los labios del menor; deseaba más que nada escucharle gemir y poder ver su cara llena de vergüenza  y placer al mismo tiempo…y vaya que era hermoso justo así. Las palabras de DaeHyun habían desconcertado un poco a Jae, puesto que no sabía a qué se refería exactamente, aun así, con cada estocada sentía que su cuerpo se tensaba y una deliciosa oleada de placer le recorría desde la entrepierna hasta la nuca, haciendo que el vello de su espalda y brazos se erizara.

-Mnh… ah… ah…- Con ambos brazos se aferró a los hombros del mayor, cuando este inició un fuerte vaivén que incluso movía el colchón a la par de ellos, haciendo sonar los resortes y golpeando insistentemente la cabecera contra la pared.

Joder, joder, joder, DaeHyun sentía que se estaba volviendo loco ¿Cómo su primo podía ser tan jodidamente perfecto? Creía que incluso podría venirse sólo con escuchar su voz; era mucho mejor escucharlo en vivo que imaginarlo mientras se masturbaba.

-Carajo… Jae- A diferencia del pelinegro, el rubio gemía sin reprimirse, logrando que el miembro del menor se endureciera con cada embestida un poco más; diablos, esto le estaba dando muchísima vergüenza pero no se atrevía a detener al contrario, ya estaban cerca de desnudarse, podía sentirlo.

Un par de movimientos más bastaron para que DaeHyun se decidiera al fin a detenerse. Ambos jadeaban y sentían que el aire faltaba, pero en ningún momento dejaron de buscar sus labios para darse besos rápidos y calientes.

-¿Q-qué haces?- Comentó el menor con el rostro sumamente rojo cuando notó que los pantalones y camiseta de DaeHyun habían salido volando; no era la primera vez que le veía semidesnudo, pero si la primera vez que las razones eran… hacer “eso”.

-No te puedo comer si traigo ropa encima- Respondió con una media sonrisa dibujada en su perfecto y excitado rostro. Tomó luego el botón del pantalón contrario y el portador se tensó llevando sus manos sobre las ajenas para detenerle. DaeHyun sonrió dulcemente y le miró. -¿Me detengo?- Si el menor respondía que si… estaba seguro que tendría que irse a llorar al baño para después masturbarse; por Dios, estaba tan jodidamente cerca.

-No… es sólo que tengo vergüenza, nunca he dejado que me veas- Comentó con el rostro tan rojo, que Dae tenía ganas de reír.

-Y me muero por verte… si te hace sentir mejor, me encantaría quitarte sólo la parte de abajo, seguro que vistiendo nada más que la camiseta te ves hermoso- YoungJae se tensó, tomó una almohada y se la colocó sobre el rostro; Dae no lo sabía, pero estaba mordiéndola por los nervios.

Jung suspiró, embelesado con la simple imagen de Jae tirado boca arriba, con la ropa desarreglada y la cara cubierta… Dios, podría hacer tantas cosas mientras el menor estaba así. Se abstuvo de “apretar” más su ropa interior a causa de sus pensamientos y con calma comenzó a desabrochar la molesta prenda del contrario, retirándola de a poco después y tomando su tiempo en admirar las suaves piernas que frente a él se desenvolvían; odiaba admitirlo, pero las piernas de YoungJae eran justo como le gustaban ¿Cómo era posible que tuviese piernas tan bonitas? Y no sólo eso, casi se atraganta cuando al tomar el borde de su bóxer, Jae levantó la cadera para ayudarle a retirarlo, con este accionar había podido admirar parte del trasero ajeno y… daban ganas de apretarlo.

¿Cómo era que ese chico podía ocultar tan bien esos encantadores muslos y trasero de infarto? No importaba, lo realmente importante era que ahora, todo eso era suyo.

Y vaya que iba a disfrutarlo.

YoungJae tembló cuando se sintió completamente desnudo de la cintura hacia abajo; estaba seguro de que se veía como un idiota por no ser capaz de enfrentar la mirada de DaeHyun, prefería morder con fuerza la almohada y respirar con dificultad a través de ella, lo cual al mayor parecía enternecerle y excitarle más.

Ultrajar a alguien tan inocente seguramente era demasiado emocionante.

