Murasakibara estaba en la plaza en la cual Kuroko le había dicho que vendría Akashi. Se metió una paleta a la boca, saboreando el sabor mientras esperaba recargado en una pared del lugar de encuentro. Saco el celular de la bolsa de su pantalón y vio la hora, 5:30 pm, eso era media hora más tarde de la acordada. Suspiro ¿Que pasaría con el sí Akashi no venía?, su mente se llenó de pensamientos negativos, empezando a entrar en pánico.
-Atsushi- una voz los saco de su sufrimiento, miro al frente, Ahí está Akashi, mirándolo inexpresivamente.
-Akachin- estaba seguro de que si el pelirrojo no hubiera llegado en los últimos cinco minutos hubiera roto en llanto.- Tardaste mucho Akachin- hiso un puchero infantil.
-Tuve un trabajo que atender, eso es todo.
-Ya veo- Se formó un silencio incómodo para Murasakibara, él sabía que Akashi estaba más que enojado con él, lo sabía perfectamente, y eso hacía que tuviera nervios que no había sentido hasta ahora. -Akachin, Hay un parque de diversiones a unas cuantas cuadras de aquí, ¿Quieres ir? - pregunto emocionado el peli morado, para ser sinceros hace un tiempo que quería ir a ese parque, pero no había tenido la oportunidad, así que, ¿Por qué no aprovecharla ahora?.
-Claro - respondió cortante Akashi.
Los dos se dirigieron caminando hacia el parque de diversiones en silencio, con el sonido de las conversaciones de otras personas y el ruido que hacia Murasakibara al comer sus dulces.
-¿Akachin sigue enojado conmigo?- era bastante obvia la respuesta. Pero Murasakibara sentía que tenía que escucharla de los propios labios de Akashi.
-Si no fuera por Tetsuya, Tendrías prohibido hablarme, -negó con la cabeza- no, tendrías prohibido hasta el pensar en algo que me incluya en por lo mínimo una semana.
Murasakibara agacho la mirada triste que tenía, si ya sabía la respuesta entonces ¿por qué le dolía tanto?. No le agradaba que "su Akachin" estuviera enojado con él, así que se prometió que haría todo para reconciliarse con el más pequeño.
-No quiero - tomo a Akashi de la mano, atrayéndolo hacia él, envolviéndolo en un abrazo - No quiero que Akachin este enojado conmigo. No lo soporto.
-Suéltame Atsushi - Akashi empezaba a entrar en pánico, aquel abrazo se sentía tan bien que no lograba articular algún pensamiento coherente, aunque le costara admitirlo, lo único que lograba pensar era el deseo de que Murasakibara jamás lo soltase.
-No, no soltare a Akachin - con esas palabras el rostro del más pequeño se tornó de un sonrojo apenas visible. - Hoy hare a Akachin muy feliz, para que pueda perdonarme por lo de ayer.
Akashi no dijo nada, solo se separó del más grande para seguir caminado. Murasakibara se separó de Akashi, una vez llegando a la entrada del parque, para comprar las entradas.
-Akachin, subamos a esa montaña rusa - decía infantilmente mientras jalaba al otro del brazo.
-¿Montaña Rusa? - Akashi mentiría si dijera abiertamente que si quería subir al juego. Para ser honestos no le gustaban para nada.
-Sí, he querido subir a la montaña rusa desde hace un tiempo, pero nadie quiere acompañarme -Murasakibara le abrió paso a Akashi, para que este pudiera subir al juego - Así que pensé que sería genial subir con Akachin, ya que él no le tiene miedo a nada.
Akashi trago saliva, ¿Cómo echarse para atrás después de escuchar aquello?. Subió dudoso al juego, seguido de Murasakibara. El encargado del juego llego hasta sus asientos para revisar que sus chalecos estuvieran bien puestos, eso era mucho, los nervios de Akashi estaban al cien, Odiaba las montañas rusas, miro a Murasakibara, se le veía realmente feliz, seguramente a él le encantaban esas cosas, pero a él no. Estaba a punto de mandar al diablo a Murasakibara y decirle al encargado que lo bajara de ahí. Pero el juego empezó a andar.
