Capitulo 26
Me encontraba recargada en la puerta de la habitación, llevaba cerca de 30 minutos encerrada y Meli llevaba llamándome del otro lado desde hace 15 minutos, no había querido abrirle por miedo, lo que se sentí hace un momento fue muy extraño, me dio tanto temor el oír aquella voz, tenía una idea de a quien pudiera pertenecer y si era quien creo que era… el tiempo que tengo se ha reducido y mucho.
-¡Ángel abre la puerta! – un grito se escucho del otro lado de la puerta, segundos después pude oír como alguien se acercaba corriendo
-¿Qué es lo que pasa? – identifique la voz de Mei, llego demasiado rápido tal vez estaba por el pasillo
- está encerrada y no me deja entrar – después de esa oración la puerta se movió pero no se abrió, tuve que levantarme pues el movimiento me había empujado un poco
- Ángel abre la puerta – la voz de Mei era dura, seguía enojada pero eso no significaba que no se preocupara por mi
- Necesito que entres solamente tu Mei – alce un poco la voz pues seguía arremetiendo con la puerta sin éxito alguno
- ¿Por qué yo no puedo entrar? – pregunto Meli con tristeza, sentí una punzada en el pecho al escucharla
- necesito calmarme… y no creo poder controlarme si tu entras – hable sincera, todavía me sentía extraña y no quería hacer nada estúpido
- bien, entrare pero primero abre – me quede mirando el picaporte unos segundos, dudando acerque mi mano y abrí la puerta, Mei entro rápidamente y volvió a cerrar la puerta
- dime, ¿Qué es lo que pasa? – pregunto sin voltear a verme todavía
- no lo sé, todo se está saliendo de control – dije con la voz apagada, ella me volteo a ver
- ¿qué es lo que hiciste An?- me dijo entre confundida y preocupada, se acerco y me tomo el rostro con sus manos – tus ojos han perdido todo el brillo
- y-yo… - antes de que pudiera continuar alguien entro por la puerta tumbándola
- ¡Ángel! – Fue el grito que se escucho – Rápido Mei, no la sueltes – era Marcus quien había dicho eso, confundida Mei me sostuvo del brazo con fuerza
-¿t-tu sabes que es lo que me pasa?- pregunte con temor
- ¿te lo tomaste no es así?- pregunto con el ceño fruncido, supe a lo que se refería
- si… - dije el abrió los ojos más de lo normal con sorpresa
- ¿la masticaste bien? – volvió a preguntar y yo negué con la cabeza
- yo… me lo trague por accidente – él se acerco y me tomo del mentón
- tus ojos han perdido el brillo – examinaba mi cara – eso quiere decir que te la comiste completa
- ¿de qué estás hablando Marcus?- pregunto Mei confundida sin soltarme
- no es el momento de explicaciones, rápido recuéstala en el piso – de un momento a otro ya me encontraba en el suelo, Mei estaba a mi derecha y Marcus a mi izquierda… ¿dónde estaba Meli?
- ¿Dónde está? – fue lo que salió de mis labios
- si hablas de tu novia, le dije que te esperara en tu habitación – Marcus me respondió, yo solté un suspiro, pero entonces sentí como mi cuerpo comenzaba a tensarse
- no sé qué vas a hacer, pero sé lo que sea hazlo ya… estoy perdiendo… el control- cerré mis ojos con fuerza por lo que no podía ver nada, sentí el agarre de alguien en mi brazo izquierdo y luego escuche como se rasgaba algo
- te dolerá un poco – después de escuchar eso sentí algo chocando contra mi piel, un leve ardor me hizo moverme un poco pero enseguida el agarre en mi brazo aumento, podía sentir como algo quemaba mi piel cada vez mas
- ¿qué le estás haciendo?- escuche la voz de Mei
- un runa… ayudara a que esa cosa se calme, al menos de momento – sentí la mirada de Mei, quería decir algo pero las palabras no salían de mi boca
- ella te lo explicara después, con más calma y cuando esa cosa no trate de apoderarse de su cuerpo – el ardor se intensifico haciéndome morder el labio inferior para no gritar, poco después ya no sentí nada más que una leve picazón y abrí los ojos encontrándome con Marcus muy cerca de mi brazo y a Mei algo alejada
- ¿se calmara ahora? – le pregunte a Marcus, el me sonrió ligeramente y asintió con la cabeza
- ahora me explicaras lo que está pasando- no fue una pregunta, Mei exigía que le contara todo yo la voltee a ver y suspire resignada, no podía seguir ocultando esto
- bien te lo diré, pero será en la noche… cuando Meli este durmiendo – ella no muy convencida acepto – ¿me puedes ayudar a llegar a mi cuarto?, necesito hablar con Melisa – sin decir una sola palabra Mei me ayudo a levantarme y me llevo a mi cuarto, Marcus nos venía siguiendo.
