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EL AMANTE DEL MAOU. por pachi-sensei

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Notas del capitulo:

Hola con todos -escondido detras de su prometido- me disculpo por la demora pero sufrir una crisis de no inspiracion me encontraba varada en la conti de otro fisc mientras este lo hice en tres días, aunque debia entregarlo el domigo jeje hasta hoy lo termine.

Agradezco sus comentarios.

SakuraUsami, Laura, MixhiiSasunaru24sasuke,  ami4alice


En este capi veremos un poco mas la vida de Elena con su padre y los problemas del pobre Yuuri

*0* una declaracion de amor.

 

CAPITULO V

SENTIMIENTOS

El corazón es el cofre de todos nuestros sentimientos.

 

Cuando el corazón se siente lleno de confusión por acciones de parte que otra persona siempre nos hace refugiarnos en la soledad para intentar llegar aclarar nuestras ideas y dejar que el corazón lata desesperado por aquel enclenque.

 

Yuuri Shibuya Maou de Shin Makoku se encontraba muy preocupado por lo que había ocurrido hace apenas unos minutos, aun no podía creer como un pequeño error lo pudo llevar ante tal situación, él había hecho algo que no había planeado el punto que no sabía si arrepentirse o emocionarse.

 

Había besado a Wolfram Von Bielefeld.

 

Aquel beso era un sueño hecho realidad para el Maou, pero el hecho de ver sentido sus suaves labios sobre los suyos por culpa de un accidente era algo que no lo contentaba del todo, mucho más por los acontecimientos pasados que estaban manchado su reputación ahora con más razones seria conocido por el mundo como:

 

EL  MAOU PERVERTIDO QUE ROBA BESO A JÓVENES INOCENTES.

 

 

Yuuri no era el único avergonzado por la situación por su parte Wolfram permanecía con su cabeza oculta bajo su almohada no podía creer que el Maou había llegado abusar de él de ese modo, por un instante su mente llego a pensar que él era una persona muy diferente a la primera mala impresión que había tenido, pero luego de los acontecimientos  sucedido no sabía que pensar, si todo había sido un accidente o fue completamente planeado.

 

─ ¿Por qué lo hizo? —Susurra levemente sonrojado y tocando levemente sus labios– Me beso. —Me gira ocultando su rostro en la almohada– Mi primer beso.

 

Mientras tanto Cherry-sama quien recién había llegado de su viaje observaba desde la ventana de su habitación  a un deprimido Maou que regresaba luego que su hijo llegara corriendo al castillo.

 

─ ¿Qué habrá pasado entre ellos? —Se pregunta a si misma– Debo averiguarlo.

 

El instinto de madre nunca le fallaba a Cherry ella luego de lo sucedido hace años con su pequeño bebé entendió que debía ponerles más atención a sus hijos en especial a Wolfram, al llegar a la habitación del menor Cherry apego su oreja a la puerta intentado escuchar algo pero no tuvo resultado así que entro encontrando a su pequeño hijo recostado bocabajo.

 

─ Wolfy cariño. —Lo llama con dulzura sin lograr que el menor alzara la cabeza– Hijo, ¿Qué paso? —Acaricia con cariño sus melenas una vez que está sentado a su lado.

─ ¿Madre? —Alza la mirada observándola– Yo… —Muerde su labio inferior con impotencia.

 

─ ¿Qué paso cariño te vi llegar corriendo? —Pregunta suavemente notando el leve sonrojo en las mejillas de su hijo– ¿Paso algo con el Maou?

─ ¡Madre! —Wolfram se lanzó a los brazos de su madre sonrojado al recordar lo ocurrido– ¡Ese pervertido! ¡Abuso de mí!

─ ¡¿Qué?! —Grita horrorizada la ex Maou.

 

En el jardín Yuuri estaba sentado observando las flores con una clara preocupación en su rostro.

 

─ Gwlendal me va matar. —Sostiene con cabeza con desesperación– ¿Qué hago? ¿Si me voy a mi casa? ¡No! No soy ningún cobarde.

 

Se levanta con el puño alzado sin imaginarse que alguien lo estaba observando.

 

─ ¿Conrad? —Baja su puño algo nervioso, no por nada Conrad era conocido como el León de Rusenbert.