-"Por favor durante el recorrido no saque las manos hacia los lados. Ni suelte su chaleco y cinturón de seguridad. Esperamos y disfrute el recorrido"
Se podían oír como las demás personas animaban al juego mientras este no hacía más que subir. Estando en el clímax de aquella subida que creyó que no tendría fin, el juego bajo a toda velocidad. Los gritos de miedo de Akashi se confundían con gritos emocionados de Murasakibara y los de las demás personas. Akashi sentía como si fuese a morir en cualquier momento, lo que hizo llevar sus brazos hacia Murasakubara, como si quisiera abrazarlo, el peli morado al notar eso, tomo de las manos de Akashi. El juego llego a una curva, haciendo que Akashi sintiera que el carro se salía de los carriles, gritó ante ello. Murasakibara pensaba inocentemente que Akashi disfrutaba tanto como él. Lo que lo llevo a alzarle los brazos a Akashi, los nervios del pelirrojo subieron aún más. La montaña siguió dando subidas, bajadas y curvas que hacían al pelirrojo querer llorar. Murasakibara bajo tan fresco como una lechuga, por otro lado Akashi se veía como si hubiese estado en su peor pesadilla.
-Akachin, ¿Estas bien?, no te vez muy bien que digamos- la voz del peli morado se escuchaba más que preocupada.
-Estoy Bien Atsushi, solamente necesito un momento.
Caminaron hacia una banca y se sentaron en ella.
-Akachin, ¿no te gustan las montañas rusas?
-¿Que te hace pensar eso?
-Solo fue una idea que tuve.
Akashi suspiro. -Simplemente no me agradan mucho.
Por delante de ellos paso un niño que iba más asustado que el mismo Akashi en esos momentos, vio a la dirección por la cual había llegado este. "Casona del terror" . Akashi sonrió, aquella atracción era más de su tipo.
-Entremos allí Atsushi.
Murasakibara vio el lugar que decía Akashi. No era de su gusto.
-Akachin, yo no...
-Quiero entrar allí Atsushi.
Murasakibara solo asintió, y caminaron hacia la gran casona. Una vez adentro, Murasakibara tomo a Akashi de la mano, y así caminaron por el pasillo, llegando al primer cuarto. Todo estaba oscuro y en silencio, pero de pronto, se empezaron a oír varios susurros, Murasakibara por el miedo y los nervios se pegó más al cuerpo de Akashi. De pronto la luz de la habitación empezó a parpadear y la muñeca que estaba acostada en la cama comenzó a moverse de forma no humana mientras gritaba. Murasakibara grito mientras Akashi reía. Pasaron a las siguientes habitaciones, hasta llegar a un pasillo muy estrecho, donde apenas cabían los dos.
-Akachin - decía nervioso Murasakibara.
-Cálmate Atsushi, son puras personas y muñecas disfrazadas.
-Si Atsushi Cálmate- escucharon una vos deformada, voltearon su mirada lentamente a la dirección donde venía aquella voz, detrás de ellos encontraron a un zombi, lo demasiado realista como para asustar a Murasakibara, quien salió corriendo directamente a la salida, dejando a Akashi solo, el zombi salió corriendo detrás de Murasakibara, y Akashi salió corriendo detrás del zombi, todo un espectáculo para la gente que los veía correr alrededor de todo el parque. Murasakibara se escondió dentro de una cabina de fotos, perdiendo de vista a aquel zombi.
-Atsushi - saltó por el susto al escuchar su nombre. Pero se calmó inmediatamente al ver a Akashi.
-Akachin, perdón por salir corriendo así - Ahora que lo pensaba de seguro y se ha de haber visto muy estúpido, lo que lo hacía ponerse rojo de la vergüenza.
-No importa. Si te daba miedo solo tenías que decirlo y no entrabamos.
-Pero Akachin quería entrar. Yo quiero hacer todo lo que Akachin quiera.
Akashi lo miro y le sonrió.
- Nunca me he tomado fotos en una cabina - confesó Akashi.
-Entonces tomemos muchas fotos, y después hay que comprar muchos dulces, y podemos a ir a ver una película.
Murasakibara inserto el dinero en la cabina y esta comenzó a sacar las fotos. En todas están haciendo gestos chistosos, Excepto en las cuatro últimas. Primero salía Murasakibara Abrazando a akashi, Después fue Murasakibara acercando su rostro a Akashi, Después fue Murasakibara besando a Akashi, por ultima fue Akashi golpeando en la cabeza a Murasakibara.
