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Una historia sin nombre por mitsukilalis

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Notas del capitulo:

hola!!

bueno aqui les traigo otro capitulo de la historia, pido un disculpa por no actualizar antes pero no habia tenido tiempo, mis horarios estan hechos un completo caos por lo que no me queda mucho tiempo para escribir; seguire actualizando cada semana pero no estoy segura de que sea en un dia en especifico, asi que pido paciencia por si llego a acerles esperar mucho por otro capitulo.

emmm... creo que eso es todo asi que les dejo el capitulo nuevo, espero les guste

 

Capitulo 25

Llevaba cerca de dos horas leyendo los documentos en mis manos, sinceramente no podía creer lo que contenían escrito, muchos sentimientos se agolparon en mí mientras leía, comencé a arrugar las hojas y mi rostro paso por varias emociones, desde tristeza hasta furia e ira; en mi mente no pensaba en otra cosa que agarrar al que había provocado todo esto y es que todas las muertes tenían conexión, lo que significaba que la misma persona mando asesinar a los demás.

-llevas bastante tiempo leyendo, ¿has encontrado algo? – la voz de Marcus me distrajo,  al parecer ya llevaba tiempo despierto y yo no me había dado cuenta.

- ¿cuánto tiempo llevas despierto? – le pregunte sin dejar de verlo

- como una hora, tal vez un poco menos – se encogió de hombros restándole importancia al hecho

- las muertes están conectadas, fueron los mismo sujetos quienes asesinaron a la madre de Mei, quienes nos secuestraron a mi madre y a mí, y finalmente… mataron a Dulce – una vez mas arrugue las hojas en mis manos, esto no se podía quedar así.

- ¿Qué dice de la madre de Mei, ella fue la primera no? – negué con la cabeza a su pregunta, me quede mirando las hojas y solté un suspiro

- la madre de Mei era un agente especial que estaba a cargo de mi madre, velaba por su seguridad pero los tipos que nos atraparon aquella vez a mi madre y a mí la secuestraron antes a ella, solo unas horas antes y es por eso que en ese momento nadie llego a auxiliarnos – como vi que no tenía intenciones de decir algo continué – hasta ahora que estoy leyendo esto no tenía idea de que la madre de Mei tuviera ese puesto, tampoco ella me lo dijo… - antes de continuar con lo que estaba diciendo alguien me interrumpió

- es porque yo tampoco lo sabía, para mí mi madre era una simple empleada de limpieza dentro de la mansión- mi vista se desvió de los papeles frente a mí a la persona que se encontraba en el marco de la puerta – que mas dice ese informe – Mei se encontraba cruzada de brazos con una mirada muy seria

- después del incidente de mi madre, se vio a la tuya en la mansión… tal vez la tenían amenazada con algo y por eso se comportaba como si no tuviera nada que ver – dije a modo de conjetura pues en el informe solo se había mencionado aquello

- por eso se veía tan triste por esos días, se sentía culpable de lo ocurrido – la voz de Mei era baja pero audible para que yo la escuchara

- aquí dice que… ella murió en servicio, pero tú me dijiste que enfermo y estuvo en cama varios días – la volteé a ver, ella se encontraba pensado

- enfermo de golpe, por eso no se pudo hacer nada… tal vez le dieron algo – vi como apretaba su mano en un puño hasta que este se quedo casi blanco de la fuerza que ejercía

- es justo como dices Mei, antes de morir posiblemente poco antes de que cayera enferma se realizo unos análisis, al parecer llevaba en su sangre un tipo de veneno experimental, según los informes médicos anexados a estas hojas, el veneno lo tenía circulando en su venas ya cerca de un año – no veía ningún movimiento por parte ella, la observaba meticulosamente por si reaccionaba mal.

- ¿entonces los mismo tipos que te secuestraron le inyectaron eso? – pregunto quedamente

- sí, fueron ellos… aunque el veneno utilizado solo se puede conseguir en una parte, y ese lugar es el laboratorio que maneja aquel señor – el sonido de papel rasgado me hizo desviar la mirada de Mei, había roto los papeles sin darme cuenta.

