Capitulo 16
Había pasado el día entero encerrada en mi cuarto, no podía dejar de pensar en el siguiente paso que daría, sabía que no importaba si yo iba primero o si él era quien avanzaba, igualmente todo comenzaría y terminaría en desastre; no había podido conciliar el sueño en toda la noche, me sentía atrapada en mi habitación, una ferviente necesidad de salir me inundo, mire el reloj que se encontraba en mi buro y me di cuenta de que era demasiado temprano para que alguien estuviera despierta a esta hora, con el mayor sigilo posible salí de la casa y comencé a caminar sin rumbo fijo, mis pasos me llevaron a un lindo parque que se encontraba no muy lejos, mientras recorría el sitio no podía dejar de mirar a todos lados, me parecía un lugar sumamente hermoso, estaba lleno de lindos arboles y bellas flores, a lo lejos divise un camino que me llamo mucho la atención, se parecía a uno que había visto en el parque donde siempre estaba con Dulce, sin darme cuenta había caminado hasta aquel lugar, en cuanto cruce el arco que formaban un par de arboles me sentí rara, me maree y a mi cabeza llegaron confusos recuerdos.
-prométeme que no harás nada raro ni peligroso- una chica frente a mi me miraba con ojos llorosos
-No puedo prometerte eso, pero lo intentare- respondí con algo de dificultad
- se que regresaras, te estaré esperando, todos te estaremos esperando – sorpresivamente me abrazo pero yo correspondí el gesto
- sabes que no los recordare, y si alguna vez lo hago puede que sea demasiado tarde – lagrimas amenazan por salir de mis ojos
- aun así te esperaremos, todos creemos en ti… en que puedes ponerle fin a todo esto – me abraza con un poco mas de fuerza
- nosotros creemos en ti – varias voces se oyen detrás de mí, volteo a ver a varios niños mirándome con lagrimas en los ojos
- chicos… ustedes saben que aunque mi cabeza los olvide no lo hará mi corazón, algún día regresare con ustedes – no pude soportarlo más, al igual que las personas que me rodeaban comencé a llorar
- Ángel… llego la hora – una voz grave y gruesa se oye al fondo, dirijo la mirada a un hombre grande que me mira con tristeza
- estoy lista… chicos, nos veremos en un futuro – son mis últimas palabras antes de cruzar una puerta junto al hombre de voz grave
La cabeza me dolía, la sostuve entre mis manos mientras aquellas imágenes que identifique como recuerdos avanzaban, todo era confuso, ¿quiénes eran esos niños?, sabía que los había visto en alguna otra parte, y esa chica, ¿yo la conocía? Negué con la cabeza fuertemente intentando despejar mi mente, el ver aquellos rostros llenos de tristeza me había hecho sentirme de igual manera, estuve unos momentos meditando de donde se me hacían conocidos aquellos rostros y entonces caí en cuanta de quienes eran, los niños eran con quienes jugaba mientras estuve con ellos, mis amigos que se autonombraban ninjas, eran ellos los de mis recuerdos, pero ¿Por qué me despedía de ellos?, y más importante… ¿quién era aquella chica y porque no la recuerdo?
-no comprendo nada… se supone que yo me fui sin que nadie lo supiera – dije a la nada en voz baja
Si mi mente era un caos, ahora era peor, me sentía más confundida que antes, me sentía más perdida que el día de ayer, necesitaba encontrar respuestas y pronto. Antes de regresar a casa me decidí por seguir mi paseo por un poco más de tiempo, al llegar al centro de ese parque una sensación conocida lleno el lugar, de pronto una espesa niebla se apodero del sitio.
