Habían pasado aproximadamente dos horas desde que había salido en busca de Akashi. Murasakibara le marcaba por teléfono, pero este no contestaba. Suspiro, yendo directo a su casa.
-Bienvenido - Hiyori lo saludo cuando este entro a la casa, pero la ignoro, y subió a su habitación.
Cerró la puerta y se acostó en su cama boca arriba mirando al techo y con su mente llena de pensamientos sobre el pelirrojo, lentamente se quedó dormido. Despertó alrededor de un par de horas después, gracias al sonido de su celular, tomo rápidamente este con las manos contestando en seguida.
-¡Akachin! - sonó desesperado.
-Murasakibara-kun - respondieron, los músculos de Murasakibara se relajaron un poco.
-Oh, eres tú Kurochin - su tono de voz solo expresaba decepción y esperanza muerta.- Por un momento creí que eras Akachin.
-¿Sigues buscándolo?
- No, una vez que salí del restaurante no logre encontrarlo, así que vine a mi casa, después intente llamarlo por teléfono, pero no me contesta.
-Necesita tiempo, de seguro Akashi-kun te contestara pronto, estoy seguro de ello.
-¿Enserio, Kurochin?- La esperanza de Murasakibara comenzaba a revivir dentro de él gracias a las palabras de Kuroko.
-Sí, después de todo, Akashi-kun es del tipo de persona que actúa conforme a sus sentimientos, él estaba enojado, y por eso actuó así.
-Tienes razón Kurochin - decía infantil el peli morado. - Lo llamare de nuevo, si no me contesta iré a su casa.
-Murasakibara-kun - la voz del peli celeste sonó seria. - ¿Qué harás respecto con lo de Furihata-kun?
-¿Qué hare?
-Sí, no creo que Furihata-kun se quede tranquilo. Para decir verdad, nunca lo habíamos visto así, nos sorprendió.
- Pero le dije que lo aplastaría si hacia algo...
-Lo sé, pero, después de que tú saliste a buscar a Akashi-kun, él también salió a hacer lo mismo.
-¿Y él lo encontró?
- No lo sé. No le he contactado.
-Kurochin,¿Podrías llamarlo?.
-... - se formó un largo silencio atreves de la línea- Claro.
-Gracias, Kurochin- colgó inmediatamente.
Salió de si habitación y bajando rápidamente las escaleras salió de su casa. Corrió hasta la avenida principal, haciéndole una señal a un Taxi y este deteniéndose para que el subiera, fue rumbo a la casa de Akashi. Una vez llegando a la casa del pelirrojo bajo del Taxi, corriendo hasta la puerta que aquella mansión, pero se detuvo tan pronto vio aquella escena. Aquel chico, Furihata, estaba adelante de la puerta de la casa de Akashi con el pelirrojo mirándolo, parecían discutir por algo, o al menos, esa idea le daban a él, Murasakibara se acercó un poco para oír la conversación, tratando de no ser visto por alguno de los dos.
-...Por favor, Se mi novio- decía desesperado el castaño.
-Que desvergonzado eres - al contrario que el castaño, Akashi hablaba con claridad y sin expresiones.
-Solo necesito una oportunidad - insistía Furihata.
-Ni siquiera nos conocemos, deja de decir tonterías.
Era cierto, Akashi y él prácticamente eran desconocidos, Furihata estaba consciente de ello, pero También, ¿Cómo explicar una situación que ni él mismo entendía?. No sabía por qué le gustaba Akashi, y probablemente nunca lo iba a saber, lo único por lo cual podía guiarse era por sus sentimientos que pedían la atención del pelirrojo a gritos.
-Lo entiendo, pero aun así, mi cuerpo me pide atención tuya. Lo repetiré las veces que sean necesarias, Me gustas.
Akashi gruño, ¿Cómo podía ser tan testarudo?, realmente debía de haber algo malo con él.
- Mis órdenes son absolutas, si te dije que te largues debes hacerlo, Ahora vete.
Furihata comenzaba a entrar en pánico, un si estaba enamorado de Akashi este seguía intimidándole.
-Por favor - fue lo único que pudo pronunciar apenas un hilo de voz.
Murasakibara también comenzaba a molestarle la actitud del castaño ¿Acaso no entendía un simple "vete"?, estaba a punto de intervenir en la escena, pero paro cuando escucho la respuesta del pelirrojo.
-Está bien - respondió Akashi ya fastidiado.
- ¿Te parece que tengamos una cita ahora? - preguntaba Furihata con una sonrisa en sus labios.
-Mientras más rápido mejor.
Murazakibra salió de su escondite, quedando a la vista de Akashi y Furihata.