-Akashichi arruinas el momento - Una vez saliendo de la cabina, se encontraron con sus ex compañeros de Teiko y con Kagami y Himuro. Se encontraban viendo las fotos que se acababan de tomar.
-Nunca pensé que Murasakibara-kun besara a Akashi-kun.
-¿Que hacen aquí? - Akashi les arrebato las fotos de las manos.
- Solo queríamos saber cómo les iba en su cita - Confeso Aomine.
- Me sorprendió ver a Murasakibarachi corriendo por un zombi.
-Y a Akashi detrás del zombi - parecía que a Kagami le había encantado aquella escena.
- Pero nada le gana a la foto de Murasakibara-kun besando a Akashi-kun - insistía Kurokoro - Me hace querer una copia.
- Yo también la quiero - dijeron todos al mismo tiempo.
-Nadie va a tener copia de nada, y les pido que nos dejen a Atsushi y a mí, solos. En otras palabras, vallase.
Todos comenzaron alejarse por el miedo, sabían que cuando su ex capitán les decía que se fueran, era porque tenían que irse.
-Atsushi, compra tus dulces y ya vámonos de aquí.
- Pero, quiero pasar más tiempo con Akachin - decía el otro casi desesperado.
- Podemos ir a otro lado.
-Akachin, mi casa está cerca de aquí, podemos rentar una película y verla.
-Claro.
Los dos se dirigieron a la salida del parque, lleno directamente a comprar los dulces de Murasakibara y allí mismo rentaron la película. Llegando a la casa de Murasakibara, inmediatamente pusieron la película. Se trataba de una infantil, ya que a Murasakibara no le agradaban mucho las de terror ya que le daban miedo, ni las de acción ya que según él eran muy ruidosas. Se sentaron en el suelo viendo la película. Akashi sintió cuando Murasakibara hiso que se recargara en su hombro, pero lo dejo pasar. Cuando menos lo sintió Murasakibara estaba totalmente pegado a él.
-Akachin- susurraba su nombre al oído, comenzando a dar pequeños besos en su oreja.
-Para, Atsushi
Apenas logro articular esas palabras.
-No Akachin, ya no puedo.
Murasakibara se posiciono arriba del pelirrojo, plantando un beso en sus labios. Era perfecto, su Akachin era perfecto, ni en sus sueños mas eróticos abrían bastado para igualarse a la realidad.
Akashi estaba a punto de golpear al más grande , "Akashichi arruinas el momento" las palabras de Kise vinieron a él ¿estaría bien seguir con esto?. Murasakibara llevo sus manos a la cintura del más pequeño, metiéndolas por debajo de su ropa, bajando sus labios a su cuello dejando besos en este, podía oír a Akashi gemir levemente. Levanto su playera, quitándola de un solo tirón, yendo directamente a besar su pecho. Lamio y mordió uno de sus pezones, mientras jugaba con el otro con sus dedos. Dando besos bajo hasta su ombligo, metiendo su lengua en este, haciendo arquear la espalda a Akashi por el placer que sentía.
Akashi alzo sus brazos débilmente y alzo la playera de Murasakibara, queriéndola quitar pero fallando en el intento, el peli morado sonrió y el mismo quito su playera, pegando su cuerpo con el de Akashi mientras volvía a besarlo en los labios. Murasakibara llevo su mano al pantalón de Akashi, desabrochando el botón que tenía este seguido del cierre, metió su mano, acariciando la entrepierna del más pequeño por encima de su ropa interior, para después quitarle por completo el pantalón junto con su ropa interior, se separó un momento del pelirrojo para verle.
Aquella vista era mejor de la que podría haber deseado. Akashi sonrojado hasta las orejas, tratando de taparse torpemente con sus brazos completamente desnudo. Murasakibara se lamio los labios, sé quito sus propios pantalones junto con ropa interior, y en seguida arrimo dos de sus dedos a la boca de Akashi, él comenzó a lamerlos completamente, metiéndoselos completos a la boca para después recorrerlos con su lengua. Murasakibara saco sus dedos de la boca de Akashi, llevándolos directamente a su entrada, metiendo primero uno, ganando un quejido por parte del menor. Lo beso en los labios, para calmar un poco el dolor. Metió el segundo dedo sin dejar de besar a Akashi, movió en círculo estos dos, penetrando con ellos lentamente, para después unir uno tercero y volver a hacer los mismos movimientos antes hechos. Saco sus dedos cuando sintió a Akashi lo suficientemente preparado. Llevo su miembro a la entrada del pelirrojo metiendo solo la punta haciendo que Akashi se tensara. Murasakibara paro su acción para que el otro se acostumbrara a la introducción de este en su cuerpo.
