Capitulo 1
Hace unas semanas…
El día era normal, o al menos así comenzó, tan aburrido como siempre, recuerdo que era la clase de deportes y el maestro nos había puesto a correr cuando se escucho un fuerte ruido que provenía de afuera del gimnasio, todos paramos de hacer los ejercicios y miramos en dirección a la entrada que quedaba a un costado del gimnasio, era la que daba al auditorio, no paso mucho para que se escuchara un segundo golpe mucho más fuerte que el anterior. Una extraña sensación me recorrió la espalada y mis músculos se tensaron poniéndome alerta, más de lo que ya estaba, tenía mis puños fuertemente apretados y a pesar de que me lastimaba los seguía apretando aun mas, lo que paso después fue muy rápido para que lo asimilara del todo, un golpe seco se escucho cuando alguien abrió la puerta que todos miraban, apareció una muchacha, no la conocía, intento pasar pero antes de dar siquiera un paso se desvaneció frente a todos quedando boca abajo y con una gran mancha roja en su espalda.
Todos , incluyéndome, nos quedamos paralizados, nadie hacia nada y no fue sino cuando una corriente de aire frio atravesó la puerta que la mayoría reacciono, aunque no de una buena manera, se escuchaban gritos por todas partes sin embargo yo corrí a ver como se encontraba la chica, rápidamente tome sus signos vitales, seguía con vida, pero su pulso era débil, revise su espalda y la sangre que tenia no era de ella, le grite al profesor que ni siquiera se había movido y le pedí que la llevara a la enfermería o si podía al hospital, con mucho cuidado la levanto y pidió que nadie saliera del sitio y que regresaba en un momento.
En lo que el profesor se iba con la chica yo me acerque a la puerta y vi con horror que la pared del auditorio estaba destrozada con manchas rojas en varios escombros, regrese con todas las demás, fui directo al almacén por un bate, a las chicas les dije que se escondieran y me fui corriendo al auditorio sin escuchar los gritos de las demás, algo me decía que todo esto era por mí y tenía razón, aunque en ese momento todavía no lo sabía, al llegar no podía ver bien pues una nube de polvo me lo impedía, entre tratando de no hacer ruido por tantos escombros, el silencio inundaba el sitio, veía sangre por todas partes pero no veía ninguna persona, seguí avanzando tratando de calmarme en el camino, de pronto escuche algo y me escondí cerca de unos escombros apreté mas el bate que tenia a la mano, de la nada la nube de polvo se esfumo y pude ver todo a mi alrededor, cosa que no hubiera querido hacer pues en una de las esquinas estaban todos los demás cuerpos de las personas cuya sangre estaba esparcida por todas partes, el ruido de pasos redirigió mi atención a otro lado, había una persona en medio de los escombros, vestía ropa totalmente negra cosa que me extraño, toda la ropa parecía militar pero en negro, además de que tenía una especie de espada colgando de la espalda, creo que una katana.
Estuve unos minutos observando a esa persona, esta no se movió ni un milímetro en todo el tiempo, el bate no se iba de mis manos, estaba a punto de encararle cuando escuche una explosión dentro del gimnasio, la persona no se movió por lo que retrocedí con cuidado y cuando estaba segura que no me veía salí corriendo para llegar con las demás, los escombros estaban por todos lados, pude divisar algo entre ellos y al acercarme me di cuenta que era el profesor, él estaba muerto, me aferre mas a la bate y comencé a caminar en dirección al almacén del gimnasio donde supuse yo se encontrarían las demás escondidas, antes de llegar sentí como algo me golpeo la nuca, caí en seco al suelo intentando no caer en la inconsciencia, me gire rápidamente para ver qué era lo que me había golpeado pero tenía la vista nublada a causa del golpe así que no vi si era un escombro o alguien, el bate lo seguía agarrando así que lo levante frente a mí, despacio me hice hacia atrás ignorando el dolor en mi cabeza, me levante como pude mientras retrocedía hasta que di con la pared, estaba más lejos de lo que pensé, la puerta se encontraba a lado mío así que entre rápidamente, por suerte no habían bloqueado la puerta, al entrar lo primero que hice fue bloquear la puerta con el bate y más cosas, pude oír como algunas contenían un grito, me dirigí hacia una de ellas y la toque del hombro pues todas tenían los ojos cerrados
-hey tranquilas, soy yo – exclame lo mejor que pude para que no se dieran cuenta de nada
-Angel!!, me alegro que estés bien – dijo la chica que identifique como Rocío, me abrazo y yo hice una mueca de dolor ante tal accion, las demás salieron al oír a Rocío
- me alegro que todas estén bien – dije sincera, una punzada en mi cabeza me hizo trastabillar al intentar dar un paso
-An, estas bien? – me dijo otra de las chicas, no sé quien
- lo siento chicas, estoy bien… es solo que... – no puedo continuar, me mareo y me sujeto de quien está más cerca de mi
-espera An, déjame revisarte – me dice alguien más, ya no sé ni quien me habla
-Estoy bien – me siento con la ayuda de las demás, todo me da vueltas
-Tienes un golpe muy feo aquí, que paso? – me preguntan
-No estoy segura- digo con algo de dificultad, mi vista se nubla
-Cuanto tiempo tiene que te paso esto – me dice otra de las chicas
-No lo sé, tal vez diez minutos o mas – digo tratando de mantenerme consiente
-Necesitas que alguien te revise rápido, puedes tener algo más que el simple golpe – me dice una de ellas con preocupación
-No podemos salir, allá afuera hay algo muy peligroso y no creo que se valla rápido – les digo rápido antes de que intenten salir
-Pero Ángel tu herida puede ser grave – me dice otra de las chicas
-No se preocupen, esto no es nada… he tenido peores – digo lo ultimo casi en susurro por lo que nadie me escucho
-Como puede ser eso nada, te golpearon demasiado fuerte… como puede ser eso nada, que no eres humana o algo así – dice otra chica, seguramente es Sofía por la forma tan exagerada en que habla
-Je… preferiría no decirlo – digo con algo de humor, pero tampoco es como si estuviera lejos de la verdad
-Todo esto es muy extraño, como se que de verdad eres An – me dice alterada, definitivamente es Sofía
-Puedes pensar lo que quieras, no tengo fuerzas para refutar nada ahora mismo – aprieto mis puños, mi vista cada vez peor y mis sentidos son todo un desastre ya ni siquiera entiendo bien lo que dicen los demás
-Por favor no hagas eso Sofi, ella está mal, así que no la molestes – interviene quien estaba a mi lado, no estoy segura de quien es, tal vez sea Karla o…
Pero… - es lo último que escucho antes de perder la conciencia, puede que alguien me atrapara pues no recuerdo haber golpeado el piso, es mas sea donde sea que fui a caer era muy suave