Misaki seguía sin poder librarse de las garras de su compañero y finalmente había dejado de resistirse al beso, mientras el ascensor seguía subiendo. Un ruido metálico y un ding anunciaron que las puertas iban a abrirse.
Repentinamente las puertas del ascensor se abrieron de par en par.
Misaki quedo congelado al encontrarse de frente con unos ojos de gran tamaño que lo miraban directamente y fijamente lo miraba. Los colores de sus mejillas incrementaron aún más si es que era posible enrojecer más de lo que ya estaba. Intento huir la mirada pero la posición en la que se encontraba no le dejaba otra opción sino seguir mirando. Esto hizo que se sorprendiera aún más y sintiera una mayor de lo que por sí ya sentía debido que la otra persona que lo observaba se encontraba también en una situación tan extraña como la de él. Al mirar detenidamente se percata de que el dueño de esos ojos estaba siendo besado por otro hombre. Tras primero quedarse paralizado sin saber como reaccionar, deslizo su mano hacia el botón del ascensor lo más rápido presionando con fuerza el botón a pesar de saber que eso no haría que las puertas se cerrarán más rápido.
Si se descubre que mantenía una relación con otro hombre su vida laboral no sería igual aún la mentalidad del país estaba algo cerrado hacia la homosexualidad y existían muchos prejuicios, a pesar que desde que conoció a Usagi cada vez más se había encontrado a personas con esa tendencia o que más bien querían fomentarlo como Aikawa. El hecho de que supiera que salía con otro hombre tal vez no fuera tan grave al fin y al cabo, pero es que el hombre con el que salía no era un hombre corriente era Usami Akihiko: segundo hijo de la familia Kanuo Usami, graduado de la Universidad T siendo el primero de su clase, aclamado escritor ganador de los premios Naomori, Kikuwaka , e internacional de literatura. No sólo su vida sería la afectada el que tendría más problemas sería Usagi su existencia podría convertirse en un molestia y eso era algo por no lo que no estaba dispuesto a pasar.
-¿Qué pasa?-pregunto durante un breve momento en él que había interrumpido el beso para coger aliento
-N..nada-logro decir aun paralizado por lo que acababa de ocurrir.
-¿Ese no era el cuarto piso?- pregunto despreocupado el escritor- Bueno veo que quieres continuar-dijo en un tono provocativo.
-Ah..si..es verdad…era el cuarto piso-afirmo nervioso e ignorando el segundo comentario.- ¿En que piso tenias la reunión?
-Creo que era en el tercer piso, de hecho eso no importa mucho- respondió desganado.
- Importa, Es el lugar en el que tines que hacer tu MALDITO TRABAJO¿En el tercer piso?¿Porque no bajaste antes?- consiguió articular
- Porque necesitaba una recarga de Misaki.
De hecho el ascensor se había cerrado y no había parado en ningún piso por que el único botón que se había presionado era el que había dado Misaki antes de que Usagi interrumpiera abruptamente en el interior del cubículo.
-Ya déjalo-replico sonrojando mientras había conseguido reincorporarse correctamente estirando las piernas que tras haber sido empujado quedaron dobladas.
El semblante del escritor muestra una expresión dubitativa y finalmente se decide a expresar sus pensamientos.
-Sólo si me das un beso-dijo seriamente.
- Bue…no este no es lugar, no es el apropiado…-tras el shock sufrido no sabía ya que contestar haciendo que hablará antes de pensar.
-Así que me lo darás luego en otro lugar-aunque al principio algo sorprendido, inmediatamente después una sonrisa se dibujo en el rostro del interlocutor y lo hicieron soltar esas palabras.
Mientras está discusión trascurría el ascensor se volvió a parar.
-Mira este es el tercer piso índico Misaki al ver el número en la pantalla
Las puertas se abren y un victorioso Usagi se baja en él.
-Entonces espero con ansias que cumplas tu promesa, lo espero con muchas ansias-añade y mientras le recuerda lo que acaba de decir se lleva el dedo índice a sus labios.
Así ahora queda un solitario y confuso Misaki.
-¿Qué?…no, eso. Baka, Usagi, regresa-intento llamarlo pero las puertas ya estaban cerradas sin darle la posibilidad de perseguirlo para aclarar el malentendido-¿Qué demonios acaba de pasar?-aun seguía confuso y sin saber que hacer ahora. ¿Regresa al piso? ¿Y si aun seguían aquellas personas? ¿No los molestaría? Pero su departamento estaba ahí y ya estaba rezagado por lo que después de esta encrucijada decidió volver a cuarto piso algo temeroso.
Nii-chan porque siempre me meto en situaciones extrañas, en mi vida privada ya me estaba acostumbrando pero esperaba que esto no pasara más o que al menos no pasara en el trabajo.
Al llegar a su destino se asomo cuidadosamente pero el lugar ahora se encontraba desierto sin ninguna señal de vida por ningún lado. Sin saber ahora hacia donde dirigirse busco con la mirada alguna señal que le indicará pero no encontró ninguno. Lo único que había era un pequeño mostrador pero ahí tampoco se encontraba nadie. Todo el lugar se encontraba en calma y en silencio, hasta que unos pasos provenientes de la escalera lo rompieron.
-Uff tan de mañana y ya el ascensor no para-se escucho una voz quejarse- Al final es más rápido por las escaleras.
Finalmente apareció una mujer castaña y con los ojos del color que combinaban con su pelo. Al llegar su vista se clavo en Misaki.
-Disculpe ¿buscaba algo?¿ Le puedo ayudar?-pregunto- soy la recepcionista de esta planta-se presento.
-Muchas gracias, disculpe las molestias busco el departamento de manga shojo soy Misaki Takahashi y…
-Ah sí-lo interrumpió eres la nueva incorporación ¿verdad?, espera un momento- llego hasta el mostrador y empezó a sacar unos documentos que había debajo del escritorio- ayer recursos humanos nos paso estos documentos que faltan completar por lo que tiene rellenarlos y firmarlos, son órdenes de los superiores-termino de hablar y le alcanzo los papeles y un bolígrafo a Misaki.
Entonces empezó a hacer lo indicado por aquella mujer. No supo exactamente cuanto tiempo estuvo para poder terminar pero le pareció una eternidad ya que eran una gran cantidad de documentos y además era malo leyendo cuando había muchas letras juntas, por lo que era uno de sus puntos débiles y ya lo sometían a esa tortura.
-Finalmente hemos acabo- anunció después de revisar que no faltara ningún documento-ahora le guiare al departamento de manga shojo, llamado Esmerald- señalo haciendo un ademán con la mano para que la siguiera.