─ Heika ¿Acaso paso algo con Wolfram? —Se acerca el castaño con su típica sonrisa en su rostro poniendo más nervioso al Maou.

─ Bueno… jeje… —Retrocede nervioso– Es algo gracioso.

─ ¿Majestad? —Ahora lo mira serio– ¿Qué le hizo a mi hermanito?

─ Yo… ¡Fue un accidente no quise besarlo! Bueno si quise….digo ¡No!

 

Al momento de escuchar las palabras del Maou se borró automáticamente la típica sonrisa de Conrad siendo reemplazada por una mirada llena de enojo.

 

─ ¿Beso a mi hermano? —Lo dijo muy lentamente.

─ ¡AHH! ¡No quiero morir joven!

 

De vuelta en la habitación de Wolfram, Cherry seguía horrorizada por lo que había escuchado por boca de su hijo, no podía creer que el Maou cometiera un acto tan desvergonzado a su inocente pequeño, pero por la memoria del difunto padre de Wolfram iba hacerle pagar con creces aquella humillación.

 

─ Tranquilo hijo mío. —Lo abraza mirando seriamente a la puerta– Ese sinvergüenza va pagar por lo que te hizo, va saber quién es Celine Von  Spitzweg, nadie toca a mi hijo y vive para contarlo.

─ Madre. —Su hijo la mira sorprendido.

─ Cuéntame cariño ¿Qué te hizo ese mal hombre? —Pregunta acariciando con ternura el rostro del menor.

─ Me llevo con engaños a lo más profundo del jardín. —Relataba cabizbajo– Luego me… —Cubre su rostro.

─ ¡Por Shinou! Te intento…

─ Me beso... ¡Madre ese hombre me beso! —Grita sonrojado por lo ocurrido.

─ ¿Beso? —Repite algo extrañada la ex Maou– ¿Solo te beso?

─ Si. —Mira a su madre– No te parece poco se llevó… —Muerde su labio inferior y sonrojándose– Mi primer beso…

 

La rabia de la ex Maou de un momento a otro se desvaneció convirtiéndose en una sonrisa traviesa.

 

─  Cariño no es para tanto. —Sonríe a su hijo– Los besos son algo naturales.

─ ¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡Ese pervertido me beso! Sin mi permiso. —Dice enojado por la frescura de la ex Maou.

─ ¿Qué paso exactamente?

─ Pues…

 

 

Ignorando los gritos del rubio Yuuri iba guiándolo hasta uno de los lagos que estaba situado en la profundidad de los jardines y gracias a los rayos del sol hacia brillas sus aguas como si fueran hermosos diamantes.

 

─ LLEGA…

─ ¡AH!

 

 

Todo paso tan rápido para los ojos de ambos, aun jalando a Wolfram, Yuuri se detiene da rápidamente la vuelta chocando contra el rubio y llevándolo directamente hacia el piso, el Maou intentando evitar que se golpee posa su mano en la cintura pero el peso de ambos sede su equilibrio haciéndolos caer al suelo dejándolos en una situación muy comprometedora.

 

A lo lejos se observaba como una pareja estaba en piso besándose, su caída había provocado que se den un beso accidental.

 

─ ¡PERVERTIDO!!!

 

El primero en reaccionar fue Wolfram quien empujo con todas sus fuerzas al Maou alejándolo instantáneamente.

 

─ No espera fue un acci….

─ ¡No te creo! —Gritó enojado– ¡Me engañaste! ¡Planeaste todo! ¡Juro que esto no se va quedar así! —Gritaba histérico mientras limpiaba sus labios y mostraba su rostro sonrojado– ¡Se lo voy a decir a mi Aniwe! —Se levanta y sale corriendo.

 

 

─ Eso paso. —Termina de relatar Wolfram.

─ Cariño fue un accidente, además fue muy romántico. —Juntas sus manos muy ilusionada– Yuuri-heika y tú hacen una linda pareja.

─ ¡Madre! —Grita sonrojado– Yo nunca me voy enamorar de un pervertido. —Susurra aun sonrojado.

─ Es broma cariño como voy aceptar tal cosa. —Se levanta para salir de la habitación– Voy donde tus hermanos antes que maten al pobre Maou y no me dejen castigarlo. —Guiñe el ojo y lo deja solo en la habitación.

─ Yo… y él pervertido. —Murmura aun asombrado por las palabras de su madre.