-Mételo todo Atsushi- dijo con dificultad el pelirrojo.
Murasakubara no estaba seguro de hacerlo, no quería lastimas a Akashi, pero cuando sintió a este más relajado no pudo contenerse, y metió todo su miembro de una sola embestida, haciendo al pelirrojo arquear la espalda y soltar un grito de dolor.
-¿¡Akachin!? - lo que Murasakibara temía en ese momento era el haber podido lastimar a Akashi.
-Sigue Atsushi - le pedía el menor. Murasakibara tomo de la cintura a Akashi comenzando a penetrarlo lentamente, oyendo los gemidos de dolor de Akashi, que poco a poco se volvieron de placer, Akashi empezaba a mover la cintura en un ritmo más rápido, lo que hiso que Murasakibara comenzara a penetrarlo de una manera más rápida, para después pasar a penetrarlo salvajemente, totalmente cegado por el placer, Murasakibara no media su fuerza, pero eso tampoco parecía importarle a Akashi. Al contrario, parecía que el salvajismo con el cual lo embestía Murasakabra lo hacía derretir de placer. El peli morado llevo su mano al miembro del más pequeño, masturbándolo rápidamente. Haciendo sentir al pelirrojo en el éxtasis.
-Atsushi, yo... - apenas podía articular sus palabras.
-Akachin- gimió el más grande al momento en el que el pelirrojo llegaba a su fin, para después con unas embestidas más llegar el también.
Se tumbaron en el suelo, sin decir palabra alguna, de algún modo, sentían que no las necesitaban. Murasakibara abrazo a Akashi, y de esta manera se dejaron llevar por el cansancio y el sueño, quedándose dormidos.
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Un pequeño regalo para los Fans de AoKi
El joven de tés morena se encontraba acostado en su cama, a punto de quedarse dormido, después de haber perdido contra Seirin se le había dificultado dormir, por lo que no sabía cuándo podría caer rendido por el sueño.
-¡Aominechi! - pudo oír nombrar su nombre, respiro profundamente, ignorando el llamado.- ¡Aominechi!- gritaba Kise desesperado desde la puerta, y no solo eso, si no que empezaba a tocar el timbre desesperadamente.
- No me jodas- se levantó de su cama, bajo las escaleras y abrió la puerta de su casa con mala cara.
-Aomimechi, vamos al parque de diversiones - Kise parecía no darse cuenta del cual cansado estaba el moreno.
-¿Porque tendría que ir?
- Nos enteramos que Murasakibarachi y Akashichi tendrán si cita allí.
-¿Cómo te enteraste de eso?
- Kurokochin me envió un mensaje. Así que vamos Aominechi.
El rubio saco a Aomine de su casa a jalones, .e incluso el resto del camino tuvo que llevarlo casi cargando.
- ¿Porque solo vamos nosotros? - si kuroko era quien sabia dónde iban a estar entonces ¿para qué decirle a Kise? Y aún más importante ¿para que ir donde ellos?.
- Nos encontraremos con Kurokochi, Kagamichi,y creo que también ira el compañero de Murasakibarachi.
-¿ Midorima?
-Midorimachi dijo que no vendría, dijo algo como " No quiero ir a espiar a Akashi a su cita. Además el horóscopo de hoy dice que no tengo que ir a parques de diversiones"
Llegaron a la entrada del gran parque y despues de que Kise mandara a Aoimine a comprar las entradas, se encontraron inmediatamente con sus demás compañeros, entrando todos juntos.
-¿Tardara mucho Murasakibara? -pregunto Kagami mientras buscaba algún rastro del mencionado.
-No creo que tarde mucho - Se veía a Kuroko realmente feliz.
-Deberíamos de disfrutar del parque también. Vallamos a la montaña rusa.