- tú no puedes quedarte en mi cuarto – dije señalando a Marcus al ver que tenía intenciones de llegar a mi habitación – Mei puedes darle una habitación por favor
- pero yo tengo que vigilare – hablo Marcus cruzándose de brazos, me reí ante su actitud
- aun así no puedes quedarte conmigo, Mei también me vigila pero no está conmigo siempre – el bufo con molestia cosa que me hizo reír mas
- bien, pero quiero una habitación cerca – hablo dirigiéndose a Mei
- tendrás la que yo decida y fin del asunto – Marcus iba a protestar pero Mei lo miro amenazadoramente cerrándole la boca antes de decir algo
- yo puedo seguir sola, por favor lleva a Marcus a su nueva habitación – Mei asintió, sabía que quería hablar a solas con Meli y me daría la privacidad que necesitaba
- avísame si te sientes mal – asentí y vi como los dos se alejaban por el pasillo, Mei llevaba arrastrando a Marcus
- oye yo puedo caminar – dijo este al verse arrastrado por la camisa que traía
- no me importa, así es más divertido – el ya no dijo nada y se dejo arrastrar, voltee a ver a la puerta de mi habitación, estaba cerrada
- necesitas entrar Ángel – me hable a mí misma, tome aire e ingrese a mi habitación, estaba algo oscuro pues las cortinas se encontraban cerradas, di unos cuantos pasos y vi que Meli estaba recostada en mi cama durmiendo
- creo que no la molestare – redirigí mis pasos al baño y entre mirándome al espejo – el brillo volvió – mire mi brazo izquierdo – espero que esto me ayude con ese maldito demonio
Salí del baño y busque entre mis cosas una blusa que me quedara un poco grande y con mangas largas, me cambien rápidamente al encontrarla y luego me fui a recostar a un lado de Meli, a los pocos segundo ella me abrazo por la cintura posesivamente, al parecer había sentido mi presencia, yo empecé a acariciar su cabello y poco a poco también fui quedándome dormida.
Unos leves golpes me hicieron despertar, al estar más atenta al ruido me di cuenta que llamaban a la puerta, intente levantarme pero Meli seguía sujetándome con fuerza por lo que no me pude mover, intentaba pensar en una manera para liberarme de su agarre, comencé a hacerle leves cosquillas y ella fue debilitando su agarre, una vez pude salir de la cama le di mi almohada y ella termino abrazando al objeto con fuerza, espere unos momentos para ver si no se despertaba y después me dirigí a la puerta
-supongo que ya es tiempo, ¿no es así? – dije a la persona que me estaba esperando pacientemente en el pasillo
- llevas muchos secretos encima y yo no he querido presionarte para decirlos, pero es tiempo de que me digas algo de la verdad – sus palabras eran claras, tenía la sensación de que ya sabía lo que le diría y solo esperaba confirmarlo
- vayamos abajo, no quiero interrupciones – ella asintió y comenzó a caminar rumbo a las escaleras, yo la seguí de cerca
- dime, ¿Qué fue lo que te tomaste hacer rato? – pregunto una vez nos encontrábamos en la sala, yo solté un suspiro
- se que te vas a enojar cuando te diga lo siguiente pero quiero que entiendas que tengo mis razones para no decírtelo de inmediato una vez nos volvimos a ver – le dije con los ojos cerrados, escuche como se removió en el sillón en el que se encontraba sentada.
