Si, hubo un momento en que me enamore de Katherine Petrova, me enamore de su cuerpo, de sus manos, de su cara, de su cabello… Pero ya de eso ha pasado 500 años y yo de ella ya me he olvidado. Su dopen ganger Elena Gilbert es muy diferente de ella, aunque créanme los siglos pueden volver muy cruel a una persona que antes era pura y sencilla, yo mismo soy ejemplo de ello… Oh! pero que mal educado soy, aun no me he presentado, mi nombre es Elijah Mikaelson y soy lo que se conoce como un “original” soy uno de la familia original de los vampiros y después de Phim soy el segundo hermano mayor, se supone que mi deber era cuidar de mis hermanos menores pero no cumplí con ese deber y es por ello que aun seguimos con vida de una forma que se puede decir es muy poco moral.
Por mil años mis hermanos y yo hemos caminado la tierra, hemos visto imperios levantarse y caer pero también hemos sufrido como cualquier mortal, hemos sufrido engaños, disputas, miedo, amor, dolor y pena. Cuando mi madre decidió crearnos en lo que somos ella no pensó que cuando fuéramos vampiros íbamos a sentir las emociones más intensas que los humanos, y mi padre solo quería que viviéramos por y para él, nunca tomo en cuentas nuestros sentimientos por más que decía que nos quería y el mayor ejemplo de ello fue la caza que le dio a Rebeca y a Klaus. No voy a decir que mis hermanos son santos, porque no lo son, pero los culpables de toda esta situación son mis padres que nunca tomaron en cuenta a sus hijos.
Pero en cierta parte le agradezco a mi madre que me haya transformado en lo que soy, porque al vivir eternamente pude llegar hasta esta época y conocer a dos joyas exquisitamente divinas. Hablo de los muy conocedores hermanos Salvatore, durante mas de siglo y medio esos hermanos se han peleado y encontrado pero nunca dejaran de ser lo que son, hermanos de verdad, porque a pesar de que se pelearon una vez por el amor de una mujer y en la actualidad lo hacen otra vez, son capaces de sacrificarse uno por el otro y no se abandonan, no son capaces de ello. Stefan es como un diamante, transparente en sus sentimientos aunque siempre se culpa de todo que le pasa a su hermano o a Elena, Jeremy o Bonnie, en fin de todo lo malo que pueda pasarle a sus amigos, pero es capaz de ayudarles tantas veces como sea posible. Damon, ay Damon Salvatore!! Adoro a ese ser sobrenatural, el es alguien apasionado, sincero con quien y lo que es y lo disfruta, utiliza lo que esta a su alcance y lo que no puede alcanzar pues busca la forma de conseguirlo de manera que no afecte a sus amigos e incapaz de perder a la gente que tiene a su alrededor, generalmente es alguien que utiliza mucho la lógica pero es vampiro por lo que sigue a sus emociones, todo el mundo espera que el sea como Stefan pero él se niega a eso, el es como es y ya, si a la gente le gusto bien y si no también; no sé como Katherine pudo abandonarlos, así sea que estuviera huyendo de Klaus.
Le he contado mis obsesiones a mi querida hermana menor Rebeca y ella lo que me respondió fue esto:
- ¡Hay hermano! Siglos han pasado desde lo de Katherine Petrova y mil años después es que vienes a enamorarte de verdad!! Y de quien te has enamorado, de un Salvatore!! Elijah lucha por ese amor, porque para entes como nosotros no es precisamente algo de ver todos los días.
Y al decir esto me quede pasmado verdaderamente, pero mi hermana tenía razón y no lo podía negar. Es por ello que sin más preámbulos me dirijo a la casa de los Salvatore en estos momentos, necesito hablar con Damon lo más pronto posible.
Se preguntaran como es que yo me desvivo por un hombre no importa si vampiro o no. Les he dicho que he vivido por mil años, es decir, he vivido el tiempo más que suficiente para admirar la belleza tanto masculina como femenina, incluso cuando éramos humanos Klaus y yo dormíamos en la misma habitación y en la noche cuando nuestros padres dormían profundamente nosotros llegábamos a jugar muchas cosas de índole sexual y a darnos placer mutuamente así que no soy el niño nuevo en esto.
