Incómodo era poco, de hecho, DaeHyun comenzaba a buscar una palabra nueva para definir como se sentía en ese momento.
El transporte se encontraba algo aglomerado a esas horas, y el chico de Busan tan sólo jugaba con sus manos, buscando alejar los nervios o al menos calmarlos por un momento. Giró el rostro para encontrarse con el desinteresado de YoungJae, el cual miraba por la ventanilla del autobús, ignorando por completo a su acompañante y de vez en cuando soltando un bufido.
Ahora, el joven Jung comenzaba a odiar un poco a su tía.
-Ahm, escuché que tenemos la misma edad ¿Es cierto?- Cuestionó ahora un animado moreno, el cual intentaba con todas sus fuerzas mandar el nerviosismo a un rincón y romper un poco el hielo. El de piel algo más clara, por primera vez desde que había salido de casa, le dedicó una mirada a su primo y bufó una vez más.
-Eso depende de si tienes 16.-
-Los tengo.-
-Entonces los rumores son ciertos, tenemos la misma edad.- YoungJae de pronto se percató de que ver esa sonrisa del contrario le estaba dando nauseas o algo así, por lo cual desvió una vez más la mirada al vidrio, con intenciones de mantenerse callado. Pero su familiar parecía tener otros planes.
-¿Y cuándo es tu cumpleaños?- El de cabello castaño rodó la mirada dando a entender que estaba fastidiado, más se mantuvo sin mirarle.
-24 de Enero.-
-¿Del 94?-
-Si.-
-Genial, soy mayor.- Y tras esas palabras el ahora oficialmente mayor de los dos sonrió victorioso. Le gustaba esa sensación, de alguna forma creía tener un mayor control de la situación, aunque no fuese así.
-Felicidades.- murmuró el otro como respuesta y rodó la mirada. Dudaba mucho poder encontrar un tema de conversación interesante con ese tipo.
-Eso sonó a sarcasmo ¿Es sarcasmo?- Preguntó ahora alzando una ceja, aparentando confusión.
-Sí, lo fue.-
-Eres tan descortés, el sarcasmo es feo cuando intentas socializar.-
-Yo no estoy intentando nada.-
-Pero yo sí, apuesto a que podemos llevarnos bien. Tan sólo dame una oportunidad.- Aclaró con una sonrisa un tanto nerviosa y es que, pensar que viviría el resto de su preparatoria con alguien que lo odiaba no era muy alentador.
YoungJae por su parte continuaba viendo el panorama de las calles, como si en verdad no estuviese poniendo atención al contrario.
-Está bien.- Susurró lo suficientemente alto para que el contrario le escuchara y suspiró; era cierto que no le agradaba hacer amigos, y de hecho odiaba que intentaran socializar con él a la fuerza pero, DaeHyun viviría con él durante mucho tiempo, debía considerar eso. Yoo YoungJae era un chico listo, y sabía cuándo algo le convenía o no.
-Prometo no meterme en tus asuntos para que no te incomodes, luego de hoy no volveré a salir contigo ¿Te parece?- El que hasta ahora se mantenía callado sonrió.
-Me gusta la idea.-
…
Poco pasó antes de que estuviesen fuera del lugar acordado, y ni un segundo tardó YoungJae en distinguir a sus conocidos fuera del establecimiento.
-YoungJae ¿Quién es tu amigo?- Cuestionó en voz baja un Kim HimChan bastante interesado, el cual no dejaba de observar a DaeHyun de arriba abajo. –Joder, es guapo ¿De dónde lo sacaste?-
-De Busan.- Respondió el menor y rodando la mirada le hizo una seña a su primo para que se acercara un tanto más. Este obedeció con una sonrisa confiada y se quedó de pie a su lado. -Él es Jung DaeHyun, mi primo.- Dijo el de cabello castaño justo antes de palmear un par de veces el hombro del mencionado. HimChan sonrió de lado e hizo una reverencia.
-Mucho gusto DaeHyun, soy Kim HimChan y estos. –Dijo apuntando a un par de chicos idénticos tras él, los cuales le miraban algo extrañados; aparentemente YoungJae no solía salir acompañado y que de pronto trajera un compañero era algo demasiado raro. –Son Bang YongGuk y Bang YongNam.- Ambos gemelos se acercaron para saludar al nuevo integrante del grupo de amigos ante la mirada desinteresada del chico Yoo.
DaeHyun no solía sentirse fuera de lugar, de hecho solía hacer amigos bastante rápido pero por primera vez en su vida sentía que no debía estar ahí.
-El gusto es mío.- Respondió el nuevo entre reverencias algo nerviosas y una pequeña sonrisa. El chico de piel clara y cabello oscuro el cual se había identificado como HimChan se veía agradable, más sin embargo los otros dos daban un poco de miedo sin mencionar que el desinterés por parte de YoungJae no ayudaba para nada.
Tendría una tarde larga.
-¿Eres su primo? No se parecen en nada.- Mencionó el mayor de los hermanos Bang con una sonrisa ladeada mientras todo el grupo avanzaba a lo que sería su cabina para cantar.
-Supongo que el cambio de ciudad afecta.- Respondió el risueño DaeHyun justo antes de observar maravillado el lugar; hace mucho que no asistía a un karaoke y ese se veía bastante caro. Mientras él se entretenía viendo su alrededor los demás, excepto Jae se sentaron.
-Si me aburro me iré temprano.-
-No empieces YoungJae, te irás cuando tu apuesto primo así lo quiera.- intervino rápidamente HimChan estirando del brazo a ambos primos para que se sentaran cada uno a su lado. –Es nuevo en la ciudad, deja que se divierta antes de ir a clases.-
-Si Jae quiere irse temprano no importa.- Alegó el de Busan con algo de nervios; lo que menos quería ahora era molestar a su queridísimo y voluble primo.
