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La lucha del amor por maxi anime

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Notas del capitulo:

Hola a todos, perdonen la demora, estoy en semanas de examenes y tiempo de dedicarme a pleno a escirbir es dificil de tener, mas que estoy con un resfrio que no me deja en paz.

 

El caballero de cisne y los santos dorados estaban anudados por lo que veían, delante de ellos estaba el General de marina, que ellos habían dado por fallecido, el mismo Hyoga aseguraba que él había sido su ejecutor, la descripción del mismo Isaac era la misma. Sus cabellos verdes alborotados, un ojo con una extensa cicatriz, que además ello, permitían ver una herida muy profunda. Milo se levantó de la cama para darle espacio al peliverde mientras el ruso le quitaba los grilletes que lo amarraban a la silla de ruedas, luego los dos santos lo llevaron a la cama con sumo cuidado, dejándolo al lado del maestro de los hielos, quien lo miro con congoja. Céline, después de dejar al muchacho, salió de la habitación, en su mirada noto que los tres que habitaban aquel cuarto necesitaban tiempo, tiempo para estar tranquilos, sin pasar por desmesuras que pudieran alterar al santo de acuario.

-¿Por qué no despierta?- pregunto Hyoga mirando a su antiguo compañero de entrenamiento dormir.

-Puede ser que no despierte en un tiempo Hyoga, cuando yo desperté, según me dijeron, ya llevábamos varios días aquí.

-Lo he vuelto a hacer- exclamo tristemente el santo de acuario- nuevamente he atado a este encierro a alguien importante…Por Atenea ¿Por qué lo hacen? ¿Qué les he hecho yo?

-Camus, Céline pensó en tu bien- le respondió abrazándolo Milo- yo he hablado con él, es un buen hombre, que solo busca verte bien, con Isaac y Hyoga a tu lado en este momento, y yo, vas recuperarte muy rápidamente, no apruebo los métodos del idiota, pero sé que sus intenciones son buenas…

-¿Cómo lo sabes?- le interrumpió Hyoga.

-Un caballero debe poder ver más allá de las apariencias, nosotros, los santos dorados debemos poder ver la bondad en el corazón de la gente…

-¿Céline ha hablado contigo?- pregunto Camus mirando con sorpresa- ¿Te dijo aquello que no me quiere decir? ¿Aquello por lo cual me dejare morir?

-Bueno…- respondió, mirando aquella mirada que conocía bien, y al comparar con lo que vio segundos antes le dio la razón al Apotropeo sobre decir la verdad cuando sea el momento- No mucho realmente, tiene que ver con ese pasado que sueñas y con ese hospital donde pasamos la otra noche…naciste en Francia.

-Eso ya lo sabemos- interrumpieron maestro y alumno.

-Eso ya lo sé- exclamo molesto- Pero…al…parecer…ese hospital… ¿Cómo te explico?...parece que fuiste concebido allí o naciste allí…no entendí muy bien, pero estas conectado a él, quizás tu padre o tu madre trabajaron allí, o alguno de tus progenitores estuvo allí…o

-¿Concebido? ¿Nacido?- pregunto Camus- Milo, ese  hospital era para enfermos de tuberculosis…

-Te digo que no entiendo mucho- acoto- también…saque la conclusión, de que al parecer Céline y tú se conocieron cuando apenas eras un bebé, viviste en Francia hasta antes de comenzar tu entrenamiento… por lo que pude saber…fuiste a entrenar a los tres años, es por ello que conoces el idioma…pero lo de poder leer francés aun no lo sé.

-¿Cómo llegue a Siberia?...aún tengo tantas dudas.

-Se resolverán con el tiempo, no te preocupes, seguramente cuando puedas congelarnos, Céline te lo dirá todo- le respondió Milo sonriendo- Hyoga, Isaac y yo estaremos a tu lado para ese momento…Camus- interrumpió- Céline sabia del maltrato de tu maestro hacia ti pero me aseguro que nunca entreno por tu armadura…me lo dijo cuándo le pedí que no te volviera a amarrar a la cama.