Finalmente he llegado y sin mas tiempo que perder, toco la puerta esperando a que me abran, para mi sorpresa me abre Elena.
- ¿Elijah? Que sorpresa- dice ella con los ojos mas que abiertos
- Tranquilizate Elena, no vine a hacerle daño a nadie- digo yo animandole a que me deje pasar.
- Vale, entiendes el porqué de nuestra desconfianza hacia ustedes- dice ella con cara mas calmada.
- Lo entiendo, pero te aseguro que no vengo a hacerte daño, solo vengo a hablar con Damon.
- Puedes pasar Elijah, aunque no entiendo de que necesitas hablar con mi hermano- dice Stefan tomando una copa que por lo que huelo es de whisky.
Yo paso sin responderle, no creo que a él le guste saber que deseo y amo a su hermano, aunque me da igual si se entera o no.
- Damon, puedes bajar, te buscan- grita Stefan, para llamar, a su hermano- te dejamos Elijah, nosotros tenemos una pequeña cita.
Luego de eso Stefan agarra a Elena por la cintura y la besa con mucha dulzura y así se van de la casa. Espero que de verdad al final la felicidad si los acompañe.
Bien, ahora se imaginaran, mi persona sola en la casa del objeto de mi deseo, quien esta bajando en paños menores por las escaleras, con el cuerpo y el cabello húmedo, quede hipnotizado completamente, me desconecte totalmente del mundo, sin mas punto de referencia que Damon Salvatore.
- Si te vas a quedar con la mirada perdida, pues no tienes la puerta muy lejos que digamos.- dice el, y su voz sonó para mi como una música, pero me devolvió a la realidad, el noto eso- Y a que debo el honor de la visita de uno de los grandes originales?
- No te hagas el que no sabes nada, entiendes perfectamente el porque estoy aquí- le digo yo mientras me dirijo hacia el y lo acorralo al pie de la escalera, pegándome muy cerca de su cuerpo, sintiendo su varonil calor.
- Y vuelvo a preguntar: a que debo tanto…?- me pregunta evitándome la mirada pero yo hago que mire a los ojos y lo beso.
Lo beso con locura y pasión, lo muerdo y hago que abra su boca para degustarla por dentro, no dejo que hable mas, no quiero que hable mas, saboreo su lengua y la junto con la mia, siento su sabor, lo devoro completamente, no puedo evitarlo, lo deseo con pasión desmedida. El se sorprende, no me corresponde, me pone sus manos en el pecho tratando de alejarme, pero soy novecientos años mas fuerte que el, lo tomo de las manos y las pongo a los lados de su cabeza teniéndolo aprisionado, acomodo mis piernas de manera que no pueda mover las suyas, el me muerde la lengua sorprendiéndome a mi ahora. Me separo de su boca, y le doy una cinica sonrisa, dándole a entender que me gusto que lo hiciera pero que aun asi no lo dejare pasar por alto.
- ¿Por qué haces esto?- me pregunta el mirándome a los ojos- suéltame, nunca mas sere de nadie, y nadie mas me utilizara. Me he dado a entender?
Agarro sus dos manos con una sola de las mias y las pongo sobre su cabeza mientras con mi otra mano voy acariciando su abdomen hasta llegar un poco mas arriba de su zona intima y me acerco a su oído y le digo de manera sensual:
- Por supuesto que lo entendí, lo que tu no has entendido es que no te voy a utilizar, que vas a hacer mio y prefiero que sea por las buenas, que te adoro, que quiero que seas mio, que me hipnotiza tu voz y tus ojos, que verte de esa manera solo me descontrola de una manera que no puedes imaginar deseando estar entre tus piernas una y otra y otra vez, asi que entregate a lo que no te puedes resistir.
Le lamo el lóbulo con la punta de la lengua, el arquea su cuerpo sin poderlo evitar y su miembro toca el mio, lo siento y me empiezo a poner duro y sin quererlo ambos gemimos sin prevenirlo. Suelto sus manos, y me acomodo sentándome arriba de su miembro y pongo mis manos en su pecho.
- Entonces Damon Salvatore, ¿Cuál es tu veredicto, aceptas lo que no puedes evitar y te entregas o te resistes y llegamos al mismo resultado con un camino mas difícil?