-Akachin - Murasakibara tenía la vista baja mientras se acercaba al pelirrojo.
-¿Qué haces aquí? Atsushi.
-Akachin, no contestabas el celular, así que vine a verte.
- Se le acabo la batería.
Murasakibara miro fijamente al menor sorprendido.
-Pensé que estabas enojado conmigo.
-Sí, lo estaba, así que vine a casa caminando, cuando llegue iba a ponerlo a cargar, pero Kouki llego y no pude hacerlo.
Inmediatamente Murasakibara miro a Furihata con odio, y este le devolvió la mirada del mismo modo ¿Desde cuándo el castaño había sacado tanto coraje?, primero en el restaurante y luego ahora, le sorprendía al peli morado que siguiera tras Akashi después de haberlo amenazado, normalmente todos los pretendientes del pelirrojo salían corriendo después de ver a Murasakibara, ¿Por qué Furihata no lo hacía?.
Por otro lado también le sorprendía a Furihata todo el valor que había tomado, pero, es que simplemente sentía que no podía darse por vencido, quería a Akashi para él, aun si eso significaba tener que pasar por la generación de los milagros para que él fuera suyo.
- Vamos por dulces Akachin - Murasakibara trataba de evitar que Akashi saliera con Furihata.
-Ahora tengo algo que hacer Atsushi, Tal vez mañana.
-¿algo que hacer?- Murasakibara actuaba más infantil e inocente de lo normal.
- Él va a salir conmigo - intervino Furihata.
-¿Contigo? - el tono de voz inocente del más alto contenía algo de burla.
-Sí Atsushi, con él.
El rostro de Murasakibara inmediatamente cambio a una expresión de enojo mientras miraba a Akashi.
-¿Porque?- su voz ahora no contenía burla o inocencia, ni era infantil, al contrario, era demasiado seria y ruda. Akashi se quedó en silencio, mientras Furihata comenzaba a asustarse. -¿él te gusta Akachin?
-No...- Akashi no pudo terminar su oración sin que antes lo interrumpieran.
-Y si no te gusta ¿porque vas a salir con él?, deberías salir conmigo, Yo te gusto ¿Cierto?.
-Nunca dije que tú me gustaras Atsushi.
-Si no te gustara no te habrías acostado conmigo.- la mirada de Murasakibara se había vuelto realmente oscura - Si no te gustara, Akachin, me hubieras apartado, no hubieras dejado que te tocara. Murasakibara se acercó a Akashi tomándole brazo.
-Suéltame Atsushi.
-Lo hare si le dices a él que se valla.
-¡Suéltame Atsushi! - gritó Akashi, tenía que admitir que la actitud actual de Murasakibara le asustaba un poco. Murasakibara miro a Akashi volviendo a su expresión infantil de siempre, soltó lentamente el brazo de Akashi mientras hacia un pequeño puchero, como si fuese un niño pequeño recién regañado por hacer alguna mala broma.
-Lo siento, Akachin - dicho eso se dio la vuelta y empezó a caminar, dejando a un Akashi y Furihata perplejos.
-Akashi... - Furihata trataba de volver a poner el orden a la escena.
-Sigamos con lo nuestro - intervino Akashi, cortando la oración de Furihata.
- ¡Oh, Si! , me alegra que hallas aceptado salir con...
- No te equivoques- lo interrumpió de nuevo Akashi- Si acepte a hacerlo es porque quiero terminar con esto pronto. Te aseguro que en cuanto termine el día, cambiaras tu opinión sobre lo que dices sentir.
-Yo no creo que sea así... - ¿No? -obtuvo un gesto negativo por parte de Furihata
- Yo me asegurare de que así sea.
Comenzaron a caminar en silencio, incluso, cuando Furihata paro un taxi para que los llevase a la plaza y el recorrido hasta esta se mantuvo en silencio. Furihata intentaba hacerle algún tema de conversación a Akashi, pero este no parecía participativo en ellas, solo daba respuestas rápidas y frías, un simple "Si" y un "No" e incluso un "Porque yo lo digo" cuando Furihata se animaba a preguntarle algunas cosas.
Llegando a la plaza decidieron entrar al cine, compraron las entradas y compraron una que otra golosina, una vez adentro tomaron asiento hasta arriba de la sala. La película comenzó normal, era una película de terror, por lo que algunas veces una que otra persona en la mitad de la sala gritaba por las escenas, para ser honesto Furihata esperaba que Akashi también se asustara de vez en cuando, pero el pelirrojo no lo hacía, parecía disfrutar mucho de esas escenas, siendo tanto que hasta reía en alguna de ellas. Así pasaron los primeros treinta minutos de la película, hasta que Akashi sintió la mirada de Furihata aún más penetrante que a la de los últimos treinta minutos anteriores.