-Ese tipo lo acosaba maestro- dijo Hyoga con sorpresa- Pero…por más cosa que le diga no se deje morir…

-No lo voy a hacer Hyoga, no te preocupes, el suicidio es lo último en lo que pensaría, ya se lo que les pasa a los suicidas en el Hades…

-Me alegra oír eso maestro.

-Hyoga, ya que estas aquí como piedra que estorba- interrumpió Milo el bello momento- ve a ver dónde están los demás.

-¿Y porque yo? Podrías ir tu Milo.

-Porque soy dos rangos superior a ti y es una orden.

-Yo solo recibo órdenes de mi maestro y de Atenea…y del patriarca, de nadie más, aunque todo es una cadena de mando.

-Mocoso…

-Así me llamo el otro tipo- recordó al rubio que lo había aprisionado- sí, me llamo niño desconsiderado, mocoso…altanero como tu maestro.

-¿Santorini?-alzo una ceja Milo- Él es un apotropeo también, si no es la primera vez que insulta, a mí también me insulto Hyoga, ahora ve y husmea donde están los demás.

-¿Maestro usted le hizo algo al tal Santorini?- pregunto Hyoga- ahora que recuerdo me dijo que ganas de hacerle daño no le han faltado.

-No- respondió temeroso recordando el maltrato que había recibido por aquel rubio.

Milo se acercó a Camus y peino sus cabellos dulcemente, supo leer en su mirada que si bien decía la verdad también le temía a Santorini y no era de menos, el Apotropeo también a él le había dado su propio rostro no le daba ninguna clase de seguridad. Hyoga vio aquella escena y asintió al pedido del santo de escorpio, quizás querían pasar los dos dorados un tiempo a solas y él estaba interfiriendo, a pesar que Isaac estaba allí inconsciente, así que opto por salir tranquilo de la habitación y buscar a los demás.

El santo de cisne camino unas habitaciones hasta que reconoció en aquella donde debían estar sus demás camaradas y en efecto, allí estaban. Shun no tardo en ir a abrazarlo, dado que estaba preocupado por su repentina desaparición el día anterior, aunque Ikki interrumpió el momento separándolos.

-Hyoga ¿Dónde fuiste? Nos tenías preocupados- exclamo la diosa, que estaba acompañada por su hermano Apolo.

-Con Milo, mi maestro y un tal Céline ¿es necesario que castiguen al apotropeo?- pregunto recordando las palabras de este- él no es malo, sus intenciones no lo han sido.

-Céline no tiene por qué ser castigado- respondió Apolo- él no ha hecho nada, tenía permiso, mi permiso para lo que hizo, en cuanto a los demás,  tengo entendido por lo que he podido indagar que los apotropeos actuaron por propia decisión cuando tomaron a los demás santos dorados, yo no los autorice, ni tampoco Atenea lo hizo, por lo que serán severamente castigados por su rebela.

-Entonces el hermano de Camus sale ileso- sonrió Shun.

-¿Hermano de mi maestro?- pregunto Hyoga- ¿Qué?

-No estabas ayer cuando dimos la debida explicación Hyoga, el apotropeo de la convalecencia, el único autorizado para lo que hizo, no es otro más que el hermano de Camus- respondió la diosa.

-Mi maestro no lo sabe, al menos no me lo ha dicho…- exclamo pensante el cisne- Dios Apolo ¿si un apotropeo revive a alguien sin su autorización está en falta?

-Depende, si tiene autorización del dios del otro lado, no estaría en falta ¿Por qué la pregunta?-pregunto Apolo-

-En pos de la recuperación de mi maestro, o al menos eso entendí de lo que dijo, el Apotropeo de la convalecencia, Céline, trajo a mi antiguo compañero, muerto en batalla…y del que fui su asesino, Isaac de Kraken, Marina de Poseidón y guardián del pilar del Océano Ártico.

