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Jongin, no me olvides ¿Vale? por mumu16

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Notas del capitulo:

Al fin pude actualizar, luego de un tiempo de examenes y trabajos finales, ahora que estoy en vacaciones, pude actualizar. Espero que les guste y Dejen sus reviews!!

Sehun, el psiquiatra que Jongin describía como alguien de ojos claros, lo observaba atentamente tomar un par de inhalaciones de su cigarro pálido. Jongin podía sentir toda la atención que le ponía su psiquiatra y no podía evitar sentirse nervioso y ansioso. De repente le tiró un par de miradas y Sehun le respondió con un par de sonrisas a lo que el moreno también sonrió y de la nada ambos se encontraban sonriéndose, el humo rebelde se escapaba de a pocos por entre los dientes de Jongin y el otro estaba impresionado con el cigarro porque nunca había visto a alguien que lo manejara como su paciente.

–Parece que este cigarro fuera una mujer porque no le quita la mirada, ¿Qué tanto le mira?

–Me parece fascinante el alivio y la compañía que te brinda un pequeño cilindro lleno de nicotina y otras sustancias perjudiciales. ¿No importa la salud?

Jongin miró a Sehun y sonrió antes de contestar con una cara totalmente neutra –No, prefiero enfermarme, al menos pasaría algo con mi vida.

–Entonces, así es que funcionamos –Sehun se rió a carcajadas –, consumimos cosas que nos asesinan de a pocos para sentirnos más vivos y al final nuestra vida termina por buscar esa sensación, ese sentimiento de vitalidad, por que lo que nos hacia sentir así acabó con nosotros.

Jongin encogió los hombros y tomó otra bocanada del cigarrillo y Sehun se lo quitó de entre los labios y lo tiró. Jongin lo miró con sorpresa, algo de rabia y resignación, al fin y al cabo no podía hacer nada, no eran tan cercanos como para echar una chanza o liberar un comentario de cualquier tipo. Sehun sólo quería acercase a él pero la barrera de comunicación y comodidad era casi imposible de romper.

Sehun invitó a Jongin a su casa y él aceptó, nunca se negaba a las invitaciones de ese tipo porque su abuela le había dicho que eso estaba mal. Sehun estaba dichoso ya que podría estar con el chico en privado, estaba muriendo de alegría; sin embargo Jongin sentía lo contrario, había aceptado por obligación, además en su mente no habitaban más pensamientos que no tuviesen el nombre Kyungsoo incrustado. Jongin se sentó en el sofá caro y moderno de la sala mientras que Sehun iba por algo de comida y bebida a la cocina. El chico se sentía bastante incómodo, jugaba con sus dedos y no dejaba de mover sus piernas e inspeccionar cada aspecto de la casa lujosa; no era una sensación de incomodidad convencional, era el tipo de incomodidad que se siente al no saber que va a ocurrir o al saber exactamente lo que va a ocurrir.

Sehun le dio un vaso de leche y dejó un plato con pastel de chocolate sobre la mesa. Jongin tenía hambre, no había probado bocado y era como si Sehun lo supiera desde que lo saludó a primeras horas. Sus ojos perrunos hipnotizados en el pastel y el vaso de leche que sostenía en sus frías manos causaron una gran sonrisa en la cara de Sehun, se veía tremendamente adorable y no podía creer que ese fuese el mismo que hace un tiempo estaba fumando como un viejo amargado.

–Está bien, puedes comerlo. Es para ti –Dijo de repente poniéndole el plato justo sobre las piernas –, Te encantará –. Jongin tomó la cuchara enterrada en el pastel y llevó una gran parte de este a su boca. El sabor dulce con un toque amargo y la suavidad de la masa le trajo recuerdos, tan bellamente tristes que sus ojos se llenaron de lágrimas, Kyungsoo solía tener una receta especial para el pastel de chocolate que hacía que supiera exactamente igual como el que estaba comiendo en esos instantes. – ¿Qué te parece? ¿Está rico?

– ¡Kyungsoo hacía uno exactamente igual! –Exclamó sin pensarlo y luego se retractó, no quería que Sehun conociera a Kyungsoo por que tal vez podrían enamorarse, Sehun era demasiado apuesto y Kyungsoo demasiado lindo. –Realmente delicioso.

–Me alegra, sigue comiendo.  –Sehun notó todos los gestos nerviosos que poseía Jongin.

–Dejaré para más tarde. –habló algo nervioso.

–Bueno –le desorganizó el cabello calmando, un poco, sus nervios. – ¿Qué te parece mi casa?

–Muy bonita, es moderna y está bien decorada y amoblada. Me gusta. ¿Por qué me invitaste?

