Capitulo 21
El camino no fue demasiado largo, la conversación trivial que manteníamos hacia amena la marcha y el recorrido no duro más de 15 minutos, una vez nos encontrábamos las tres enfrente de la casa vimos que la puerta estaba abierta, me pareció extraño por lo que acelere el paso y entre precipitadamente llegando en primera instancia a la sala
-¿hay alguien? – pregunte con cautela, tanto Sofía como Rocío estaban detrás de mí, el silencio se hizo presente
- esto es extraño – hablo Sofía, yo asentí con la cabeza
- no parece haber nadie, ¿acaso salieron Mei y tu tía? – dijo ahora Rocío, yo fruncí el ceño analizando la situación, tome lo primero que tenía cerca y se los entregue a las chicas
- tomen esto, ambas revisen lo que resta de aquí abajo, yo iré al piso de arriba – les había dado una escoba y una sombrilla, no era mucho pero al menos les serviría para defenderse
-¿si encontramos a alguien que hacemos? – hablábamos en voz baja, yo medite un segundo antes de responderle
- correr, lo que les di es para que tengan algo con que defenderse pero todavía no saben mucho es muy peligroso que le den la cara a alguien así que huyan, si las ven griten y si no solo retírense sin ser oídas – les dije seria para que entendieran que no debían hacer otra cosa más que eso
- de acuerdo – dijo Sofía, asentí y comencé a subir las escaleras, voltee y vi como ellas se adentraban al comedor, espere unos segundos antes de continuar mis pasos.
- tranquila Ángel ellas estarán bien – me dije a mi misma, guarde silencio y llegue al piso de arriba, escanee con la vista el pasillo pero todas las puertas estaban cerradas, hice una mueca de disgusto y me decidí primero por la habitación del fondo.
El silencio se extendía por todos lados, lo único que podía escuchar era mi respiración y eso me ponía un tanto nerviosa, tal vez y no había nadie arriba y yo estaba perdiendo el tiempo mientras las chicas estaban en peligro en el piso de abajo, deseche esos pensamientos y continúe en dirección en a la puerta del fondo, antes de entrar pegue mi oreja a la madera pero no escuche nada, abrí la puerta lentamente pero al final no había nadie en esa habitación, con el ceño fruncido me dirigí a otra puerta, hice lo mismo que con la otra pero una vez mas no había nadie, repetí esas mismas acciones en las otras puertas pero no encontraba nada, me estaba desesperando, me di cuenta que el ultimo sitio que me faltaba era donde guardaba la medicina, acelere el paso y entre de golpe olvidándome de ser silenciosa, escudriñe con la mirada todo el lugar y lo que vi me paralizo, mi tía se encontraba a amarrada a una silla y al parecer estaba inconsciente, no vi nada mas así que me acerque rápidamente a ella, pude observar un golpe en su mejilla pero nada más al menos superficialmente, sin ser demasiado brusca la desperté
-tía… ¿Qué paso? – le pregunte en voz baja, como temiendo que alguien más pudiera escucharme
- Ángel, alguien entro a la casa, noqueo a Mei de un golpe y luego no supe nada más – su voz era débil, supuse que alguien le habría dado algo para que quedara inconsciente, la desamarre con cuidado de no lastimarla, una vez hecho eso la pase al sillón que había en esa habitación y la recosté
- tienes que quedarte aquí, le pondré llave a la puerta para que nadie pueda entrar – sin esperar respuesta me disponía a irme pero ella me tomo de la muñeca
- ten cuidado, todavía estas lastimada y sea quien sea que este en la casa dejo en la inconsciencia a Mei de un golpe – me dijo a penas en un hilo de voz, hice un gesto de preocupación, tal vez tenía algo mas y yo no podía hacer nada, necesitaba ver quien estaba en la casa para que me dijera que le habían hecho.