-¿Qué hizo que?- exclamo molesto- Por Zeus…

-Yo respondo por Isaac- acoto la diosa- Él era alumno de Camus, yo lo autorizo, Poseidón no puede hacerlo al estar sellado en su momento.

-Muy bien, muy bien, si autorizas a esto hermana yo no puedo ponerme en contra, pero.

-¿Pero qué?- interfirió Shun- Si Saori ha accedido ¿Qué es lo que está mal?

-Isaac de Kraken, tal como el mismo caballero de cisne lo ha dicho, pertenece a los Generales de Poseidón, es una Marina, ni más ni menos- explico- a la fecha aún queda uno general más con vida…

-Sorrento-

-Así es Shun y Sorrento en estos momentos se encuentra con Julián Solo, y su estatus  de General no se ha perdido a pesar de todo, sigue siendo el General Sorrento de Sirena, Isaac también es ni más ni menos que un General, si Poseidón considerar que Isaac de Kraken debe seguir en su puesto como general, no puedo hacer nada.

-¿Y si se habla con Poseidón?- pregunto Shun- debe haber una forma de solucionar todo, sin que Camus resulte lastimado, el apotropeo de la convalecencia lo trajo en pos para ayudar a su maestro, no pueden quitarlo.

-Es como que me quiten a Kiki- acoto Mu continuando abrazando a su discípulo, quien estaba fuertemente aferrado a el- No me gustaría que viniera un dios y me dijera que Kiki debe irse con él, porque es un guerrero a su orden, es mi alumno, yo lo crie, lo entrene y si es alguien que está en contra de los valores de Atenea eso ni pensarlo, no permitiría que lo alejaran de mí, además, creo que todos sabemos que Camus dejo de ser santo dorado, eso también es algo importante a saber.

-Mu tienes razón- siguió Aioria- ¿no hay forma de evitar que separen a Camus de su alumno? No dijo que este bien todo lo que ha pasado, me pongo en lugar de Poseidón, por el tal Isaac es alumno de un santo dorado…debe haber algo que hacer.

De regreso en la habitación los dos santos dorados estaban recostados en la pequeña cama de una plaza, el galo miraba con ojos como perdidos a su alumno, que inconscientemente comenzó mover la boca y  de un segundo a otro la abrió para permitir la salida de saliva, una actitud muy normal en el según comento el santo de los hielos eternos. Milo en cambio no dejaba de pensar en las posibilidades de lo que ocurriría si Camus se enteraba de le verdad, aunque aún tenía mucha preguntas en su mente, preguntas que esperaba pronto responder para el suavizar el daño al santo de acuario cuando se enterara.

-Hyoga se tarda mucho- exclamo Camus sacándolo de sus pensamientos.

-¿Quiere mi rey que lo vaya a buscar?- pregunto mirándolo dulcemente, desviando sus pensamientos casi fatalistas.

-Si por favor- respondió mirando acongojado- no quiero que le pase nada…

-No le ha de pasar nada, mi Lord- continuo en su juego- le traeré a su vástago cuanto antes, usted descanse, seguramente debe estar abrazado a Andrómeda, sin querer soltarlo…como en la casa de libra, aunque allí fue al revés.

-Shun es buen chico,  no como tú que eres un bicho escurridizo.

-Ya te dije mil y un veces, te amo solo a ti, nada más que a ti, dejemos el pasado atrás, prometo, te juro por Atenea…por lo más sagrado para mí que no volveré a pisar ningún lugar que a ti no te agrade, nunca más- expreso levantados de la cama lentamente-en un momento regreso, no me extrañes.

Milo salió del cuarto a paso lento, sin perder vista de su alrededor y viendo una mueca de desagrado en el santo de acuario, al parecer no le había gustado su pequeña broma. Camino sin rumbo por los pasillos, buscando al afamado santo de cisne y de paso ver a los demás. Intentaba abrir cada puerta a su paso, a pesar de que aquel sintió parecía un lugar pequeño era un laberinto de puertas, sin darse cuenta que era seguido.

