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Una historia sin nombre por mitsukilalis

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Notas del capitulo:

hola!!! les traigo un nuevo capitulo espero y les guste :D

Capitulo 13

Me desperté, pero no abrí los ojos, sentía un abrazo reconfortante, hace mucho tiempo que no me sentía así de bien, me sentía en paz, tranquila, como si nada malo pudiera pasar estando de esta manera, la última vez que me sentí así fue… cuando estaba con Dulce. Abrí los ojos de golpe topándome con Meli quien seguía durmiendo, confundida me levante despacio intentando no despertarla, me dirigí al baño que tenia la habitación y me pare frente al espejo.

-vamos Ángel contrólate – le dije a mi reflejo – ¿qué es lo que me pasa?, ¿qué es esto que estoy sintiendo?

Me quede mirando mis ojos fijamente, la confusión se podía notar con claridad en ellos, parpadee un par de veces consiguiendo esconder la duda incluso de mi misma, no entendía lo que me estaba pasando, ¿porque últimamente me siento así cuando estoy con ella?, mis manos comenzaron a temblar, agarre fuerte el lavamanos y me sostuve como si me fuera a caer, agache la mirada y pude notar como unas cuantas lagrimas caían… no quería llorar, es mas ni siquiera sabía con seguridad el porqué de tantos sentimientos juntos, me sentía triste, asustada y con angustia pero al mismo tiempo me sentía feliz, en paz…

-no quiero sentir esto… no lo entiendo – dije en voz baja intentando calmarme

Me mantuve en aquella posición por varios minutos, no escuche ningún ruido proveniente de la habitación por lo que deduje que Meli seguiría durmiendo, apreté aun con más fuerza mis manos y cerré los ojos con fuerza en un intento de que las lágrimas dejaran de salir; volví a mirarme en el espejo, otra vez algo que no estaba segura de que era se veía en mis ojos, negué con fuerza lastimándome un poco el cuello, di un fuerte suspiro y me limpie los rastros de lagrimas que tenia me moje la cara y con la mejor mascara que pude formar en ese momento salí a donde se encontraba Meli, este no era el momento para tener en mi mente esas dudas, primero tenía que resolver el problema con aquel sujeto, ya luego vería lo demás y con eso me refería a todo lo que estaba sintiendo en este momento.

-¿cómo dormiste? – una voz me saco de mis pensamientos, era Meli que se encontraba sentada en la cama mirándome fijamente

- bien… - la intensidad de su mirada me estaba comenzando a incomodar, pude sentir como un leve sonrojo se poso en mis mejillas

- me alegro – sonrió de manera preciosa yo me le quede viendo embelesada

- t-tenemos que ir con las demás, puedes entrar al baño – dije apartando la vista, hace un momento dije que no quería  pensar más en esto y ahora me le quedo viendo, de verdad que ni yo me entiendo

Me quede viendo a la pared como si fuera lo más interesante del mundo, pude oír como ella reía bajito pero aun así no la mire, un momento después escuche el sonido de la puerta cerrarse, pase mi mano por la cara y solté un suspiro, si seguía así me volvería loca al no entender nada de lo que esta pasándome.

Deje mis pensamientos de lado, me disponía a salir de la habitación cuando siento un horrible mareo, me sostengo de la pared más cercana que tengo, mi respiración se vuelve irregular y me cuesta enfocar mi vista, escucho la puerta del baño abrirse pero antes de que ella me vea salgo rápido de la habitación cerrando la puerta con un poco mas de fuerza de lo normal.

-An? – puedo oír la voz de Meli, doy una gran bocanada de aire

- Me adelantare, te espero con las demás – digo lo más normal que puedo

- está bien, enseguida las alcanzo – me dice ella, me recargo una vez más en la pared intentando no caerme, mis fuerzas se van y poco a poco me voy resbalando hasta tocar el suelo

- An?... – escucho una voz un poco lejos es Karla, volteo  pero lo único que veo es una figura borrosa

- Karla… - digo apenas en un susurro, ella se acerca

- por dios… ¿qué tienes An? – me dice tomándome del hombro

- necesito… que… - doy una bocanada de aire – me ayudes

-  por supuesto, ¿quieres que llame a Mei? – me pregunta con angustia, yo vuelvo a tomar mucho aire para poder hablar