-la hora de las respuestas está llegando – dijo una voz que se me hacia extrañamente familiar
- ¿quién está ahí?, sea quien sea muéstrese – dije con autoridad
- tan impaciente como siempre a lo desconocido – la voz se estaba burlando, y eso me estaba enfadando
- ¿quién eres?- pregunte enojada
- puedo ver que recordaste algo - me dijo ignorando mi pregunta
- ¿cómo sabes eso? – por reflejo di dos pasos atrás
- porque te conozco, tu también me conoces aunque no lo recuerdes… - me dijo calmadamente
- si te conozco, ¿Por qué no te muestras? – pregunte con desconfianza
- porque todavía no es tiempo para que me recuerdes, primero debes terminar con todo, encontraras algunas respuestas por el camino, pero al final yo te daré las demás – la voz se iba alejando, entonces me di cuenta de donde lo había escuchado antes
- espera! – Grite – tu eres el mismo que me dijo que las chicas debían de recorrer el mismo camino que yo, que debían permanecer conmigo, ¿no es así? – dije intentando que la voz no se fuera
- así es, yo te dije aquello, y ahora te digo que termines con todo, si no lo haces pasara lo mismo que paso hace ya algunos años – la voz se volvía a escuchar mas cerca
- ¿a que te refieres con terminarlo todo? – pregunte con un poco de ansiedad
- si vas con tu padre lo entenderás todo – nuevamente la voz se iba alejando – y recuerda que ellas deben de permanecer contigo… todo tendrá sentido en su momento Ángel…
-¿Mi padre?... ¿acabar con todo?... que diablos estaba pasando… mis recuerdos, ¿Por qué… por qué no puedo recordar? – estaba confundida, demasiado… acababa de darme cuenta de que no tenía todos mis recuerdos y que posiblemente entre mis lagunas mentales se encontraban las respuestas que yo tanto ansiaba encontrar
Comencé a caminar desorientada por toda la nueva información que tenía en la cabeza, mis pasos me llevaron a la entrada de aquel bello parque pero antes de salir pude escuchar cómo me llamaban.
-¡AN! – el grito se escucho detrás mío así que voltee para ver quién me hablaba, alguien venia corriendo en mi dirección, mi visión me jugo una broma mostrándome a Dulce sonriendo pero en cuanto se acerco pude ver con claridad que se trataba de Meli
-M-Melisa – dije con algo de dificultad antes de que ella llegara a donde me encontraba – creo que debo de dormir
-hola An, ¿Qué haces por aquí? – me dice una vez esta lo suficiente cerca
- hola… solo daba un paseo – le respondí distraídamente
- ohhh ya veo, y dime ¿ya… ya estas mejor? – me miro con preocupación, no quería mentirle pero tampoco deseaba que supiera que me encontraba mal
- un poco – le di una sonrisa forzada, ella se dio cuenta lo sé por la mirada que me dio pero no dijo nada, un silencio un tanto incomodo se presento
- d-dime, ¿ya te vas? – me pregunto rompiendo el silencio
- este… si, ya me iba – fue lo que dije pero al ver que hizo un gesto de tristeza hable otra vez - p-pero no me haría mal caminar un poco más, ¿quieres acompañarme?
- c-claro – contesto asintiendo levemente y con un pequeño rubor en las mejillas, eso me hizo sonreír ligeramente y olvidarme de todo lo anterior que había sucedido
- vamos entonces – comencé a caminar, dirigiéndome una vez más a aquel camino que tanto me recordaba a ella, quería que Meli lo viera, aunque tal vez ya lo habría visto alguna vez, aun así quería que lo viera conmigo, ese pensamiento hizo que me sonrojara un poco.
- ¿a dónde vamos? – me pregunto quién iba conmigo una vez me alcanzo
- a un sitio que encontré hace rato – fue lo único que dije mientras la miraba y le sonreía, ya no forzadamente sino una sonrisa sincera
Caminamos algunos minutos, intentaba ubicarme pero no lo lograba, hace rato había caminado en automático así que solo recordaba vagamente parte del camino, seguimos la ruta algunos metros más y entonces logre ver a lo lejos aquel pequeño paisaje que tanto me había encantado.
