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Del odio al amor. por BigEastWarrior

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Notas del capitulo:

Buenas noches. (?) No estoy muy contenta con este capitulo en cuanto a redacción pero si en cuanto a el desarrollo de mi querido YoungJae <3 

 

Gracias por los reviews, la verdad me dan ganas de seguir escribiendo. 

 

El adolorido Yoo YoungJae daba pasos algo torpes  a la vez que su mirada se encontraba atenta a todo su alrededor; odiaba admitirlo, pero tenía mucho miedo.

-Jae.- Llamó un preocupado rubio a lo que su primo volteó como si nada ocurriera y prestó total atención en él. –Te siento distinto.- Dijo el mayor, quién portaba su mochila en el brazo izquierdo y la del  menor en su brazo derecho; YoungJae había hecho el berrinche de su vida ya que quería llevar su propia mochila, pero DaeHyun obviamente con lo sobreprotector que era no le había permitido hacerlo.

-No sé de qué me hablas.- Murmuró como si pudiese engañar a su primo y este, al saber que el contrario no cedería, tan sólo suspiró resignado.

-Tranquilo, te acompañaré a todos lados.- Inquirió en voz bastante baja, pero lo suficientemente fuerte para que el  otro le entendiera; aun así, Jae fingió no escuchar nada.

Soltando una baja risa, DaeHyun se limitó a seguir a su compañero en silencio, observando bastante entretenido como el cachetón parecía estar pendiente hasta de su sombra. Le molestaba  mucho pensar en el suceso de la noche anterior, en el cual su querido familiar había sufrido de múltiples golpes y sobre todo un pequeño trauma a caminar por las calles que posiblemente con el tiempo iría disminuyendo. 

-Gracias por llevar mi mochila.- Soltó de pronto en muchacho de anteojos mientras ahora su vista se encontraba neutra y al frente de la calle; parecía que no, pero en verdad agradecía todas las atenciones de su primo. Era la primera persona a la que después de haber tratado tan mal, aún seguía incondicionalmente a su lado.

Y eso le hacía sentir especial.

-No es nada, me gusta cargar cosas.- Respondió con una gran sonrisa y es que un “gracias” ya lo sentía como el avance de su vida.

-Entonces te obligaré a cargarme de ida y vuelta a la escuela todos los días, burro de carga.- Agregó riendo el pelinegro y DaeHyun formó una mueca de inconformidad; aun así estaba feliz, YoungJae sonreía y aunque para muchos ese sobre nombre podía ser ofensivo, Jung no lo había tomado así.

-¿Soy un burro?... Agh, ayer era tu chocolate.-

-Mentira, nunca dije eso.- Agregó rápidamente el joven Yoo con un ligero sonrojo en las mejillas –Además,  lo de “chocolate” era insulto, no halago.-

-Pero suena muy lindo, eso no es un insulto.-dicho eso, el joven Jung se acercó más al menor y le guiñó. –Ahora tenemos apodos el uno para el otro ¿No es eso genial?-

YoungJae, con náuseas y el corazón latiéndole con fuerza, bufó ligeramente y desvió la mirada; DaeHyun solía ser tan raro.

 

 

Kim HimChan daba pasos decididos, pasos de diva. Con la frente y barbilla en alto, dio una vuelta justo antes de divisar su objetivo; el salón de Jung DaeHyun.

Manteniendo una sonrisa de medio lado, el apuesto joven dientes de conejo entró al lugar sin siquiera pedir permiso o inmutarse; después de todo se encontraba en su receso.

-Ya me habían dicho que ustedes almorzaban aquí, pero no me lo creía.- Mencionó el recién llegado, pasando por las bancas vacías del salón hasta llegar a una justo frente al joven YoungJae, quién comía tranquilamente al lado de su sonriente primo.

Poco tardó HimChan en darse cuenta de los moretones y las curitas sobre las mejillas del menor, las cuales obviamente resaltaban y ocultaban heridas.

-No  me mires así. Pregunta si es lo que quieres.- Dijo un molesto Yoo YoungJae quién con calma dejaba de lado su almuerzo y ahora observaba al mayor de frente; odiaba que le miraran así, de hecho, había odiado cada una de las miradas que le habían recibido en el salón de clases esa mañana.