-Tercer piquete- sonrió Santorini mientras guiaba de manera indirecta a Milo.

Santorini no era cualquier tipo de Apotropeo, como tal solo podía sanar pero no dañar a quienes consideraba sus enemigos, por lo que para poder acabar con ellos se las ingeniaba para que otros hicieran el trabajo por él, y Camus de Acuario era uno de ellos, uno de sus mayores enemigos,  a pesar de ser hermano de quien era su más grande amigo, había visto grandes cambios en Céline desde que este tuvo la oportunidad de tener a su hermano consigo, desde que lo conocía el apotropeo de la convalecía siempre buscaba la manera de poder estar con su hermano, antes no daba como hecho que no podría tenerlo, nunca se rendía, pero desde que el santo dorado había fallecido en el enfrentamiento de las doce casas y luego en la batalla contra el dios Hades, las cosas habían cambiado, Céline parecía solo tener tiempo para ocuparse de su hermano, olvidándose de sus obligaciones y el como Apotropeo debía ocuparse de ese problema.

Una sonrisa de satisfacción se dibujó en Santorini al ver a Milo entrar a la única puerta abierta, la biblioteca, si sus cálculos eran correctos el tercer piquete podría ser el que necesitaba para culminar con todo sus planeamiento y que el ejecutor seria  ni más ni menos que el mismo Céline.

Milo entro a la única puerta que estaba abierta a una especie de biblioteca, se adentró esperando encontrar a alguien que lo guiara para los demás, después de todo, toda biblioteca tiene bibliotecario o un encargado. Vio entonces un escritorio y se preguntó si abrirá algo allí, quizás el encargado había dejado algo, encontrando una carpeta de color marrón.  Observo que no hubiera nadie, al menos si husmeaba un poco nadie se daría cuenta. Abrió la carpeta con toda calma al ver que nadie lo estaba observando y ya en la primera página noto de quien era aquella ficha.

-Camus- exclamo mirando una fotografía anexa, quizás tomada cuando este tenía catorce años, y no era la única fotografía, en la primer página había la de un bebé  y varias fotografías sueltas, del mismo niño, pero manteniendo un orden cronológico, siendo la última de un infante en un parque- Por Athena- exclamo tomando la carpeta- Sera que esto es lo que Céline estaba buscando para mostrarle a Camus- leyó las primeras páginas y noto que había cosas que claramente Camus podría leer y no lo pondrían mal, cosas importantes que Camus quería saber, disipar dudas, por lo que decidio llevarle aquello.

-¿Encontraste a Hyoga?- pregunto Camus sonriendo, esperando que Milo no entrara solo, pero vio a Milo entrar con una carpeta marrón.

-No, pero creo que tu amigo encontró lo que querías saber- respondió sentándose a su lado- ¿Lo leemos juntos?

-¿Qué es?- pregunto viéndolo curioso.

-Esto tiene cosas tuyas- respondo abriendo la carpeta- mira, aquí estas tú en Siberia.

-Sí, soy yo- respondiendo viendo la imagen, una fotografía de el con quizas catorce años.

-Nombre, Camus- leyó sonriendo el de escorpio- Fecha de Nacimiento, Febrero Siete, Lugar de Nacimiento, Hospital Saint Bernard, Paris, Francia.

-¿Cómo se llamaba ese lugar donde estuvimos?- pregunto mirando aquella información.

-Déjame ver- leyó- Era un Sanatorio, mira, Nombre de la Madre, Marie, Trabajo, enfermera del Sanatorio para Tuberculosis Señora de la Clemencia por casi veinte años, tu madre se llamaba Marie…pagina 14- paso las páginas que vio encontrando un certifico de defunción- Causa de Defunción, Asfixia por aspiración sanguínea masiva, producida por hemorragia pulmonar, desarrollo de cavernas por destrucción de tejido pulmonar…

-Mi madre estaba muy enferma- acoto cabizbajo

-Tu abuelo materno falleció también por lo mismo, a la edad de cincuenta y ocho años- Continuo pasando la página, encontrando otro certificado de defunción- tu abuela falleció a la edad de cuarenta y dos años, tu madre tenía treinta y  dos años al fallecer- continuo leyendo- se le declaro tuberculosis…treinta años…- comenzó a hacer cuentas- cuando naciste tu madre ya estaba enferma…

-Yo enferme a mi madre- aclaro sorprendido.