-Ugh…- las manos tibias del mayor comenzaron a vagar suavemente por las piernas ajenas, logrando que Jae apretara los labios y cerrara los ojos; la sensación era indescriptible y los escalofríos le estaban colocando demasiado ansioso, tanto que ahora se moría por saltar a besar los carnosos labios de su novio. Lástima que era demasiado penoso como para hacerlo. Los besos en la virgen piel de YoungJae no se hicieron esperar, pasando primero por su cadera y subiendo de a poco, al mismo tiempo que su camiseta lo hacía.

Pronto el rostro de DaeHyun quedó alineado con ese par de botones rosas que Jae poseía como pezones. Los observó, necesitaba grabar a la perfección cada parte del cuerpo contrario porque no estaba muy seguro que tan seguido tendrían esos encuentros. El menor apretó la almohada un poco más fuerte y la dejó de lado, dándose permiso de observar que era lo que el contrario hacía que tardaba tanto.

-Me gusta…- Susurró pasando ambas manos por las costillas contrarias, tentando con ambas palmas parte de su cintura y subiendo luego nuevamente en una especie de caricia. –De verdad me gusta mucho como te ves-

-¿Qué… es exactamente lo que te gusta tanto?-

-Tú, es difícil de explicar, sólo me gustas tú y ya- El sonrojo del menor no podía ser más intenso. Llevó ambas manos a los hombros contrarios y le miró.

-No me veas… p-por favor no bajes la mirada-

-Ya lo vi hace rato- Dijo aguantando las ganas de reír por el comportamiento adverso. Jae suspiró, resignado  y decidió desviar la mirada; aunque le doliera admitirlo, tenía que ceder por ahora… ese tipo de acercamientos tenían que ocurrir tarde o temprano y sinceramente creía que era tarde. Estaba tan perdido en sus pensamientos, que no se dio cuenta cuando su primo había bajado de vuelta y había colocado una mano sobre su miembro, sin llegar a tocarlo.

-¡Dae!- Gimió entre sorprendido y excitado cuando los dedos del mencionado hicieron contacto con su hombría. Todo el vello de su cuerpo se erizó y no supo dónde colocar las manos para descargar la corriente que le recorrió.

¿Todo eso se sentía un toque de una mano que no era la suya? …

-Me encanta, dilo de nuevo- Murmuró en el oído contrario a la par que su mano ahora sostenía por completo el falo del menor, acariciándolo lentamente desde la base hasta la punta y de regreso una y otra vez; esto por supuesto que estaba sacando de sus cabales a Jae, el cual sin realmente quererlo jadeaba y mantenía la boca abierta. –Por favor, otra vez…- YoungJae apretó los párpados y colocó ambas manos sobre los hombros adversos.

-Dae…-

Diablos, necesitaba tocarse también.

-Otra vez…-

-DaeHyun…-

-Mnh…- deslizó su mano libre hasta su pantalón, desabrochándolo después y metiendo directamente sus dedos hasta alcanzar su miembro bajo la ropa interior. Comenzó a masturbarse al ritmo que lo hacía con su primo, aunque sinceramente por el espectáculo que estaba teniendo, no necesitaría más que eso para correrse.

-Ah… basta- gimió enterrando sus dedos en la piel de los hombros ajenos, comenzando a mover instintivamente su cadera para obligarle a ir más rápido; su cuerpo deseaba tanto que siguiera, pero estaba tan avergonzado que sentía la necesidad de detenerse y salir corriendo. –Al menos quítate la ropa- pidió entreabriendo los ojos para mirarle; DaeHyun mantenía la mirada ardiente sobre su rostro a la par que una de sus manos se movía sobre su miembro y la otra se masturbaba a si mismo…

Diablos, estaba teniendo porno en vivo.

El más alto sonrió, dejando lo que estaba haciendo para después incorporarse apoyándose en sus rodillas sobre la cama. Se desvistió sin ningún problema frente la temblorosa anatomía de su primo, el cual no sabía dónde colocar sus ojos; DaeHyun era tan apuesto, su piel, ligeramente más oscura que la suya contrastó al instante en que ambos cuerpos se unieron en un abrazo forzado por el mayor.