 

 Con las sabias palabras de Cherry sembraron la duda en Wolfram, mientras en la mansión Michaelist las cosas no pintaban nada bien desde la llegada de Elena, los problemas entre los empleados eran uno tras otros trayendo consigo más trabajo para Ciel ya que era él quien veía por las necesidades de cada uno de ellos.

 

Un profundo suspiro salió de los labios de Ciel mientras observaba llorar a Finnian frente a sus bellas flores, si para él sus flores eran las más hermosas de la región aunque para Elena no eran más que un montón de Flores descoloridas.

 

─ ¡Ciel-Sama! —Lloraba el rubio abrazando el ramo recién rechazado.

─ Deja de llorar Finnian, bien sabes que tus flores son muy bellas. —Sonríe levemente Ciel– No le hagas caso a Elena ella no sabe de la verdadera belleza.

─ Y Sebastián-sama, él… —Vuelve a llorar ya que por causa del comentario de Elena, Sebastián rechazo el adorno florar.

─ Yo me encargo de él. —Toma el florero entre sus manos– Yo se lo llevo.

 

Dicho eso Ciel recorrió los pasillos hasta llegar al despacho de Sebastián donde aún estaba junto a su hija entro sin mirarla le sonrío al mayor y dejo las flores.

 

─ Gracias Ciel, están muy bellas. —Dijo Sebastián mientras tomaba una de ellas entre sus manos.

─ Me alegra que le gustaras, pero el agradecimiento es a Finnian no a mí, él trabaja a diario para que las flores luzcan tan hermosas. —Le indico mirándole con una sonrisa.

─ Cuando vea a Finnian le voy a felicitar. —Mira al menor con una sonrisa antes que este salga.

 

Una vez que dejo el despacho siguiendo recorriendo habitación por habitación  revisando si Mey había realizado el aseo de cada una de ellas, pero para su sorpresa ninguna habitación estaba arreglada.

 

─ ¿Dónde estará Mey? —Se pregunta a si mismo mientras medio arreglaba las habitación y buscaba a la pelirroja.

 

Lista las habitaciones en especial las de Sebastián y Elena que eran las principales de la mansión, al momento que entro a la última habitación se imaginó lo que había pasado con ella, al terminar se dirigió a la sala de descanso donde encontró a May llorando.

 

─ ¿Mey? —Se acerca a la pelirroja.

─   ¡Bochan! —Abraza al menor– ¡Ella es cruel!

─ ¿Qué paso Mey? —Lo mira serio imaginando las crueldades que Elena debió verle dicho.

 ─ Dijo shif…Que no sirvo como empleada, soy un desastre en todo lo que hago,  le va decir a Sebastián-sama que me eche. —Vuelve a llorar desconsolada– ¡Bochan no quiero que me echen!

─ Cálmate Mey nadie te va despedir, yo me encargo de eso, hablare con Sebastián. —Limpia las lágrimas de la pelirroja– Es una promesa.

─ Gracias Bochan. —Sonríe aun entre lágrimas.

─ Ahora ve a poner la mesa voy a ver qué preparo Bard.

─ ¡Si Bochan! —Sale la pelirroja más tranquila.

─ Por Shinou. — Suspira cansado– Elena se está pasando de la raya, el tonto de Sebastián que no la detiene.

 

Molesto por los actos de Elena, Ciel se encamina hacia el comedor donde estaría ya siendo llevando el almuerzo a Sebastián y su hija, para su sorpresa ve salir a Bard muy enojado.

 

─ ¿Bard? —Se acerca al rubio– ¿Qué paso?

─ Me canse Ciel, en todos mis años como cocinero esta es la primera vez que me han humillado de esa forma. —Dice muy enojado– No puedo creer que hasta Sebastián-sama este de acuerdo.

─ Tranquilo Bard, tu comida es deliciosa, no comprendo. —Ciel lo mira sin entender sus palabras.

─ Para la señorita Elena mi comida no es más basura, califico a mi deliciosa sopa como agua con verduras ¡No voy a permitir que se me ofenda de ese modo! Ciel debes hacer algo. —Mira al menor.

─ Claro que lo hare, volvamos a entrar con la comida yo me encargo de Sebastián. —Abre la puerta para dejarlo entrar con el carrito de comida– Lamento la demora. —Mira con una sonrisa al mayor.

