El despertador sonó a las 6 de la mañana, pero hacia una hora que estaba despierto, su cuerpo ya estaba acostumbrándose de nuevo a la rutina, no completamente pero algo era algo, sin posponerlo más se levanto de la cama y fue a darse una ducha rápida, ahora tenía que pensar en la forma de despertar a Stark que seguramente tendría una resaca, definitivamente no entendía como una persona así podría estar encargada de cosas tan importantes, no le dio más vueltas al asunto y prosiguió con su baño.
Unos minutos después, ya seco y vestido enfilo hacia el pasillo, no podía dejar pasar la hora sin despertar al castaño, no después de habérselo prometido a la Srta. Pepper, cuando abrió la puerta pudo escuchar la discusión.
- ¡Maldición JARVIS déjame salir!- grito el castaño ya frustrado de que la computadora le denegara la salida-
- No puedo señor-
- ¿qué sucede Stark? - pregunto Steve dando gracias de que la Srta. Pepper tomara la medida que tomo, sí no lo hubiese hecho el castaño se habría ido de nuevo y sin él.
- ¿qué carajos hizo Pepper?- dirigió su mirada iracunda al rubio.-
- La señorita Potts me dio indicaciones de no dejarlo salir a menos que este acompañado del agente Rogers, señor.-
- ¿que ella hizo qué?-
Steve casi suelta una risita cuando vio la cara del castaño crisparse de indignación.
Muy en el Fondo pensó que algo le sucedería a su amigo invisible debido a esto, pero luego recordó que era una máquina y se sintió un poco estúpido, y agradeció el que el castaño no se enterara de su pequeña diatriba interior.-
- -JARVIS iremos al piso 52 con la Srta. Pepper - dijo aclarándose la garganta, una pantalla holográfica apareció frente a él y rápidamente marco la clave que le había proporcionado la pelirroja, se hizo a un lado dejando que un tony rojo de la irá y cruzado de brazos enfurruñado pasara, una pequeña sonrisa curvo sus labios "justo como un niño”.-
Estaba un poco sorprendido pero tenía que admitir, no se esperaba eso, el castaño lo siguió a la oficina sin decir una palabra, es más no tuvo que despertarlo ni recordarle lo que tenía que hacer hoy…
Más fue su sorpresa cuando entraron a la oficina, el cambio radical del castaño fue de 180º, con una sonrisa prepotente y picara saludaba a los empleados de las industrias Stark, sean mujeres o hombres vio como a muchos se les coloreaban las mejillas y le devolvían la sonrisa instantáneamente, ¿qué clase de brujería era esa? Estaba confundido.
Como noto las miradas idolatras de sus empleados también noto alguna que otra con tonos de preocupación y desconfianza hacia su persona, más que todo de las personas mayores que trabajaban en la empresa.
Cuando entraron a la oficina de la Srta. Potts, no termino de desearle buenos días cuando la pelirroja empezó a asediar al castaño con, reuniones, papeles, términos que no comprendía que seguro tenían que ver con algún invento raro que habían sacado al mercado, llamadas importantes, por un momento agradeció haber preferido la vida del ejercito, y comenzó a entender un poco, solo un poco la actitud del castaño, de no salir de ahí un día o dos probablemente acabaría vuelto loco…o más de lo que estaba.
El castaño puso sus manos en los hombros de Pepper y con una gran sonrisa le dijo- Vamos Pepper, ¿qué me dices de las vacaciones? ¿O una visita al médico?, no te preocupes va por mi cuenta- le guiño el ojo a la pelirroja.
- ¡Tony!-
- Ya, ya…solo era una broma – se dio la vuelta y agito la mano en forma de despedida- envíame los papeles a mi oficina y un café, apúrate fido.- dijo refiriéndose al rubio.
- Eres incorregible Stark – gruño por lo bajo Steve mientras se despedía silenciosamente de Pepper y aceptaba la mirada de disculpa que le enviaba ella.
Cuando Tony entro a la oficina vio una hermosa pila de documentos posando de forma sexy en su escritorio, ¡Maldición ni que lo pensara de esa forma le parecía divertido! Se resigno rápidamente pues, eso era el producto de estar casi dos meses y medio ausente de la compañía.