-ahí está, ven vamos – tanta fue la emoción que tuve al encontrarlo otra vez, aunque hace poco lo hubiera visto, que tome a Meli de la mano y la lleve corriendo lo que restaba de camino
- increíble – fue lo primero que dijo una vez llegamos – nunca había visto esta parte del parque
- ¿en serio? – Dije sorprendida – entonces me da gusto que lo vieras por primera vez conmigo – le sonreí alegre y ella se sonrojo una vez mas
- si, a mí también me da gusto – me sonrío de una manera que encontraba encantadora, pude sentir como yo también me sonrojaba ligeramente, aparte la mirada para que ella no lo notara.
- b-bueno – me aclare la garganta – que tal si vemos que más puede haber al fondo
- si vamos – seguía sonriendo, ella avanzo unos pasos y entonces me di cuenta de algo, no le había soltado la mano, me sonroje aun mas al ver nuestras manos de esa manera, mi primer pensamiento fue que debía soltarla pero aun así no la solté y me deje guiar por ella
- hermoso – fue lo que escuche después de unos minutos de caminar en silencio, yo iba viendo todo al igual que Meli pero al ir ella unos pasos más adelante vio primero una hermosísima fuente en medio de varios árboles, la fuente tenía una escultura de un hermoso Ángel, sus alas eran bellísimas, yo me le quede viendo hipnotizada y no reaccione hasta que sentí como me jalaban de la mano, Meli quería acercarse a la fuente
- es bellísimo – fue lo que dijo ella una vez estábamos en frente de aquella fuente
- es verdad, nunca había visto nada igual – observamos aquella estatua por lo que pareció una eternidad, tal como si nos hubieran hechizado para no poder dejar de verle, pero un ruido me alerto y voltee rápidamente detrás mío
- vaya vaya… que tenemos aquí – a unos metros de nosotras se encontraban 3 hombres, venían del camino así que deduje que nos venían siguiendo
- creo que están perdidas hermano – dijo uno de ellos mientras nos miraba con una sonrisa lasciva
- tenemos que ayudar a estas lindas señoritas – dijo otro con tono malicioso
- no necesitamos de su ayuda – les dije mientras me ponía frente a Meli
- yo creo que si – dijo el que había hablado primero
- y yo insisto en que no, así que hagan el favor de volver por donde vinieron o sufrirán las consecuencias – dije algo molesta, los miraba con el ceño fruncido sin perder de vista sus movimientos
- ja, así que la mocosa esta se quiere hacer la valiente, déjame mostrarte lo que le pasa a las personas valientes – mientras el sujeto se iba acercando los otros dos comenzaron a reír
- Meli, no te muevas, todo estará bien – dije en voz baja para que solo me oyera ella, solté su mano que hasta el momento seguía sosteniendo y avance unos pasos para mantenerla alejada
- enséñale hermano – grito uno de ellos cuando ya se encontraba aquel tipo frente a mi
- desearas el haberte negado a nuestra ayuda maldita mocosa – el tipo intento golpearme pero yo pude esquivarlo sin mayor dificultad, el se mostro asombrado pero enseguida volvió a atacarme, mientras el lanzaba golpes yo los esquivaba, después de varios intentos mas por parte de ese tipo me fastidie y le lance un golpe bastante duro que lo mando cerca de los otros tipos, ellos me miraban entre aterrados y furiosos.