- tranquila Ángel, todavía no estás recuperada no puedes alterarte – me dijo Marcus empujándome levemente del hombro para que me recostara.

- ¿cómo es que te hizo tanto daño?, tus heridas ya no deberían de haber sido un problema para ese momento – dijo Mei confundida mirándome analíticamente, yo trague saliva cosa que hizo más evidente que le ocultaba algo

- tal vez solo fue falta de energía y esa mujer se aprovecho de eso – Marcus había hablado por mí, yo lo voltee a ver y le agradecí silenciosamente

- bien, dejémoslo así entonces, pero entrenaras con todas una vez te recuperes, necesitas estar preparada tu también – yo solo asentí con la cabeza – iré a ver Esther, por cierto ya sé que le dio esa tipa… la hizo tomar varias pastillas para dormir pero se paso de la dosis recomendada, por eso el estado que presento, todo su sistema estaba algo así como dormido.

- pero ya está bien, ¿no? – pregunte algo angustiada

- ya está mucho mejor, solo sus movimientos siguen algo torpes, no creo que tarde más de dos días en tener completo control de su cuerpo – dio media vuelta para salir de mi habitación – no te preocupes, ya verás que la próxima vez que la veas no tendrá nada

- Me alegra que la cuides tanto Mei – vi como asintió ante mis palabras – faltan dos horas para que lleguen las chicas, espero estén progresando

- van bastante bien, y si siguen a ese ritmo las tendrás listas para una pequeña lucha en semana y media – antes de que pudiera decirle algo mas salió de la habitación, voltee a ver otra vez a Marcus, el miraba por la ventana y tenía el ceño fruncido

- ¿pasa algo? – le pregunto seria, el voltea a verme

- hay alguien parado debajo del árbol de tu tía, viste un traje tipo camuflaje pero en negro – abrí ligeramente más grande mis ojos de la sorpresa, sabia quien era

- abre la ventana – el algo dudoso me obedeció, y mientras el abría la ventana yo me levante de la cama

- oye no te levantes – me dijo un poco enojado

- solo será un momento, no pasa nada – llegue a la ventana y me asome, ahí seguía la persona que me había dicho Marcus

- ¿conoces a esa persona? – me pregunto serio, tenía una de sus manos en una bolsa de su pantalón, supuse que estaría ocultando algo, tal vez un cuchillo.

- Es Raff, hable con él en otra ocasión, es de la comunidad… ¿acaso no lo o la conoces? – le pregunte sin voltear a verlo, hice una seña para que supiera que podía pasar

- nunca había escuchado ese nombre, ¿Por qué se mantiene en incognito? – antes de que pudiera responder Raff ya estaba dentro de mi habitación

- No es necesario que sepan quién soy, al menos de momento, una vez regresen a la comunidad lo sabrán – el distorsionador de voz anulaba toda posibilidad de adivinar quién era nuestro amigo encubierto.

- bien, ¿tienes algún mensaje o porque estás aquí? – pregunte poniéndome en medio de las dos personas en mi habitación, algo me decía que tenía que hacerlo

- las cosas se están adelantando, tiene solo tres semanas para regresar… o no podrá cambiar las cosas – aun con el distorsionador de voz pude sentir la angustia en la voz de la persona que me estaba hablando

- ¿acaso la fisura está más inestable?, sé que mi fuerza está relacionado con eso, bueno al menos el que pueda controlarla… se que si algo le pasa a la fisura yo no me podre controlar – sentí una mano en mi hombro, era Marcus dándome apoyo, uno que necesitaba en este momento.

- solo podemos estabilizarlo si está presente, se que está preparando a esas chicas pero el tiempo está disminuyendo demasiado rápido, lo máximo son tres semanas… o puede ocurrir lo peor- mi mandíbula se tenso, sabia a lo que se refería – sabemos que ya comenzó, mataste a alguien hace unos días en un parque, no lo hiciste consiente y eso es lo que queremos evitar.

- querían lastimarla, no podía dejar que hicieran eso – dije con odio en mi voz, una sensación conocida y desagradable me comenzaba a llenar.