Todos parecieron aprobar la idea de Kagami, dirigiéndose a aquella atracción. Se sentaron en los últimos carriles del carro. En el último Kuroko y Kagami, después Kise y Aomine, y después Himuro con otro chico que no le quitaba la mirada de encima, haciendo que este se incomodara.
-Miren son Akashichi y Murasakibarachi.
Hasta el inicio del carro se veía como un asustado Akashi se subía al juego seguido de Murasakibara.
-¿Akashi-kun le tendrá miedo a las montañas rusas?
Tanto Aomine como Kagami soltaron una que otra carcajada ante la idea de Kuroko. Llego el encargado a revisar que sus chalecos estuvieran bien puestos. Y sin más empezaron el recorrido.
- "Por favor durante el recorrido no saque las manos hacia los lados. Ni suelte su chaleco y cinturón de seguridad. Esperamos y disfrute el recorrido".
Todos animaron al juego en voz alta mientras este subía por el carril. Y la animaron aún más mientras baja, subieron sus manos al sentir la primera curva. Así permanecieron por las siguientes subidas, bajadas y curvas que dio el carril, con las manos alzadas y gritando a todo pulmón. Cuando el recorrido llego a su fin, todos se quedaron sentados esperando a que primero bajaran Murasakibara y Akashi, para después bajar ellos.
- ¿Vieron la cara de Akashi?- se burlaban Aomine y Kagami riéndose.
-Que nostálgico- Kuroko sonrió sin dejar de ver a sus amigos.
- ¿Nostálgico? - pregunto Himuro quien había estado callado hasta el momento.
-Esto me recuerda cuando peleábamos por Akashichi, ¿Recuerdan que también íbamos a espiarlo cuando salía con alguien más?
-Hacíamos de todo para arruinarle la cita - Aomine puso en su rostro una sonrisa al igual que todos los demás.
-Bueno, sigamos - Kise tomo a Aomine del brazo para ir a la siguiente atracción. Pero se detuvo en seco al ver que Midorima junto con Takao se acercaban a ellos.
-Midorimachi, pensé que no vendrías hoy.
Midorima se acomodó los lentes con los dedos.
-Solo me dieron ganas de venir.
-Pero pensé que tu horóscopo...
-Solo quise venir Kise - interrumpió Midorima con un tono de voz frio. Takao rio.
-Shin-chan es tan Tsundere que no puede aceptar que vino a ver cómo va la cita.
-¡Takao! - Midorima le reclamo a Takao, quien, no podía dejar de reír. - Y bien ¿Dónde están? - desvió el tema de conversación.
-Los hemos perdido de vista - admitió Kuroko.
No pasaron más de dos minutos para ver a un Murasakibara siendo perseguido por un zombi, y al zombi, siendo perseguido por Akashi. Todos a su alrededor reían ante la escena, y ellos simplemente no sabían que decir, es más, no sabían que pensar. Pudieron notar cuando Murasakibara y Akashi se metieron en aquella cabina de fotos, se acercaron lentamente, esperando a que salieran las fotos que se estaban tomando. Se quedaron atónitos, frente a lo que vieron, más con las últimas cuatro fotos.
-Akashichi arruinas el momento - fue lo único que Kise pudo decir en ese momento.
-Nunca pensé que Murasakibara-kun besara a Akashi-kun.
-¿Que hacen aquí? - Akashi les arrebato las fotos de las manos.
- Solo queríamos saber cómo les iba en su cita - Confeso Aomine.
- Me sorprendió ver a Murasakibarachi corriendo por un zombi.
-Y a Akashi detrás del zombi - la voz de Kagami lo delataba en su deseo por reírse.
- Pero nada le gana a la foto de Murasakibara-kun besando a Akashi-kun - insistía Kurokoro - Me hace querer una copia.
- Yo también la quiero - dijeron todos al mismo tiempo.
-Nadie va a tener copia de nada, y les pido que nos dejen a Atsushi y a mí, solos. En otras palabras, vallase.
Todos callaron ante la orden de su ex capitán y lentamente fueron yéndose, perdiendo de vista a Murasakibara que los despedía con un movimiento de mano y a Akashi que los miraba sonrojado y con algo de odio.
-Vámonos Takao- Midorima comenzó a caminar directamente a la salida del gran parque.
-Shin-chan espérame - Takao corrió detrás de su compañero.