─ Ciel. —Sebastián le devuelve la mirada– ¿Dónde estabas?

─ Estaba con Mey la pobre estaba algo deprimida. —Mira de reojo a Elena– Ya sabes cómo es ella.

─ Se cómo es, Bard ¿Que nos trajiste ahora de comer? A mi hija no le gusto. —Toma la mano de su hija.

 

Bard lo miraba frustrado por las críticas de la chica pero esta vez fue Ciel quien le sirvió primero la sopa a Sebastián para que la pruebe.

 

─ Esta deliciosa la sopa no comprendo porque la crítica. —Mira a Elena luego que su padre comía la sopa.

─ Tienes razón,  mil disculpas Bard tu comida siempre es la mejor. —Sebastián le dirige una sonrisa al cocinero.

─ Me alegro que le guste mi señor enseguida traigo el postre. —Sale el rubio muy feliz.

─ Si me disculpan me retiro. —Ciel se dispone a salir.

─ Espera Ciel. —Toma su mano y el menor se gira– Quédate a comer.

─ Sebas… —Elena lo fulmina con la mirada– Está bien.

 

Sin importarle la cara llena de enojo de parte de la chica Ciel tomo su lugar junto a Sebastián tal como lo llevaba haciendo por muchos años, al poco rato llego Bard con el postre sin importar las críticas de Elena, Ciel le llevo la contra y Sebastián termino felicitando al rubio por su comida.

Sin importarle mucho la mirada de Elena, Ciel termino el almuerzo junto a un muy sonriente Sebastián en cada mirada que el mayor enviaba al joven su hija se enojaba sin tolerar la presencia del “arrimado”, desde hace veinte años que Ciel llego a la mansión luego de la muerte de sus padres en manos de humanos desde entonces su padre lo acogió dándole el amor que tanto necesitaba.

 

─ Con permiso. —Se levantó Elena enojada por la presencia de Ciel.

 

Sebastián quedo mirando como su hija abandonaba el comedor enojada mientras Ciel comía su algo divertido ante el enojo de la chica.

 

─ Se fue. —Susurro el menor mirando de reojo a Sebastián.

─ Perdónala, su humor anda por los suelos por culpa del rompimientos. —La justifico su padre.

─ ¿Qué planeas hacer con el Maou? Te recuerdo que es nuestro rey. —Ciel espera su respuesta.

─ Tienes razón no puedo matarlo pero… —Sus ojos brillan de un extraño color rojizo– Si obligarlo a cumplir su palabra, no me importa como pero casaré a mi hija con el Maou.

─ Ya veo. —Sonríe de lado mientras se levanta para salir del comedor– Sabes… —Se para junto a la puerta y gira su rostro–  Sebastián eso sería muy egoísta de tu parte obligar al Maou a casarse con alguien que no ama. —Lo mira fijamente– Incluso él merece estar junto alguien que ame. —Sale.

─ ¿Amor? —Murmura cerrado los ojos.

 

Viendo dejado a Sebastián con la duda en el comedor Ciel se encamina a la sala en busca de los empleados para evitar nuevos encuentros con Elena.

 

─ ¡Viejo inútil!

─ ¿Eh? ¿Qué fue eso? —Ciel de detiene antes de llegar a las escaleras al escuchar aquel grito– ¡Oji chan! —Acelera el paso preocupado por el anciano.

 

Tanaka era el mayordomo de la mansión un hombre de 890 años el más anciano de todos los empleado y al mismo tiempo el más antiguo, él había servido al antiguo señor de la casa Michaelist y había visto a Sebastián nacer y criarse en aquella casa, desde el primer día que Ciel había llegado a la mansión el mayor lo acogió como su pequeño nieto y  él como su abuelo.

 

─ ¡Tanaka oji chan! —Grito al observar como el anciano levándose del suelo y frente a él estaba Elena muy enojada– ¡Oji-chan! —Corrió  rápidamente al notar las intenciones de la joven.

 

¡PAV!

 

El sonido de un golpe se escuchó en toda la sala, dicho golpe que fue visto por Sebastián.

 

─ ¡Elena! —Rugió Sebastián al observar su acción llena de crueldad.

 

Elena al escuchar su nombre por boca de su padre alzo la mirada encontrándose con unos par de ojos lleno de enojo, en toda su vida nunca había recibido ese tipo de miradas cosa que le hizo retroceder dos pasos ante la impotencia que sentía.