- ¿Ángel? – la voz de Marcus se escuchaba muy lejana, mis sentidos se iban apagando pero no sentía que me fuera a desmayar.

- ¡¡Rápido la medicina!! – la voz de Raff me sonaba extraña, como una amenaza, no podía controlarme ya

- rayos tengo que ir a la otra habitación por ella, se acabo las frascos que estaban aquí – podía escuchar las voces como susurros lejanos, mi cuerpo comenzó a temblar y sin poder yo evitarlo me lance encima de Raff haciendo que cayera al suelo y yo encima

- tranquila señorita Ángel- me tomo de las muñecas y comenzó a forcejear conmigo – rápido traiga la medicina, yo la contendré

- bien – escuche el sonido de la puerta cerrarse fuertemente, nos había encerrado

- yo se que esta no es usted, tiene que controlarse… no deje que la oscuridad gane – podía sentir una gran sed de sangre, quería golpear algo, tenían la necesidad de lastimar a alguien

- por el momento ella no está aquí, aunque te puede oír – mi voz salió pero yo no había dicho nada, alguien más lo hizo y no sabía quién era, ¿Qué era lo que tenia dentro de mí?

- aquí está la medicina – volteé hacia Marcus y ahora me abalancé contra él, ambos caímos al suelo pero antes de golpearse aventó el frasco que tenía en las manos

- lo siento señorita Ángel – Raff había colocado la medicina en un pañuelo y me lo había puesto tapándome la boca y nariz, poco a poco sentía mi cuerpo más relajado hasta el punto en que todo a mi alrededor se volvió negro.

Mi cabeza me daba vueltas, podía sentir un terrible dolor en todo mi cuerpo aunque estuviera en una superficie bastante cómoda, mis sentidos comenzaba a reaccionar de manera normal por lo que pude escuchar unas voces bastante cerca de mí.

-explícame una vez más, ¿qué dices que tiene Ángel dentro?- era la voz de Marcus, yo también quería escuchar esa respuesta por lo que me mantuve con los ojos cerrados

- el espíritu que le ayuda a controlar su fuerza fue corrompido, aun no sabemos por qué sucedió aquello pero le está afectando poco a poco y una vez no pueda controlarlo este tomara posesión de su cuerpo… por alguna razón este espíritu tiene una sed de sangre muy grande – la respuesta que había oído me asusto, no podía permitir que esa cosa saliera, tenía que haber una forma de mantenerlo bajo control

- si la fisura se arregla… ¿esa cosa podrá ser controlada? – pregunta nuevamente Marcus

- así es, el espíritu se mostrara amable si su santuario es restaurado – con la fuerza que tenia me senté en la cama ninguno de los dos se percato de aquello

- ¿cuánto tiempo me dijiste que tengo? – le pregunto a Raff, ambos voltean a verme y Marcus se acerca lo más rápido posible

- será mejor que te recuestes, tu cuerpo debe estar molido después de lo que hiciste – negué con la cabeza y mire a Raff que todavía no me contestaba

- estoy bien, ahora puedes responder a lo que te pregunte – mas que pregunta lo que salió de mis labio fue una orden, necesitaba saber bien la respuesta algo me decía que el tiempo había disminuido

- dos semanas, con lo visto hoy tiene solo dos semanas – vi como camino hasta llegar a la ventana – yo tengo que retirarme, espero se tome su medicina para que cosas como la de hoy no pasen mas – después de decir aquello salto desapareciendo de mi vista

- insisto en que debes recostarte – antes de poder responder algo la puerta de mi habitación se abrió estrepitosamente

- ¡AN! – lo único que sentí fue como alguien me tacleaba, mi cabeza dio unas cuantas vueltas por el impacto pero una vez me recompuse me di cuenta de que era Meli

- ¿Qué paso Meli? – dije lo mas tiernamente posible, ella levanto su cabeza y pude ver como tenía los ojos cristalizados

- ¿estás bien? – fue la pregunta que salió de sus labios, yo la mire un poco confundida