–Quería un espacio más personal para que nos acercáramos y entabláramos una amistad.

Jongin asintió bebiendo un poco de leche y cuando volvió la mirada a su psiquiatra, este la tenía incrustada sobre él y esto hizo que se sonrojara y pensó que se veía bastante estúpido, tan estúpido que se cubrió la cara de inmediato. Sehun le dedicó una sonrisa antes de jalarle una mejilla; de repente una sombra apareció justo en la ventana grande que permitía que la sala permaneciera iluminada y Jongin abrió los ojos del susto pero luego empezó a descifrar la curvatura y la forma de la sombra y hasta la última punta de cabello que contenía parecía ser conocida. 

– ¿Qué sucede? –Preguntó Sehun viendo al Jongin de la sonrisa asustada – ¿Hay algo atrás mio? –Jongin ignoró a Sehun por completo y corrió hacia la ventana, sin embargo justo antes de llegar, la sombra desapareció. – ¡Jongin! ¿Qué sucede? –Sehun lo tomó de los brazos, alarmado y Jongin miró hacia todas partes y volvió a ver aquella sombra, esta vez en el vidrio de la puerta principal y se soltó del agarre y corrió a abrir la puerta. Pudo ver a Kyungsoo afuera, sonriente como siempre, con los brazos extendidos y, como naturalmente lo haría, lo abrazó como si fuese la primera vez después de mucho tiempo.

–Sabía que vendrías, Kyungsoo. ¡Sehun! Debes conocerlo, es el tío que ahora es mi psiquiatra. Tu debes evaluarlo y si no te agrada le diré a Yixing para que me remitan.

–Sólo venía de paso, tengo prisa. –Susurró acariciándole las mejillas. –Hazme un favor, no digas mi nombre por aquí.

– ¡Sehun, debes conocer a alguien! –Gritó sin escuchar la petición de Kyungsoo y este le cubrió los labios con los dedos.

–Ya debo irme, nos vemos. –susurró de nuevo, se soltó de Jongin y este trató de agarrarlo pero era imposible pararlo incluso si iba tan lento y eso era extraño.

 Y de repente Jongin se encontraba solo y aturdido en una calle totalmente lúgubre en frente de una casa grande que no recordaba haber visitado pero sabía que debía entrar en ella, y así lo hizo y pudo ver a Sehun en el sofá anotando en esa molesta libreta.

– ¿Qué anotas? –Preguntó totalmente irritado.

–Anotaba las fechas. Había olvidado escribir la fecha de hace cuatro días –Respondió sonriendo.

–Mientes –Espetó con una mirada rabiosa –, Realmente no entiendes.

–No miento, de verdad estaba anotando las fechas.

Jongin no dejaba de negar con la cabeza y de retar con la mirada, era como un lobo cuidando de su jauría. En un momento, aprovechó para raparle la libreta de las manos y cuando la tenía en su poder, comenzó a ojear las páginas rasgando las hojas con sus uñas.

– ¿A quien piensas mostrarle estas anotaciones? ¿A todos los médicos para que se burlen?

–Devuélvela.

El moreno soltó una risa sarcástica antes de contestar con un áspero No.

Sehun se levantó del sofá y lo miró desafiante y volvió a pedir que se la devolviese pero su voz sonaba más dominante. Jongin no lo miraba a los ojos pero alcanzaba a detallar su expresión de furia por el rabillo del ojo. –Última vez, dame mi libreta. –Jongin marcó una pequeña sonrisa de lado y lanzó un puñetazo directo a la boca de su contrincante rompiéndole los labios, escapó hacia la habitación más cercana, que parecía ser la de Sehun, por que ahora tenía miedo de lo que el más alto llegase a hacerle. Claramente Sehun no se quedó parado como un tarado, sino que corrió con furia hasta su habitación antes de que Jongin pudiese asegurar la puerta. Ahora que los dos estaban adentro, Sehun aseguró la puerta y empezó a acercarse a Jongin hasta que este se tropezó con la parte delantera de la cama y cayó sentado sobre el borde. Cerró los ojos preparándose para sentir la paliza pero aseguró el libro en su espalda.

–Dame la puta libreta. –Susurró con dureza apoyando sus manos alrededor del área donde el moreno había caído. Jongin negó con la mirada gacha y Sehun lo tomó del mentón e hizo que lo mirase a los ojos –, pequeño Jongin, no sabes lo que puede pasar –hizo una pausa para acercase más y continuó –, cuando desobedeces.

Jongin sentía miedo pero también sentía su corazón corriendo tan rápido como la luz. Dedicó unos segundos a admirar el rostro del más alto y se dio cuenta de algo que ya sabía, Sehun era demasiado atractivo para él y no quería admitir su atracción; no sólo su cara, también su cuerpo, su personalidad, su aroma e incluso su voz. Odiaba sentir ese tipo de cosas. Su atención se enfocó en los labios de su oponente y notó que el golpe había roto una parte de estos.