-¿Acaso tengo algo?- pregunto ya fastidiado el pelirrojo.
-No, es solo que...- Akashi veía como Furihata se acercaba cada vez más a él, sintiendo como la mano del castaño se posaba sobre su mejilla.
-Detente - ordenó el pelirrojo pero el castaño seguía acercando su rostro al de él. - ¡He dicho que...! - Furihata callo su oración con un beso.
-Si gritas de esa forma todo el mundo va a oírte. Sería malo que encontraran al heredero de la familia Akashi en una situación comprometedora ¿no es así?.
- Pero que vulgar eres. Vas a parar justo ahora o si no...
-¿O si no que?
Furihata tomo los brazos de Akashi con fuerza poniéndolos encima de su cabeza. Akashi forcejeaba con todas sus fuerzas, pero no lograba mucho, Furihata era más fuerte de lo que parecía. No tenía opción, tendría que usarlo.
- Creo que puedo adivinar lo que estás pensando - Furihata quito la bufanda que rodeaba su cuello y con ella tapo los ojos del pelirrojo - Así no podrás usarlos.
Furihata beso el cuello de Akashi, mientras este peleaba por mantenerse libre, el castaño besaba sus labios, sus mejillas, bajaba por su cuello y desbrochaba los botones de su camisa.
-Detente - Akashi comenzaba a llorar de frustración, le molestaba el no poder hacer nada, el no poder ser absoluto, le asustaba el ser sumiso, y la mejor forma que encontraba para desquitarse era llorando, siempre se desquitaba así, pero esta era la primera vez que lo hacía en frente de alguien.
Sentía como Furihata besaba cada parte de su pecho, como con su mano ponía presión sobre su entrepierna, masajeando por encima de su pantalón, sintió como lamia las lágrimas que se deslizaban por su mejilla. Y sobre todo sintió como el castaño lo levanto solo un poco para quitarle de un jalón brusco el pantalón para después apretar su trasero entre sus manos, masajeándolo mientras le dejaba marcas con sus besos en el cuello.
-De-Detente - pedía sumiso mientras su llanto incrementaba. -A-Atsushi...
- Él no vendrá a salvarte esta vez - le dijo Furihata al oído - Esta vez serás mío. Ahora abre la boca.
Akashi no la abrió, era demasiado humillante su situación actual como para seguir las órdenes de alguien.
-Dije que la abrieras - Furihata metió a la fuerza sus dedos en la boca de Akashi, lubricándolos con la saliva del pelirrojo. Akashi por otra parte se sentía asqueado, asqueado de Furihata, pero sobre todo, se sentía asqueado de sí mismo. Furihata saco sus dedos de la boca de Akashi, llevándolo directamente a su entrada, penetrándola con uno de ellos, haciendo movimientos con su dedo ya adentro.
-A-Atsushi... -llamaba el pelirrojo.
-No digas su nombre - dijo enojado el castaño metiendo otro dedo en la entrada de Akashi.
-Atsushi...
-Ya te divertiste demasiado.
Furihata paro de inmediato y soltó a Akashi para después voltear a un lado suyo donde se encontró con Murasakibara, quien inmediatamente lo envió al suelo de un golpe en la cara. Akashi se quedó quieto en su lugar sin decir nada.
-Le hiciste daño a Akachin - decía mientras levantaba al castaño como si fuese un simple juguete - No lo perdonare - Murasakibara volvió a enviar a Furihata al suelo haciendo ruido en la sala que para su mala suerte tanto la película como los espectadores estaban en su volumen bajo, por lo que todos voltearon directamente a ver la escena.
-¿Una pelea?, ¿Enserio? - la sala se llenó de murmureos y gritos que apoyaban a Murasakibara el cual estaba encima de Furihata apretándole el cuello con fuerza, totalmente cegado por la ira.
-Atsushi- llamo Akashi, haciendo que este voltease a verlo, Furihata aprovecho el descuido del peli morado para regresarle el golpe en el rostro, provocando que Murasakibara se tambaleara un poco.
- Sácame de aquí, Atsushi - pedía Akashi casi en susurros.
-Claro que si, Akachin - dijo con una mirada dulce el más alto. -Solo espera un poco más.
Murasakibara fue directo hacia donde Furihata, dándole un golpe en el estómago, Furihata callo en el suelo sintiendo como Murasakibara golpeaba su cuerpo una y otra vez sin que parara en ningún momento de hacerlo con fuerza, sintió como iba perdiendo la conciencia poco a poco, sin antes oír de los labios del más alto.