- te escucho – fueron sus palabras, tome aire antes de continuar
- estoy enferma… - al ver que no hablaba continúe – no sé qué es lo que tengo pero no es algo que pueda detectarse en un hospital
- así que por eso tomas aquellos frascos – fue un susurro pero debido al silencio que había pude escucharla claramente
- si, por eso tomo aquellos frascos – ella me volteo a ver al responder a su oración- contienen medicina, una medicina especial que crearon mis amigos de los que te conté la otra vez
- eso no responde a mi primera pregunta – tenía el ceño fruncido y una mirada dura, sabía que había estado mal haberle ocultado aquello
- a eso voy… bueno, la medicina no está funcionando como antes y es por eso que estoy más debilitada que antes – una vez más se quedo en silencio por lo que continúe con la explicación – lo que tome hace rato era… bueno no sé qué es lo que era exactamente pero me ayudaría a que mis heridas se recuperaran más rápido, y que no tuviera tanto cansancio como en los últimos días, sabía que tenía que masticarla con cuidado pero en ese momento llego Meli y me espanto haciéndome tragar lo que tenía en la boca, casi pierdo el control de mi y por esa razón saque a Melisa de la habitación
-Marcus menciono que lo que te puso en el brazo ayudaría a que esa “cosa” se calmara, ¿a qué se refería con eso? – una nueva pregunta salió de su boca, podía ver que estaba algo confundida pero aun así seguiría preguntando
- ¿recuerdas la vez que te hable de mis amigos? – ella asintió – te dije que la caja que me dieron solo tenía un par de hojas, eso no fue verdad, dentro de la caja había pegado en uno de los costados un pequeño objeto, al principio pensé que hacía referencia a que algo malo estaría pasando por el lugar pero luego de fijarme bien me di cuenta que era algo mas, en realidad era una caja, dentro de ella venia un papel doblado
-¿que contenía el papel?- pregunto al ver que me había quedado en silencio
- digamos que ya saben el porqué de mi extraña enfermedad, todo es provocado por el espíritu que me ayuda a controlar mi fuerza… algo hizo que el espíritu se corrompiera convirtiéndose en un demonio, no saben cuánto tiempo ha estado así no yo tampoco pero me está afectando y cada vez está tomando más fuerza
- ¿hay algo que se pueda hacer? – pregunto con preocupación
- necesito ir donde están ellos, pero tengo que llevarlas a todas… aunque no estoy segura del porque… - me quede pensativa ante esto que había dicho
- ¿no fue Marcus quien te dijo eso? – dijo Mei unos segundos después de que el silencio se hizo presente
- así es, y no sé porque no le he preguntado las razones de lo que dijo – se escucharon unos pasos provenientes de las escaleras, ambas volteamos a ver
- hay una razón para lo que dije – era Marcus, al parecer venia a unirse a la conversación – tu no tenias lazos con nadie Ángel y eso te hacia débil… si no fuera por todo lo que has vivido en este pequeño lugar te aseguro que el demonio ya te hubiera controlado
- yo no lastimaría a nadie inocente – hable un poco enojada
- tú no, de eso estoy seguro… pero el demonio que llevar ahora dentro sí, es por eso que demasiado peligroso que no logres controlarlo
- ¿qué se debe hacer para que An no esté en peligro? – le pregunto Mei a Marcus
- arreglas la fisura que se formo en el santuario, y para eso tiene que enfrentarse al demonio, una vez que lo derrote este se purificara y no tendrá más problemas – hablo seriamente
- cuanto tiempo… - dije en voz baja sabia la respuesta pero necesitaba que alguien más me la dijera
- una semana, a lo mucho 10 días… después de eso no se que pueda pasar – nuevamente un sonido proveniente de las escaleras hizo que nuestra atención se desviara al lugar mencionado
- ¿An? – era la voz de Meli, me levante rápidamente y me fui a encontrarla antes de que llevara abajo, no quería seguir escuchando el resto de la conversacion
- Meli… ¿qué pasa? – le pregunte una vez estuve frente a ella
- nada, solo quería saber dónde estabas – hablo con tristeza en la voz, eso me recordó que tenía que hablar con ella de lo sucedido antes
- solo fui por algo de agua, vamos a mi cuarto… necesito explicarte algunas cosas – la tome de la mano y junto con ella subí las escaleras
Llegamos a mi habitación y tomamos asiento en el sillón que está enfrente de mi cama, necesitaba explicarle a Meli lo que paso hace rato pero no sabía bien cómo hacerlo sin hacer que se enterara de más cosas, estaba en un dilema… no quería seguir ocultándole la verdad, no quería mentirle, pero no era tiempo de que supiera todo… todavía no.