- Siéntate en algún sillón, el que quieras, no me importa o anda a dar una vuelta por la ciudad y actualízate- no siguió hablando cuando noto la mirada ceñuda que le dirigía Steve- No te preocupes no desapareceré, Pepper me rebanara el gaznate si me llego a despegar del escritorio aunque sea para morirme- finalizo dramáticamente el castaño y se sentó tras el escritorio.
Steve se sentó e el sillón que estaba frente al castaño cerca de la puerta, cruzo sus brazos y se puso cómodo en aquel exquisito sillón quien sabe de que marca y cuantos ceros en el precio, como no traía consigo su block no tenia mas nada que hacer que vigilar a Anthony Stark , aunque no pareciese él, con unos lentes de lectura y una expresión completamente seria, sus ojos no dejaban de ver el papel que tenía en las manos, luego de pasar un rato leyéndolo tomo su pluma y lo firmo. Repitió ese proceso una y otra vez diferenciando las veces que solo arrugaba el papel y lo tiraba a la basura.
Steve empezó a ver de forma distinta a Anthony Stark, nadie le podía quitar lo egocéntrico, egoísta, inconsciente e insensato, pero tenía que admitir que era serio en lo que hacía y responsable con respecto a la empresa que dirigía, bueno no solo por arte de magia tenía una gran influencia a nivel mundial, quizás había juzgado mal al castaño.
Cuando por fin Tony termino con los papeles que estaba en su escritorio, se estiro como si de un gato se tratase, se quito los anteojos y masajeo el puente de su nariz, bostezo y se levanto del escritorio, busco la taza de café… hasta darse cuenta de que nunca llego. Gracias a él mismo que sabía que eso pasaba con mucha frecuencia cada vez que le pedía café a Pepper, mando a instalar una cafetera en su oficina, puso a funcionar la cafetera y se recostó del mesón.
Súbitamente recordó que no se encontraba solo en su oficina y paseo la mirada por ella buscando al estirado capitán América, estaba sentado al lado de la puerta con sus ojos posados en él.
- ¿Le gusta lo que ve agente Rogers?- pregunto pícaramente el castaño.-
- Claro que no- respondió rápidamente el rubio a la defensiva y con las mejillas tenuemente sonrojadas.-
- ¡Oh, vamos! admite que te gusto, no puedes quitarme los ojos de encima, yo en tu lugar también estaría atraído por mi-
- ¡No me jodas Stark!- termino respondiendo Steve irritado.-
- ¡ay! ¡Que alguien llame a la ambulancia, el agente Roger ah dicho una grosería!-
- Por favor Stark crece…- Steve empezaba a arrepentirse de lo que había estado pensando hace algunos momentos…
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- Más o menos, ¿por qué tengo el honor de que tú la “súper asesina de hielo” solicitara mi ayuda?- Preguntaba el agente Clint Barton mejor conocido como “ojo de halcón”, a la pelirroja que estaba sentada frente a él con un humor de perros prácticamente palpable.
- Por favor no acabes con la poca paciencia que tengo y escúchame atentamente- dijo casi escupiendo las palabras.-
- Tranquila Nat- levanto sus manos en señal de paz.
- Como ya sabes hubo un ataque a la base, no sabemos quien fue, ni Coulson ni yo encontramos algo que nos llevara a quien sea que o haya hecho y justo antes de eso violaron el sistema se seguridad de la base de datos de la agencia, eso ya lo resolvimos, fue Stark, al parecer no se trago la historia de Rogers… No lo culpo solo alguien muy estúpido creería eso- dijo esto último casi para sí misma-Fury lo dejara pasar, después de todo no entro en archivos de más importancia y los informes de las misiones no se almacenan en el sistema-
- HAHAHAHAHAHA típico de Tony, pero Nat, querida, ve al grano cariño.- la pelirroja lo miro aún más irritada-
- ¿Vas a escuchar o no? – el moreno volvió a levantar sus manos y dejo que la asesina terminara de hablar-
- Necesitamos saber quién es y que quiere el mal nacido que hizo explotar el almacén.-
- ¿Solo eso?- pregunto enarcando una ceja el moreno-
- Si puedes darle una carta de invitación a una fiesta de té, aquí con todos los agentes de S.H.I.E.L.D también estaría genial- dijo la pelirroja con sarcasmo.
- Si ya entendí- se levanto de la silla y le guiño el ojo a Natasha- nos vemos mas tarde cariño...