-Yo también me retiro, Nos vemos luego, Taiga - Himuro se alejó de ellos al igual que los otros dos.
-Vallamos por allí Kuroko - Kagami jalo del brazo al peli celeste antes de que Aomine y Kise pudieran alcanzarlos.
-Oh~, Mira que dejarnos solos de esa forma - decía Kise en un tono infantilmente triste.
-Vamos a esos juegos - Aomine señalo a donde los juegos de feria. Tomo de la mano a Kise sin mirarlo y camino hacia los juegos, sentándose frente a una barra.
El encargado le dio a Aomine una pistola, el juego consistía en Tirar al mayor número de frascos. Comenzo a disparar y a romper los frascos hasta la última bala. Al terminar le dieron como premio un gran peluche en forma de gato.
-Qué lindo, Aominechi - Kise le toco las orejas al peluche sonriendo.
- Ten - dijo Aomine un poco sonrojado - Te lo doy -Kise tomo el peluche entre sus brazos con una gran sonrisa en los labios.
-Gracias, Aominechi- se podía ver a kise realmente feliz.
-Tengo que ir al baño, y después nos vamos - ordeno Aomine. Mientras Kise le decía que si realmente feliz.
Entraron al baño, Kise quedándose en los lavabos, y Aomine yendo a un cubículo. Se quedaron en silencio mientras Aomine hacía del baño. De pronto se escuchó a Aomine quejarse.
-¿Pasa algo Aominechi?.
- ¡No puedo hacer contigo aquí!.
- ¿¡eh!?,¿porque?.
-Porque... Aomine soltó otro gruñido, fue hasta donde Kise y lo jalo del brazo metiéndose en uno de los cubículos, cerrando la puerta detrás de él.
-¿Aominechi?...
Aomine hizo silenciar a Kise de un profundo beso en los labios, llevando sin rodeos su mano a la entrepierna del rubio.
-Hace mucho no hacíamos algo así, ¿Verdad?, Kise.
Aomine beso el cuello del otro, pasando su lengua por este, lográndole sacar un pequeño jadeo.
-Aominechi - gimió el rubio mientras sentía como el moreno le masturbaba sin tener piedad.
-Tócame tu también, Kise.
Kise llevo su mano temblorosa hacia el miembro de Aomine, comenzando a masturbarlo. Aomine se sentó en el inodoro que estaba detrás de él, dándole la vuelta a kise, arrinconándolo contra la puerta. Le metió dos de sus dedos a la boca para que este los lamiera, y así fue, el rubio los lamio con tanta sensualidad que no hacía más que poner duro al moreno. Saco sus dedos de la boca de Kise, llevándolos a su entrada, penetrando con uno de ellos, para después meter el otro, moviéndolos en el interior de Kise. Saco sus dedos cuando sintió que el otro ya estaba listo, lo hizo voltear dándole la cara, y lentamente lo hizo sentarse sobre su miembro.
Los pequeños gemidos de dolor de Kise se fueron parando al ritmo que este se acostumbraba a la introducción del miembro del otro, esperaron un momento mientras Kise se acostumbraba, en ese tiempo no hicieron más que besarse, besaban sus labios, sus cuellos. Cuando Kise estuvo listo comenzó a hacer fuerza con sus piernas haciéndolo subir y bajar, Aomine lo tomo de la cintura ayudándolo en su acción, haciéndolo cada vez más rápido, llevando cada vez más profundo.
-¡Aominechi!- gimió Kise sin poder resistirlo. Aomine sonrió, al fin había encontrado aquel punto donde debía atacar a Kise, siguió penetrando, llegando hasta donde hacia gemir a kise por más.
-Aominechi ya no puedo - decía Kise entre gemidos, para después venirse sobre el estómago de ambos. Después de unas embestidas más Aomine se vino dentro de Kise.
Se quedaron inmóviles por un momento para recuperar el ritmó de su respiración. Lentamente Kise se levantó, haciendo que Aomine saliese de él. Se pusieron el pantalón y trataron de arreglarse lo más formalmente posible que podían, saliendo del baño y así salir del parque.
Se fueron por una calle solitaria, y se tomaron de las manos.
-Kise, duerme en mi casa hoy.
Decía Aomine mirando fijamente a Kise.
-Sí, Aominechi- respondió felizmente el rubio, y directamente fueron a casa.