-Sin tu camiseta se sentiría mejor- murmuró disfrutando de la cercanía; era demasiado diferente abrazarlo con ropa a que sólo con una camiseta medio puesta encima. YoungJae, aún tenso,  intentó corresponder al accionar contrario, rodeando tímidamente su cuerpo y cerrando los ojos después.

El momento tranquilo duró poco, ya que DaeHyun llevó las dos manos a los muslos contrarios, obligándole a abrir sus piernas para colocarse entre ellas. Una vez que se abrió el espacio necesario, alzó la parte posterior de la camiseta ajena, haciendo que YoungJae se levantara un poco para retirarla.

-Tengo frío- susurró haciendo que DaeHyun sonriera al mismo tiempo que se acomodaba sobre él.

-Ya se pasará… ugh- Se tensó cuando su miembro ya erecto rozó con el de Jae, apenas había sido un contacto ligero, pero a ambos les encendió a un nivel que no conocían aún.

-No te muevas- Profirió entre gemidos bastante agudos en el preciso momento en el que Jung había decidido comenzar a frotarse contra él. El calor de a poco iba aumentando y los jadeos y gemidos de ambos comenzaban a inundar la habitación.

Si, esa era la parte de todo que a Dae le gustaba, nada era como recordaba, a pesar de que era apenas la segunda vez que tenía sexo con alguien…

No, era la primera vez que hacía el amor, estaba seguro, por esa razón se sentía tan distinto.

 -Jae, me vas a volver loco- le tomó de las mejillas y le dio uno de los besos más amorosos y apasionados que en su vida había dado, robándole el aliento a ambos. Sentía vibrar el interior de su boca a causa de los gemidos contrarios que se ahogaban en medio del ósculo y sus manos buscaban acariciar sus sonrojadas mejillas con la intención de transmitirle un poco de todo lo que sentía. Por su parte, YoungJae apenas podía respirar y cada que podía tomaba un poco de aire para satisfacer la necesidad de hacerlo. Su cuerpo reaccionaba a cada movimiento de labios, su piel se erizaba con cada toque y su tímida lengua intentaba acariciar la contraria de la misma forma que ésta acariciaba la propia.  

En un torpe movimiento, DaeHyun buscó a tientas la botella que hace un rato había conseguido en su habitación, dando con ella luego de un par de movimientos fallidos y unos cuantos mordiscos a sus labios.

-¿Dae?...-  Cuestionó asustado en el preciso momento que sintió como las embestidas ficticias bajaban de intensidad hasta detenerse por completo y algo pegajoso y medianamente duro se frotaba contra su entrada; listo, ya sabía que era: un dedo del mayor.

-Calma, necesito hacer esto para prepararte- susurró intentando sonreírle, aunque la excitación a duras penas le dejaba pensar; estaba tan desesperado que prácticamente se estaba golpeando mentalmente para mantenerse tranquilo.

Mierda, mierda, mierda. Iba a doler, estaba seguro, tan seguro como que su madre los mataría si los encontraba en esa situación.

-Rápido antes de que me arrepienta- dijo rápidamente, tomando nuevamente la almohada para morderla; estaría prevenido por si tenía que gritar para aminorar el dolor o algo así. Había visto porno gay y leído distintos artículos sobre el tema, sabía cómo se hacía pero igualmente sabía que podía doler como el mismo infierno si el activo no tenía práctica.  

Por desgracia, aparentemente Dae no era tan experto como para saber cómo hacerle el amor a un hombre.

 -Si sientes que algo anda mal, dime- No le dio el tiempo de responder, de a poco fue introduciendo aquel dedo que anteriormente había cubierto de lubricante, intentando abrirse paso cuidadosamente y yendo en diagonal ligeramente inclinada hacia abajo.

YoungJae apretó la almohada entre sus manos sin morderla aún; dolía, sí, pero no era insoportable, sólo incómodo. Jaló aire y en cuanto escuchó a DaeHyun pronunciar un par de maldiciones supo que le era difícil mover su dedo en aquel lugar tan apretado.

