Capitulo 8
- ¿qué hay en la caja? – me pregunta Mei una vez dejo a las demás en el salón
- no lo sé, no la he abierto – le digo mirando el objeto en mis manos
- ¿quién te lo dio? – dice seria
- la calma de los cerezos se está perdiendo – fue lo que le respondo, ella arquea una ceja
- ¿qué quiere decir eso? – me dice con el ceño fruncido
- descúbrelo tu mi quería Mei – le digo con una sonrisa pasando a su lado
- An!!! – me grita
-no es tan difícil, solo piensa un poco y tendrás la respuesta – le digo tranquila
- bien… - dice enojada – ¿abrirás eso?
- sí, pero lo hare después de cenar – le respondo mirando una vez más la caja en mis manos
Después de esa pequeña charla fuimos con las demás, ya se habían instalado y cada quien escogió un futon dejándome a mi entre Meli y Karla, estuvimos hablando de trivialidades un rato hasta que bajo mi tía, se veía algo desorientada así que supuse que aquella persona la había sedado o algo así, nos pregunto que queríamos para cenar para que lo prepara, yo me pare y le dije que pediríamos hoy algo a domicilio, la obligue a sentarse y le dije a Mei que si por favor la revisaba, se veía algo mareada. Después de cenar, cuando ya todas estaban durmiendo me levante con el cuidado de no despertar a las demás, tome la caja que me habían dado y me fui en dirección a la sala, al entrar me encontré con Mei, era de esperarse así que solo suspire y me fui a sentar a su lado.
-que crees que tenga dentro? – me pregunto después de un pequeño silencio
- no sé, pero es algo ligero ya que no hace ruido cuando muevo la caja – le digo mirando por donde podría abrir esa caja de madera
- supongo que tendrás que romperla – me dice Mei al ver que no encuentro por donde abrirla
- creo que si – le digo y con algo de fuerza la abro rompiéndola por la mitad, al instante caen algunas hojas al suelo
- hojas?- Dice Mei confundida
- tal vez sea algún mensaje – le digo mientras las levanto, es muy común en ellos mandarme mensajes así
“la calma se va destruyendo poco a poco, nuevas catástrofes están a punto de suceder… si no se está preparado una nueva muerte marcara el camino y entonces todo se desatara”
“Maestra Ángel, por medio del siguiente mensaje le informo que todo está en orden, al menos de momento, en esta organización, si se presenta algún inconveniente se lo hare saber lo más rápido que pueda. Se despide Ariff, segundo al mando.”
Eso era lo que decía aquellas hojas, hace tiempo que no recibía informes de ellos, y eso me extraño, por otro lado Mei me veía con el ceño fruncido pues no entendía los mensajes, es verdad ella no los conocía.
-An, ¿Qué es todo esto? – me pregunta apuntando las hojas
- un informe y una advertencia… - digo pensativa mirando aquellos papeles
- pero se están contradiciendo entonces –
- ellos son así, algo está comenzando a pasar pero no me quieren decir que es – le digo volteando a mirarla
- pero quienes son ellos? – me pregunta Mei confundida
- es verdad, tu no estabas cuando paso lo de ellos… - le digo en voz baja
- cuéntame quienes son – me dice Mei con seriedad y curiosidad
- bien… después de que desapareciste yo me deprimí mucho, primero Dulce y luego tu, ya no sabía qué hacer por lo que me concentre en lo que me mandaban a realizar, nunca fue agradable aceptar aquellas tareas pero en ese momento me distraían… un día mientras entrenaba en el bosque me encontré con un pequeño de 5 años, estaba herido por lo que lo cure, al poco tiempo apareció un sujeto vestido completamente de negro, no detalle su ropa ya que enseguida desenfundo una espada y me amenazo con ella, después de una discusión aquel sujeto vio su error y me dio las gracias por salvar a uno de los suyos… me dijo que gente como yo tendría que estar con ellos y no realizando lo que hacía…
- como sabía lo que hacías? –me dice mirándome sorprendida
- Ellos son… algo así como ninjas, o al menos eso fue lo que me dijeron, siempre en las sombras, observando desde lejos… es por eso que sabían lo que yo hacía; aquel sujeto me dijo que lo siguiera, le obedecí y me guio a una especia de refugio debajo de un gran árbol, dentro se encontraban cerca de 30 personas, en una silla había un anciano, me acerque a él y me dijo que comprendía todo lo que había pasado y que estaba agradecido por lo que hice por el pequeño que al parecer era uno de sus nietos- Mei me interrumpe
- pero, porque te dicen maestra? - me dice confundida
- a eso iba, a veces eres muy impaciente… lo que paso después de eso fue que comencé a frecuentarlos, me gustaba estar en su compañía pues algo en el ambiente me calmaba, deje de lado algunas tareas, jugaba con los niños que había y otras veces entrenaba con alguno de los adultos… así pasaron algunos meses y después comencé a entrenar a los pequeños, un día llego Ariff pidiendo que le ayudara a entrenar pues quería proteger a su familia y ayudarla, acepte y en poco tiempo ya se encontraba entre los mejores peleadores de toda la comunidad que conformaban llegando rápidamente al puesto de ser segundo al mando. Poco después de ese suceso tuve que irme sin siquiera despedirme de ellos, unas semanas después pude mandarles una carta donde explicaba el porqué de mi repentina partida, ellos me seguían mandando de vez en cuando alguno que otro reporte pues ya me consideraban alguien más de ellos, para los más jóvenes era su maestra y para otros una amiga o una compañera, nunca quise tomar algún puesto que me diera poder sobre los demás… regularmente me mandan un ave con el mensaje por lo que me sorprendió que ahora mandaran a una persona y mas con un distorsionador de voz para que no supiera quién es… me preocupa lo que pueda estar pasando- digo y me quedo pensativa
- crees que estén en peligro? – me dice Mei, estaba igual de pensativa que yo
- no… ellos pueden salir delante de lo que sea, si necesitaran de mi ayuda me mandarían algo que solo yo entendiera – le digo volteando a verla
- entonces porque te preocupa lo que puede estar pasando? – me dice sin verme, mirando al techo
- simple… me importa lo que pueda pasarles porque me encariñe con la comunidad pero también sé que nada puede pasarles, ellos saben que se avecina una tormenta pero lo más seguro es que no sea para ellos – le respondo y miro nuevamente las cartas
- sabes?, lo más seguro es que lo único que quieren es que me comunique con ellos, para que sepan que estoy bien… - le digo después de releer una vez más los pequeños mensajes dándome cuenta de algo, sin embargo no se lo digo a Mei
- Tal vez tengas razón- me dice soltando un suspiro
No hablamos más después de eso, cada quien regreso a donde dormiría esa noche, una vez vi que Mei había entrado a su recamara inspeccione la caja con más cuidado, de uno de los lados se encontraban pegados unos pequeños frascos, sabía lo que contenían, y del otro… algo que me dejo sorprendida, tal parece que sea lo que esté pasando es grave, y está más cerca de lo que me imagine. Tome los frascos con cuidado y también el otro objeto, los guarde en un lugar donde se nadie más los buscara, antes de irme a dormir me tome el liquido que contenía unos de ellos, nunca me gusto su sabor pero es algo necesario, espere un poco a que surtiera efecto, en ese momento no me di cuenta que alguien estaba observándome, pasados unos minutos me fui al salón junto con las demás, me recosté y enseguida me quede dormida, para alivio mío esa noche tampoco soñé nada y esperaba que toda la semana pasara igual.