- váyanse ahora que pueden, con el próximo que me ataque no me contendré – les dije mirándolos fríamente, pero no me hicieron caso y los dos restantes corrieron contra mi
- pagaras por golpear a mi hermano maldita bruja – grito uno de ellos antes de intentar golpearme, una vez más esquive el golpe
- no podrás contra los dos juntos – grito el otro al tratar también de lastimarme pero tampoco lo consiguió, ellos seguían intentando conectar un golpe y yo seguía esquivándolos por lo que no me di cuenta de que el tercer sujeto ya no se encontraba en el suelo, sin perder más el tiempo hice que los sujetos se golpearan entre ambos cayendo al suelo los dos
- son unas basuras – les dije fríamente
- oye mocosa – escuche el grito del tercer sujeto detrás de mí – te descuidaste maldita zorra – el tipo tenia sujeta a Meli, le tapaba la boca con una mano mientras la amenazaba con una navaja cerca de su cuello
- déjala! – grite furiosa ante la imagen frente a mi
- no lo creo – me miraba con burla cosa que me hacia enfurecer aun mas
- dije que la sueltes – apretaba mis puños fuertemente, no podía contener mi ira, intente dar unos pasos pero el malnacido acerco mas la navaja al cuello de Melisa así que no avance
- así me gusta, no te muevas o tu amiguita lo pagara – podía ver los ojos llorosos de Meli, tenía que sacarla de esa situación
- sujeten a esa maldita – tan concentraba estaba en el sujeto que tenía enfrente que me había olvidado de los otros dos, aquellos tipos me sujetaron e hicieron que me arrodillara, el tipo en frente mío comenzó a acercarse
- suéltala – dije sin dejar de verlo
- no hasta que te enseñe lo que pasa si nos desafías – me dijo el sujeto y acto seguido me pateo el costado derecho, me dolió pero no hice ninguna mueca que lo demostrara cosa que enfureció aun mas al tipo
- veo que no te dolió – me pateo una vez más, los otros tipos me golpearon en la espalda y en la cara pero yo seguía sin mostrar alguna expresión, sus golpes siguieron por varios minutos
- ¿eso es todo? – dije logrando que se enojaran mas, el tipo enfrente mío aventó a Meli lejos y me sujeto del cabello
- tal vez deba matarte, así aprenderás – acerco la navaja a mi cuello, yo sonríe confiada – ¿por qué sonríes estúpida?-
- porque quienes morirán serán ustedes malnacidos – dije de tal manera que el tipo me soltó y retrocedió unos pasos, yo me levante sin dificultad y avance los pasos que me separaban de él, los otros sujetos intentaron volver a sostenerme pero yo los avente como si fueran dos pequeñas piedras, una vez frente al tipo que había amenazado a Meli sonreí con malicia y entonces le di un golpe tan fuerte que fue a estrellarse contra un árbol rompiéndolo
- ¡e-eres un monstruo! – escuche el grito de uno de los otros sujetos, voltee a verlo, su mirada refleja miedo puro, di un paso y el comenzó a correr queriendo alejarse de mí pero yo salte logrando quedar frente a él
- conmigo no se juega – dije antes de darle una patada, el tipo se retorció de dolor y escupió algo de sangre, lo tome por el cuello y lo alce un poco comenzando a ahorcarlo
- n-no… m-me… m-mates – dijo con dificultad, yo no quería soltarlo hasta que el tipo estuviera muerto, sentía de pronto una gran sed de sangre, quería matarlos y ya lo había hecho con uno
- ¡ÁNGEL! – sentí como alguien me abrazo por la espalda – por favor para, tú no eres así – la voz de la persona se oía triste, muy triste, entonces sentí como el abrazo se intensificaba y la persona comenzaba a llorar
- n-no – solté al sujeto que cayó desmayado, reaccione y me di la vuelta abrazando también a Meli – l-lo siento
El abrazo duro unos minutos, ella logro calmarse y yo logre centrarme en lo que pasaba y había pasado, no tenía idea de por qué hice lo que hice, le dije a Meli que lo mejor sería irnos a otro lugar así que nos alejamos de aquellos tipos rápidamente, llegamos a otra sección del parque donde habían unas cuantas personas, le iba a decir algo cuando el costado me dolió y me doble un poco a causa del dolor, ella preocupada me dijo que nos sentáramos.