-Ve con c-cuidado…-

-Eso intento… - El mirar la forma en que YoungJae temblaba le hacía aumentar sus nervios, pero aun así no se echaría para atrás, tenía la oportunidad de hacer el amor con la persona que más amaba en el mundo y no iba a desaprovecharla. Con decisión, llevó su mano libre a tomar la hombría contraria, a lo que el propietario dio un tímido gemido y se cubrió el rostro. DaeHyun inició una lenta masturbación, mirando como el pecho del menor subía y bajaba cada vez más fuerte e incluso inconscientemente abría las piernas para darle más acceso. Se deslizó un poco más abajo para poder mirar con detenimiento lo que hacía con sus manos y por Dios… se masturbaría algún día recordando esa escena, estaba seguro.

-¡Diablos!- un segundo dedo se hizo presente y mientras este se abría paso, el mayor tomó la botella de lubricante una vez más, esparciendo un montón en el área del pene contrario para poder masturbarle y al mismo tiempo lubricarle; era mejor exagerar, ya que entre más resbalosa estuviera la zona, más fácil y menos doloroso sería el clímax.

YoungJae respiraba con dificultad y a pesar de que era incómodo intentaba pensar en cualquier otra cosa que no fuese la situación en la que estaba. La atención a su pene ayudaba a dispersar el dolor de vez en cuando, pero había momentos en los que la incomodidad era más…

¿Pero qué?... ¿Por qué de pronto tenía ganas de gritar de placer? Su cuerpo se había inclinado hacia atrás, haciendo que su espalda formara un arco sobre el colchón y sus labios se abrieran para gemir. DaeHyun había tocado en un lugar demasiado sensible y aparentemente lo sabía, ya que golpeaba ese punto una y otra y otra vez.

-Dios… Dios… ah…- Esas palabras hicieron que DaeHyun sintiera un escalofrío por toda su espalda y que de nueva cuenta su miembro clamara por atención.

-Dime lo que quieres- Diablos, odiaba hablarle así a su primo, pero estaba tan excitado que ya tendría tiempo después para sentirse culpable. –vamos, Jae, dilo-

-No sé qué es lo que quieres que te diga…- profirió con la mirada nublada a causa de un par de lágrimas que se habían acumulado en sus ojos; la excitación era tanta que deseaba llorar.

-¿Crees estar listo para que yo entre?-

Ambos quisieron gemir sólo de imaginarlo.

-Si..-

-Entonces dime ¿Qué quieres?- YoungJae cerró los ojos de nueva cuenta y suspiró lo suficientemente hondo como para poder hablar claramente.

-Entra…-

Las respiraciones de ambos se entrecortaron en el momento en que DaeHyun se introdujo en él. YoungJae apretó los hombros contrarios y se abrazó a él con tanta fuerza que creyó que le impediría respirar.

Una estocada y Jae sentía que iba a morir, una segunda y quería gritarle que saliera y le dejara en paz, a la tercera, deseaba darle un puñetazo en la cara, pero a la quinta… oh esa gloriosa quinta embestida había dado justo en el blanco. DaeHyun gruñía con el rostro escondido en el cuello adverso, dejando suaves mordidas y lamidas para evitar dejar marca; aunque sinceramente moría por morder tan fuerte que el menor gritara que dolía…

Joder, era un maldito enfermo.

Intentando ignorar sus pensamientos, se dedicó a moverse lo más rápido que podía, arrancando esa melodía que tanto había ansiado escuchar y no sólo imaginar. Le encantaba su voz, era tan adictiva que creía que podía escucharla toda la vida… su calor, su sudor, esa forma en la que mordía sus labios cada vez que intentaba no gemir, los ruiditos que hacía a causa de ello y la forma en la que arañaba su espalda por la excitación; todo en YoungJae era hermoso. Piel, ojos, sonrisa, berrinches, incluso cuando lloraba o estaba triste, cada faceta suya, cada gemido… todo lo quería sólo para él.

Que todos supieran que Yoo YoungJae tenía dueño y no iba a compartirlo con nadie. 

Notas finales:

Si, soy un asco para el lemon. (?)

 

Dejen review y recuerden amarme mucho (?) actualizaré apenas pueda y si quieren contactar conmigo pues ahí está la página de FB. <3 Adiosín. 


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