-No te vuelvas a acercar a Akachi, por que no será al hospital donde des a parar.
Y con el último golpe en el rostro Furihata se desmayó. Murasakibara miro por un momento el cuerpo inmóvil de Furihata en el suelo, y escucho los murmureos de la gente asustada, ignorando todo aquello se quitó su chamarra y se la puso al pelirrojo en la cabeza, ocultando su cara, lo cargo en brazos y salió de la sala, dejando solo a un Furihata inconsciente y a toda una sala de cine asustada.
Una vez fuera de la plaza Murasakibara le quito la bufanda de los ojos al pelirrojo, mostrando a un Akashi con los ojos todavía llorosos. Akashi se recargo en el pecho del más grande, tapándose aún más con la chamarra que este le había dado, Murasakibara sonrió, y siguió caminando directamente a su casa, sabía que el pelirrojo tenía que pensar muchas cosas, lo conocía, y sabía que si tomaba un taxi o algo por el estilo no le iba a dar el tiempo necesario, por lo que al final decidió caminar.
El camino transcurrió en silencio, la única conversación que se oyó fue cuando Murasakibara le hablo por teléfono a Kuroko, para informarle el estado en el cual había dejado a Furihata en el cine, después de ahí todo volvió a su silencio inicial.
Después de un tiempo llegaron a la casa del más alto, subiendo directamente a su recamara, puso al más pequeño con delicadeza en su cama, se arrodillo en frente de él y lo miro fijamente con dulzura, Akashi igual lo miro sin decir nada, Murasakibara rio ante eso y abrazo a Akashi, normalmente Akashi separaría a Murasakibara, y el peli morado estaba preparado para ello, pero se sorprendió al sentir que su abrazo era correspondido.
Se abrasaron sin separarse ni un momento, aunque Akashi intentara hacerse el fuerte de siempre Murasakibara podía sentir que temblaba un poco atreves del abrazo. Tomo el rostro de Akashi entre sus manos haciendo que el pelirrojo lo mirara fijamente. Se acercó lentamente a su rostro y poso sus labios sobre los de Akashi. Estuvieron por un momento allí besándose, Murasakibara acostó completamente a Akashi en la cama.
-Quitare las marcas que él dejo en ti - decía mientras tocaba las marcas en el cuello del más pequeño. Akashi se mordió un labio, de tan solo recordar como había sido humillado le daba tanta rabia que le causaba el llanto, si tan solo le hubiera hecho caso a Atsushi eso no hubiera pasado, Akashi pensaba eso, pero no lo decía, Se sentía asqueado de sí mismo, no podía resistir sentir las atenciones que Furihata le había dado a su piel, no lo resistía.
Se abalanzó sobre Murasakibara besando sus labios, siendo correspondido al instante, el peli morado comenzaba a acariciar el cuerpo de Akashi por encima de la ropa, haciendo suspirar al más pequeño. No paso mucho para que metiera sus manos por debajo de su camisa. Ardía, aquellas partes donde Atsushi le tocaba quemaban, dándole un placer inigualable. Sin dejar se besarse Murasakibara intentaba desabrochar torpemente los botones de la camisa de Akashi, fallando en cada uno de sus intentos, terminando jalándola provocando que esta se rompiera. Akashi quito la playera de Murasakibara de un jalón y llevo sus manos por todo el largo de su torso, tocando cada vez más piel, teniendo cada vez más placer.
Bajaron hambrientos igualmente sus pantalones deseando poder tocar más del contrario. Murasakibara acostó a Akashi en la cama, y este puso sus brazos a los lados de la cabeza de Akashi, haciendo fuerza con ellos para no caer completamente sobre el pelirrojo. Atsushi volvió a besar a Akashi mientras subía y bajaba su pelvis haciendo que sus entrepiernas chocaran, provocando espasmos, llevo una de sus manos al pecho del pequeño, empezando a jugar con uno de sus pezones entre sus grandes dedos, Akashi jadeo, totalmente lo estaba disfrutando, y eso hacía que su ropa interior cada vez apretara más. Metió su mano dentro de la topa interior de Atsushi, masajeando su miembro ya excitado, mordió el labio del peli morado antes de separarse.