 

Los ojos de Sebastián eran a la realidad ahora solo en sus manos estaba el destino de todos.

 

……………………..

 

Mientras tanto en Pacto de Sangre el pobre Maou sentía que ahora era un buen momento para que Lord Michaelist se llevara su vida y le hiciera pagar la humillación a su hija con tal que alguien lo libre de la mirada asesina de un hermano sobreprotector que lo tenían trabajando lo de una semana en solo un día.

 

─ Gwlendal por favor sigamos mañana. —Rogaba agotado el Maou.

─ No, siga trabajando. —Le entregaba más documentos– Si tiene tanto tiempo y fuerzas para andar acosando a jóvenes inocentes, así mismo los tendrá para el trabajo. —Hablaba muy pero muy serio.

─ ¡Fue un accidente! —Dijo a su defensa.

 

La tortura que recibía Yuuri de parte de su querido casi “cuñado” era cortesía de su casi “suegra” quien con toda la tranquilidad del mundo le conto a su hijo mayor que el Maou había robado el primer beso de su pequeño hijo, al instante que aquella noticia llego a los oídos de Gwlendal se dispuso cobrar la ofensa con su vida pero en vez eso prefirió torturarlo lentamente con todo el trabajo acumulado.

 

Las horas pasaban lentamente para Yuuri mientras observaba con alegría como la montaña de documentos iba desapareciendo frente  a sus ojos al punto de solo quedar uno solo.

 

─ ¡Termine! —Exclamó con alegría– ¿Ahora puedo irme? —Pregunto al mayor que estaba  a su lado.

─ Váyase. —Indicó seriamente.

─ ¡Hai! —Se levanta emocionado.

─ Pero… —Yuuri se detuvo mirándolo de reojo– Se vuelve a sobrepasar con mi hermano y juro que lo mato.

─ N-No volverá a pasar. —Dice algo nervioso– ¡Lo juro!

 

Luego de aquella promesa el Maou se encaminaba por los pasillos para ir a la cocina a buscar algo de comer, ya que gracias al castigo Gwlendal no le dejo salir a cenar para evitar  que se encuentre con su inocente hermanito.

 

─ ¿Eh? —Mira por una de las ventanas la figura que estaba en el balcón– ¿Wolfram?

 

Sin pensarlo dos veces el Maou se olvidó de su hambre y se encamino rápidamente hacia el balcón donde estaba su hermoso Wolfram.

 

Wolfram por su parte admiraba la maravillosa noche que le mostraba Shin Makoku desde lo más alto del palacio, desde niño le había encanto pasar un rato en aquel balcón, sentir la brisa jugar con su cabello y admirar el paisaje, el cual le ayudaba a despejar su mente de los problemas y preocupaciones, aquel día habían era uno de los que necesitaba mucha ayuda, el hecho que un pervertido hubiera robado su primer beso no era algo que le agradara y menos que su madre le insinuara que hacían ellos una hermosa pareja.

 

─ ¡Qué tontería! —Exclamo mirando hacia el horizonte– Es una locura.

 

Por más que su hermano tenía al Maou castigado por la ofensa hacia a él en lo más profundo de su corazón sentía algo bueno casi nada de lastima, sabía que se lo merecía pero ese algo no le dejaba tranquilo.

 

Entre tanta intranquilidad e ideas rondando por su cabeza no le dieron tiempo para percatarse de la presencia de una segunda persona detrás de él.

 

 

─ Wolfram.

 

─ ¿Eh? —El rubio se sorprendió al escuchar su nombre al girar y comprobar quien le había llamado frunció el ceño– ¿Qué desea Majestad? —Pregunto con seriedad.

─ Por favor Wolfram podemos hablar. —Rogó Yuuri notando las intenciones de irse de parte del rubio.

─ Yo no tengo nada que hablar con un pervertido como usted. —Le respondió muy serio– Si me discul…. —Wolfram no puede abrir la puerta del balcón– ¡Abra la puerta! —Le exigió el rubio volteándose para enfrentar al Maou– ¡Deje de acosarme y abra la puerta!

─ ¿Qué? —Yuuri se acerca para abrir la puerta y comprueba que no habría– Yo no la cerré. —Mira con inocencia al rubio que estaba muy enojado– Lo juro.