DaeHyun por su parte continuaba comiendo, observando cada uno de los movimientos ajenos, tenía que estar al pendiente por si Jae se sentía demasiado acosado, ya suficiente había tenido con callarle la boca a medio salón.

-¿Qué te pasó?.-

-Me asaltaron.- La cara de HimChan no podía denotar más sorpresa.

-Pero ¿Te hicieron mucho daño? Dime, ¿Cómo te sientes?- Jung sonrió,  ya que le parecía un buen detalle del mayor preguntar por el estado de su primo y no por como había ocurrido todo.

-Me siento… bien, sólo algo adolorido.-

-Malditos asaltantes, los detesto. Hace un año se llevaron mi hermoso celular.- Bufó el de piel más clara de los tres cruzándose de brazos; quería preguntar más, pero por cómo era YoungJae, creía que era mejor dejarlo así.

-¿Qué te trae por aquí?-

-Ah, cierto… DaeHyun, venía a conversar contigo de algo.- Ante aquella aclaración, ambos primos alzaron la ceja derecha; obviamente HimChan encontró aquello sumamente gracioso, por lo que ante la mirada confundida de los otros dos,  lanzó una risa. –Anda, afuera en privado, si no te molesta.-

DaeHyun asintió y YoungJae se estremeció ligeramente.

 

Náuseas, las náuseas volvieron pero esta vez no eran como esas que la sonrisa del mayor le causaban, esta vez era como si se quemara por dentro… como si quisiera levantarse y gritar que estaba inconforme.

 

Aun así se quedó en su asiento, observando con sus grandes y rasgados ojos como el mayor se levantaba y su primo le seguía con una pequeña sonrisa en el rostro.

-No vayas.- Susurró suplicante en cuanto ya no vio a ninguno de los otros dos en el salón. Con el rostro de un cachorro abandonado y luego de echar un suspiro al viento agachó la cabeza. Se mordió el labio inferior y apretó los parpados; ¿Qué diablos le pasaba? ¿Se estaba volviendo loco?... ah, se estaba acostumbrando demasiado a DaeHyun y eso no podía ser bueno.

 

 

YoungJae se paseaba un sábado por la noche en el primer piso de su casa, su madre había salido de compras y él estaba más que ansioso, la razón era simple; DaeHyun tenía una cita con HimChan.

El menor giró el rostro hacía las escaleras en cuanto le escuchó bajar y acto seguido corrió hacia el sofá, fingiendo que veía televisión.

 

-Vuelvo en unas cuatro horas, tal vez sea más o tal vez sea menos.- Dijo el joven Jung con esa conocida sonrisa en el rostro a la par que abotonaba uno de los últimos botones de su camisa. Jae volteó la cabeza para mirarle y entonces frunció el ceño; ¿Por qué carajos se había  esmerado tanto en su aspecto?

-Suerte en tu cita.-

-No es una cita, no soy gay.- alegó rodando la mirada. –HimChan es algo así como un amigo, uno que me llevó a dirección el primer día de clases.- Murmuró en reproche a lo que el menor rodó la mirada –Lo menos que puedo hacer es acompañarlo a ver esa película que tanto estuvo esperando.-

-Pudo invitar a YongGuk.-

-¿Estás celoso?-

 

El más joven abrió los ojos sorprendido y se  giró de nuevo sobre el sofá, fingiendo ignorarlo. DaeHyun sonrió divertido y fue a sentarse a su lado, colocando uno de sus brazos sobre los hombros adversos;  que tierno se veía YoungJae avergonzado.

 

-No sé qué es estar celoso, nunca lo he estado.-

-Descuida, no te voy a quitar a HimChan.- Alegó el rubio con una sonrisa de oreja a oreja, la actitud de su primo le hacía pensar que de verdad apreciaba a HimChan y temía perder su amistad o ser reemplazado.

 

La realidad era muy distinta, pero ninguno lo sabía… aún.