– ¿Ves mi sangre? –Jongin asintió con temor –, Ahora que me la has sacado y la he probado, tu también debes probarla.

–No, por favor –Musitó negando con la cabeza. –No me pegue, se lo suplico.

Sehun rió y tomó a Jongin de las mejillas, suavemente, totalmente contrarío a lo que el moreno esperaba.  La cabeza de Jongin trataba de alejarse pero su cara se acercaba al igual que la de Sehun y ya sabía que iba a pasar.

–Prueba. –Susurró antes de clavarle un beso, un beso que Jongin trató de detener pero sus impulsos se lo negaban, sentía la sangre del labio roto y por una parte se sentía culpable y apenado pero por la otra, le estaba encantado y quería más. Lo tomó del cabello para sentir más sus labios y compartir el sabor de la sangre. Sehun fue incorporándose a la cama de mejor manera, hasta que los dos quedaron sobre esta. Jongin podía sentir la lengua del otro y se sentía bastante bien, podía sentir las manos grandes, incluso más grandes que las suyas, masajeando su marcado abdomen y no tenía ganas de detenerlo. Sehun le quitó la camisa y lo miró por un instante, notó que los ojos de Jongin seguían con esa expresión bestial pero tenían una intención diferente, querían devorarse a Sehun por completo y esto le agradaba bastante.

Jongin lo tumbó debajo para tomar el control, empezó a morderle el cuello y las orejas, el mismo se quitó la camisa para dejar a Jongin seguir con su trabajo. Lamía y mordía, repetidas veces, con un ritmo insoportablemente delicioso. Le arrancó un beso antes de seguir bajando, lamiendo y mordiendo cada pedazo de piel, mientras que Sehun le masajeaba la espalda y la cadera. De repente el celular de Sehun empezó a sonar, Jongin se detuvo pero Sehun no le dio importancia y continuó. Ninguno de los dos podía creer que fueran tan atractivos, sus caras, sus cuerpos, sus gemidos, todo era excitante. Sehun decidió aplicar su fuerza y se levantó junto con Jongin hasta llevarlo a la pared y acorralarlo; le mordió el labio inferior y con las manos empezó a pellizcar sus pezones, Jongin se aferró a su espalda y dejó que hiciera lo quisiera. Posó sus manos en la zona pélvica de Jongin y este emitió un pequeño gruñido, masajeó esa zona por un rato y desabrochó los pantalones. Jongin enterró sus uñas sobre la espalda de Sehun al sentir como ambos de sus miembros se estaban rozando. Lo único que se podía escuchar eran sus respiraciones y gemidos, eran tranquilizadores y excitantes, se escuchaba la paz del momento y la pasión se sentía por toda la habitación, sin embargo el sonido continuo del celular dañó toda esa atmosfera.

–Deberías contestar. –susurró con la respiración entrecortada sintiendo los labios de Sehun justo en su miembro. –No puedo estar tranquilo.

Sehun bramó, se limpió la saliva de los labios y fue por el celular. Jongin se subió la ropa interior y el pantalón, cogió su camisa y decidió que era mejor no seguir. Antes de poder dar un paso, Sehun le tomó la mano y el otro lo miró con ojos de cachorro triste y desamparado, con la mirada le dejaba claro que quería parar la situación, llorar e irse corriendo, pero fue diferente, Sehun no permitió que se fuese corriendo aunque los ojos marrones estaban repletos de lágrimas, lo que hizo fue acunarlo sobre su pecho y luego abrazarlo, tan fuerte, tan cariñoso y con sentimientos tan verdaderos que Jongin empezó a llorar y el más alto se recostó junto a él sobre su cama; sin dejarlo de abrazar le daba pequeños besos en la cabeza y algunos en las mejillas.

–No sé que pasa, Sehun. Me siento solo y nada tiene sentido para mí. Siento como si mis pocos amigos se estuviesen esfumando y por más que trate, no puedo evitarlo. Es como tratar de alcanzar un globo de helio que ya va bastante alto, o tratar de sentir tu propia sombra, es una sensación de… –Pausó para aferrarse más al pecho de Sehun –, de impotencia.

– ¿No tienes compañía suficiente?

–No, no tengo familia, y básicamente tengo dos amigos, pero uno de los dos… lo estoy perdiendo.