- no, levántame y ayúdame a llegar al cuarto del fondo – digo lo más rápido que puedo

- está bien… - me ayuda a levantarme y me toma de la cintura, yo paso mi brazo por sus hombros para poder apoyarme y así comenzamos a movernos hacia donde le dije

- está cerrada – dice Karla después de intentar abrir la puerta

- toma, esta es la llave – le doy el pequeño objeto que traía en una cadena, ella abre la puerta sin decir nada y nos adentramos amabas en ella cerrando la puerta

- ¿ahora qué An? – me pregunta dejándome en un pequeño sillón que se encontraba en el lugar

- segundo… segundo cajón – me cuesta hablar – del… escritorio

Escucho pasos presurosos y luego como el cajón es abierto, vuelvo a escuchar otra vez los pasos y lo siguiente que siento es como Karla me da un frasco en mis manos, ella me dice que ya está abierto y sin perder más el tiempo me tomo todo el contenido de jalón, espero unos minutos en los que ninguna de las dos dice nada, mis fuerzas regresan, puedo volver a enfocar mi vista, volteo a ver a Karla quien me ve con preocupación.

-gracias – le sonrió ligeramente dando a entender que ya estoy bien

-¿An… me puedes decir con exactitud él porque tienes que tomar esa medicina? – me pregunta con seriedad

- Suspiro - lo sabrás mas tarde, planeo decirlo mientras cuente el resto de la historia – me levanto todavía con algo de dificultad

- está bien… ¿por qué no le pediste ayuda a Melisa? – me pregunta mientras observa el resto de la habitación

- …. – me quedo en silencio pensando – “es verdad, si ya voy a decirle a las demás porque no me quede para que ella me ayudara? –

- parece que es cierto – escucho a Karla susurrar desviando el hilo de mis pensamientos

- ¿qué es cierto?- le pregunto curiosa

- no, nada – no me mira – vayamos con las demás

- está bien – la sigo pues se dirigía ya a la puerta, antes de salir voltea y quedamos a escasos centímetros la una de la otra, ella se sonroja haciéndome sonrojar a mi también

- yo… o-olvide cerrar el cajón donde tienes la medicina – desvía la mirada y pasa a un lado mío, yo no me moví

- t-te espero – no mire en su dirección, seguía en el mismo sitio mirando a la puerta intentando entender lo que había pasado

- l-listo, ya podemos irnos – me dice y llega a mi lado, asiento con la cabeza y abro la puerta, al salir cerré la puerta nuevamente con llave

Sin decir nada bajamos a la cocina, una vez ahí pude ver a todas desayunando tal parece que las únicas que faltábamos éramos Karla y yo; el desayuno paso rápido e incomodo entre comentarios de Sara, risas por parte de las demás chicas, miradas de reproche de mi tía, con una Mei seria y con Meli enojada, todo por culpa de que llegamos tarde a desayunar y entramos juntas a la cocina… intente no prestarles atención pero me era imposible, Karla se había puesto roja como jitomate de tantos comentarios y yo tenía un leve sonrojo que solo sirvió para la llegada de más risas y mas miradas por parte del resto.

Una vez terminado el desayuno intente salir de ahí pero Roció junto con Sofía me tomaron de los brazos y me arrastraron a la sala, las demás chicas junto con Mei y mi tía nos seguían, me sentaron en el mismo sillón de anoche, Mei acerco una silla para estar junto a mí y mi tía se sentó en el lugar en el que estaba Meli ayer por lo que ella tuvo que irse al otro sillón junto con Karla y Sara, Roció y Sofía se encontraban en otro.

