Capitulo 2
No sé cuánto tiempo paso mientras estuve inconsciente, lo único que sabía es que mi cabeza me iba a matar de seguir doliéndome así, con dificultad logre abrir mis ojos y lo primero que vi fue la silueta de alguien, poco a poco mi vista se esclareció y me di cuenta de que era Melisa la que estaba a mi lado… alguien que sinceramente me tiene confundida del todo, por demasiadas cosas que no logro comprender
-An que bueno que despiertas, me tenías preocupada- me abraza y yo siento un ligero calor en las mejillas, no le di importancia
-Lamento haberte preocupado Meli – correspondo su abrazo – y las demás?
-Están aquí, simplemente acomodaron las colchonetas que había guardadas para recostarte – me dice mirando en dirección creo yo a donde las demás estaban, su voz era triste
-Que paso Meli? – le pregunto con cautela
-Nada… es solo que… tengo miedo – me responde mirando al piso
-Miedo?, yo creo que aquí todas tienen miedo, así que no te preocupes – le digo para restarle importancia al asunto, soy pésima animando a la gente
-Es que, no se… yo tengo miedo de que no podamos irnos, de que alguien más muera y por alguna razón yo… - no termina pero veo que sus ojos se cristalizan a causa de las lagrimas
-Tranquila Meli, no te preocupes que todo saldrá bien – la abrazo y ella comienza un llanto silencioso
-Gracias, tenerte aquí me tranquiliza – esas palabras me hacen sonrojar pero ella no se da cuenta ya que la sigo abrazando, le resto importancia a mi reaccion
-Y no me iré así que arriba esos ánimos o me contagiaras tu espíritu negativo – le digo con algo de burla para que sonría, no me gusta ver llorar a la gente
-Tú sí que sabes alentar a las personas – me dice sonriendo pero con burla, parece que ya se le paso lo de hace un momento
Después de eso espere a que se calmara mas, no dije nada en ese tiempo y ella tampoco, el dolor que tenía en la cabeza iba disminuyendo pero de igual manera sabia que alguien me tenía que revisar… me iba a tocar la nuca cuando siento que alguien me toma de la mano, era Meli que con su mirada me decía que no hiciera eso
-Meli, cuánto tiempo estuve inconsciente? – le pregunto ya rompiendo el silencio
-Creo que han pasado cerca de dos horas – me responde pensativa, pero en ningún momento suelta mi mano
-De verdad estuve tanto tiempo inconsciente!!? – le digo algo alterada
-Sí, me… digo nos tenias muy preocupadas a todas, por un momento temimos a que no te despertaras… - sus ojos se volvieron a llenar de lagrimas
-Vamos no llores Meli, que estoy bien – aprieto un poco su mano, no me gusta ver llorara a las personas y por alguna razón, que sigo sin comprender, más a ella
-Es que yo… - antes de que continúe se oye un ruido muy grande del otro lado de la puerta
-¿Que fue eso? – le digo volteando en la dirección del ruido, ella se abraza a mi brazo con miedo, rápidamente me puse de pie con ella todavía sujetándome, mi cabeza dolió pero ignore eso
-Oye tranquila… espera aquí – la separo de mi con cierta dificultad y rápidamente voy en dirección a la entrada
-An espera!!! – escucho como me grita pero yo sigo de igual manera
Antes de llegar a lo que es la entrada vi una barra de metal, así que fui por ella pero al tomarla e intentar avanzar de nuevo me mareo y me apoyo en la pared
-Rayos!! – exclamo frustrada por mi condición, todavía sigo débil pero mi prioridad es ir al frente
-Ángel detente ahí ahora mismo – siento como alguien me toma del brazo intentando impedir mi avance
-Meli te dije que esperaras allá atrás – le dije intentando sonar enojada pero creo que me escuche triste, ¿Por qué?...
-Solo si tú vienes conmigo, si no olvídalo – me dice sujetando mejor del brazo
-Está bien – le digo– pero antes vamos a ver a las demás – intento hacer que me suelte pero ella solo incrementa su fuerza, se que si así lo quisiera ya me hubiera soltado pero no era el momento de mostrar “eso”
-No, tu estas lastimada – su voz era seria, su mirada reflejaba preocupación; en ese momento pensé “si supieras todo de lo que soy capaz y todo lo que he hecho tal vez no me mirarías así”
-Meli, tenemos que ver a las demás, además no creo que solo caminar un poco me haga daño – intento convencerla sin hacer uso de mi fuerza
-De acuerdo, pero no me separare de ti en ningún momento – me dice dando un suspiro para luego sujetar bien mi brazo
Las dos avanzamos despacio, pero yo me encontraba alerta, algo me decía que esto solo estaba comenzando, a pesar de ser solo un almacén este era bastante grande, algo así como tres salones de clases juntos. Al llegar donde las demás estaban vi que todas tenían miedo, demasiado diría yo
-Que paso?- pregunte una vez llegamos a la entrada, todas estaban escondidas, y las que no estaban temblando
-Ángel? – pregunto alguien desde su escondite, no pude saber quien hasta que se mostro
-Sí, están todas bien? – le digo y ella sale de donde sea que estaba, era Karla quien se acerco a nosotras
-Estamos bien, solo que algo allá afuera golpeo la… - no pudo terminar pues un segundo golpe se escucho, otro más y se vendría abajo la puerta, la mayoría de las chicas grito, Karla salto del susto y me abrazo ya que me tenía cerca, fue los mismo con Meli solo que ella se aferro a mi espalda, me sonroje por tal cosa solo que nadie se dio cuenta, moví mi cabeza para despejar mi mente y mire la puerta con recelo esperando lo peor.
-Escuchen… todas vallan a la parte de atrás – grite pero nadie me hizo caso – que vallan atrás les digo – les ordene con fuerza y todas saltaron para después hacer lo que les dije
-Karla… - le digo separándola de mi – necesito que te lleves a Melisa
-Como?... pero, y tú? – me dice confundida
-Yo me quedare aquí- le digo sin verla, mi vista sigue en la puerta
-De eso nada, te dije que estaría contigo – me dice Meli enojada separándose de mí para luego volver a tomar mi brazo con fuerza
-No, tu iras con las demás a la parte de atrás – la miro seria y usando algo de mi fuerza me libero de su agarre, ella me mira sorprendida pero no dice nada – Karla llévatela por favor
-Que vas a hacer An?- me pregunta preocupada antes de irse, yo sonrió de medio lado
-Las voy a sacar de aquí – digo con seguridad, una que ni yo sabía que tenía
-Pero…- no la dejo continuar
-Llévatela… ahora váyanse – Karla toma del brazo a Melisa y se la lleva con las demás, ya no pregunta más pues sabe que no le responderé
-No, espera Karla… An!!! – Meli intenta zafarse pero no lo consigue, les doy la espalda a ambas y miro una vez en dirección a la puerta, un tercer golpe se escucha, mis manos aprietan con fuerza el palo de metal, unos segundos después la puerta cae haciendo un ruido seco
-Quien está ahí!!!!?- grite, sé que no me responderían pero quería que supiera que estaba dispuesta a enfrentarle a quien sea que fuese que estuviera causando todo esto
-Alguien que creías muerto – me dice una voz rasposa y grave con burla