 

 

La mirada de ambos jóvenes se cruzaban sin imaginarse que la causante de aquel problema era nada más y nada menos que la ex Maou.

 

─ Kukuku, ahora podrán arreglar sus diferencias. —Susurraba emociona la ex Maou– Debo contribuir que se cumpla el destino escrito por Shinou Heika y ambos se puedan enamorar. —Se va alejando del balcón– Heika aproveche el tiempo junto a mi hijo, hasta mañana.

 

Tal como lo había dicho Cherry dos horas habían pasado desde que su plan se había puesto en marcha pero lo que ella no sabía era que en todo este tiempo ni Yuuri ni Wolfram había empezado hablar, el rubio se mantenía sentado mirando el paisaje y el Maou estaba aún parado en la puerta.

 

─ Wolfram. —Da un paso.

─ No te acerques. —Dijo sin mirarlo– No sé qué planea, pero me niego hablar con un pervertido como usted.  —Se gira para encararlo sin imaginarse que se encontraría cara a cara con el Maou.

─ Lo siento. —Dijo mirándolo a los ojos– Lamento lo que paso en la tarde, te juro que nunca tuve las intenciones de ofenderte.

─ Yo… —Gira su rostro para evitar su mirada– No le creo solo quiere jugar conmi…

─ No. —Lo corto muy seriamente– Yo nunca jugaría con los sentimientos de alguien de esa forma y menos con los tuyos. —Sonrío levemente.

─ ¿Q-Que quieres decir? —Se sonroja ante la sonrisa del Maou.

 

Una fuerte ventisca cubrió el cuerpo de Wolfram y Yuuri, provocando que el rubio se abrazara a si mismo por el frío.

 

─ Está demasiado frío. —Se retira su chaqueta negra– Ten te puedes resfriar.

─ ¿Qué…

 

La pregunta de parte de Wolfram quedo en el aire al sentir como Yuuri colocaba su chaqueta sobre sus hombros, aunque le costara aceptar el Maou tenía razón ya había empezado a sentir frio y era lógico solo llevaba puesto su camisón rosa, con una sonrisa acomodo la chaqueta la misma que lo ayudaba a calentarse.

 

─ Gracias. —Susurro Wolfram algo apenado– Aun así eso no le quita lo pervertido. —Dijo con una sonrisa cursando sus labios.

─ Ya le he dicho no soy un pervertido. —Se arrodilla frente a él– Wolfram. —Lo mira fijamente– Te quiero.

─ ¿Qué?.. ¡¿Cómo que me quieres?! —Pregunta sonrojado.

─  Lo que escuchaste por eso yo nunca jugaría contigo porque…. —Toma las manos del rubio– Te quiero muy enserio.

─ Yo…

 

Wolfram observaba aún muy sorprendido como Yuuri se iba acercando a sus labios sabía lo que iba pasar y cerró sus ojos dispuesto aceptar a lo que vendría, sus labios se juntaron en su segundo beso lleno de amor y ternura.

 

─ Wolfram. —Susurro Yuuri– Te quiero mucho.

─ Yo… —Gira su rostro medio sonrojado– No sé qué siento.

─ Te ruego que me dejes demostrarte que soy alguien serio. —Sonríe con sinceridad colocando sus manos en la cintura del rubio– Prometo que no me voy a sobrepasar.

─ Uhh —El rubio sonríe– Señor Pervertido le dejare que tenga el honor de cortejarme pero…. —Pasa sus brazos detrás de su cuello abrazándolo– …se llega a sobrepasar y juro que no vivirá para contarlo.

─ Le prometo Lord Bielefeld que no se arrepentirá en acercarme.

 

Aun con una sonrisa cursando sus rostros se volvieron acercar para tener un tener beso mucho más apasionado y lleno de amor, al final solo el amor es capaz de eliminar el frío del ambiente ¿No?

 

Continuara…. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

¿A quien golpeo Elena? ¿Se merecera que le devuelvan el golpe?

*0* ¿Me salio muy cursi la declaracion de Yuuri y Wolf? 

En el proximo capitulo Michaelist decidira viajar a Pacto de SAngre, en donde Yuuri vive momentos de romance con su nuevo novio

Espero sus comentarios, amenazas, y demas opiniones, 

Att. Pachi-sensei


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