-no era necesario traerme a la fuerza – les dije cruzándome de brazos

- vimos tus intenciones de huir, no nos dejaste opción – dejo Sara encogiéndose de hombros

- tu ni siquiera me trajiste, fueron Roció y Sofía – le dije mirándola de mala manera, claro que no era que estuviera molesta o algo sino que ella y yo así nos llevábamos

- pesas mucho y no quería cansarme– dijo mirándome de igual manera

- oye!! Yo no peso mucho… - antes de seguir con nuestra pequeña pelea mi tía intervino

- dejen de pelear ya – hablo con voz autoritaria

- bien – dijimos al mismo tiempo con desgano

- creo que es hora de empezar – dijo Mei seria, tome la misma postura de ella y asentí con la cabeza

- ayer me quede en la parte en la que conozco a Mei, cierto? – Vi como las chicas asintieron con la cabeza – recuerden lo que les dije ayer y no me interrumpan…

-¿quieres que yo cuente esa parte? – me dice Mei antes de que comenzara

- no, yo contare todo – le digo seria sin verla – Mei se lo que estas pensando, al igual que mi tía pero necesito sacar esto de mi… y para eso necesito ser yo la que hable

- está bien – dice luego de dar un suspiro, yo asiento con la cabeza

- veamos, ¿dónde me quede? – hice una pausa – ahhh es verdad, bien como les decía ayer después de que me mude a la casa de aquel señor que resulto ser mi “padre” paso un tiempo relativamente corto para que me presentara a quien se encargaría de mi seguridad, esa persona resulto ser Mei quien en ese entonces tenía tan solo 12 años, yo no entendía muy bien él porque necesitaba seguridad y la verdad no le tome importancia al asunto hasta bastante tiempo después; al principio yo no le caía bien a Mei, ella no me prestaba atención más de la necesaria para hacer su trabajo y aunque yo intentara que me hablara ella simple y sencillamente me ignoraba, incluso cuando llego Dulce no le prestó atención, ambas intentamos de varias maneras que Mei nos dijera al menos un hola pero las dos fracasamos rotundamente, ella nos vigilaba sin decir nada, más que nada porque Dulce y yo nos la pasábamos juntas mucho tiempo, de esa manera se paso el tiempo, de un momento a otro dejamos de intentar que Mei nos hablara y nos limitábamos a jugar sin separarnos mucho de ella pues yo sabía que tendría problemas si no estábamos cerca, después de un tiempo – me detuve y suspire con pesadez buscando como continuar – bueno lo que paso no fue algo que me agrade recordar, no estoy segura de cuánto tiempo tenía en aquella enorme casa cuando ocurrió lo peor que me pudo haber pasado a la tierna edad de 6 años… - me quede mirando a la nada, miles de imágenes pasaron por mi cabeza en ese momento en el que rememore aquello tan doloroso para mi

- An… - escuche decir a Mei suavemente, regrese de mis recuerdos enfocándola, me miraba con preocupación al igual que las demás

- lo siento, me perdí por un momento – les digo sonriéndoles tristemente – bueno…

- no es necesario que nos digas esto si tanto mal te hace An – dijo Roció, yo cerré los ojos por unos instantes suspirando una vez mas

- yo necesito… no, yo quiero contarles esto, ahora que sé que puedo confiar en ustedes quiero que me escuchen, por favor no me interrumpan, es verdad que es doloroso pero creo que me sentiré un poco mejor cuando se los cuente- miro a todas  - ¿me escucharan?

- lo haremos, no importa que nos cuentes nosotras seguiremos contigo – Fue Sara la que hablo, no pude evitar sonreír ligeramente – ¿no es así chicas?

- si – dijeron en sincronía 

- gracias chicas – les dije con una pequeña sonrisa en mis labios, mire a mi tía y esta sonreía, sin siquiera verla sabía que Mei seguiría seria, ella es así, no le gusta mostrar sus emociones en situaciones como esta