- has estado inconsciente por 4 horas Ángel, todas las chicas se dieron cuenta porque vinieron a saludarte antes de iniciar con su entrenamiento – hablo Marcus, entonces comprendí el comportamiento de Meli

 - estoy bien, no te preocupes… solo me quede sin fuerzas, por cierto ¿cómo supiste que había despertado? – le daba pequeñas caricias en la espalda para que se relajara, se sentía un poco tensa, ella me abrazo ligeramente desde la posición en que se encontraba

- vi salir a alguien por tu ventana, solo supuse que habías despertado – le bese la cabeza y ella apretó un poco más el abrazo

- me alegra que vinieras, necesitaba verte – después de decir aquello ella me miro algo ruborizada, yo le sonreía y entonces le di un beso en la mejilla, cosa que hizo se sonrojara aun mas

- me alegra que tengan momentos lindos juntas pero el entrenamiento todavía no termina – se escucho desde la puerta, amabas miramos en esa dirección

- lo siento, en seguida vuelvo – Meli se paró de la cama y antes de marcharse me dio un beso en la mejilla después salió corriendo para que Mei no le dijera nada

- me da gusto saber que ya despertase – hace una pausa antes de continuar – ahora te pregunto ¿Por qué te desmayaste?, yo te vi momentos antes y no te veías para nada mal

- por el momento me gustaría no decírtelo – dije ya resignada, sabía que Mei no me dejaría si le digo una mentira, pero todavía no es momento de que sepa la verdad

- ¿así que no me lo piensas decir? – vi como se cruzo de brazos enojada

- te lo diré… pero no en este momento – todavía enojada se dio la vuelta y salió de la habitación sin decir ninguna palabra

- ¿Por qué no se lo has dicho? – me preguntó Marcus después de un rato

- tengo mis razones, por el momento es mejor así – dije mirando a la nada, me encontraba pensando en que haría para recupérame mas rápido, necesito estar lista para el momento en que tenga que regresar

- si tu lo dices, aunque no creo que las demás sigan tragándose la escusa de que no tienes energía- el tenia razón, por el momento es mejor no hacer nada arriesgado

El resto de la tarde paso sin más complicaciones, después del entrenamiento las chicas vinieron a verme, les dije que había sido falta de energía el por qué de mi repentino decaimiento al igual que Mei estas sospechaban que esa no era la razón de mi inconsciencia, lo supe por sus miradas. Después de que todas, excepto Meli, se fueran a sus casas me quede sola en la habitación, Marcus había salido a no sé qué cosa y Meli se encontraba en la sala realizando una investigación para la escuela por alguna razón no se vino hacer la tarea aquí como siempre, sabía que Mei no vendría pues estaba enojada, en mi momento de soledad me puse a pensar en lo que haría después de un rato recordé algo que había guardado para casos de emergencias, necesitaba ir a donde había tenia la demás medicina, con sigilo me escabullí de la habitación y a paso ligero me dirigí al sitio trataba de hacer el menor ruido posible y después de unos cuantos metros ya me encontraba frente a la puerta de la habitación, ya dentro busque en varios cajones algo en especifico, no recordaba donde lo había dejado así que estuve ahí cerca de una hora hasta que di con lo que buscaba, se encontraba en uno de los libros trampa del estante detrás del escritorio-

-no pensé que tendría que comer esto – dije mirando una pequeña cajita, dentro de ella se encontraba un hierba, una planta medicinal alterada a base de no sé qué cosa – todo sea por recuperarme antes – cerré los ojos mientras comenzaba a masticar aquella planta, tenía un sabor desagradable pero solo así me recuperaría antes de lo planeado

- aquí estas, he estado buscándote por toda la casa, tendrías que estar en la cama – la voz de Melisa me sobresalta haciéndome tragar la planta de golpe

- no me espantes así Meli, solo buscaba un libro – dije dándome golpecitos en el pecho, intentando que pasara bien la planta por mi garganta

-¿estabas comiendo algo? – me pregunto al ver lo que hacia

- un dulce, me trague porque me espantaste – dije rápidamente y volví a tragar fuerte aunque no tuviera algo en la boca, sentí como lo que tenia atorado bajaba por mi garganta suspire aliviada

- lo siento, no quise espantarte – me dice ella apenada

- no te preocupes, ya paso, ahora volvamos antes de que Mei vea que estoy aquí – me acerque a ella y la tome de la mano, salimos rumbo a mi habitación

No dijimos nada en el pequeño transcurso a mi cuarto, la sensación de tener la mano de Meli era increíble, no quería soltarla nunca pero eso era imposible, voltee a ver discretamente a mi novia y vi como miraba con una tierna sonrisa nuestras manos entrelazadas.