-No creo, quizás tu madre se cuidó mientras te esperaba, para que tu pudieras vivir, mírate, eres muy sano, más sano que el hombre más viejo del mundo, tu madre quería que vivieras y asi lo hiciste- acoto abrazándolo- te convertiste en un hombre hecho y derecho, uno de los más fuertes santos de atenea, tu madre debe estar orgullosa de ti, mirándote, dándote su bendición ¿Crees que me quiera?

-Eso espero- sonrió-  También eres un hombre maravilloso… ¿Cómo le explico a Hyoga que si tengo una madre que extrañar como él?

-No le digas- sonrió con picardía- al igual que la madre del cisne, tu madre quería que vivieras y eso debes hacer, disfrutar tu vida a mi lado.

-Al lado de Isaac y Hyoga también- acoto mirando a su alumno dormir.

-Ellos van a hacer su vida, dejaran solo a su maravilloso maestro y me te dejaran solo, en cambio yo nunca te dejare solo…aunque tenemos que ver qué hacer con cierto hipócrita.

-¿Céline? El me dejara ir cuando me recupere.

-No lo creo, no lo creo, el farsante parece de los tipos esos que no te dejaran en paz nunca-respondió- ¿seguimos leyendo? Hay muchas cosas aquí…tu sueño, tu madre te dejo en una iglesia, como tu sueño.

-Era muy pequeño…entonces mi sueño es real ¿y el niño del sueño? ¿El reloj?

-Quizás el reloj significa algo, algo que ver con tiempo, como las doce horas, cuando se prendía el reloj significaba que había un tiempo límite de doce horas…

-No recuerdo que el reloj estuviera abierto marcando una hora- comento pensante.

-Tengo una teoría, quizás ese reloj marcaba el tiempo que tardarías en recuperarte, ¿ha vuelto a aparecer en tus sueños?

-Todos los días…a veces lo tengo yo, otras ese niño- respondió- pero nunca he visto el rostro del niño.

-Isaac y Hyoga han de ser esos niños, como ambos son tus discípulos…

-Milo…estas en medio de algo que yo he creado, atado a mí, como Hyoga e Isaac…

-No digas eso, no digas eso- le interrumpió- no estoy atado a ti, quiero estar contigo, no derrames lágrimas y dile a tu alma que deje de llorar que sé que también está llorando- reclamo-no me gustan tus lágrimas de sangre, el llanto de tu alma.

-No quiero esto para ustedes…no quiero- respondió abrazándolo, ocultando su llanto- ya he pasado por un tormento de mi corazón antes, las doce horas que me dio Hades, pero estuve solo, quería sufrir yo, no tener a nadie atado a mí, dímelo ¿acaso no es un castigo todo esto?

-Para mí no- respondió abrazándolo- para mí, estar a tu lado, es la mayor de los privilegios, una bendición divina, sí señor, te daré cinco segundos para que dejes de llorar… ¿quieres que despierte a Isaac? Si lo despertare, eso va sacarte una hermosa sonrisa…a ver, despierta holgazán, vamos.

Milo, ante una sonrisa de aprobación de Camus se levantó de la cama y comenzó a sacudir con sutileza al General de Poseidón, quien respiraba tranquilamente, y no dejo de sacudirlo hasta que este abrió su único ojo con lentitud.

-Isaac- sonrió Camus- Isaac.

-Ya era hora, llevas durmiendo mucho, muchacho…

-¿Quién eres?- pregunto casi en susurro el peliverde.