- seré cuidadosa, tu descansa – al termino de la oración mi tía volvió a quedar inconsciente, necesitaba encontrar a alguien rápido por si lo que tenía mi tía era peligroso
Salí de la habitación y como dije cerré con llave, antes de salir tome dos frascos de la medicina por si acaso y también las dos copias de la llave de esta habitación, baje rápidamente las escaleras y lo primero que vi fue a Rocío junto con Sofía, solté un suspiro de alivio al verlas sin ninguna herida
-¿encontraron algo? – pregunte una vez estuve a su lado
- no había nadie en las demás habitaciones, pero todavía falta el jardín, decidimos esperarte antes de ir – fue Rocío quien me contesto, tenía la mano de Sofía sujeta, puede ver que estaba temblando ligeramente
- bien, ustedes vayan arriba, tomen esta llave y cuiden de mi tía, está en la habitación del fondo a mano izquierda – con duda Sofía tomo la llave de mi mano – yo iré al jardín, enciérrense en esa habitación, yo tengo otra llave por lo que nadie más podrá entrar
- yo quiero acompañarte – dijo Rocío, yo negué con la cabeza
- quédate con ellas, y si algo pasa protégelas a ambas – dije seria, ella me veía de igual manera, Sofía la tomo de la mano y volteo a verla
- te necesito conmigo- dijo Sofía con lagrimas en los ojos, tal parece que el miedo la estaba invadiendo
- me quedare contigo, no te dejare sola – dicho esto Rocío abrazo a Sofía, yo sonreí ligeramente
- suban rápido, yo iré al jardín – amabas asintieron y subieron casi corriendo pero sin hacer ruido, una vez las perdí de vista di media vuelta y comencé a caminar en dirección a la parte trasera de la casa
Me coloque cerca de la puerta que daba al jardín dándome cuenta de que esta se encontraba entreabierta, trague saliva con dificultad al presentir que nada bueno saldría si yo me presentaba en el jardín, respire profundamente antes de tomar el pomo de la puerta y abrirla completamente, la luz de afuera me segó unos segundos pues el interior de la casa estaba bastante oscuro, di unos pasos fuera pero desde mi posición no veía nada, me di cuenta de que estaba atardeciendo y me sorprendí de lo rápido que habían pasado las horas, comencé a caminar hasta que quede en medio de la plataforma en la que ayer habían practicado las chicas, mire para todas direcciones y cerca de un árbol distinguí una silueta.
-no quién eres, pero pagaras lo que le has hecho a mi tía y a Mei – grite, sin importar quién era grite
- deberías calmarte un poco – una voz suave se escucho a un lado mío, brinque hacia atrás en un acto reflejo
- eres rápida – dije al darme cuenta de que quien me hablo era la misma persona que estaba unos segundos antes a un lado del árbol
- gracias – hizo una pequeña inclinación cosa que me molesto
- ¿donde están? – dije enojada, ella me miro confundida hasta que entendió a lo que me refería y esbozo una sonrisa llena de burla y maldad
- detrás de ti – ligeramente sorprendida voltee y era verdad, lo que antes no vi ahora se encontraba ahí, todas las demás chicas están amordazadas e inconscientes en el pasto
- ¡CHICAS! – volví a gritar intente correr hacia ellas pero antes de dar una paso alguien se interpuso en mi camino
- quieta, ellas están bien, tú tienes asuntos más importantes que atender – me empujo por lo hombros, di unos cuantos pasos atrás por tal acción, mire a quien tenía frente a mí con enojo
- ¿por qué le hiciste eso? – pregunte aguantando las ganas de golpearla
- porque quise – se encogió de hombros y dio unos pasos atrás volteando a ver a las chicas – no dieron pelea así que fue aburrido
- ¿quién eres? – tenía mis puños fuertemente cerrados, otro poco y estos sangrarían
- no creo que debas saber mi nombre, pero te diré con mucho gusto el del hombre que me envió – comenzó a caminar alrededor mío, yo no le perdía de vista ni un solo instante
- entonces dime quien te envió – mis palabras estaban cargadas de ira, una que me estaba costando trabajo controlar
- mmm… he cambiado de parecer creo que primero te lastimare mucho – a la par que pronunciaba esa oración una sonrisa burlona aparecía en su rostro
- como quieras, pero quien saldrá muy lastimada serás tu – nada mas termine de hablar y me abalancé sobre ella para darle un golpe pero una vez más ella se movió demasiado rápido
- no me hagas reír mocosa, tu no podrás ni siquiera tocarme – se rio de mi para luego darme una patada que logra apenas bloquear con el antebrazo derecho
- eso ya lo veremos – no hubo más palabras, los golpes seguían volando por todas partes, yo había logrado detener todas las patadas que me lanzaba, por alguna razón no utilizaba sus brazos, por otro lado yo había intentado varias veces propinarle un golpe pero ella los esquivaba todos, esto me estaba comenzando a cansar.