-¿Jae? Se nota que se llevan bien.- Ante el comentario de ese gemelo, del cual Dae no recordaba su nombre YoungJae soltó un bufido. Obviamente Jung no entendía a que venía todo eso, por lo cual se encogió de hombros y guardó silencio.
Durante el resto de la tarde, Jung DaeHyun intentó hacerse amigo de aquellos chicos, sobre todo YoungJae, el cual se notaba bastante más alegre que de costumbre. Si se divertía, entonces ¿Por qué no salía más seguido? Esa pregunta invadió de pronto la cabeza de Jung pero decidió solo ignorarla por un rato.
-DaeHyun ¿Cantas?- preguntó un alegre Kim HimChan el cual acababa de interpretar de forma algo torpe una melodía de Chris Brown.
-Eh… no.- comentó el otro sonriendo de forma nerviosa; no quería que le obligaran a hacer el ridículo.
-YoungJae ¿Por qué no cantas algo al lado de tu primo?- Esta vez, YongNam era quién intervenía y se acomodaba al lado del joven Yoo; en toda la tarde, no se había separado del menor del grupo, el cual ni cuenta se daba de aquel “acoso” que sufría.
-Sabes que yo no canto.- Respondió el joven de adorables mejillas mientras bufaba y se cruzaba de brazos.
-Pero en pareja es más divertido y menos penoso ¿No? Anden, canten juntos.- HimChan se incorporó una vez más y alcanzó ambos micrófonos a los dos primos. Ambos se miraron y DaeHyun extendió su mano para que el menor la tomara. YoungJae de pronto perdió el aliento y no sabía porque ¿Se estaba enfermando? ¿O era tan atrayente ese bonito rostro como para que olvidase como se respiraba? No importó la respuesta ya que ignoró el gesto contrario y se levantó para terminar con la tortura de una vez. El joven de Busan observó con duda su propia mano y suspiró ¿Había algo de malo en intentar ser cercano al “cachetón”?
Eso era, necesitaba un apodo y así podría hacer la relación más estrecha.
-Cachetón.- Dijo un confiado DaeHyun antes de rodear los hombros de su primo con uno de sus brazos, a la par que su mano libre tomaba firmemente el micrófono. –Desde ahora, eres mi cachetón.- Aclaró antes de que la melodía que HimChan había elegido comenzara a sonar. YoungJae estaba a punto de quejarse pero la tonada que escuchó le hizo voltear a ver la pantalla frente a él. El momento era extraño, primero su idiota y en exceso confianzudo primo le ponía un apodo, luego elegían una tonada romántica para que ambos cantaran. Yoo YoungJae estaba aturdido por la vergüenza y confusión que sentía.
-Jae ama a Lana del Rey ¿Conoces la canción o elijo otra?-
-No, video games está bien.- Ese comentario por parte del moreno dio a entender que conocía bastante bien la canción.
-No la amo, apenas y conozco algunas canciones.- Bufó el menor rodando la mirada y sosteniendo con ambas manos el micrófono; la canción ya había comenzado y ninguno de los dos se atrevía a comenzar.
-Exijo que me devuelvan mi dinero.- Rió YongGuk gritando aquello mientras aplaudía, ya que el que ninguno de los dos menores hiciera algo se veía bastante gracioso. YongNam y HimChan también rieron y eso fue lo que hizo que YoungJae no soportara más y se diera la vuelta para regresar a su lugar.
Una mano detuvo el andar del menor, haciendo que volteara a mirar algo sorprendido a DaeHyun. –No, no me dejes solo, anda, yo canto pero no te vayas, tengo pánico escénico.-
YoungJae se quedó mirándolo y ante esa escena los otros tres muchachos también los miraban algo extrañados. ¿Qué estaba ocurriendo?
-¿Por qué no simplemente bajas como yo y terminas con esto?-
-porque dije que cantaría.-
-Nunca dijiste eso, fue HimChan quién te obligó.-
-Pero en el momento en el que me levanté, acepte que lo haría, debo comenzar lo que inicié, Jae.- Con una sonrisa, fue esa la respuesta del joven Jung, lo cual dejó aun YoungJae algo pensativo y perdido en esa sonrisa.
¿Acaso DaeHyun tenía mayor fuerza de voluntad que él?
Sin previo aviso el menor se afianzó más al agarre del micrófono y se colocó de nueva cuenta al lado de su primo, quién con nerviosismo comenzó a cantar.
La voz temblorosa pero bien afinada de DaeHyun se dejaba escuchar, a la par que YoungJae observaba la pantalla y se perdía en lo hermosa que era aquella canción y sobre todo en el rostro nervioso pero alegre de su primo.
¿Por qué? ¿Por qué él no podía ser así de libre y despreocupado?... ¿Por qué?
-Bravo, DaeHyun eres realmente genial.- Dijo un sorprendido Kim HimChan el cual aplaudía y se levantaba de su lugar luego de que la canción terminara. El mencionado dio una avergonzada reverencia y se volteó hacia su primo, el cual observaba con interés el piso; demasiado pensativo, estaba demasiado pensativo y eso sí que era extraño.
-Sí, muy bueno.- Secundó el mayor de los Bang y pronto todos voltearon a ver al pequeño YoungJae, el cual al darse cuenta sonrió con torpeza y asintió.
-Si DaeHyun, muy bueno.- Ante ese gesto, el chico de Busan no pudo evitar al igual que el menor sonreír. YoungJae, el eterno amargado acababa de sonreírle y alabarlo.
No sabía porque, pero su día de pronto se había vuelto más agradable de lo que esperaba.