Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Del odio al amor. por BigEastWarrior

[Reviews - 125]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi <3 

 

El capitulo es corto pero porque la inspiración no me llegaba (?) aún así me esforcé porque quedara bonito. Gracias a los y las que leean esto y dejenme reviews llenos de sus sugerencias o criticas. 

Aquel día Yoo YoungJae se había despertado bastante temprano, por alguna razón no tenía ánimos de seguir durmiendo a pesar de ser ese su último día de vacaciones.

Con pesadez, se dirigió a la habitación contigua, en la cual posiblemente su madre aún se encontraba durmiendo… pero no, no estaba ahí. Alzó una ceja algo  confundido y esta vez decidió irse a la cocina; tal vez la señora de la casa preparaba el desayuno.

-Carajo, tal vez fue al mercado.- Comentó en voz baja y justo antes de subir a su habitación, escuchó su celular sonar a lo lejos. Caminó rápidamente, intentando dar con él lo antes posible, ya que odiaba no atender una llamada. Dio con el pequeño aparato justo sobre el sofá de la sala, en donde se tiró luego de haber oprimido la tecla verde.

-Jae, dime que eres tú, YongGuk me ha dado tú número mal como 20 veces.-

-No, no soy yo.- murmuró rodando la mirada; aquella voz y actitud sin duda eran de Kim HimChan.

-Me alegra.- Respondió risueño como siempre y procedió a hablar con voz mucho más calmada.- ven con nosotros al karaoke hoy. Es el último día de vacaciones, hagamos algo juntos.-

 

Mhn, veamos, como podría el joven Yoo zafarse de esto…

 

-No.-

-¿Por?-

-Porque no quiero.-

-No me obligues a decirle a Guk y Nam que te saquen a rastras de tu casa.- Dijo en voz algo más amenazante el mayor; Kim HimChan siempre obtenía lo que quería… por desgracia, con YoungJae nunca podía ganar, no hasta ahora.

-No, no traigas a YongNam aquí otra vez…- respondió el de ahora cabello castaño y largo Jae, quién de sólo imaginar aquello ya sentía la piel de su espalda erizarse; YongNam tenía métodos tan horribles para hacerle “ceder”.

-Entonces ven, sabes que nos vamos a divertir.-

-Pero… no sé donde está  mi madre, debo pedirle permiso primero.- Si, aparentemente las grandes mentes pensaban bastante rápido en buenas excusas, o eso pensaba el menor justo en ese momento.

-Iremos a las 5 P.M eso significa que tienes bastante tiempo para convencerla. Anda, hace mucho que no vienes… -

-Vete a la mierda.- Y con eso colgó. Aquella frase obviamente significaba un “iré, pero porque me obligas, idiota.” HimChan lo sabía perfectamente, y por ello del otro lado de la línea, sonreía como niño que consigue lo que quiere. Listo, ese chiquillo iría con ellos a divertirse, y lo que era mejor, YongNam tendría al pequeño YoungJae para distraerse, puesto que era bien sabido por todos que el gemelo mayor necesitaba acosar a alguien “bonito” y la única manera de Chan para salvarse, era atrayendo al siempre lindo Yoo YoungJae.

 

 

Pasados unos cuantos minutos, en los que Jae se había vuelto casi loco por el hambre, escuchó el timbre sonar, eso sólo significaba una cosa: “Mamá estaba en casa”, por lo cual a paso rápido se apresuró a abrir la puerta; genial, seguramente su madre prepararía algo delicioso, después de todo había tardado demasiado en el mercado y ella regularmente no hacía eso, al menos que se estuviese esforzando en encontrar algún ingrediente especial.

-Tardaste mucho.- dijo en cuanto pudo ver ya a su madre parada justo del otro lado del umbral. -¿Qué trajiste para el almuerzo?- Cuestionó ahora buscando con la mirada alguna bolsa o algo, que le indicara que su madre había estado (como el creía) comprando lo necesario para sus sagrados alimentos matutinos, pero no, no encontró nada. Fue entonces que se percató de un taxi, el cual estaba justo estacionado frente a su casa y de él descendía un muchacho… parecía de su edad y se veía bastante… ¿Cómo describirlo? La verdad no tenía ni idea, pero le recordaba a alguno de esos idols que había visto alguna vez en televisión. Ese corte a la moda y su cabello rubio que obviamente no era de tono natural le hicieron alzar una ceja.

Su madre, al  percatarse de la cara que YoungJae tenía en cuanto notó al chico sonrió con diversión.

-Este es DaeHyun, tu primo de Busan, por tu cara veo que no le recuerdas.- YoungJae volteó a ver a su madre, y luego a ese muchacho que, ahora con maleta en mano se acercaba y colocaba al lado de ella, manteniendo una sonrisa bastante agradable, demasiado en comparación a la pinta de creído que se cargaba.

El joven Yoo, con la mirada clavada en el nuevo inquilino de su hogar, se cruzó de brazos; diablos, así que ese día al fin había llegado.

-Sigues igual de bonito.- Fueron las palabras que con voz ronca profirió el chico de Busan, manteniendo una postura alegre y llena de amabilidad, la cual descolocó un poco al que se encontraba dentro de la casa. La madre, riendo por la cara que ahora su hijo tenía, tomó del brazo al recién llegado y le guio por el pasillo, haciendo a un lado al pelicastaño, quién aún no se  creía aquel… ¿Cumplido? Por parte de su primo.