–Bueno, yo creo que eres bastante afortunado –susurró limpiándole una lágrima que había quedado en la punta de su nariz –, tienes amigos suficientes, yo no tengo. Soy un psicólogo y se supone que no debo hablar sobre mi vida o mis problemas pero –Tomó una bocanada de aire antes de hablar –, mis padres me aborrecen. Mira, tuve bastantes amigos y era un hijo de puta con las chicas. Cuando empezó la adolescencia comencé a salir a fiestas y a bares con identificaciones falsas, alcancé a probar algunas drogas, tal vez dejé embarazadas a un par de chicas, hice que mis padres se fueran a la ruina porque fui alcohólico y gastaron todo en la rehabilitación. Lo que hizo que perdieran el cariño hacia mí completamente fue cuando me encontraron en su cama, no con una chica, sino que con un chico, el chico más bonito que pude conocer. Su nombre era Luhan, era mayor que yo y lo conocí en la rehabilitación, fue mi primer amor y nunca me arrepentiré de todas las cosas que hice con él.

– ¿Ya no tienen contacto?

–No, él… murió hace un par de años en un accidente, odio hablar de eso.

–Lo siento…

–Lo que quería decir con esto era que yo, Oh Sehun, soy tu amigo y te quiero.

Jongin no dijo nada, sólo lo miraba y sentía la tristeza en su rostro fuerte y sonriente. Se secó las lágrimas de los lagrimales y se organizó el cabello, luego se sentó y asimiló la profundidad  de la situación, dos chicos tristes y solitarios, compartiendo historias ridículamente melancólicas, uno de ellos llorando y otro sonriendo pero ambos lo hacían de la manera más ridícula.

Jongin se volvió a secar las lágrimas y abrazó a Sehun, no para calmarse sino, para hacerle sentir que él estaba también ahí, hacerle saber que él también era su amigo.

 

 

 -------

 

 

–Sehun, escucha –Jongin entró de repente al consultorio –, no soy gay.

Hubo silencio de unos segundos antes de que Sehun soltase una risa profunda y atrapase a Jongin entre sus brazos, acunándolo sobre su pecho. –Yo tampoco soy gay. ¿Y si lo fuese? ¿Vas a huir de mí?

–No lo haría. Sería estúpido.

–Necesito que… ¿Jongin? –Yixing ingresó al consultorio y lo Jongin se separó de inmediato – ¿Por qué no me habías llamado?

– ¿Qué haces aquí? –Preguntó Jongin mientras que Sehun se sentaba en frente a su escritorio y para encender su computador.

–Venía a traerme una copia de tu seguro médico y registro de nacimiento –Sehun respondió tomando el bolso de cuero que Yixing traía colgando sobre su hombro. –Él es extremadamente cercano a ti y necesitaba estos papeles para la clínica, para tu registro oficial. ¿Cierto? –Yixing asintió siguiendo el Juego de Sehun, no sabía que Jongin era tan crédulo.

– ¿Cómo conseguiste su número?

– ¿Recuerdas que llenaste con mis datos el espacio de contacto alternativo del formulario de inscripción? Bueno, ahí lo consiguió. –Le desordenó el cabello –Además, tu no tienes que venir hoy. Es tu día libre.

–Tienes razón, iré al baño y nos vamos de aquí –Yixing asintió y Jongin salió directo al baño de la clínica, dejando a los otros dos.

– ¿Lo trajiste?

–Si, busca en la maleta.

–Confío en ti, pero ¿No se dará cuenta de que no está?

Yixing sacó el objeto hablado del maletín de cuero y lo puso sobre el escritorio –Es una copia del original, no quiero que sepa que tomé su diario.

–Excelente –le echó una ojeada rápida y lo guardó en su maletín – ¿Sigue con Kyungsoo?

–La verdad me preocupa, está convencido de que hacen el amor cada dos días y me dice que habla siempre con él, siempre está cerca.

Sehun soltó un suspiró y se sobó las cienes con frustración – Deberíamos decirle la verdad –Sugirió Yixing –Pero no lo quiero lastimar.

– ¿Estás demente? ¡Me odiaría! Todo esto ha sido mi culpa, por ahora déjame inspeccionar el diario, sólo te aseguro que el nunca sabrá la verdad.

–Tendrá que saberla, no puedes decirle que Kyungsoo desapareció de la noche a la mañana, sería inhumano.

– ¿Entonces qué quieres? ¿Qué me odie?

–No exactamente, sólo quiero que se tranquilice y lo olvide todo. Los familiares de Kyungsoo me han llamado variadas veces pidiéndome que le diga a Jongin que deje de preguntar por Kyungsoo en su casa –Tomó a Sehun de las manos –, es torturante para ellos.

–Empecemos por el diario. –se rascó los ojos

–Está bien, ahora me iré, Jongin debe estar esperando por mí. Adiós.

–Adiós y gracias.


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