-Yo soy el gran…Rey escorpión.

-Milo de escorpio- le interrumpió Camus- Isaac ¿estás bien?

-Maestro Camus- sonrió al escucharlo- Está vivo….me dijeron que había muerto, que Hyoga lo asesino…

-Estamos aquí, no somos fantasma, ni espectros…no lo eres- acoto Milo mirando a Camus- repite después de mí, eres un santo dorado.

-Milo, no es necesario, no soy un niño de primaria…Isaac, un guerrero de Asclepio nos ha traído aquí, no temas, no pasara nada, él es buena persona.

-Es hipócrita, idiota, altanero, es un mafioso, pero es buen hombre dentro de todo- continuo Milo- Bien, ya se despertó tu querido discípulo, nada de llanto, y va para los dos, ahora Camus sigamos leyendo tu expediente- acoto tomando el archivo- Vacunas a la fecha del documento, todas.

-¿Qué leen maestro?- Pregunto Isaac mirando a su maestro.

-Es un archivo que Milo encontró con cosas mías- explicco.

-Veamos, mira, hay fragmentos de diarios- continuo Milo- saliste en las noticias Camusfuiste famoso-comenzó a leer el titulo- Investigación de negligencia en el Sanatorio para tuberculosis- paso otra página, al ver el rostro de incógnita de Camus- Sentencias por homicidios en el Sanatorio debido a negligencia medicas...

-Debieron adosarlo por mi madre, que fue enfermera- exclamo Camus al escuchar.

Milo sigio leyendo rápidamente cada toda, todas hablaban de lo mismo, la neglencia medica ocurrida en aquel sanatorio para enfermos de tuberculosis, busco el nombre de la madre del santo de Acuario, sin encontrarlo, pero en todos y cada uno había un nombre en particular que se repetía, el de un doctor.

-Milo ¿Qué pasa?- pregunto el francés mirándolo.

-No nombran a tu madre…nombran a un doctor.

-¿Un doctor?- pregunto Isaac- ¿Qué tiene que ver?

-El peso que cargan- comento Milo siguiendo leyendo recordando las palabras de Céline- El Sanatorio, tu madre y tu abuelo…

-Milo…Milo… ¿Qué dices?- pregunto sin entender- Milo….

-Por Athena…es verdad, no pensé que lo fuera, pensé que exageraba, que me engañaba, pero dijo la verdad- exclamo sorprendido, dejando el diario sobre Camus y lo abrazo.

-Milo ¿Qué te dijo? ¿Qué me ocultas? Dímelo, te lo exigo…

-Tiene que ver con ese algo por lo que te dejarías morir, te lo diré- respondió tomando los diarios- todavía no, no sé cómo reacciones, prefiero que estés más fuerte.

-Milo, dímelo- tomo el diario violentamente- tengo derecho a saber, es sobre mí, debo saber.

-No, no puedes saber aún, estas débil, no voy a correr riesgos- exclamo sintiendo como si le clavara un puñal al santo de acuario, quien comenzó a forcejear por los diarios.

La puerta se abrió en medio de la pelea de los dos santos, esta vez no entraron los Apotropeos ni nadie más, eran ni más ni menos que el resto de los santos de bronce y los de oro que estaban en recuperación en aquel recinto.

-Milo, te exijo que me lo digas- Ordeno el santo dorado alterado- Milo dímelo.

-Milo ¿Qué ocurre?- pregunto la pelimorada- ¿Qué pasa? ¿Por qué Camus esta así?

-No puedo, Atenea, me da gusto verla, pero le aseguro que es por su bien, no puede saberlo, no aun.

-No voy a suicidarme Milo, pero dímelo de una vez.

-Milo, mi maestro no se dejara morir- acoto Hyoga- ¿Qué es lo que dicen esos pedazos de papel?

-Vamos dilo de una vez bicho- asintió Aioria entrando y tras de él cerraron la puerta del cuarto.