-me gustaría estar así siempre – dije de la nada

- ¿cómo? – me pregunto ella mirándome a los ojos

- junto a ti, sin que nada mas nos moleste – ella se sonrojo fuertemente y yo ligeramente, o al menos así lo sentí, apreté más el agarre de mi mano y luego la atraje hacia mí para abrazarla

- ¿An? – yo no dije nada, solo seguía abrazándola… tenía demasiada necesidad de ello

- lo siento, vayamos al cuarto – un tanto confundida seguí hasta la habitación y una vez dentro esa necesidad de tener a Meli cerca incremento aun mas

- ¿te sientes bien An? – mi respiración era agitada, voltee a ver a Meli quien me miraba con preocupación

- si… estoy bien – sentía algo extraño en todo mi cuerpo, no sabía decir si era bueno o malo pero como me estaba molestando

- de verda… - antes de que pueda completar la frase yo acorte la distancia que nos separaba y comencé a besarla ferozmente, ella al principio se mostro sorprendida pero casi de inmediato correspondió al beso.

La intensidad iba aumentando, solo nos separábamos por momentos cuando nos faltaba el oxigeno para luego retomar el acto, la respiración de Meli era agitada al igual que la mía, pude ver en un sus ojos el deseo que estaba sintiendo en ese momento, estaba casi completamente segura que yo estaba igual sino es que mas deseosa que ella, mis manos perdieron el control y se encontraban recorriendo la espalda de mi novia, escuche como ella dejo salir un gemido que me devolvió a la realidad, parpadee varias veces antes de darme cuenta de que es lo que estaba haciendo.

-vamos no te detengas ahora, lo mejor estaba por comenzar – escuche una voz en mi cabeza, abrí los ojos con sorpresa y me aleje de Meli

- ¿An? – la voz de Meli se oía algo ronca, y se escuchaba demasiado sexy, quería continuar con lo de hace unos momentos pero algo me decía que mis actos no eran completamente míos

- si no lo haces, tu lo hare yo – una vez más la voz retumbo en mi cabeza, negué frenéticamente intentado tomar control de mi mente

-basta – dije en un susurro mientras me tomaba la cabeza

- ¿An, que tienes? – voltee a verla y entonces supe que algo en mi mirada cambio pues ella dio dos pasos atrás

- vete Meli, simplemente déjame sola un momento – ella me miro preocupada e intento volver a acercarse pero esta vez fui yo la que dio pasos hacia atrás – por favor, solo dame un momento a solas, no quiero lastimarte

- tú no me lastimarías An, lo se – sonreí ante sus palabras

- yo no, pero puede que en unos momentos deje de ser yo… por favor espera unos momentos afuera – ella titubeante dio un paso atrás y luego intento acercarse otra vez, nuevamente di un paso atrás y entonces ella salió de la habitación, enseguida cerré con seguro y me deje caer al suelo

- por que la dejaste ir, nos íbamos a divertir un rato – la voz de mi cabeza no me dejaba en paz, nunca antes me había pasado esto y me encontraba muy asustada

- cállate, no dejare que hagas nada – dije con firmeza

- no lo creo, te controlare antes de que te des cuentas – dijo burlona la voz

- yo lo evitare, no dejare que hagas nada – la voz no dijo nada mas, al parecer había logrado encerrarla, por el momento no molestaría mas.

Notas finales:

y aqui termina el capitulo de esta semana...

Si les gusto dejen su review y si no…. pues igual déjenlo XD

Nos leemos hasta la otra semana, saludos ^-^7


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