Jung DaeHyun era de esos chicos que no temía decir lo que sentía o lo que creía. La primera impresión que tuvo del contrario había sido esa “un joven completamente bonito, con mejillas bastante grandes”. Aunque eso último no había tenido oportunidad de decirlo.

-Que no se atreva a decirme algo así de nuevo, los dos somos hombres, carajo.- Susurró completamente colerizado el menor de la casa, cerrando la puerta de un portazo y yendo directamente a la sala, en donde ahora la mujer mostraba al recién llegado la ubicación de los baños, recamaras, y cocina. Se mantuvo mirándole, recargado desde la pared del pasillo y esperando encontrar la respuesta a esa pregunta que ahora rondaba su cabeza. . .

 

¿Era Jung DaeHyun demasiado sincero, o simplemente un estúpido, de esos ignorantes que son felices porque no saben nada?...

 

 

-¿Es siempre así?- cuestionó el joven rubio con el rostro completamente interesado, el cual tomaba una rebanada de ese delicioso pastel de queso que su tía había preparado por su reciente llegada.

-Quisiera decir que no, que es sólo una etapa o que ha tenido un mal día, pero si… siempre es así.- Respondió la resignada mujer a la par que se quitaba el delantal de encima y ahora se sentaba frente a su apuesto sobrino. –Una de las cosas por las que me alegra tenerte aquí es que creo que ayudarás a YoungJae a desinhibirse, tú sabes  a dejar de ser tan tímido y conocer más personas. Tu madre me dijo que eres bastante sociable. –

-Tengo muchos amigos en Busan pero… YoungJae parece ser alguien con quién no estoy acostumbrado a tratar. Siento que me odia y ni siquiera nos hemos presentado.- Dijo ahora el joven algo pensativo; la actitud de su primo sin duda le intrigaba bastante, pero él no estaba en la ciudad para hacer amigos, si no para estudiar y poder ir a una buena universidad donde pudiese llegar a ser un buen arquitecto.

-Entiendo… aun así no te odia. Te sorprendería saber lo dulce que puede llegar a ser ese niño.- Agregó la convencida mujer, a lo que  DaeHyun tan sólo sonrió algo extrañado antes de seguir comiendo. No conocía a su primo realmente, y esperaba que en algún punto las cosas estuviesen menos tensas entre ellos dos… por el bien de la paz en esa casa. La señora Yoo tenía muy en claro que su retoño no era la persona más agradable del mundo, pero igual, también sabía lo mucho que este sufría en silencio a causa de ello. Yoo YoungJae se sentía solo la mayor parte del tiempo, y eso la madre del mismo lo tenía en mente siempre.

Aun así, ese chiquillo parecía haberse hecho con algunos amigos. Un tal YongGuk, su gemelo YongNam y un muchacho loco que siempre andaba sonriendo, HimChan. La señora Yoo HyoRin no podía estar más contenta, al  fin su hijo, desde primer  año de preparatoria parecía haber extendido un poco más su burbuja, lo suficiente para aceptar a otras tres personas y de vez en cuando hablar de ellas.

-Nos vemos luego.- Escucharon de pronto ambas personas a lo lejos, aparentemente desde la sala. La mujer de la casa se levantó despacio y fue directo a donde había escuchado la voz de su hijo.

-¿A dónde vas?- Cuestionó algo extrañada, ya que Jae no había siquiera pisado el patio en todas las vacaciones, por lo cual ahora era bastante extraño verle con intención de salir.

-HimChan quiere ir al Karaoke… nos vemos como a las 9. Si me dejan regresar antes, pues lo hago.- Respondió encogiéndose de hombros, de todas formas sabía que no le negarían aquella salida. La mujer, quién le observaba con una ceja alzada, encontró una buena oportunidad para que la relación de ambos primos comenzara bien.

-Espera, lo correcto sería invitar a tu primo  ¿No? Para que se conozcan y además no se sienta tan desubicado en una nueva cuidad.- Al escuchar aquello, YoungJae arrugó la nariz, en señal de que odiaba la idea de su madre, pero en cuanto vio al mencionado salir de la cocina, con cara como de asustado se volteó para comenzar a caminar hacia la puerta principal; odiaba admitirlo, pero a ella si que no podía negarle nada… esa mujer se aprovechaba de eso, estaba seguro. –Pero no esperes que sea amable con él.-

-¡YoungJae! No  seas grosero…- ya ni valía la pena intentar hacer que se disculpara, al menos ya había cedido y con eso bastaba para que la dueña de la casa se sintiera satisfecha. -ah perdónalo ¿No quieres darte un baño antes de salir?-Preguntó ahora a DaeHyun, el cual  creía que salir juntos, con amigos del contrario sería demasiado… incómodo.

-La verdad ni siquiera quiero ir, y YoungJae tampoco debe querer que yo le acompañe, así que…-

-Tonterías, él hace lo que yo digo, y si digo que te va a llevar con la felicidad desbordándose de su cuerpo, lo hará.-

DaeHyun no sabía como interpretar eso, y entrando en pánico por no saber que hacer con exactitud, salió corriendo hacia la puerta de entrada, donde su primo ya salía.

 

La madre de YoungJae sonrió victoriosa y dejó que un suspiro de satisfacción le embargara. Esos dos se llevarían bien, estaba segura. 

Notas finales:

Adiosín (?)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).