-creo que debemos ir al hospital – me dijo después de un rato
- no hay necesidad estoy bien – me levante rápidamente del sitio haciendo solo que me doliera mas, no pude evitar hacer un gesto de dolor
- ¿a eso le llamas bien? – me reprocho y me sentó otra vez
- solo me duele un poco, no es necesario ir al hospital por unos cuantos golpes menores – le dije intentando convencerla, ella me miro sin creer en lo que le había dicho y entonces me pico un costado
- auch!! – dije sin poder evitarlo
- si claro, solo te duele un poco – dijo con sarcasmo mientras se cruzaba de brazos
- bueno está bien, tal vez me duele un poco más, pero aun así no necesito ir al hospital – yo también me cruce de brazos, esa acción hizo que me doliera parte del cuerpo pero pude disimularlo
- suspiro – bien tu ganas, descansaremos un poco aquí antes de que vayas a tu casa – me dijo resignada acomodándose en la banca, yo sonreí ante mi pequeña victoria
- ahora que lo pienso… ¿tú qué haces tan temprano en el parque? – dije después de un momento de silencio
- ehh?... pues yo… este – no encontraba las palabras necesarias para decir algo – t-también daba un paseo
-ya veo – dije sin creerle del todo, sospechaba que algo había pasado pero ella no me decía y yo no iba a exigirle que me lo dijera
- si… bueno estaba caminando por el parque cuando te vi y… - no pudo continuar ya que alguien la interrumpió
- ¡MELISA! – se escucho el grito de una voz grave, voltee encontrándome con el papa de Meli quien nos miraba a ambas con demasiado enojo
- demonios – dijo en un susurro Meli aunque yo la pude escuchar
- así que aquí estabas – el papa de Meli estaba ya frente a ambas – con tu amiguita – dijo eso ultimo con mucho mas enojo mientras me veía
- señor… - no pude continuar ya que el no me dejo
- ¿Por qué estas con mi hija a estas horas en el parque? – me pregunto mirándome duramente
- papá, ella… - interrumpió también a Meli
- no te estoy hablando a ti Melisa, le pregunte a tu amiga – dijo enojado por lo que Meli ya no dijo nada
- fue una casualidad señor, encontré a Melisa hace rato cuando estaba a punto de irme del parque, pero decidí hacerle compañía un rato – dije sin dejar de verlo a los ojos para que viera que no mentía
- bien, te creo – me dijo sin dejar de verme con enojo – y tu, tenemos un asunto del cual hablar – se dirigió a Melisa y la tomo del brazo
- no tengo nada de qué hablar – Meli se zafo del agarre de su padre – ya te dije que no quiero y no cambiare de parecer
- ya te dije que es por tu bien – grito el señor
- tú no puedes decidir eso – grito Meli
El ver a Meli pelear con su padre me desubico, pero en cuanto dijo aquella última frase comenzó a dolerme la cabeza y una nueva serie de imágenes comenzaron a pasar por mi mente…
-cómo pudiste!!! – le grite con odio a la persona frente a mi
-Era lo mejor – me dijo fríamente
-Tú no puedes decidir eso, te odio- le avente lo que tenía a la mano, el objeto le dio justo en la cabeza haciendo que comenzara a sangrar
- aunque me odies no cambiara el hecho de que ella ya no está contigo – su semblante frio no cambiaba, al igual que la mirada que yo le daba, la cual estaba cargada de ira y odio
- me las pagaras, esto no se quedara así – fue lo último que dije antes de salir de la habitación en la que encontraba
Otra vez, un nuevo recuerdo, o al menos es lo que yo pienso, la cabeza me daba vueltas mientras seguía pensando en lo que había sucedido en aquellas imágenes, ¿a quién me dirigía con tanto odio? Algo me decía que era a mi padre, pero en ningún momento pude ver la cara ni reconocer la voz de la persona del recuerdo, aun así eso solo significaba algo… yo ya sabía quién era el culpable de todo y lo había olvidado, pero ¿Por qué?