Murasakibara estiro su mano hasta el pequeño mueble que está a un lado de su cama sacando se su primer cajón un frasco color rojo, quito rápidamente la ropa interior de Akashi e inmediatamente separo sus piernas, se lamio los labios al ver tal escena, un pelirrojo sonrojado, con los ojos llorosos y totalmente excitado, ¿ Cómo es que aun en ese estado tenga la misma presencia absolutista de siempre?. Destapo el frasco esparciendo un poco del líquido en la entrada de Akashi para luego esparcirlo hacia adentro de él, Akashi gemía mientras Murasakibara metía lentamente sus dedos en él, preparándolo, haciendo círculos. Akashi arqueo la espalda y soltó un gemido fuerte.
-Aquí esta- dijo Murasakibara mientras seguía tocando aquel punto que llenaba de placer al pelirrojo. Akashi no podía contener su voz ¿ Cómo es que tan solo con sus dedos haya podido encontrar aquel punto?. Atsushi saco sus dedos, abrió un poco más las piernas de Akashi, alzándolas un poco, teniendo una mejor vista de la mayoría de su cuerpo, se acomodó entre las piernas de Akashi, tomo su miembro ya erecto y lo acerco lentamente a la entrada de Akashi metiéndolo poco a poco.
Akashi mordía su labio, era cierto que le dolía, pero también le gustaba, estaba dispuesto a soportar un poco de dolor por Murasakibara. Una vez que Murasakibara entro en Akashi, paro un momento, para que este se acostumbrara. Siguió cuando Akashi comenzó a mover su cadera pidiendo la atención del más grande. Murasakibara ya estaba impaciente, y sin rodeos fue directamente hacia a aquel punto que tanto enloquecía a Akashi.
-A-Atsushi- gemía Akashi entre su nombre, realmente le enloquecía tanto, al punto de llegar a terminar con tan solo las primeras embestidas de Murasakibara.
-Akachin...- Murasakibara tomo la entrepierna de Akashi entre su mano comenzando a masturbarlo mientras seguía embistiendo provocando que el miembro de Akashi volviera a estar erecto.
Murasakibara se sentó cargando a Akashi, bajándolo y subiéndolo, como si él fuera un juguete, como si no pesara realmente nada, logrando un poco de más profundidad a sus embestidas que daban justamente en aquel punto que amaba tanto.
No paso mucho tiempo para que Murasakibara necesitara aumentar la velocidad de sus embestidas, rápidamente puso a Akashi boca abajo en la cama y el arrodillado enfrente de ella. Comenzó a hacer sus embestidas más rápidas y profundas, jadeando de vez en cuando mientras Akashi no podía contener su voz estando totalmente cegado por el placer soltó su ultimo gemido para después terminar entre la cama y su pecho.
Por otra parte Atsushi necesito otro par de embestidas más para poder terminar dentro del pelirrojo. Salió de su interior lentamente viendo como su semen salía poco a poco de la entrada del más pequeño, sonrió para sí mismo acostándose en la cama, a un lado de Akashi admirándolo como si fuese la única persona para él. Y así era, seguramente nunca podría encontrar a una persona que llegara a la perfección que tenia de Akashi, por es por eso que había decidido no dejarlo ir, incluso si el pelirrojo quisiera irse un día de estos él no lo dejaría, porque Akashi es lo más importante para él, ¿Cierto?. Siempre fue así, Akashi fue el motivo por los cuales soporto todos esos duros partidos y entrenamientos en Teiko, Akashi es el motivo por lo cual soporta todos los entrenamientos y partidos ahora en Yosen. Porque para él, el que Akashi pueda verlo ganar partido tras partido era lo mejor que pudiera tener, el tan solo las palabras " Muy bien hecho Atsushi" que le dedicaba cada fin de partido lo motivaba a seguir. Y ahora el que él pueda hacerle el amor significaba que Akashi también tenía sentimientos por el ¿no es así?.
-¿Qué piensas Atsushi?- escucho la voz baja de Akashi quien lo miraba curioso. Murasakibara sonrió y llevo na de sus manos al cabello del pelirrojo acomodándolo un poco.
-En lo mucho que amo a Akachin -Murasakibara pudo jurar que le pareció ver un leve sonrojo en el rostro del más pequeño, sonrió por milésima vez en el día y atrajo a Akashi hacia el en un abrazo.- Nunca te dejare ir Akachin.
Akashi sonrió acomodando su cabeza en el pecho de Murasakibara.
-¿ Es una promesa? .
-Sí, una promesa que nunca romperé, porque yo, en verdad, Amo mucho a Akachin... Incluso aún más que a mis dulces. Para mi Akachin es el dulce más delicioso que he probado.
Akashi levanto su rostro y miro directamente a Murasakibara, se estiro un poco, para que sus labios llegaran hasta a los de Atsushi y así poder besarlo. Y más que en una oración de apoyo dijo más bien en una orden.
- Así será, Atsushi.