- continuare entonces… lo que paso en esa época no lo podre olvidar nunca, yo era demasiado unida a mi madre, y para mi desgracia me la arrebataron demasiado pronto, tal como se lo imaginan mi madre murió cuando solo tenía 6 años, es algo que no podre olvidar nunca puesto que yo estuve presente cuando paso, ese día salimos de la casa, íbamos a ir a un parque cercano pero como iba con mi madre, quien también tenía a sus “cuidadores”, le dijo a Mei que podía quedarse así que no nos acompaño, después de todo solo estaba conmigo por obligación. Ese día me encontraba feliz pues hacía tiempo que no tenía un día a solas con mi madre,  pero antes de que llegáramos al parque un auto nos intercepto, de él salieron 3 hombres vestidos con traje negro y con una pistola amenazaron a mi madre para que entrara en el auto junto conmigo, los que se supone tenían que cuidar de mi madre no estaban por ningún lado por lo que ella obedeció, nos llevaron un lugar bastante alejado de todo, en cuanto llegamos nos metieron a ambas en un cuarto sin ventanas con nada dentro, del techo colgaba un único foco alumbrando a medias el lugar y en el suelo se veían manchas cafés que en ese momento no sabía de que eran; pasamos mucho tiempo encerradas, a tal grado que yo ya no podía conmigo a causa de la sed y hambre, en todo ese tiempo no nos llevaron nada, ni siquiera un mísero vaso de agua. Cuando pensé que ambas nos quedaríamos en ese lugar para siempre la puerta se abrió dando paso a un corpulento señor con bigote, con ese sujeto venían otros cuatro tipos que a kilómetros notarias que eran malas personas, el regordete tipo dijo una sola frase antes salir de la habitación, el dijo “necesito a la niña con vida”, en cuanto lo escuche abrace con toda la fuerza que tenia a mi madre y comencé a llorar, vi como los sujetos se iba acercando y de un momento a otro yo me encontraba al otro lado de la sucia habitación, lejos de mi madre y viendo como esos monstruos la golpeaban, yo grite que la dejaran pero no me hacían caso, como pude me levante y con pasos tambaleantes intente llegar a donde se encontraban, unos de ellos al ver lo que hacía me golpeo con fuerza dejándome inconsciente, en cuanto recobre el sentido pude escuchar como seguían golpeando a mi madre, apreté mis puños con toda la fuerza que tenia y cerré los ojos pues había comenzado a llorar, escuche como uno de los tipos decía algo sobre acabarla de una vez, voltee la vista y vi como le apuntaban con una pistola a la cabeza, grite tanto como me lo permitía mi garganta pero de nada sirvió, unos de los tipos me miro y sonrió de manera cínica, y entonces el gatillo fue apretado, el ensordecedor ruido me dejo en shock, mis ojos demostraban incredulidad, miraba el cuerpo inerte de la mujer que me había dado la vida, lleno de heridas causadas por esos cavernícolas, intente acercarme pero uno de ellos me pateo mandándome un poco más lejos del cuerpo, yo no podía apartar la vista de mi madre; otro de los sujetos me tomo por los cabellos y me obligo a pararme acercándome a ella, lo único que veía era sangre, en su cuerpo, alrededor de ella, en las manos de aquellos sujetos y entonces algo dentro de mi despertó, no recuerdo lo que paso después de que tuve aquella sensación, solo recuerdo que me encontraba a una lado de mi madre llorando, los sujetos estaban en el suelo muertos y yo… yo estaba llena de sangre; nuevamente perdí el conocimiento y cuando  lo recobre una vez más me encontraba en mi habitación, salí corriendo en busca de mi madre al pensar que solo había sido un mal sueño pero al bajar las escaleras me encontré con un montón de personas vestidas de negro, muchas flores blancas y un mar de lagrimas, me di cuenta de que aquello había sido real... Yo, había perdido a mi madre la persona que mas amaba en este mundo, comencé a llorar captando la atención de los presentes, unos pequeños brazos me rodearon, era Dulce quien me estaba abrazando, luego llego su mama y también me abrazo, en ningún momento vi al señor que decía ser mi padre, pero eso poco me importaba, en mi cabeza solo estaba mi Madre y sus sonrisas, los momentos que pasamos juntas, los abrazos cálidos y también los pequeños regaños que me daba cuando hacia alguna travesura… - detuve mi relato, el recordar aquello había sido más doloroso de lo que pensé, estaba llorando, me vi envuelta por el maternal abrazo de mi tía al cual correspondí, Mei me toco el hombro en manera de apoyo, escuche los pequeños sollozos de las demás chicas, también las había hecho llorar….

Notas finales:

y aqui acaba el capitulo, ¿que pasara ahora?, ¿Angel les contara el resto de su vida o habra un nuevo desastre en curso?... pues eso ni yo lo se XD pero lo sabran dentro de una semana, hasta entonces (^-^)/

si les gusto dejen su review y si no... pues tambien dejenlo jejeje XD


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