Milo dio un largo suspiro, antes de continuar, volvió a tomar aquellas hojas de diario mientras miraba al resto acercarse y sentarse alrededor de las dos camas, Hyoga junto a su maestro, volvió a suspirar- Camus, Céline me dijo que cargas con un peso enorme, que tiene que ver con el sanatorio abandonado donde estuvimos el día que escapamos- exclamo, evadiendo la verdadera relación con Céline- tu estas conectado a él…es solo suposición, pero…si tienen esto, es por algo…los certificados de defunción dice que tu abuelo falleció en ese sanatorio y tu madre lo hizo años después, tras contraer la enfermedad, en todos los artículos se nombra a este médico, como el culpable de las negligencias y muertes- señalo una fotografía en blanco y negro- En la última noticia de él…el último recorte…habla de tu madre y está en policías…contra ese doctor…- se silenció en ese momento, no sabía como continuar, como explicarlo todo.

-Milo ¿Por qué callas?- exclamo sin entender el de Acuario, sin poder unir todo lo que estaba enterándose en una historia coherente.

-¿Qué dijo Céline exactamente?- pregunto Saori comenzando a unir la historia.

-El peso que lleva Camus es por sangre…un peso que este hombre te trasfirió-dijo serrando sus ojos señalando la fotografía del diario- Si ese doctor asesino a los enfermos de tuberculosis del sanatorio, el moustro que lideraba el sanatorio lleva tu sangre.

-¿Qué?- exclamo sorprendido- Milo es pura especulación, no puede ser…no puede ser.

Hyoga tomo los diarios con gran asombro, no creía todo lo que escuchaba, las especulaciones del santo de escorpio y al leer cada noticia, por más que estuviera escrita en francés, lo que todas tenían en común, muertes, un hombre, el nombre de aquel médico y luego un vacío, la razón del cierre del  afamado sanatorio y un número, quinientos ochenta y siete.

-Un vínculo de sangre…el pasado es un puñal, una herida que ahora llevarías en tus espaldas.

-Pero mi maestro no es un asesino- aclaro Hyoga- es el un santo ejemplar Milo, el pasado debe quedar atrás…

-Mi abuelo murió por complicaciones de la enfermedad- bajo la mirada el de acuario- mi madre contrajo la enfermedad en el mismo lugar…es por eso que Hades me elijo, soy el hombre perfecto para traicionar…hijo de un asesino.

-No Camus, no digas eso- le tomo las manos  Milo- eres un hombre bueno, maravilloso, es especulación, si es verdad…si es real, tu llevas esa sangre, pero no eres nada de ese hombre, tu madre queria que vivieras, viviste, te volviste un gran santo dorado, tienes dos alumnos maravillosos…

-Es verdad, es verdad- exclamo intentando no llorar- Llevo una carga…muertes en mis espaldas, de personas que querían vivir y que un hombre no se los permitio, eso no me hace mejor que Death Mask.

-Camus- exclamo acongojado Milo.

-Camus, aquí estamos todos- lo abrazo Mu- no estás solo y nunca permitiremos que lo estés.

-Perdónenme…perdónenme- exclamo partiendo en llanto, recordando los fantasma que sabía que había en aquel sanatorio, un niño y un hombre, y el cargaba con el estigma de sus muertes, no por ser el medico asesino, el negligente, sino por ser el.

Continuara 

Notas finales:

Una aclaracion: Por alguna razon, mientras escribia mi puse a escuchar Requiem For a Dream de Mozart, un poco tetrico de mi parte, pero creo que me ayudo a poner a escribir, asi que si hay partes que les resulten tetricas ya saben porque.

Si notan errores de ortografia, cosas que no les parece bien, errores de continudad, se que tengo no me mientan XD, Criticas, si les gusto o no, todo en el cuadradito de abajo a su derecha, un Rewiev, no tardan mas que unos pocos segundos en escribirlo y en pocos segundos me sacan una sonrisa al leerlo :)

Nos leemos pronto


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