 

Yoo bufó ligeramente y retiró aquel brazo de sobre sus hombros. No era que le molestara, de hecho su corazón estaba yendo demasiado rápido nuevamente y temía sufrir de un infarto.

 

-Quédate con HimChan, de hecho, quédate con quien quieras. No me importa- Dicho esto,  el cachetón adorable se levantó de su lugar y abandonó al rubio que permanecía con el rostro algo sorprendido; ¿Qué  le ocurría a ese mocoso? De pronto creía avanzar en su relación fraternal y luego, de pronto se enojaba por cualquier estupidez… sin duda, Yoo YoungJae era la persona más difícil de entender en el mundo.

 

Una vez que YoungJae llegó al piso de arriba, entró a su habitación y dio un portazo; odiaba sentirse así, odiaba sentir su pecho oprimirse y no saber que ocurría, odiaba ver la sonrisa de DaeHyun todo el día, odiaba que fuese popular, odiaba que las chicas lo buscaran, odiaba que siempre estuviese sobre él, cuidándole…  odiaba a Jung DaeHyun y esa era la única conclusión a la que podía llegar.

 

-YongNam…- susurró un joven pelinegro mientras observaba con detenimiento el techo de su habitación a la par que se acomodaba mejor sobre el colchón de su cama; tenía miedo y sobre todo, estaba confundido.

-¿Si?-

-Soy… YoungJae.-

-Lo sé ¿Qué ocurre? Nunca antes me habías llamado.-

-¿HimChan ha logrado conquistar a alguien heterosexual antes?- Soltó sin pensar y con la voz suave y tranquila.

-. . . Jae ¿De qué rayos hablas? – El gemelo mayor se enderezó mejor en la tina de baño y puso total atención en el joven detrás del articular.

-De que. . . tal vez logre enamorar a DaeHyun, quien sabe.-

-Jae, el amor no es… así.- Dijo el chico de voz grave a la par que sus dedos jugaban con la espuma de la bañera. –Para que eso pase, DaeHyun debe tener una conexión especial con Chan, una que sea lo suficientemente fuerte para cambiar preferencias. Es fácil enamorarse de alguien de diferente sexo cuando se es heterosexual, porque parte de ese “amor” es mera atracción física. Yo pienso que enamorarse de alguien del mismo sexo … es ver más allá de sólo la atracción.-

-Dices que es mucho más sincero un amor de dos chicos o dos chicas cuando solían ser heterosexuales… ¿Verdad?-

-No, ya que hay parejas de hombre y mujer que son sinceras, más bien es… es difícil lograr que alguien hetero cambie sus preferencias, es todo. Y si lo hace, debe ser por un sentimiento muy fuerte.- Yoo desvió la mirada hacía una de las paredes, esa en donde había una foto que DaeHyun había estado empeñado en sacar hace unos días; El pelinegro con una sonrisa ligeramente fingida y el rubio fingiendo querer morder su mejilla… ¿Por qué de pronto le echaba tanto de menos? -¿Por qué me preguntas esto?-

-Porque creo que… puede que yo ahora sea homosexual.-

 

El gemelo mayor se quedó estático de pronto y luego de un momento de analizar la situación soltó un hondo suspiro; así que ese chiquillo tenía “ese” tipo de gustos.

 

-No digas “ahora”, más bien es “puede que yo sea homosexual”.-

-No, lo que pasa es que… nunca me había gustado ni un chico ni una chica. Ahora que creo que me gusta alguien, es un chico.-

-Nunca creí que viviría lo suficiente para escucharte decir eso… ¿Quién es?- YoungJae sonrió con nostalgia y negó un par de veces.

-No importa, él no va a corresponderme nunca. Hay demasiados factores que impiden que sienta algo por mí-

-¿Cuáles?-

-Es heterosexual, y somos familia.-

- . . . . . – Ahora YongNam entendía todo.

-Lo siento, sé que sacaste conclusiones por ti mismo y. . .-

-YoungJae- interrumpió el mayor –Tengamos una cita.-

 

 

 

 

-De acuerdo.- 

Notas finales:

Corto pero boni (?) eso creo yo.


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