Ambas seguíamos enfrascadas en la pelea, los golpes surcaban el aire haciendo ruido de lo veloces que comenzaban a ser, solo habían pasado cerca de 10 minutos pero me di cuenta que los golpes de mi contrincante se iban haciendo cada vez más lentos, no demasiado para que alguien más lo note pero lo suficiente para que tuviera una oportunidad de asestarle al fin un golpe, espere un poco mas y entonces la sujete a la vez que bloqueaba otra de sus patadas, ella me miro asombrada y yo cambie mi expresión a una sonrisa, utilizando un poco mas de mi fuerza la avente por los aires y ella se fue a dar contra uno de los arboles que estaban en el jardín.
-maldita mocosa, vas a pagar por esto – dijo una vez estuvo de pie, pero al parecer estaba muy cansada pues no se movió rápidamente como las otras veces
- te espero aquí – tome guardia, una guardia que había inventado al combinar algunos movimientos de varias artes marciales, espere con paciencia a que se acercara, no quería moverme demasiado pues mis heridas comenzaban a dolerme demasiado
- te quitare esa estúpida sonrisa de la cara – grito he intento darme un puñetazo, lo esquive fácilmente y entonces yo le di uno en el estomago, quien estaba frente a mí se doblo de dolor y cayó al suelo de rodillas intentando conseguir aire
- creo que me pase de fuerza – dije alejándome de ese lugar para ir a desamarrar a las demás
Sin correr llegue lo más rápido posible a lado de las chicas, la más cercana a mi era Mei por lo que primero la desamarre a ella, luego seguí con Sara, Melisa y al último Karla, observe detrás mío antes de intentar despertarlas pero ya no vi a nadie, me voltee completamente intentando encontrar a mi desconocida atacante pero no vi nada, intentaba percibir algo pero sin que pudiera hacer nada sentí un golpe en mi costado mandándome inmediatamente al suelo
-te confiaste mocosa – se veía totalmente recuperada, yo fruncí el ceño e intente levantarme pero una punzada demasiado dolorosa en mi costado me lo impidió
- no dejare que hagas nada – dije mientras me tomaba el costado, mi respiración comenzaba a hacerse irregular
- no lo creo – un nuevo golpe esta vez en mi otro costado, grite de dolor y caí una vez más al suelo
- lamentaras el lastimarme – dije con dificultad ella solo comenzó a reírse y mientras ella se encontraba distraída saque uno de los frascos que había traído y que de milagro no se habían roto, me lo tome rápidamente sintiendo como me quemaba la garganta
- no te reirás por mucho tiempo – se calló de golpe y me miro con enojo, me tomo por la ropa y me alzo a unos centímetros del suelo
- no creo que estés en condiciones de decir eso – me abofeteo con fuerza, yo no me inmute cosa que la enojo todavía más, intento darme otro golpe pero yo lo detuve
- pues yo creo que te equivocas – tenia sujeta su muñeca con fuerza, ella me miraba sorprendida, aumente la presión por lo que me soltó, el agarre se hacía cada vez mas fuerte pero ella no intentaba nada para separarse
- cómo es posible esto, no deberías siquiera tener fuerzas para mantenerte en pie – dijo con incredulidad
- déjame decirte que yo no soy normal, y que nunca podrás derrotarme – alce mi mano formando un puño y le di un golpe bastante fuerte en la cara que la dejo inconsciente de inmediato, su cuerpo azoto en el suelo, yo caí de rodillas respirando con dificultad, saque el otro frasco y me lo tome de golpe, comencé rápidamente a sentirme mejor
Permanecí unos minutos tratando de recuperarme, mire en dirección a donde estaban las demás y me acerque a gatas a ellas, Meli estaba ahora más cerca de mi así que decidí despertarla primero a ella.
-Meli, despierta – la movía ligeramente y le di unos golpecitos en las mejillas, ella comenzó a tomar conciencia y me aparte un poco
- mmm… ¿q-que paso? – dijo mientras se sentaba en el pasto, miro alrededor y cuando me distinguí se lanzo contra mi – ¡AN!
- M-Meli, tranquila ya paso todo – me había tumbado por lo que ella estaba encima mío
- ¿y las demás? – dijo sin cambiar la posición en la que se encontraba, yo sonreí al ver que no pensaba moverse
- justo al lado de nosotras – dije tranquilamente, ella se paró de golpe y miro a las demás, vi que se había puesto roja pero al notar que las demás no habían despertado soltó un suspiro
- ayúdame a despertarlas, tengo que ver si no tienen nada grave – sin decir nada asintió y comenzamos a despertar a las demás